oliver steve

Grandes rivalidades: Atom vs Hyuga

Sí, entiendo perfectamente que esto es ficción y podría pasar como una propuesta poco seria, pero vale la pena analizar esta rivalidad del cómic para buscar los valores que puede enseñar el fútbol a través de personajes creados por un pueblo cuya pasión por el fútbol es relativamente reciente como es el japonés. De todas formas, gente que supo captar ciertas condiciones emocionales y con ello, cautivar a infantes de todas las latitudes.

Oliver Atom (Tsubasa Ozora) es probablemente el mejor jugador de toda la historia en este universo. Un enamorado del fútbol que dice que “el balón es su amigo” y su obsesión se centra en el juego. Pasa perfeccionando sus habilidades y desde chico tenía trazado un sueño que era el de jugar profesionalmente en Brasil y por su selección nacional. Su técnica es envidiable y de un liderazgo más ligado a sus habilidades que a su personalidad en sí. Un personaje demasiado positivo podríamos decir, con pocos matices de oscuridad.

Por otro lado, estaba Steve Hyuga (Kojiro Hyuga) es el más grande rival de Oliver al menos en la liga juvenil japonesa. Steve debe ser uno de los personajes más interesantes del popular cómic y serie animada. Es huérfano de padre y hermano mayor, por lo que se siente en la obligación de ayudar a mantener el hogar y desde muy joven estudia, trabaja y juega fútbol, el cual lo proyecta como un medio para la supervivencia de él y su familia. Podríamos decir que su historia se asemeja a la del futbolista latinoamericano promedio, todo lo contrario a la historia de Oliver que es hijo de una familia algo acomodada (su padre es capitán de barco). Las dificultades de la vida hicieron a Steve un muchacho muy temperamental, fuerte y de intenso liderazgo.

El primer encuentro entre las más grandes figuras de este universo imaginario se decidió a favor del equipo de Hyuga, quien impuso sus condiciones con su avasallador carácter ante un timorato equipo del “Niupi” (Nankatsu) que tenía en Oliver y Tom Misaki (Taro Misaki) como grandes figuras, pero superados por un rival corajudo que supo meter miedo. En el partido final tuvo que llegar Benji Price (Genzo Wakabayashi) para poner la personalidad necesaria, además de sus habilidades en el arco, para ganar el título.

Como sabemos, la historia tiene como principal personaje a Oliver y su evolución no deja de ser emocionante. Durante la liga infantil tiene complicados retos emocionales como la tremenda semifinal contra el equipo de Andy Johnson (Jun Misugi) en la que en 90 minutos tuvo apabullantes lecciones de madurez frente a un rival muy técnico y que tenía la condición de su enfermedad de corazón. Los juegos contra el Franco Canadiense (Meiwa) son partidos en los que tiene que sobreponerse  a la figura recia de Hyuga y a un portero aparentemente invencible (Ken Wakashimazu o Richard Tex Tex), sin embargo, todavía no se erige como el gran capitán, en ese último partido fue su amigo y primer rival, Benji.

Cuando la serie hace sus característicos saltos en el tiempo y nos muestra el torneo de secundaria. Oliver tiene otra lucha: contra sí mismo. En este torneo le ocurren fuertes lesiones que lo obligan a superar el dolor físico que es vencido por el ferviente deseo de permanecer en cancha, un valor imposible de ver en el fútbol actual. A pesar de sus terribles dolores, Oliver conduce al Nankatsu al último juego contra el Toho que había llevado a sus filas a Steve Hyuga. La batalla contra Steve y contra su propio cuerpo es dramática, Hyuga no quería perder esta oportunidad, se había fortalecido notablemente y el juego final termina igualado. Con un reglamento que solo a unos japoneses poco doctos de fútbol (?) se les podía ocurrir, ambos equipos son declarados campeones y así termina una rivalidad excepcional, entre elogios y reconocimiento del gran esfuerzo realizado. A continuación tanto en el manga como en la serie animada, Oliver y Steve pasan a ser amigos y socios del gol en una selección japonesa de ensueño.

A través de esta maravillosa creación, quienes crecimos con los famosos “súper campeones”, experimentamos la dualidad del fútbol como un sueño de pibe al fútbol como sueño y a la vez vía hacia una vida mejor. Mundos opuestos encarnados en personajes que pueden ser realidad a diario. Podríamos identificarlos en rivalidades del tipo Messi – Cristiano o Federer – Nadal. Hay que agradece al señor Yoichi Takahashi por crear a estos personajes para nada planos y con una simbología mucho más trascendente que el simple entretenimiento.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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Friends vs HIMYM: ¿cuál gana?

Dos series ambientadas en New York, que relatan la vida de jóvenes adultos y su estrecha relación con sus mejores amigos en lo que podría considerarse como una vida “ideal”. Más allá que dicho estilo de vida se plantea en un escenario tanto o más fantasioso que el de Batman o Ironman, ambas series, de extensa duración (casi una década), son de las más icónicas de los últimos 20 años, ambas tienen casi la misma fanaticada, la cual se pregunta qué serie fue mejor o al menos, más trascendental.

A priori podríamos decir que Friends, simplemente por tema de antigüedad. Esta serie comenzó a ser rodada y emitida en 1994 y atravesó tremendos hitos generacionales como el cambio de milenio o la caída de las Torres Gemelas (que nunca fue directamente abordado de todas formas). How I Met Your Mother comenzó a emitirse un año después del último capítulo de Friends, en 2005, con en teoría un argumento ya antes visto: mejores amigos jugando a ser personas grandes en la ciudad de New York.

Si vamos por calidad de actores, nuevamente la serie noventera es la que tiene ventaja. El elenco de “Friends” es sólido y magnífico con actores que ganaron mucho reconocimiento con la serie, aparte de un montón de dinero. Jennifer Aniston por ejemplo, ganó Emmy y Golden Globe gracias a su papel de “Rachel”. Se podría decir que todos los personajes de la entrañable “Friends” son clásicos para la T.V.: Rachel, Ross, Phoebe, Joey, Monica, Chandler tienen características inconfundibles con las que cualquier televidente pudo reconocerlos e identificarse, yo por ejemplo, me considero un Chandler. Ese rasgo tal vez no es identificable en “How I Met Your Mother” salvo quizás, el personaje “Barney Stinson” de Neil Patrick Harris y un poco, el protagónico “Ted Mosby”.

Ahora, si vamos por el lado del guión y calidad narrativa, “How I Met Your Mother” le hace un paseo a “Friends” y personalmente, hace que la serie termine considerándola entre mis favoritas de todos los tiempos, bastante más que la entrañable “Friends”. “HIMYM” fue diseñada para que a todos nos intrigue su final y que a medida que pasen sus capítulos, cada televidente vaya angustiándose y cavilando con las posibilidades de quién podría ser la madre de los hijos de Ted. Además, los recursos narrativos usados en la serie son magníficos: yuxtaposiciones, flash backs, flash forwards, etc. Narrar una teleserie cómica al más puro estilo de “Run Lola Run” o “Memento” fue atrevido y el resultado genial. En cuanto a cómo contar una simple “sitcom”, “How I Met Your Mother” marcó un hito y una revolución.

La discusión entre ambas series es muy común en que se centre en este punto específico: cómo acabaron ambas series. Por un lado, está “Friends” con el final complaciente y que todos esperaban: que Ross y Rachel se queden juntos y felices por siempre, con el detalle no menor que Rachel renuncia a la vida que siempre soñó: trabajo en París relacionado a la moda. Por otro lado “How I Met Your Mother” tuvo un final impactante: el televidente navegó por 8 temporadas para conocer a una madre a la que recién le empezaba a tomar cariño y resulta que la larga historia que Ted cuenta a sus hijos se motiva en que en ese futuro hipotético en el que la está repasando, la madre ha fallecido. Aunque finalmente es complaciente porque Ted sale a buscar al “verdadero amor de su vida”, que siempre fue la bella Robin Scherbatsky. Personalmente, prefiero el final de HIMYM y el que Ted haya intentado de nuevo con Robin, estuvo demás.

