Ted 2

La gracia de lo políticamente incorrecto

Volvió el oso Ted, con una producción tal vez un poco más elaborada que su primera parte, ya que incluye un elenco de actores y personajes más importante que su primera producción. Es la película que debate que es correcto y que no, siendo lo más pendencieros y políticamente incorrectos posibles. Desde ahí, engancha la película con un argumento superior al de su primera parte.

Mientras en la primera película se habló de ciertas cosas que nos inquietan a los treintones como el valor de la amistad y dar pasos hacia lo que la sociedad llama “madurez”, mientras te revuelcas de la risa claro está, en esta parte recientemente estrenada, la cosa se pone aún más existencial. Se debate el ser o no ser, se debate la misma esencia de la humanidad y claro, mientras hay una sucesión de chistes escatológicos.

Como era de esperarse, vimos a una típica producción de Seth McFarlane. Así como en sus característicos dibujos animados (Family Guy, American Dad, etc.) se burla de todos y todos, topando temas como toda clase de prácticas sexuales y drogas con igual dosis de crudeza y gracia, a veces interrumpidos por elaboradas canciones y coreografías. Respeto a los temas “tabú” repetidamente abordados en la película, espero que esas lindas familias que fueron a ver la película con sus hijitos menores de edad, hayan tenido una charla muy seria después de la función. Ver algunas caras estupefactas me dio más risa hasta que los chistes y yo no entiendo cómo dejan entrar a chicos tan menores a estas películas.

Para los abogados, asumo que la película debe haber sido un deleite, pues el centro de la trama es el enorme lío legal que se desata a partir de que Ted no es avalado como una persona formalmente, que genera el instante en que deseó tener un hijo con su muy bella esposa. A la vez, esto también es muy típico de McFarlane sino, recordemos el desfile de bonitas damas HUMANAS que han sido parejas del perro Brian en Family Guy.

Volviendo a la idea de las leyes, lógicamente en el mundo real sería imposible que se presente un caso así, pero incluso en la misma película nos remonta a tiempos en los que había personas no consideradas como tal, hablando de minorías y pueblos conquistados, lo que nos enseña una buena lección sobre lo que realmente es la discriminación y como enfrentarla con buenas armas, más allá de un comportamiento supuestamente correcto, porque obviamente, muy al estilo de McFarlane, las crudas bromas a minorías no se hicieron esperar. Una cosa es la mofa, una es realmente la discriminación. Un oso encarnando a todos quienes fueron algún día apartados de un núcleo social por ser distinto, aunque tenga las mismas emociones humanas de cualquiera.

Otro sello clásico es el jugar con elementos de la cultura popular. Las escenas en el “Comic Con”, o el bullying de Ted y John (interpretado por Mark Wahlberg) a su abogada por su absoluto desconocimiento de series y películas viejas. Incluso el apellido que usa Ted para afrontar sus temas legales (Clubber Lang) motiva a la risa instantánea, sobretodo a quien no necesita de la correspondiente explicación (por si acaso, es el nombre del personaje de Mr T en Rocky 3, a lo que también aclaro: yo también deploro a quien no se ha visto la saga de Rocky).

¿De qué nomás se ríe Ted?: de los comportamientos sexuales distintos a “como manda Diosito”, del abuso de drogas, de los más arcaicos estereotipos de cualquier grupo minoritario, de la decadencia de las estrellas del espectáculo, de eventos y fechas sensibles para la humanidad (11 de septiembre, masacre en oficinas de Charlie Hebdo, etc.) Qué es lo que más ensalza: la amistad, reforzada por el gusto compartido de ser cargoso (gustar del bullying, para quienes nos leen desde fuera de Ecuador).

Y eso es básicamente Ted: camaradería y también introspección. Cosas relevantes de la vida, condimentadas con humor corrosivo. Una constante bofetada al hipersensible mundo que tenemos en los actuales momentos, donde cada vez es más difícil burlarse de la humanidad misma, donde se corre peligro de ser reprendido por cualquier comunidad supuestamente ofendida o lo que es peor, por una ley.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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La princesa está en otro castillo, Mario. ¡Feliz aniversario!

Este mes es un mes muy especial para los fanáticos de Nintendo. Nuestro héroe de la infancia, el culpable de tantas malas notas en el colegio y tantos desvelos entre semana, está de cumpleaños. Super Mario Bros. cumplió 30 años el 13 de septiembre pasado, desde su lanzamiento en 1985. A pesar que Mario como tal fue creado en 1983, su incursión más poderosa en el mundo de los videojuegos fue con la consola NES (Nintendo, como muchos llamamos tradicionalmente) junto con el juego que ahora conmemoramos.

Tantas horas de diversión las debemos al maestro Shigeru Miyamoto, creador de esta joya del entretenimiento, que hoy en día, está resurgiendo nuevamente con toda la onda retro que nos traen las consolas de la séptima y octava generación. En el siguiente fragmento, su creador describe brevemente cual era la idea que tenían al crear Super Mario Bros.: “Desarrollamos técnicas de programación que nos permitieron crear un personaje más grande del que originalmente teníamos pensado. Primeramente, planeábamos crear el juego de la manera en que el jugador fuese siempre un Mario «grande», pero eventualmente, se nos ocurrió la idea de los «Power-Up Mushrooms» [«champiñones de poder»] para hacer a un Super Mario.”. Permítame decirle señor Miyamoto, usted es un genio. El efecto cultural que ha tenido Super Mario Bros. a lo largo de la historia es tan fuerte, que es muy común relacionar champiñones con el juego, o si se habla de princesas, es inevitable no pensar en Princess Toadstool.

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La evolución de Super Mario a través de los años es notable. En sus inicios, vemos un bien elaborado 2D muy a la altura de su época. Con un gameplay relativamente sencillo, planteaba un desafío muy loable hasta a los mejores jugadores, lleno de trampas y situaciones in extremis. Con el pasar de los años, y la introducción del Super Nintendo, el 2D pudo ser más pulido y los colores ganaron más realce, tal como lo podemos observar en Super Mario World. Adicionalmente, era la primera vez que se introducía a Yoshi como compañero de aventura de Mario y Luigi (el hermano menos ágil, por decirlo así). Este juego sin duda marcó una época de evolución en las consolas, y definitivamente definió la infancia de muchos de los que crecimos en los años 90, con el Super Nintendo como la mejor excusa para reprobar en el colegio (¡ustedes saben que es cierto!)

Finalmente, dentro de la evolución gráfica de Super Mario, en 1996 llegaría al mundo el tan aclamado juego que revolucionó completamente toda la industria gráfica de los videojuegos, introduciendo una cámara dinámica y gráficos muy sutiles para la época: Super Mario 64. El video juego antes mencionado, fue lanzado en conjunto con la consola Nintendo 64 y Pilotwings. Obviamente, el lanzamiento de Super Mario 64 opacó completamente a Pilotwings, más aún porque estábamos frente a una obra de arte que rompió todos los esquemas de la época, y a criterio de muchos expertos, es catalogado como el más revolucionario de la historia de los videojuegos.

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Pasando un poco más adelante en el tiempo, nos encontramos con la evolución de cartridges (cartuchos, cassettes) a CD ROM. Esta pauta la marcó el PS1, pero ya que estamos hablando de Mario y por ende, de Nintendo, no mencionaremos a su mejor competidor. Super Mario hizo su entrada triunfal al mundo de los CD ROM con Super Mario Sunshine, un juego que tuvo tanto adeptos como detractores. En este juego, nuestro héroe tenía que recorrer algunas islas paradisíacas con una bomba de agua en su espalda a fin de limpiarlas de una profunda contaminación (imagino que la contaminación global fue parte de la inspiración de este juego). En este juego, los gráficos dieron un salto mucho más sofisticado y estilizado, Super Mario dio un salto épico de tener forma poligonal aún, a un Mario un tanto más redondo y con menos imperfecciones en sus bordes.

Ya con la introducción del Nintendo Wii y el Nintendo Wii U, vemos al último diseño de Mario. Super Mario Galaxy 1 y 2, son juegos muy entretenidos de por sí, pero la potencia gráfica es tremenda. Vemos paisajes espaciales abrumadores, y los movimientos de cámara siguen siendo el plan a seguir en la saga de Mario. Para la última consola de Nintendo hasta el momento (octava generación), el Wii U, tenemos Super Mario 3D World, que en cierta forma es una versión remasterizada del clásico Super Mario Bros 3 pero que para mí, lo único similar es el nombre. Si bien es cierto, los niveles son un tanto parecidos en cuestión de temática, pero es imposible comparar un juego de la primera generación de Nintendo, con lo último que ha lanzado la franquicia japonesa.

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En fin, la intención de este artículo es darle realce a este magno evento que ocurrió hace algunos días, y que para los que somos gamers, livianos o pesados, de alguna manera nos trae recuerdos muy gratificantes y nostálgicos de nuestra infancia. Super Mario Bros. representa mucho más que un videojuego, nos demuestra que no se necesita volar, tener un dragón, espadas o pistolas para ser un héroe. Basta con tener valentía, y un corazón inquebrantable para lograr lo que sea que nos pongamos de meta (fragmento motivacional del artículo, cabe recalcar). En fin, sigamos celebrando al plomero más famoso de la historia como lo merece, así que, a desempolvar sus consolas señores, ¡esas malas noches no se construyen solas!