Es así como se ha expuesto los puntos en los que la una serie neoyorkina se impone a la otra y le queda a quien los lea, el afirmarlos o contradecirlos. Como señalé en el primer párrafo, el principal defecto que encuentro es esa vida en la que el grupo de panas vive un junto a otro, son como una familia unida y tienen estilos de vida demasiado cómodos que distan mucho de la plusvalía que tienen las viviendas de la gran manzana y de la disponibilidad de tiempo de cualquier grupo de amigos a medida que se hacen adultos. Bueno, tampoco, es para ponerse amargado o paladín de la realidad socio económica. No deja de ser ficción nada de esto y para lo que está es simplemente para divertir.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
internet 90s

La era “romántica” de Internet

El fenómeno del Internet y su influencia en la sociedad que vivimos es bastante paradójico. Por un lado, su presencia es sumamente reciente en relación a toda la historia de la humanidad, sin embargo hoy es prácticamente el aire que respiramos, aunque los estudios indiquen que la gran parte de la población planetaria no está conectada y demás teorías que da pereza exponer en este instante. La verdad es que la diferencia es enorme entre quienes están conectados y quienes no, pasando a ser el segundo grupo, los marginados.

Internet y su función comercial y social como la conocemos debe tener algo más de 20 años y debe ser un eje fundamental de la vida de todos quienes estén leyendo este artículo, sin embargo, existimos de esos “pioneros” (?) de la “era romántica” del Internet. ¿A qué defino yo arbitrariamente como “era romántica del Internet”? Pues a los tiempos de la exasperantemente lenta conexión con módem telefónico. Disfrutemos un momento, de esa sinfonía de chillidos y pitidos cuasi orgásmicos para el internauta nerd de aquellos días.

Acá en Ecuador, recuerdo que los primeros conectados a Internet, nobles y reyes desde luego, lo fueron por los años 1995 y 1996. Al pueblo le tocaba un poco más difícil y fue así como en los años 1998 y 1999, jovencitos de clase media a subterránea descubrieron la manera clandestina de proveer de Internet a sus casas, conectando el módem de la gigantesca PC familiar a la normalmente única línea telefónica de la casa, para el resto de la magia, hacía falta entrar en el mercado negro de las contraseñas que se requería para iniciar sesión en Internet con esta tecnología. El intercambio de productos y favores todo lo podía. Para los menores de 20 años, todo esto que se cuenta debe haber pasado en los tiempos de Cristóbal Colón.

Esta conexión clandestina a Internet abrió un enorme mundo de posibilidades a los adolescentes noventeros dependiendo mucho de sus intereses, el primero de ellos, lógicamente desnudos y pornografía. Pero más allá de la avidez por el cuerpo, cada uno buscaba lo suyo: música, videojuegos y deportes eran la predilección. Pocos utilizaban este recurso para cuestiones académicas, como ahora que es de uso extendido.

Internet fue un maravilloso paso para la recopilación de música. Gracias a la magia del Internet, empezó a quedar atrás la romería de ir con un cassette en mano, de casa en casa de los panas, grabando una o dos canciones de un CD que él tenga y que tú no o no te daba la gana de comprar o era muy caro (ya para 1999 valían como 150 mil sucres ¡y vaya que era plata!) Entonces la posibilidad de descargar alguna canción se hizo realidad. Primero, era una tediosa tarea buscando de sitio en sitio web, la dichosa canción, lo cual era especialmente difícil si se trataba de clásicos por ejemplo, más una vez arribado Napster a nuestras vidas, todo fue maravilloso.

Con ese concepto de computadoras en todo el mundo conectadas haciendo un servidor gigantesco, Napster permitía encontrar LO QUE SEA en cuanto a música. Con ello, la creciente demanda musical de esa generación crecida con el MTV gratis se veía satisfecha. Ahora, con la modesta conexión de módem telefónico de 33.6 kbps de promedio, había que armarse de paciencia, pues la descarga de una sola canción tardaba aproximadamente media hora. Después, con la venida de la banda ancha, supimos lo que era descargarse álbumes enteros en ese mismo lapso de tiempo.

Hablando del entrañable módem telefónico, quien no debe tenerle mucha gratitud al mismo, son todos aquellos padres de familia de adolescentes noventeros, hoy venerables abuelitos en su gran parte. Pagar esas escandalosas cuentas telefónicas debe haber sido tremenda tortura. Recordemos que al permanecer conectado por teléfono a Internet en esa era, aparte del precio del servicio (que uno de cada 10 pagaba por la floreciente piratería descrita párrafos atrás), el precio de una llamada local. Por lo bajo, se permanecía conectado 2 horas al día y eso equivalía a “visita telefónica”. Sin internet, una familia no pagaba más allá de 100 mil sucres por servicio de telefonía, cuando a alguno de sus vástagos se le ocurría “conectar a la familia”, esas cuentas podían fácilmente llegar al medio millón de sucres. Devastador para aquellas economías en crisis, de cuentas congeladas y bancos quebrados.

En cuanto a interacción social, esta era la otra gastadera de tiempo. Una de las principales formas de interactuar era el recordado “latinchat” (no puedo creer que aún exista), donde en una plataforma de novedosísimo java, uno podía conversar con gente al menos de todo el continente, sobre determinados temas o simplemente por conversar. Como ni soñábamos en teléfonos inteligentes hace “escasos” 17 o 18 años, una señal de triunfo era sacarle el “ICQ” a la persona con quien chateaste. Tampoco puedo creer que aún exista esa brujería y de mi número si me acuerdo: 39585736. Básicamente, bajo este método la comunicación era vía texto y muy escasamente con escuetos mensajes de voz.

Un poco más tarde se popularizó el mIRC, que tenía la dinámica del latinchat, con canales de temáticas específicas, mas se necesitaba descargar un software para entrar al mismo. Para el año 2000 y ya dolarizados, estaba popularizado el dichoso servidor y los quiteños más enfermitos con el ciberespacio tenían su canal #quito para contactarse. Yo personalmente recuerdo que los capos eran “Rocky Balboa” y “Aeromoza”… capaz esos manes sean ahora tuiteros influyentes. Yo, las pocas veces que entré a ese canal lo hacía como “Macphisto”, de ahí más me interesaban los de música y deportes.

Los inicios de Internet traían consigo formas hoy primitivas de hacer grupos con los foros de discusión o las listas de correo, estas últimas, auspiciadas por el desaparecido Geocities y actual Yahoo. Servidores de correo favoritos: Hotmail, Latinmail, Yahoo. Todas y todos deben tener su dirección vergonzante, rezagos de esos tiempos del tipo: rubiasexy@hotmail.com o tumarido@yahoo.com y la vida profesional nos obligó a enseriarnos. Recién golpe de 2000 Google pateó el tablero de los buscadores, antes era Yahoo, Altavista, Lycos y demás opciones las que se usaban para buscar porno el contenido requerido.

Si tienes más vivencias de la “era romántica del Internet”, no dudes en comentar. Siempre es bueno no hablar nomás de fútbol, para eso mismo creamos este espacio.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
spectre

Spectre: El eslabón faltante del 007 moderno

Hace algunas semanas tuvimos el estreno de la última entrega del agente secreto 007: Spectre, la más reciente película de James Bond protagonizada por el frío y elegante Daniel Craig. Personalmente, soy un fanático acérrimo de las películas de James Bond, desde Casino Royale (1954) protagonizada por Barry Nelson y dirigida por William H. Brown, hasta las últimas entregas de la franquicia protagonizadas por Craig. Sam Mendes ha participado como director de Skyfall y recientemente asumió la dirección de Spectre, recordemos que Casino Royale y Quantum of Solace contaron con otro director al frente del rodaje. No obstante, Sam Mendes le da un toque muy particular a sus dos últimas obras del agente secreto más conocido del cine, combinando una serie de factores que iré mencionando de a poco a lo largo de este artículo.

James Bond

 

El trabajo realizado por Martin Campbell en Casino Royale es fabuloso, no por nada consiguió una calificación de 8/10 en IMDb y 95% de aceptación en Rotten Tomatoes, siendo esta última una de las páginas especializadas más exigentes del mundo cinematográfico. En esta película cambiamos la cara de Bond, del galán, sutil, y con la pose de “no me voy a ensuciar el smoking” que tiene Pierce Brosnan, a la de un agente secreto entrenado para matar, sin escrúpulos, y definitivamente sin ningún tipo de límites, como nos lo demuestra Daniel Craig en su personaje.

El cambio a Quantum of Solace, en la cual lastimosamente no repitió Campbell, fue un bajón para los fanáticos de la saga. Marc Forster, simplemente, “no la vio” como decimos en el fútbol. La película en sí fue un desastre en lo que respecta a la historia y el giro de la trama, no se entendió, y mezclaron tantos temas que en sí, hacen de la película un esfuerzo para cualquier persona que no esté 100% concentrada viéndola. Cuando parecía que todo estaba perdido, Sam Mendes tomó la dirección de Skyfall y desde ese momento, cambió todo respecto al James Bond que todos conocemos. Menos humor, menos misericordia, más frialdad y un agente secreto totalmente despiadado con sed de venganza, es el enfoque que desde hace mucho tiempo pedimos los fans. Para galanes y humoristas ya tuvimos a Sir Roger Moore o al mismo Pierce Brosnan, la saga pedía otra cosa, y Sam Mendes lleva la camiseta de la responsabilidad a su talla.

La importancia de Spectre dentro de todas estas películas en las que participa Craig es vital, considerando que nos brinda por fin, una semejanza con las películas clásicas de 007. Siendo este un artículo con el “timing” para introducir spoilers, me tomaré la molestia de mencionar unas cuantas referencias con los clásicos que podemos notar en esta nueva película. En la escena de México con el disfraz de skull podemos ver una semejanza con el disfraz de Baron Samedi en Live and let die. Otra referencia muy notable, en este caso, proviene de You only live twice, donde podemos ver al villano Ernst Stavro Blofeld (interpretado por Donald Pleasence) con una cicatriz en su rostro, misma cicatriz que tiene Christoph Waltz luego del encuentro con Bond en su base, la cual se encuentra dentro de un cráter al igual que la base original de Blofeld. Sí, las referencias son evidentes, y no dejan de ser emocionantes.

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Diez puntos para esta película en lo que respecta a los villanos y a la chica Bond. Partamos por el hecho que reintegran a Ernst Stavro Blofeld, el némesis eterno de Bond, quien estuvo muy cerca de acabar con él en innumerables ocasiones. Es también, el villano que ha repetido en más películas de James Bond durante décadas, siempre personificado por actores diferentes con la particularidad que siempre cambiaba de rostro para mantenerse en el anonimato. No se me ocurre un actor más idóneo que Christoph Waltz para este personaje, dado que recrea el cinismo, maldad, y notable sentido del humor retorcido que siempre reflejó el personaje de Blofeld.

Dentro de todo lo misterioso y retorcido que puede ser Franz Oberhauser (nombre real de Blofeld), el hermano adoptivo de James es un tipo brillante, que siempre está un paso más adelante que su rival, y esto se lo deja claro a 007 en innumerables ocasiones durante la película. Pero como Franz no disfruta ensuciar sus manos, sí o sí necesita un matón a su cargo, ¿cierto? Ok, aquí es cuando entra en acción Mr. Hinx, interpretado de forma muy respetable por el ex WWE y actor Dave Bautista. Su personaje silencioso, con una fuerza brutal y muy persistente en su persecución a Bond es muy parecida a la de Jaws en The Spy who loved me. Este tipo de villanos, son de los cuales se habla cuando se hace referencia a una película. En la palestra de 007, junto con Oddjob, Jaws, Baron Samedi, entre otros, muy seguramente tendremos a Mr. Hinx. Pasando un poco al otro detalle infaltable en las películas de James Bond, tenemos a Madeleine Swann, hija de Mr. White (ex miembro de Spectre, la organización que dirige Blofeld) e interpretada impecablemente por Léa Seydoux. El personaje de Seydoux tiene todo lo necesario en una chica Bond: atractiva, solitaria, muy inteligente, y con un pasado y presente muy tormentoso. El tipo de chicas con las cuales 007 siempre se involucra más, y con esta no fue la excepción. A fin de no meter más spoilers en esta parte, vean la película y entenderán de qué hablo.

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Parte de este breve análisis y resumen de los puntos más interesantes de la película, me gustaría también dedicar unas breves líneas al elenco que eligieron para la película, que a mi criterio, por trascendencia de los actores y su historial, es el mejor de la historia en las películas de 007. Daniel Craig, Christoph Waltz, Ralph Fiennes, Monica Belucci, Léa Seydoux, Naomi Harris, conforman el principal elenco estelar de Spectre, y sumando a Dave Bautista con sus apariciones esporádicas dentro del film, hacen de esta película una de las más plagadas de estrellas en lo que respecta a un film de 007. La importancia de los actores es crucial, con la muerte de M (protagonizada por Judi Dench) en Skyfall, era muy difícil encontrar un actor o actriz que llene los zapatos de Judi, quien había protagonizado al personaje desde Goldeneye. Ralph Fiennes es el personaje ideal para protagonizar el papel del director de MI6, con la clásica postura diplomática y precavida, dista mucho de la actitud arrogante y arriesgada de Judi Dench. Incluso, nos remonta a las películas clásicas en las cuales M era protagonizado siempre por un personaje masculino, siendo Bernard Lee (+) el más recordado de aquellos. Creo que ya mencioné en este artículo la importancia de Waltz en este film, pero vaya, es inevitable no hacerlo. Christoph Waltz superó con creces a todos los villanos de Bond desde los films de Pierce Brosnan, y lo más importante de todo, parece que aún nos acompañará en un hipotético próximo film del agente secreto más famoso de Hollywood.

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En fin, si aún no se han visto la película, véanla (un poco tarde con el chorro de spoilers que me he mandado). A muchas personas no les gustó, pero al menos yo considero que aclara muchas dudas respecto a los vacíos que dejan las películas anteriores de Craig, y más que nada, por fin se descubre quien ha estado detrás de todos los hechos acontecidos en las entregas previas. Definitivamente es un must para los verdaderos fans, evoca recuerdos de clásicos donde veíamos a Sean Connery y a Sir Roger Moore protagonizar el complicado papel de 007, el cual Daniel Craig lo interpreta de una manera distinta, pero más atrevida. ¿Veremos una nueva entrega del agente 007 en los próximos años? Estoy seguro que sí, y espero que Sam Mendes siga al frente de esta franquicia. ¡Gracias por tanto, Mr. Bond!

 

“Now the whole world will know that you died scratching my balls”

Casino Royale (2006)

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STAR WARS: La Mentira

Soy de ese escaso porcentaje de personas que nunca ha visto una sola película de Star Wars, no por falta de tiempo, ni de ganas, hasta compré la película pirata alguna vez para verla en casa. Es para mí, una de las películas más sobrevaloradas del cine, casi tanto al nivel sobrevaloración de The Beatles (quiero hacer una pequeña reflexión en este punto: lo mejor que le dieron los Beatles a la música fue Ringo Starr, cuyo máximo logro fue protagonizar la película clásica del cine “El Cavernícola”, la cual rivaliza la miseria de sus efectos especiales con la Star Wars original) en la música: Pasables a duras penas, pero con una horda de fanáticos que no entienden razones.