 

“¿Los videojuegos son malos para ti? Es lo mismo que dicen del Rock n’ Roll.”

Shigeru Miyamoto

during the Bledisloe Cup match between the Australian Wallabies and the New Zealand All Blacks at Suncorp Stadium on October 20, 2012 in Brisbane, Australia.

El Haka y su Tradición en el Rugby

Sientas o no gusto o simple curiosidad por el Rugby, por lo menos te debe haber llamado la atención el tradicional ritual de la selección de Nueva Zelanda antes de sus juegos. El tradicional “Haka” es esperado tanto o más que el juego en cada presentación de los All Blacks y estar parado allá abajo observando cómo esta temible escuadra te desafía debe ser por lo menos escalofriante.

Nueva Zelanda al Rugby viene a ser lo que Brasil al fútbol, algo así como su exponente más prestigioso. Ahora, ¿qué es el “Haka”? Muy bien, El o los “Haka” (resulta que son iguales el singular y el plural) son danzas ancestrales de los pueblos Maoríes que habitan el Pacífico Sur. Generalmente, un Haka se desarrollaba antes de la batalla para mostrar vigor, fortaleza y tratar de intimidar al enemigo. Por ello, se apoya en el uso de movimientos violentos y gestos desfigurados con el rostro y lengua.

Un Haka se lo presenta como un ritual de bienvenida y varias situaciones sociales y cotidianas de los Maoríes aparte del fragor de la batalla. Se popularizó mundialmente porque es la manera en que su selección nacional de Rugby se presenta en torneos internacionales ante el mundo. Es usada desde 1905 por parte de los temidos “All Blacks”.

El Haka más “popular” es el conocido como “Ka Mate”, de tradición centenaria. Su presentación es esperada por los espectadores en el Rugby y respetada por el rival y dependiendo del contrincante (otras selecciones del Pacífico Sur), contestada con su propio ritual.

Esto es lo que dicen mientras la van ejecutando:

La arenga:

kia rite! kia rite!
kia mau, hi!
Tinga ringa pakia
Waewae takahia kia kino nei hoki
kia kino nei hoki

La danza en sí:

Ka mate, ka mate! ka ora! ka ora!
Ka mate! ka mate! ka ora! ka ora!
Tēnei te tangata pūhuruhuru
Nāna nei i tiki mai whakawhiti te rā Ā, upane! ka upane!
Ā, upane, ka upane, whiti te ra
Hi!

Y en cristiano quiere decir:

Preparense! Preparense!
Manos en la cadera, doblen las rodillas
Golpeen los muslos con las manos
Golpeen el suelo con los pies lo más fuerte que puedan

Es la muerte Es la muerte
Es la vida Es la vida
Es la muerte Es la muerte
Es la vida Es la vida
Este es el melenudo*
Que hizo que el sol brille de nuevo
Un paso arriba Otro paso arriba
Otro paso más…¡¡El sol brilla!!

* peludo o melenudo es sinónimo de valiente.

Para practicarlo en casa. Acá les dejo la infografía

haka infografía

Pero mejor es verla en video.

Sin embargo, desde el año 2005 y frente a Sudáfrica en el torneo anteriormente conocido como “Three Nations” (hoy Rugby Championship), introdujeron otra variante de Haka conocida como “Kapa O Pango”, la cual tiene expresiones y movimientos más agresivos. Suele mostrarse en partidos más importantes, como en el último mundial de Rugby desarrollado en la misma Nueva Zelanda, donde fue infaltable desde cuartos de final hasta el juego de campeonato.

Como decíamos, esta es una tradición de los pueblos del Pacífico Sur. Veremos a las más importantes de ellas en el Mundial que desde este viernes se juega en Inglaterra. Sus danzas tradicionales tienen estos nombres:

 

Fiji – Cibi
Samoa – Siva Tau
Tonga – Sipi Tau

Sin duda, es un ingrediente muy especial que tiene este noble deporte. Un ritual que le da corazón, orgullo y también colorido. Veremos si en Inglaterra 2015 los All Blacks retienen el título que obtuvieron en casa.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
hincha de tecla

Esa tribuna llamada escritorio

El fútbol tiene una gran cantidad de actores: Los jugadores, los equipos, los entrenadores, los utileros, los dirigentes, los estadios, los patrocinadores, los empresarios, los árbitros… y finalmente los hinchas. Cada uno de estos representa un rol muy importante dentro de la industria, pues sin uno de ellos no podría existir el fútbol como lo conocemos. En este artículo, vamos a analizar al hincha y enfocarnos en ese denominado en los últimos tiempos como “hincha de teclado” que no va nunca mucho al estadio, pero que exige resultados mágicos a todos los demás miembros del reparto.

Intentemos desmenuzar al hincha de teclado: Hincha. Partidario entusiasta de un equipo deportivo (Según la RAE); De teclado. Que utiliza los medios tecnológicos para apoyar, criticar, putear, ridiculizar, criticar, insultar al equipo rival, desmerecer el juego de todos, mentar a la madre del árbitro, criticar, solicitar contrataciones ridículas, burlarse y creo que aún no está claro que, criticar.

Mi abuelo creo que debe ser uno de los primeros hinchas de teclado que conocí, y yo seguí esa senda durante varios años, pero con el tiempo uno va madurando e interesándose más por el fútbol, necesitando esa adrenalina que solo se vive en el estadio, especialmente en los partidos de la selección, a los cuales he asistido casi sin excepción desde hace cuatro eliminatorias.

Volviendo a mi abuelo, no era muy hincha de un equipo pero sí de la selección, y siempre tenía un “negro hijuep…”, “longo hijuep…”, “mono hijuep…” o si no distinguía quien era el que no pateó pues “patojo hijuep…”, listo para descargar en cada partido que se disputaba por Copa América o Eliminatorias, especialmente contra los “peruanos hijuep..”. Todo ese racismo, regionalismo, exclusión “Old School” que ahora ya no es pues, muy celebrado que digamos, como lo era en el Siglo XX.

Con el tiempo entendí a mi abuelo, pues uno en el fútbol puede descargar sus frustraciones y piensa que si el jugador está en el equipo de su preferencia, es porque es el mejor y no puede nunca fallar, caso contrario es un hijuep… Y no podemos olvidar a los hijuep… árbitros que no tienen permitido equivocarse en contra de nuestro equipo, porque eso es motivo de linchamiento verbal. Entendí a mi abuelo como digo, pero ya no puedo compartir sus postulados e hijuep*t*c*s: el fútbol no es tan simple.

Este hincha que pide y pide que empezó como un Tano Pasman cualquiera, cuya única audiencia era una mujer que se reía, un nieto que no entendía nada y su perro que lo miraba como si entiende lo que dice pero no, con la llegada de la tecnología evoluciona y gracias al internet ahora puede ser leído por una cantidad de gente que supera con creces a la audiencia de esa anterior generación de inconformes, y se convierte en el hincha de teclado que todos conocemos ahora.

tano pasman

El dinamismo de la sociedad, la crisis económica y la comodidad a la que aspira el ser humano se ve reflejada en estos hinchas nefastos para el fútbol. Creo que existen dos tipos de hinchas de teclados, los que no pueden asistir al estadio porque le es físicamente imposible ya que han tenido que migrar a otras latitudes en busca de mejores oportunidades y añoran al equipo de sus amores (hay también buenos hinchas a la distancia, sin embargo son especímenes escasos, como un buen arquero nacional, y por tanto no entran en este análisis), y aquellos a los que no les da la gana de ir al estadio porque tienen que trabajar, estudiar, cuidar a la cría, pasear al perro, complacer a su pareja o sacarse las pelusas del ombligo mientras ve desde su televisor el partido, o desde el internet en alguna transmisión pirata.

Lo que tienen en común estos sujetos es que no solo no van al estadio, sino que desgastan todas sus energías en criticar la gestión del equipo y del fútbol en general: No hay jugador suficientemente bueno (aún si Messi llegase a jugar en estas latitudes sería criticado por no poder chocar con nuestros defensas del Chota), el dirigente debe cada año cambiar la plantilla de jugadores por unos mejores sin importar los contratos y la inestabilidad que esto genere, el árbitro no tiene margen de error pero siempre se va a equivocar contra su equipo hasta en los otros partidos, regalando penales o anulando goles que en el largo plazo perjudican al equipo.

Dicen: “las entradas son muy caras”, “va demasiada gente al estadio” y “ser socio no sirve de nada porque igual nunca es escuchado por la dirigencia”, pero claro: queremos un estadio más grande y tecnología japonesa. No hay tusa que le calce a esta afición que sin duda puede ser catalogada como troll (Según Wikipedia: persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional en los usuarios y lectores, con fines diversos (incluso por diversión), alterar la conversación normal en un tema de discusión, logrando que los mismos usuarios se enfaden y se enfrenten entre sí…)

Y claro, como hemos indicado la tecnología ha jugado un factor fundamental en el desarrollo de este espécimen: De escuchar el partido en la radio, con el tiempo , el hincha de teclado encontró la forma de ver los partidos por internet (con su mejor amigo rojadirecta.com), y ahora previo a cada clásico se instala frente a su laptop, armado con una gaseosa y su cuenta de twitter o Facebook, listos para despotricar contra lo que sea. Encuentra un regocijo único pues tiene a la mano estadísticas, fotos para hacer memes, noticias sobre la última vez que se dio un resultado similar, tanto que deja de ver el partido para dedicarse a buscar material para criticar y a la vez, ser popular entre esos otros hinchas de teclado que conforman una suerte de legión en la cual, quien tiene la mayor boca de arriero es el líder.