Se necesita que empiece Star Wars, con las letras en fondo negro y esa canción ridícula para que yo comience a cabecear del sueño, cuando superas el sopor de ese inicio insufrible, salen en la pantalla un fondo hecho en Paint en el cual unas figuras de legos disparan rayos laser que son más falsos que las posaderas de una serrana aniñada, para que luego aparezca en pantalla un actor que representa a un robot afeminado con un disfraz que parece hecho de papel aluminio pintado con esmalte, y una lata de cerveza con esteroides que se comunica en base a pitidos… Si no se quedaron dormidos en esa parte, pueden soportar sin problemas cualquier tortura del mundo, incluida una tesis de Doctorado.

Me quedo corto un poco en mi análisis por el contenido de la película, pues como trato de decir desde hace dos párrafos ya, no he podido verla porque me gana el sueño. Entiendo que es una guerra innecesaria entre “los malos” y “los buenos”, entre los cuales brillan especialmente los que tienen “la fuerza”, que no es más que “un poder metafísico y vinculante, omnipresente” según la Wikia de Star Wars, es decir, la fuerza es diosito. Luego, entiendo que todo empieza a tener un tinte de novela mexicana, bien podía Thalía haber protagonizado la película próxima a estrenarse, les resumo un poco: Había un muchacho bueno que se vuelve malo, que tiene un hijo que queda huérfano y luego pelea contra su padre, mientras su hermana pasa por la vida con un peinado medio ridículo y en lugar de mandar un e-mail cifrado con los planos de una nave espacial, envía la información en un androide, mientras le destruyen su navecita intergaláctica a punta de laser que suena “piuuuu piuuuu”. Una V E R G Ü E N Z A. En algún punto de la película solo faltaba que entre Soraya Montenegro a gritarle “Maldito Lisiado” al muñequito verde ese que tiene la ropa de Splinter de las Tortugas Ninja.

Y eso que no consideramos las mascotas que parecen Pie Grande, las máscaras de lobo, esos Oompa Lumpas peludos y ese montón de muñecos con disfraz blanco que no hacen más que el ridículo con movimientos torpes, pues se esperaría que si tienes la tecnología para construir naves espaciales que viajen a muchos años luz, puedas construir robots que no den pena y lástima. Del mismo modo, sería más fácil matar a los rebeldes con armas biológicas, y destruir las naves con virus de computadora en lugar de jugar con armas láser que al parecer, no pueden perforar gran cosa.

Puede que la mayor inconsistencia de la película sea la presencia de los tales Jedi, que tras analizarla deja a Star Wars como una triste película de Disney: Cuando tuvieron que matar a todos los Jedi, lo hicieron sin mayor problema, pero cuando les quedan los últimos dos, al parecer se convierten en cucarachas, nunca mueren. ¿Alguna explicación? Aunque, pensándolo bien, puede que el mayor error sea que en el espacio no pueden existir explosiones porque no hay oxígeno, o que no puede haber sonido y los láser no pueden sonar “piuuuuu piuuuuu piuuuuuu”.

Claro, existen otros temas que merecen dos centavos de análisis, por ejemplo la relación casi incestuosa entre Leia y su hermano Luke en la cual se besan, cosa que no es muy aceptada socialmente. Por otro lado, la comunicación entre Chewbacca y el protagonista, el cual es el único que puede entender si ese perro erguido tiene hambre de croquetas o quiere venganza contra el lado oscuro. ¿Han Solo Dolittle? Finalmente, la incapacidad de provocar miedo de Darth Vader, un muchacho con “capacidades especiales”, quien en el tiempo que le quedó entre sacar el carnet del CONADIS y tener hijos que dejó botados, trataba de conquistar el universo como si fuese candidato de Alianza País para elecciones 2017.

Star Wars es la película que logró llevar el show más allá, es el “Crepúsculo” de nuestros padres, cuyos progenitores a su vez fueron quienes tuvieron que gastarse la quincena en comprar esos juguetes horrendos, convirtiendo así al cine en lo que es ahora: una gran tienda de productos de exhibición basados en personajes vacíos para gente que se deja impresionar con poco, en un cambio de Hollywood de las películas Western de la época, en una con una trama muy similar, pero con espacios, naves y rayos láser.

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Si “Mis Adorables Entenados” diera hoy…

A propósito de la noticia vista en Diario El Extra (informa primero y mejor) en la cual, se vislumbra la posibilidad de un regreso de la entrañable comedia ecuatoriana de finales de los 80, “Mis Adorables Entenados”, pero a la pantalla grande, se me ocurrió refrescar la memoria y recordar algo de lo que hacía felices mis sábados por la noche, cuando era muy pequeño, obviamente no salía y la televisión por cable era privilegio de nobles y reyes.

“Mis Adorables Entenados”, es catalogada como una serie costumbrista. Habrá que explicar que “entenado” es el hijo de los integrantes de una pareja que no pudo tener hijos en otro compromiso. Es así como Lupita acoge a los vástagos de las andanzas del “bandido” de su marido, Ángel Vera, a quien nunca vimos su rostro. El escenario del a “cría de entenados” era y no se si siga siendo, bastante común en el Ecuador y sobretodo en la Costa.

Desde aquí, ya advertimos un estereotipo que hoy por hoy sería fuertemente criticado por las actuales leyes de la nación: el machismo. Mientras vemos a una Lupita resignada a su suerte, a las labores domésticas y a soportar las andanzas de su marido, éste muy orondo es una figura ausente que únicamente reporta algunos (pocos) billetes para mantener un humilde hogar de los tantos que había y sigue habiendo en Guayaquil. La figura machista y paternalista daría ya mucha papaya para que la SUPERCOM se divierta.

Los entenados de Lupita reflejan los varios rostros del ecuatoriano humilde. Está Pablo, el obrero, trabajador y desafortunado, cuyas desventuras mucho tienen que ver con su mal carácter. Rosendo es el que pone sus esperanzas en los estudios, chico de familia, de buenos modales y honesto. Stacey es el campesino ingenuo y trabajador, mientras que la estrella, Felipe, reflejaba ese arribismo de muchos ecuatorianos: es pobre, pero debe guardar las apariencias de mejor posición económica y social, aparte de no hacer nada más que mentir para lograr dicho bienestar. Las actuaciones de Oswaldo Segura, Pablo y Andrés Garzón, Richard Barker y Amparo Guillén son todas sensacionales. La cumbre de sus carreras.

Los chistes en torno a los “entenados” en nuestros tiempos modernos hubieran causado polémica si no es indignación y sobretodo, un relajo tremendo bajo las actuales leyes y reglamentos. Imaginen la cantidad de querellas que desatarían los golpes y demás “cariños” que se dan entre los hermanos o por el hecho que a Lupita siempre le veías en la cocina o en algún rol estereotipado de ama de casa. Hablando de estereotipos, las bromas con Stacey en su condición de afro descendiente fueran hoy un escándalo.

Debo ser sincero y la verdad, cada vez que Felipe hacía cualquier broma que hoy se podría calificar como discriminación y/o racismo, yo me divertía mucho, es más, caí a YouTube a ver aquellos capítulos que con más de 25 años se me hacían borrosos y la bienvenida al hogar por parte de Felipe hacia Stacey con bromas claramente alusivas a su fisonomía y color de piel me hizo desatornillarme de la risa. Supongo, soy una mala persona.

Ante la Ley de Comunicación, cada contenido: machista, violento, excluyente, racista y estereotipado, habría hecho simplemente imposible en nuestros días emitir esta recordada comedia. Acá las preguntas serían: ¿hace falta reproducir esa clase de comportamientos que la L.O.C. condena para la elaboración de un programa costumbrista? Hasta cierto punto, sí diría yo, puesto que justamente nuestra sociedad es machista, racista, excluyente, etc. y omitir ello sería prácticamente faltar a la verdad y hacer un contenido light. Cuando se abusa de estos elementos sí, se cae en la monotonía y ofensa como en programas costumbristas que tuvieron auge en estos últimos años.

Otro punto es que es cada vez más difícil encontrar buena producción nacional, no solo yo, sino que mucha gente en sus 30 años de edad hacia arriba, añoran “Mis Adorables Entenados”, como una comedia que era indispensable en los hogares ecuatorianos que con las limitaciones en recursos, lucía mucho mejor que la producción nacional actual. Tal vez ahora, la masificación de la televisión pagada, nos haya vuelto más exigentes.

Debido a la rigurosidad de nuestras leyes, la decisión de llevarla a la pantalla grande a esta comedia, sería más que acertada, ya que cae fuera de la jurisdicción de la temida inquisición reglamentaria. Ojalá en un futuro no muy lejano, vuelva a ponerse de moda términos como: “supilindo” o “guacharnaco”.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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Everest, una lección de vida

A fin de evitar un momento desagradable para quien no se haya visto la película de la que voy a hablar, corran a verla antes de leer este post. No me responsabilizo por posibles spoilers que puedan encontrar, pero son necesarios para explicar los puntos de los cuales quiero hablarles. Hace algunas semanas ya, se estrenó en nuestros cines la película Everest dirigida por Baltasar Kormákur (Inhale, 2 Guns, A Little trip to Heaven). Realmente no soy experto en el tema montañismo, a pesar que tenemos como compatriota a un deportista de primera a nivel mundial como lo es Iván Vallejo y un sinfín de paisajes hermosos en nuestra sierra ecuatoriana. No obstante, me gustaría mencionar ciertas cosas que me agradaron mucho de la película y me parece interesante poder destacarlas.

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Vista panorámica del Mt. Everest

 Para los que nos gusta mucho el frío, paisajes nevados y el horizonte infinito que reflejan las montañas y las cordilleras en general, esta película los capta en su máximo esplendor. Desde el inicio, se ve una serie de ascensos en los cuales se puede apreciar cada detalle de los paisajes nevados que implica una travesía hacia la cima del Everest. Pero, ¿qué le da el toque de gracia a la película? Sí, un poco de “giles” que pagan por disfrutar la experiencia de subir a la cima del Everest. Ojo, no veo nada de malo en querer participar de una de las experiencias más gratificantes que la naturaleza pone muy humildemente a nuestra disposición, sino que voy más al punto de que para realizar una tarea titánica de ese nivel, debes tener una preparación nivel Rocky IV considerando que te hayan matado a tu familia entera previamente. Sí, talvez exagero, pero créanme, este tema no es para jugar. Cabe recalcar que esta película es basada en una lamentable historia real, en la cual murieron muchas personas y otras, bueno, volvieron a nacer.

Equipo de Robert Hall posa a 17,600 pies de altura

Equipo de Robert Hall posa a 17,600 pies de altura

Dentro del gran grupo de millonarios, excéntricos, profesores de escuela, hasta incluso un cartero (¡Sí!, ¡Un cartero!), podemos palpar muy de cerca lo iluso que puede ser el ser humano cuando tiene un deseo que quema desde el fondo del alma por ser cumplido, pero muchas veces no se mide el contexto de las cosas con tal de lograrlo, a como dé lugar. Rob Hall, interpretado por Jason Clarke (Dawn of the Planet of the Apes), es el personaje principal de la película y el montañista más calificado de todos los que participan en el ascenso. La actuación de Clarke es fresca, el personaje en sí, es de esos que te otorgan cierta tranquilidad de que mientras esté dentro del grupo, todo va a estar bien. Para una película como esta, es lo mínimo que puedes esperar, más aún si tienes un grupo de inexpertos que dirigir. Josh Brolin (The Goonies [!], No Country for Old Men) interpreta al millonario de Texas Beck Weathers. Beck, bueno, digamos que es el personaje que más necesita ayuda a lo largo de la película, y sale mejor librado que muchos. Por otro lado, tenemos a Scott Fischer, interpretado por Jake Gyllenhaal (Zodiac, Southpaw). Scott es el otro montañista calificado como guía dentro de la expedición, y el competidor eterno de Rob. Realmente el personaje de Gyllenhaal es mi favorito de la película. O sea, ¿cómo no idolatrarlo? Si en la primera escena que aparece está pegándose un rico chillin’ recostado en una silla perezosa, en bóxer, a orillas de un nevado y tomándose un trago.

Jake Gyllenhaal interpretando a Scott Fischer

Jake Gyllenhaal interpretando a Scott Fischer

El ascenso al nevado comienza, dirigido por ambos guías más los montañistas de soporte. Durante los primeros metros vemos a todos muy felices, bebiendo, bailando, disfrutando el ostentoso paseo y engordando alegremente los bolsillos de Rob y Scott. Como en todo, poco a poco se dieron cuenta que el grupo que habían llevado ese año era muy grande, considerablemente más grande de lo que hubiesen esperado. ¿En qué afecta la cantidad de personas durante un ascenso? Fácil, durante la época en la cual esta expedición se llevó a cabo, ya existía un tráfico de turistas y alpinistas aficionados importante, lo cual dificultaba mucho la circulación fácil por el tramo de ascenso a la cima sur. Esta congestión se reflejaba más en tramos complicados como Cornice Traverse o Hillary Step, siendo este último el cual tomó protagonismo en la película. Como cultura general, el Hillary Step es representado por una roca imponente de 12 metros, considerado uno de los tramos más complicados de todo el ascenso. Su nombre va en honor a Sir Edmund Hillary, quien junto a Tenzing Norgay fueron los primeros que atravesaron dicho tramo. La forma en que la película capta esta lamentable tragedia es muy precisa, el comportamiento de los personajes va muy apegado a cómo eran las personas realmente y explota de manera muy cruda el comportamiento humano en diferentes situaciones extremas, lo cual nos convierte en coprotagonistas de esta aventura.

George Mallory (18 de junio, 1886 – 8 o 9 de junio, 1924)

George Mallory (18 de junio, 1886 – 8 o 9 de junio, 1924)

Como sugerencia personal, si aún no se la ven, vayan. Disfruten de la película, la escenografía, vivan los personajes. En esos momentos en los cuales nuestra vida se pone en riesgo más de una vez es cuando nos damos cuenta de qué estamos hechos los seres humanos. Recomiendo verla en 3D, esta es la mejor forma de apreciar la delicia cinematográfica que representa una de las más hermosas bendiciones que nos regala la naturaleza. Los humanos hemos sido amos y señores de lo que sucede en la Tierra, pero es seguro que tarde o temprano la Madre naturaleza va a reclamar su lugar.

“Mi mente está en un constante estado de rebelión. Considero que siempre será así”

George Mallory

(Alpinista participante en las tres primeras expediciones al Mt. Everest, 1924)

the martian

¿Qué hago a 80 millones de kilómetros de casa?

Más allá de cualquier virtud narrativa que se pueda encontrar en la película “The Martian”, es inevitable que el espectador se haya puesto en el lugar del astronauta Mark Watney y reflexionar acerca de “qué diablos hacer solo en un planeta y tan lejos de casa”, hasta eventualmente poder regresar. Ese “qué hacer” incluye sobretodo el “qué hacer con uno mismo”.

Existe mucha gente a la que la soledad la aterroriza, no es muy mi caso. Cuando vi la situación de Watney caí en pánico, pero cuando se lo vio distrayéndose con un capítulo de “Happy Days” o escuchando la colección de música disco de la comandante Lewis, mi reflexión cambió: “con música y tele, me quedo nomás viviendo en Marte sin que nadie me joda fastidie”.