Un verdadero hincha del fútbol y quienes lo hemos jugado alguna vez en la vida fuera del patio de la casa, tenemos una amalgama de sentimientos respecto a estos hinchas de teclado: por un lado, nos producen rabia pues son nuestras entradas y cuotas mensuales las que ayudan aunque sea un poco al desarrollo del club, ternura porque reconocemos en ellos a aquellos que no fueron amamantados cuando pequeños y seguramente esa falta de afectividad promueve su forma de ser, y claro, risa al leer esos comentarios desatinados y en muchas ocasiones subidos de tono sin importar que el destinatario sea un periodista, el jugador de un equipo o su esposa, o alguna otra hincha de teclado que se expone al bullying de no uno, sino varios de estos personajes de las redes.

Mi recomendación para lidiar con estos personajes no es más que esa máxima que es tan o más antigua que el internet: “Don’t feed the troll”, es decir, no hay que hacerles caso. Estos sujetos se nutren con comentarios a favor o en contra, se hacen más fuertes con cada retuit o like, se sienten más felices cuando una persona responde a sus provocaciones, pues la hinchada de escritorio solo se hace barra brava al encontrar una audiencia, caso contrario, no es más que un grupo de abuelos, ahora con internet, puteando al aire con su nieto y su perro.

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Descansa en paz, Satoru Iwata

Satoru Iwata (6 de Diciembre 1959 – 11 Julio 2015, 55 años) fue presidente de Nintendo desde el año 2002 donde reemplazó a Hiroshi Yamauchi, último miembro de la familia Yamauchi en presidir la compañía. Iwata-San fue solamente el cuarto presidente en la historia de Nintendo, compañía creada en Septiembre de 1989 por Fusajiro Yamauchi.

 Durante su presidencia, Satoru Iwata fue testigo y contribuyó a grandes éxitos como Wii, Nintendo DS y recientemente la línea de figuras Amiibo; de igual manera, durante su periodo se dieron sonados fracasos de la Gran N, como la Nintendo Gamecube y la más reciente Wii U.

Iwata-San, inicio su trabajo como programador para HAL LABORATORY, responsables de juegos como Eggerland, la saga de Kirby y la saga Smash Brothers. En HAL logro llegar a presidente hasta que en el año 2000 paso a formar parte del directorio de Nintendo. En el año 2002, Hiroshi Yamauchi lo nombro su sucesor, pues creía que solamente él conocía realmente la esencia que hacía de Nintendo una gran marca.

Satoru Iwata tuvo a su vez la idea de tener un mayor acercamiento con los fanáticos, de allí que creó un espacio llamado Iwata Asks (http://iwataasks.nintendo.com/), donde él entrevistaba a personalidades de “la gran N”, una de las que más repercusión tuvo, sin duda fue la realizada a Shigeru Miyamoto, creador de Mario Bros, entre otras grandes ideas de la compañía. También instauró las denominadas Nintendo Direct, presentaciones bimensuales de novedades de Nintendo, y las cuales, una vez nombrado CEO de Nintendo of America, reemplazaron a las conferencias en la típica feria americana E3.

Link de entrevista con Shigeru Miyamoto

Como punto especial, sus palabras en la GDC (Game Development Conference) del 2005:

 “On my business card, I am a corporate President. In my mind, I am a game developer. But in my heart, I am a gamer.” (En mi tarjeta de negocios soy el presidente de una corporación. En mi mente, soy un diseñador de juegos. En mi corazón, soy un gamer).

 Descansa en paz, Iwata-San.

Juan M. Villagómez
@jmvillagomez

FyA
Rocky wallpaper

El orgullo de Filadelfia

Hablar del cine a través de la historia, muchas veces resulta ser tremendamente enriquecedor, no solo porque vemos plasmadas tramas que alguna vez soñamos de niños, y vemos los imposibles recreados por un grupo de personas que nos llenan de coraje y valentía para afrontar situaciones similares en la vida, siempre teniendo en cuenta que no se trata de nada más que de ficción. Películas basadas en historias reales, fantasías, caricaturas, han logrado aportar y enriquecer nuestra cultura a través de los años. Cuando hablamos de películas que marcaron épocas en su género, como la saga de “Star Wars” en el género de ciencia ficción o “El Padrino” en historias basadas en hechos reales, es imperante hablar de la saga de Rocky Balboa, como un ícono del orgullo americano desde su inclusión en la década de los 70s, hasta la actualidad. En esta ocasión, me gustaría tomarme un tiempo para analizar el desarrollo del personaje a través de la parte más importante de la saga, desde un inexperto boxeador a punto de retirarse hasta un campeón y héroe nacional.