Pero de ver tele y oír música anticuada te puedes cansar en cualquier momento. Realmente el enfrentarte a ti mismo reside en el hecho de simplemente tener qué hacer. Para su “fortuna”, Watney tenía muchas tareas en Marte, todas relacionadas con su propia supervivencia. El bueno de Mark se iba a quedar tarde o temprano sin que comer, así que utilizó todo su entrenamiento científico y de astronauta para proveerse de los alimentos que le permitiría esperar bien comido su rescate. Tarea que no fue nada grata, sobretodo por la manipulación de desechos orgánicos.

Mark necesitaba dar pistas al mundo de que estaba vivo y otra parte de su “agenda marciana” se copaba buscando la forma de comunicarse con la Tierra, la cual lo daba por muerto. Y si el tipo no se esforzaba por meter algo de relajo, ni siquiera se hubieran esforzado en buscarlo. De paso, esto es hasta una lección extrema de marketing.

Entonces, don Mark entre hacer su comida y dar señales de vida tenía un día solar agitado y apenas le quedaba tiempo para dormir. Problema resuelto, así puedo pasar más de un año esperando a que vengan por mí, pero acá viene otro dilema. No sólo es suficiente para la mente humana mantenerse ocupada, sino también, el rodearse de un par de seres queridos. Existe pocos casos de misantropía extrema y tal vez, la NASA debería tomar en cuenta ese trastorno convertido en virtud (?) para la selección de su personal.

Aquel dilema planteado se pone aún más complejo si se tiene familia. Yo no tengo hijos, pero se me estrujó el corazón de tan solo pensar que algunos de los astronautas de la misión se perdían un año de la vida de sus vástagos. De todas formas, sin hijos, se me haría difícil pensar que pasaré un año sin el contacto de mis amigos o familia más cercana, ¡y eso que soy un ogro! En todo caso, si te toca vivir en otra ciudad o país, la tecnología te evita esa pérdida de contacto hoy por hoy, pero en una misión espacial, la situación sería distinta. ¡No sé cómo hacían antes los becados o migrantes sin Skype!

“The Martian” también hace pensar mucho sobre la muerte. En un lugar totalmente hostil para la vida humana como lo es el espacio exterior, tus posibilidades de sobrevivir se reducen notablemente, por el sólo hecho de depender de máquinas y tecnología para funciones esenciales, las cuales, como máquinas que son, pueden fallar el momento menos pensado ante un uso prolongado.

Ese continuo pensar en la muerte lo hemos por lo menos apaciguado bastante en el transcurso de la evolución humana. Hoy por hoy, en ciudades de un país tercermundista como Ecuador, la esperanza de vida fácilmente ronda los 80 años. Con todos los servicios asegurados, puedes preocuparte por otras cosas aparte de si seguirás respirando al siguiente día. Un lujo de la modernidad que no se podía dar don Mark Watney y cuando se relajó un poco, sus instalaciones marcianas le jugaron una muy mala pasada.

Ese constante acecho de la muerte redujo a Watney prácticamente a la época de las cavernas, donde el enfrentamiento con lo desconocido (la superficie marciana) era la constante. Al menos no tenía el peligro de animales salvajes, pero ya tenía suficiente con lidiar con la falta de presión y oxígeno

“The Martian” nos deja una lección de humanidad reducida a su mínima expresión, de funcionamiento estructural de la sociedad y también, más que una misión tripulada a Marte y que Mark pueda literalmente hacer florecer el desierto, más de ficción me resultó el hecho que sus compañeros acepten dar otra alegre vuelta por el espacio por otro año con tal de rescatarlo. Me parece que en la vida real, ahí quedaba o por lo menos, lo rescataba otra gente distinta a los compañeros originales de su misión.

Finalmente, ¿qué ayudó al hombre a colonizar y sobrevivir en Marte?… ¡La papa! Punto para #LaSierra que conserva su saque.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
go sports

El Rey de los deportes y la vida

Dentro de la fauna urbana, encontramos varios especímenes que para mí al menos, son inentendibles: por un lado aquellos que escuchan reggaetón en los buses sin audífonos y por voluntad propia, quienes no saben utilizar un ascensor y cuando quieren subir aprietan el botón de bajar y viceversa, aquellos que no dicen por favor y gracias, y finalmente, aquellos que no disfrutan el fútbol e incluso llegan a sentirse superiores a quienes gozamos de un partido. Les anticipo mi diagnóstico: Insuficiencia de sal yodada o una caída cuando eran bebés. No obstante lo anterior, para los fines consiguientes, vamos a escarbar un poco sobre este tema a ver si me ilumino en el camino. Aunque no creo.

¿Cómo es posible que a una persona en sus cabales no le guste el fútbol, y cómo puede ser que se crean superiores por eso? Vamos enumerando a estos grupos demográficos, de los que se me vienen a la mente:

En primer lugar, muchos gringos. Nuestros amigos del Imperio son los primeros detractores del soccer, pues para ellos los deportes en general deben ser básicamente jugados con las manos, ponemos como ejemplo el básquet donde está claro que el uso de las extremidades inferiores al contacto con el balón está penalizado, el fútbol americano donde hay una patada cada diez minutos, el baseball donde todo es punta de guantes y bates como extensión fálica de su hombría, el hockey en el que el símbolo fálico compensa aún más el pegarle al pot, el golf donde seguimos hablando de símbolos fálicos pero ahora más delgado y con pelotas más pequeñas, y finalmente la lucha libre o el UFC, deportes en el que varios hombres en calzoncillos se abrazan de manera constante mientras una multitud de fans en éxtasis grita sus nombres. Entienden el punto.

Hay otro grupo de gente que sin ser gringos, se inclinan por deportes menos tradicionales, si es que se los puede denominar deportes: El atletismo (¡uy, qué emocionante ver correr a un tipo 40 kilómetros!), o los fans de “los fierros”: Esos que consideran deporte al automovilismo, pues les tengo noticias: si el automovilismo fuese deporte los buseros y taxistas irían a las olimpiadas; o los denominados deportes extremos, como son la patineta o la bicicleta, los cuales no son más que excusas para que los jóvenes fumen sustancias estupefacientes en las esquinas y en los parques antes de ir a grafitear garabatos o para amas de casa que desean salir a orearse el domingo en una ciclovía que cierra las calles de la ciudad.

Otro segmento de personas que usualmente no disfruta el fútbol son las mujeres. Claramente este género se encuentra muy ocupado limándose las uñas, preparando el arroz y luchando por una igualdad de derechos que nunca va a llegar porque ¡ya dominan el mundo, dejen de joder! Entonces el común de las féminas no encuentra atractivo la forma en la que 22 muchachos vestidos de corto dominan el balón, aun cuando existen algunas inicuas confesas que claro, encuentran atractivo en ver a esos jóvenes de esbeltos cuerpos con las piernas al aire aunque sean más malos que la ponerle el pie a un ciego. Casquibanas, ustedes no gustan del fútbol, los jugadores no son pedazos de carne, son cerebros con un cuerpo a su servicio para dominar el balón.

Y claro, llegamos a la cereza del pastel: Los intelectualoides. Estos raros seres se dividen en dos tipos con envoltorio diferente pero con la misma esencia, esa rebeldía intelectual y contra los convencionalismos sociales que se manifiesta en las tertulias y redes sociales desde sus dispositivos Apple, creyéndose superiores a los demás por el simple hecho de no ver fútbol.

El primer grupo son los hippies: usualmente ataviados con bufandas o shigras, huelen a guardado, usan lentes redondos y tocan algún instrumento musical como la flauta o la armónica, se reúnen a comer hamburguesas vegetarianas en el bar de moda (hippie) mientras toman un vino hervido y escuchan Manu Chao o Gondwana. El segundo grupo vienen a ser los hipsters, pero del ala pelucona: siempre a la última moda, amantes del couscous y capaces de pagar treinta dólares por una hamburguesa, con cuenta en cada una de las redes sociales porque su atareada vida social les exige que suban fotos cada fin de semana en la boda, bautizo, picnic, brunch o ida al cine que corresponde, no vaya a ser que la gente piense que se quedaron en casa viendo el fútbol.