En el inicio de la saga vemos a un boxeador de 31 años, demoledor, pero muy pobre en técnica, peleando por unas cuantas monedas y trabajando como “cobrador” para un prestamista local. Mickey Goldmill (propietario del gimnasio donde entrenaba) siempre le recriminó que poseía corazón para ser un gran boxeador, pero desperdiciaba su vida trabajando como matón. La suerte de Rocky cambia de la manera más inesperada, cuando Apollo Creed (Campeón mundial de los pesos pesados) planea en darle una oportunidad a un boxeador local de Filadelfia. Aleatoriamente se decidió por Rocky, considerando que su apodo “Italian Stallion” (Semental Italiano) representaba la oportunidad que brinda EEUU a los inmigrantes extranjeros de hacer sus sueños realidad. Mick decidió entrenar a Rocky para darle una pequeña oportunidad de resistir ante el campeón mundial al menos unos cuantos rounds, pero Rocky estaba convencido que si lograba aguantar quince rounds con Apollo, lograría ser alguien en su vida finalmente. Luego de una pelea colosal, Apollo lo vence por decisión de los jueces al decimoquinto round. Paralelamente a esto, se empieza a desarrollar una historia de amor entre Rocky y Adrian, la hermana de Paulie su mejor amigo; este detalle agrega drama a la primera cinta dando inicio a una larga saga con todo tipo de emociones.

En relación a la primera película, vemos un desarrollo importante del personaje en la segunda parte de la saga. Rocky decide retirarse al haber logrado salir del anonimato, pero fracasa realizando comerciales y la vida de celebridad resulta ser mucho para él. Apollo reta a Rocky nuevamente para demostrar al mundo que puede vencerlo convincentemente, a lo que Rocky inicialmente se niega. Luego de presionarlo a través de la prensa, familiares, y amigos, finalmente logra llevarlo al ring nuevamente. Observamos nuevamente una preparación importante a nivel físico, con más madurez, y esto es reflejado nuevamente en el ring cuando por KO, vence al campeón vigente en el decimoquinto round. La transición a la tercera parte de la saga es muy importante porque refleja realmente una madurez en el personaje principal. Rocky es una celebridad, sabe manejar su fama y fortuna. Disfruta estar en la cima de todo, pero perdió lo más importante para un luchador: el hambre de gloria. Aquí es cuando Mr. T con su personaje, Clubber Lang, juega uno de los papeles más básicos pero influyentes en toda la saga. Siendo un completo salvaje e intratable animal de la destrucción, reta a Balboa por el título. Rocky confiado, decide enfrentarlo pero no sin antes ser advertido por Mick, que esta vez no sería tan fácil, y que Lang lo noquearía sin mayor problema. Previo a la pelea, Mickey sufre un paro cardiaco. Rocky enfrenta a Lang sin poder dejar de pensar en el estado de su mentor. Balboa pierde la pelea por KO en el segundo round, al mismo tiempo que Mickey daba sus últimas exhalaciones. Durante un tiempo, Rocky vive una etapa de confusión muy profunda, donde no confía más en su capacidad de recuperar el título y el hambre de gloria que alguna vez tuvo. En medio de toda esta confusión, Creed decide ofrecer a Rocky una oportunidad de recuperar la gloria.

Creo que este momento marca un giro muy importante en el tercer capítulo de la saga, dado que el entrenamiento que Apollo ofrece a Rocky para poder vencer a Lang determina un punto de inflexión en lo que respecta a la madurez del personaje. Se unen dos estilos diferentes, dos boxeadores distintos, pero similares en su ambición por ganar. Con la ayuda de Apollo, Adrian y Paulie, Rocky logra recuperar la confianza en sí mismo y se somete a un entrenamiento exhaustivo, a fin de adaptar un estilo de boxeo más rápido que pueda contrarrestar a Lang. A diferencia de los entrenamientos con Mickey, Creed se enfocó mucho en que Rocky ganara flexibilidad y velocidad en sus movimientos, empleando ejercicios de natación, sombra, carreras, cuerda, entre otras rutinas atléticas. Rocky regresa al ring con otra motivación, veinte libras menos, y un ritmo endemoniado de lucha. Luego de propinar a Lang toda una lección de boxeo, finalmente logra noquearlo en el tercer round y recupera el título mundial de los pesos pesados.