En las reuniones de estos especímenes se tocan temas tan candentes como el manejo económico del gobierno de Sal Si Puedes, la última pasarela del New York Fashion Week (ojo, puede que llegues al grupo en el que la moda tampoco está considerada como interesante y ¡zape!), el top ten de pinot noir que se consiguen en Quito aun con salvaguardas y un largo etcétera. Miran por debajo del hombro a quienes preferimos ver un partido de fútbol a ver una película independiente francesa, o piensan que somos menos quienes vamos al estadio a un partido de las eliminatorias en lugar de ir a un concierto de jazz gratis en una plaza céntrica, y llegan incluso al extremo de señalar con desdén a quienes celebramos un campeonato o un triunfo de nuestra selección en lugar de preocuparnos por el hambre en África o los perros mestizos del botadero de basura en Riobamba.

Quiero dejarle a esta gente un poema, no fue escrito por Neruda, Allende o Benedetti, sino por el Sr. Walter Saavedra, un muchacho que fue desde albañil hasta periodista, un recordado relator argentino quien dijo:

Y yo, hago un pequeño cover del cierre:

¿Cómo vas a saber maldito hippie?

¿Cómo vas a saber lo que es la vida?

Si nunca, jamás jugaste al fútbol.

pde-ban

¡Cuando toca P.D.E. es una fiesta!

Interceptamos a la gente de P.D.E. (Punto De Encaje) luego de una explosiva presentación en la Casa Pukará y mientras devorábamos algunos platos de comida rápida y ave al carbón, les planteamos unas preguntas con la intención de conocer más sobre la banda y sus horizontes en la escena, el Hardcore (HxC) su significado y cómo entenderlo.

 ¿Qué es el Hardcore (HxC)?

CLO: la gente dice estereotípicamente que el Hardcore es más que música, sí hay algo de razón en eso… es una cuestión de crear una movida y un espacio, para compartir y hacer las cosas “autogestionadamente” entre amigos y crear una escena… es la onda de la colaboración. Es una disciplina para compartir con la gente. Musicalmente es bacán porque es una mezcla de todo y por eso hay mucha gente que sin haber nacido en el HxC se va aficionando.

PABLO: es una disciplina, una actitud, una forma de vida que siempre te va a marcar y en las cosas que hagas en la cotidianeidad. Es una cuestión que nos ha influenciado y nos ha hecho gente que le guste sacar las cosas (adelante), que tratemos de ser disciplinados en lo que más se pueda. Es hacer las cosas a tope, con toda la energía, con todo el corazón, con toda la voluntad.

CLO: tal vez es estereotípico pero el HxC es música que es positiva. A pesar que puedes hablar de situaciones fuertes o cosas así, la idea del HxC es que te dé fuerzas, te dé ganas para hacer cosas, para seguir.

¿Qué es lo más bacán de hacer HxC?

PABLO: es el espíritu de que tú vas con la misma onda a tocar a cualquier concierto pequeño, que sea gratis o que estén 5 personas, vas con la misma onda, te diviertes y sientes la energía y como sea lo sacas y te sacas la madre y sientes que la gente igual se saca la madre. Es una cuestión de espíritu y de energía, de igual manera lo haces en un concierto grande y con mucha gente y que de repente te están pagando o lo que sea. Entonces es eso, ese sentir ese espíritu de hacer una cuestión de corazón y con energía y sentir toda esa pasión y hasta cierto punto agresividad y violencia que une a todos, es una energía maldita.

De alguna manera, y posiblemente la coyuntura política es la responsable de ello, en el imaginario ecuatoriano se cree que lo alternativo y contracultural tiene algo correcto o que es políticamente correcto ¿Si encasillamos al Hardcore dentro de la música alternativa, están ustedes de acuerdo con que se considere al HxC políticamente correcto?

CLO: creo que no. Todo lo contrario, es políticamente incorrecto y constructivo-positivo. Porque se basa mucho sobre la crítica de la sociedad, desde temas políticos hasta la cuestión personal.

PABLO: No necesariamente. Siempre va a haber una postura política y vas a tener un criterio con respecto a distintas situaciones, pero la idea es como buscar cambios, que las cosas se hagan de una manera también no sé si correcta, pero de una manera ecuánime, siempre desde el individuo, la onda del HxC siempre es manejada, ha sido manejada, más individualmente.

PEDRO: creo que la palabra sería coherente. Pero es anticultural…por ejemplo: cuando sacamos el disco MAGNICIDIO, el nombre obviamente fue porque Correa se hizo el que lo del magnicidio y que hubo intento y ni se qué, entonces nosotros pusimos el disco, que en esa época estaba fresquito lo del 30-S … y lo pusimos como para joder ahí y también porque nos pareció un buen ejemplo de irreverencia, de ir en contra del poder. Después de ese disco viene el HAZLO TÚ MISMO que fue un poco para salirnos de esta huevada de que se está empezando como la movida roquera del Ecuador, como ha quererse tirar de productores, la huevada es hagámoslo nosotros mismos.

A propósito que topan el tema de industria musical en Ecuador ¿Qué opinan del 1×1, les ha servido de algo a ustedes, o les da básicamente igual?

CLO: HxC es igual una industria musical ahí donde le ves, o sea aquí no, pero fuera todo está manejado por disqueras, por promotores, por agencias. Hay gente que mete mucho dinero en las bandas y quieras o no eso es una industria, pero nosotros si algún día pudiéramos enganchar en ese mundo pues nos gustaría, pero acá la única industria que existe o que se trata de formar es una industria que gira alrededor, de digamos, la política. ¿Quién es la gente que hace conciertos con públicos grandes? es la gente que va y se sienta en los ministerios y le dan … hacen uso utilitario de eso, propagandístico, démosle este billete aquí, le metemos aquí un poco propaganda de esta cosa y de la otra, y así funciona, entonces nosotros como que no calzamos en ese mundo, no me parece mal que haya el 1×1 ni nada de eso, está bueno no, es correcto, está bien esas cosas, pero a nosotros no nos beneficia en nada …

PABLO: no hay espacio

CLO: no hay espacio para las cosas que nosotros hacemos.

PEDRO: nadie te va a poner PDE a las 10 de la mañana.

CLO: están poniendo HXC y punk y Metal en la Metro y un par de radios más porque como ya les controlan el 1×1 ya ponen, pero tampoco hace diferencia me entiendes. Es que todo está sacado de contexto no lo ponen porque quieren proyectar algo lo ponen por poner, entonces la gente debe quedarse loca, algunos puede gustarle, a otros puede parecerles horrible.

DANIEL: Es que no está bien dirigido.

CLO: la cultura acá es la última rueda del coche y está totalmente en pañales, la gente piensa todo como súper anacrónico. Toda la visión del colonialismo ya le confundió mucho a la gente que hace cultura, quieren ir en contra de todo lo que es gringo.

PABLO: y ya se ha convertido todo en folklore.

CLO: claro ya todo es folklore

PEDRO: aparte que la gente que puede sacar plata tras festivales, que se mueve en ese círculo, no sé yo, si será hecho conscientemente, pero ha ido dejando de lado a bandas que hablan más de política, en contra del gobierno, ese tipo de bandas ya no entran en los festivales grandes, es así. Se va relegando a las bandas. Si ves carteles de festivales grandes van como por ahí mismo, se repiten las bandas, bandas que hablen de pendejadas, de espadas, de la muerte, de pendejadas intrascendentes.

Escenas HxC como la de Nueva York crecieron desde la autogestión hasta ser promocionadas a nivel mundial ¿cuándo se va a llegar a eso con la escena local? ¿Debe intervenir el Estado en el desarrollo de la industria musical ecuatoriana?

CLO: Todo junto, es un poco de todo.