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La intención en la cuarta parte de la saga dista mucho de la trilogía inicial a mi parecer. Se vive un entorno muy politizado, repitiendo la muy usual inclusión de la Unión Soviética como el enemigo número uno de los Estados Unidos. Sin embargo, la película da un giro brutal al momento en que el retador ruso, Ivan Drago, acaba con la vida de Apollo en lo que supuestamente era una pelea de exhibición. Nuevamente vemos a Rocky envuelto en la muerte de un ser querido, y motivado por esto, decide viajar a Rusia con el objetivo de vengar la muerte de su amigo. A criterio de muchos, el entrenamiento infrahumano que realiza en la antigua Unión soviética es lo más épico de toda la saga, dado que es un entrenamiento sumamente rústico y sin el uso de tecnología, apoyado por Duke, el ex entrenador de Creed. A diferencia de Rocky, Drago se preparaba con todo tipo de máquinas e implementos nutricionales para mejorar su rendimiento, lo cual lo ponía muy por encima de cualquier ser humano promedio en lo que respecta a rendimiento físico. El día de la pelea, se puede ver que Rocky no se enfrentaba a una persona, sino a una máquina de 1.96 metros. A simple vista, ver una victoria de Rocky en esta pelea es sencillamente imposible. Nuevamente, desafiando la realidad, Rocky logra derrotar a Drago. Esta pelea marca el fin de Rocky como boxeador, dado que la cantidad y potencia de los golpes recibidos causan un daño cerebral irreversible en él, impidiéndole retomar su carrera profesional de boxeador a nivel élite.

Hay un dilema bastante interesante entre los fanáticos de esta saga. La gran mayoría sustenta que Rocky IV es la mejor película entre las seis. A mi parecer, Rocky III supera en emociones a cualquier otra parte de la saga. ¿Por qué? Sencillo. La muerte de su entrenador de toda la vida, su pérdida de confianza en sí mismo, y el hecho de someterse a un entrenamiento totalmente distinto al que estaba acostumbrado, cambiando su estilo por completo, son elementos cruciales que otorgan una sazón distinta a esta parte de la saga. Hay que considerar también que esta película representa la introducción del tan laureado tema de Survivor: “Eye of the Tiger”, como el lema principal del entrenamiento de Rocky. Sin tintes políticos ni entrenamientos supernaturales, Rocky III representa sin duda la esencia de Rocky Balboa en su totalidad.

 

“Every once in a while a person comes along who defies the odds,

Who defies logic, and fulfills an incredible dream”

Philadelphia Mayor (Rocky III)

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“El Clásico más Importante” – Fútbol y Matrimonio o noviazgo

Un varón promedio, soltero y futbolero, puede ver tranquilamente y sin despeinarse una docena de partidos de fútbol a la semana, pues el esfuerzo queda para ese par de picaditas que juega con sus amigos también. Sin embargo este valor decrece a menos de la mitad una vez que el estado civil de este macho castigador pasa a Casado o si no firmó nada a Unión de Hecho. Este hecho tan cierto como la muerte, será objeto de análisis en esta oportunidad de la manera menos imparcial posible, y cerraremos con un par de recomendaciones tácticas para poder recuperar esas horas-fútbol que nos hacen falta.

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De hecho, es algo más avanzado que esto

¿Ustedes dudan que un hombre puede ver (al menos) 12 partidos de fútbol en una semana? pues veamos: empezamos el martes con dos partidos (uno de Champions y uno de Libertadores), lo cual se repite el miércoles y jueves sumando 6, el viernes se bebe por tanto no hay televisión, por lo que el sábado de cruda vemos tres partidos igual que el domingo (sea Campeonato Nacional, argentino, brasilero, mexicano, Ligue BBVA, Premier, Calcio), y la yapa es el día lunes en el cual podemos ver algún partido repetido que no alcanzamos el fin de semana (o el de nuestro equipo si fuimos al estadio pero queremos analizarlo de mejor manera), con un promedio de dos horas de transmisión de cada uno.

Son 24 horas a la semana que podemos ver fútbol sin problema, valor que se incrementa en unas buenas horas más si somos parte de un equipo barrial o solemos hacer un picadito con los amigos en la cancha sintética de nuestra preferencia; y si vivimos en la ciudad en la que nuestro equipo tiene su sede, pues son tres horas más de asistencia al estadio cada quince días al menos. De los 7 días de la semana, le destinamos un día y medio al fútbol, y por esto es que no tengo más opción que darle razón a Valdano: “El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”.

¿Cómo es que un hombre puede físicamente dedicarle tanto tiempo al fútbol, acaso no tiene más vida que la pelota y el trabajo? Pues las excusas y las razones están siempre al orden del día: Si nos invitan al bautizo del sobrino a las 11h00, adelantamos a nuestro hermano que el Derby de Manchester es a las 09h00 y que llegamos después del partido; si tenemos una reunión el sábado a las 14h00 aparecemos a las 15h30, y claramente admitimos que estaban jugando el Madrid contra el Valencia y estaba partidazo, y así una y otra vez, hasta el día en que decides unir tu vida con una persona que simplemente, no entiende como puedes ver tanto fútbol.