PABLO: desde la gente, desde abajo viene, se tiene que incentivar. Es un poco lo que hemos venido haciendo, meternos a tocar en todo lado, convocar a la gente, sentir que la gente te va siguiendo y que además eso te incentiva a hacer camisetas a hacer gorras, desde lo más sencillo eso empieza a jalar y también la huevada es que de apoco tienes que generar una movida

CLO: y hasta una economía de todo eso.

Entonces depende del apoyo del público también, verdad, pero acá se maneja la idea de festivales tipo apoyemos lo nuestro, lo ecuatoriano ¿Es una nota de apoyemos porque son ecuatorianos o qué?

CLO: no, a mí esa nota no me interesa, yo voy y pago algo porque me gusta y porque me representa, yo no quiero que a me acoliten. No, no, no. Eso no es.

Pero entonces ¿es una cuestión de mercado, de educación para que crezcan “las movidas musicales”?

CLO: totalmente. Imagínate los referentes culturales ecuatorianos. Todavía son precarios, entonces no hay ninguna figura contra-cultural respetada en el Ecuador. Nadie, si vos ves Hugo Hidrovo, Napo que son respetados, ya es totalmente oficialista, o sea ya como que es comprado, a pesar que alguna vez los manes eran rockeros o yo que sé. Ya eso ya perdió el contenido, el valor, el sentido.

¿Sea pop o sea rock el escenario es igual? ¿La industria está estancada?

PEDRO: desde que empezó Correa, en el Ministerio de Cultura se metieron los de “Al Sur Del Cielo”, sacaron un montón de plata por los festivales, pero bandas nuevas no salen.

CLO: fue la “Semana Del Rock”, vacío, dicen que no había nadie.

PEDRO: es que siguen poniendo las mismas bandas y no salen, no hay producción buena; no es que dices: bacán, este disco está mejor; no pasa y eso que tienen plata.

¿La gente que apoyó por el HAZLO TÚ MISMO, sea cual sea su escena musical, vio la comodidad de que la ayuden a hacer las cosas y se olvidó de apoyar el resto de la escena, se agrandaron?

PABLO: zona de confort, se parquean y dejan de mover la cosa, se quedan quietos en lo mismo y no se trasciende.

CLO: un poco viendo la escena desde fuera, es un poco eso; donde hay HxC y movida Punk y Metal buena es que la gente no ha perdido la esencia esa de hacerlo, de moverse y han hecho de eso también industria, un negocio y eso está bien.

PEDRO: si tú analizas todos los movimiento que surgieron, que sacaron montón de bandas buenas, que la gente siguió empezaron así. Y no sé hasta qué punto por ejemplo: Terror, Sick Of It All, cuanto no añorarán volver a estos momentos.

CLO: y lo hacen, esa es gente que nunca deja de tocar, toques pequeños, porque valoran eso.

PABLO: ese es el espíritu del HXC.

Hemos visto en los shows que la gente se mete muchos en el show, por poco hasta los bajan del escenario ¿Cuál es el papel del público en los shows de PDE; sienten diferencias entre tarima grande o chica?

DANIEL: Claro que es totalmente diferente, no tener al público ahí subiéndose al escenario (como en tarima chica) pogueando y cantando contigo; te quitan hasta el micrófono. Eso también es parte de la escena, del movimiento y del HxC.

CLO: Pero también es bacán lo otro, porque nos gusta ensayar y tratamos de tocar bien cuando podemos y en un escenario grande se puede aplicar.

PEDRO: a mí me gusta más tocar chiquito con relajo.

CLO: pasa que en los conciertos grandes te ve gente que normalmente no te ve. Y es chévere ver su reacción y eso es bacán… gente que a un show HxC pequeño no van a ir nunca y es bacán que lo vean desde lejos (aunque sea) es como algo didáctico, una experiencia distinta para el público.

¿Qué les impacta más, ver tus panas, tu gente de siempre o ver nuevo público?

PABLO: los dos son importantes, es que llegar a un nuevo público es un reto. Son distintas sensaciones, sentimientos. En un lugar pequeño, estás con tus amigos, en un lugar mucho más cálido, te sacas la madre y de repente puedes estar con un sonido y con todo en la mierda, pero igual le metes y es una experiencia hermosa, divertidísima. En lugar grande de repente estás mucho más cómodo, todo está mucho más programado, hasta el sonido

CLO: todo suena mejor.

PABLO: todo está perfecto

CLO: igual, también somos músicos en el sentido que la cosa es disfrutar de tocar como sea.

¿Cuál es la vinculación del HxC con la fuerza y la violencia? ¿Es necesaria la vinculación?

CLO: sí, es una violencia positiva.

PABLO: con buena fe.

CLO: la idea no es hacerle daño a alguien. Es un desate, una catarsis.

PEDRO: en la Pukará, cuando lanzamos el disco Magnicidio, hubo un pana de los fans que se rompió la nariz, le dieron un patazo… el tipo fue al (Hospital) Eugenio Espejo, regresó a lo que estábamos terminando de tocar a seguir poguenado. Y el man no es como que dijo ¿quién me pegó?

DANIEL: lo único que quería era seguir escuchando la banda.

PABLO: no es una violencia gratuita y de mala fe, es una cuestión de agresividad, de desfogue, de diversión.

DANIEL: una reacción a la banda tocando y de a poco la gente va cambiando.

CLO: la gente también hace su show.

PABLO: de eso también nos alimentamos nosotros. De ver como la gente se divierte, como la gente se saca la madre. Es un alimento para nosotros también hacer lo mismo en el escenario.

¿Cómo vinculan y convocan a su público base? ¿Qué papel juega en eso la autogestión y el social media?

CLO: cuando empezamos a mover la banda de verdad, que sería en el 2005, era el Myspace. Comenzamos a mover la música con Myspace y al fin pudimos tener algo de exposición haciéndolo tú mismo. Lo que pasa es que tienes mucho que estar metido en las redes. Para mover una banda tienes que ser muy disciplinado con el tema de Facebook, Twitter. ninguna banda actual, a menos que sea muy, muy de culto, puede dejar de hacerlo.

PEDRO: no me acuerdo la última vez que hicimos un afiche físico.

CLO: no hemos impreso nada desde hace años.

PABLO: todo se mueve en la red, todos los chamos, toda la gente está ahí metida. Es un medio clave, fundamental.

Sabemos que van a hacer una para momentánea ¿Cómo queda la banda, cuál es el momento de la banda?

CLO: vamos a sacar un disco que grabamos (PARA SIEMPRE lo pueden descargar on-line). Ojalá podamos tocar en Europa el año que viene, ya que vamos a estudiar fuera, eso queremos aprovechar a ver si podemos salir un poco de acá. A ver qué tal nos va. Ya no vamos a tocar acá, pero ya después hemos de volver, esta banda no muere.

Aunque ustedes ya han tocado fuera de Ecuador ¿Cómo les fue cuando salieron a Colombia?

CLO: Hemos hecho 2 giras, fuimos a Colombia. Y la gente no cachaba la banda pero poco a poco se fue metiendo

PEDRO: Lo que nos pasó la última vez que fuimos, que fui yo. Al principio no cachaban mucho la banda, pero ya viendo un par de temas, la energía, lo que suena bien, la gente se engancha rápido.

CLO: allá hay más escuela

DANIEL: la escena es más grande.

CLO: pero en los últimos 10 años acá ha crecido mucho, Quito es como una escena hardcorera medio respetable.

Para finalizar ¿Qué les ha dejado la música joda, grupies… ?

CLO: panas, música, poca joda. Buenos amigos

PABLO: es tanta la energía que dejas que luego quedas fundido

PEDRO: la fiesta es la tocada para el hardcorero.

CLO: toda la nota del rockstar como estereotipo, nada de eso.

PABLO: siempre vamos a ser una más.

Links de interés:

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