De un día a otro, el cumpleaños del sobrino de la hija del colegio es más importante que la rivalidad de Lionel y Cristiano, el cambio de casa de la prima tiene más atención que el debut del compatriota en la liga inglesa, y “ese foco que no se va a cambiar solo” le quita protagonismo al hat-trick de Zlatan. Inconcebible. E igual de inconcebible, perdón la redundancia, es que uno en la mayoría de ocasiones acepta e incluso, disfruta de estas nuevas prioridades.

Y es que encontrar a una mujer que le guste tanto el fútbol como a ti es más difícil que encontrar un billete de dos dólares: sabes que están por ahí, algún rato viste uno y lo tuviste contigo pero son pocos los afortunados que logran conservarlos. En este punto es necesario aclarar que no estamos hablando de mujeres que únicamente ven el partido de sus equipos, que saben quién es el goleador o figura o que jugador tiene el mejor cuerpo, sino de aquellos raros especímenes que pueden disfrutar de un partido de la Europa League o de un Tigres – Chivas sin quedarse dormidas antes de la primera falta, o peor aún, intentar cambiar de canal o actividad recreativa: Pecado.

Es así que la cantidad de partidos a ver es reducida por los compromisos propios del matrimonio, y no nos queda enfocarnos en esos pocos partidos que coinciden en los escasos momentos de relax en casa, y es acá amigos, donde el tema se pone realmente cuesta arriba pues, volvemos, pocas mujeres entienden la necesidad imperiosa que tenemos de ver la pelota rodando en el rectángulo verde.

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De tanto observar y analizar a esos directores técnicos que ganan millones de dólares, uno aprende de a poquito que, aunque el rival siempre sea el mismo, las circunstancias cambian y nuestras estrategias deben ser dinámicas y acomodarse al momento. Vamos a ver a continuación, un par de ejemplos de clásicos jugados por su servidor frente a la TV en los que, gracias a la estrategia, se pudo salir avanti y disfrutar de un partido sin necesidad de canjearlo por tiempo de baby shower del próximo fin de semana o una maratón de “Sex and the City”, las cuales les dejo como dato, son buenas maneras de ver el partido del día, aún cuando el pago del precio sea demasiado alto.

Para poder aplicar la táctica de posesión de Pep, es necesario mucho tiempo de práctica. Guardiola tuvo La Masia, nosotros tenemos el noviazgo y es desde ahí, las inferiores, donde debemos preparar el terreno. Hay que adueñarse del control remoto, darle gusto de vez en cuando para ver “Mom” o “New Girl” pero SIEMPRE en poder del control remoto. En cada espacio de publicidad, cambia de canal arguyendo que no quiere ver los anuncios comerciales, aun cuando sea molesto para la espectadora y a veces para ti mismo, no dejes de cambiar, ella debe saber que en ese momento se juega tu partido y tu impones el ritmo de transmisión. Así, cuando jueguen River contra Boca en la Libertadores y quieras ver el partido completo seguido del problema del gas lacrimógeno, tú tienes el control y ella ha aceptado ya, que quien maneja la programación está a su lado y le va ser muy difícil quitarte la posesión del preciado control remoto.

Para hacer un Mourinho, es necesario que nos preparemos para hablar y ofender la programación que no consideramos digna de competir contra aquel partido de la “Copa del Rey” que queremos ver, así como hacer adquisiciones de renombre que puedan ser utilizadas a nuestro favor, aunque sea en el papel: “Esa película ya la viste cien veces”, “¿Para que estamos pagando internet y Netflix si puedes ver esa película en la Tablet?” y “¿Compramos el SmarTV de adorno? Ahí puedes tranquilamente ver la película, ¡por favor!”. No aceptes un no por respuesta, y si nada más funciona, pícale el ojo con tu dedo.

Finalmente para terminar este ya largo artículo, por lo cual le pido disculpas al lector, a veces hay que aplicar un Caruso Lombardi. Siempre habrá ese partido que queremos ver pero que no le interesa ni a la mamá de los jugadores, los argumentos de la importancia por ser final de la Champions o el que en ese equipo juegue un ecuatoriano no son suficientes, pero queremos verlo. Mis fuentes me han informado que esta técnica es especialmente útil para ir al estadio a ver el partido en vivo, o sirve para poder jugar ese partido en cancha sintética con los barrigones compañeros de trabajo (al que acompañarán un par de cervezas auspiciadas por los ganadores): A veces hay que vender humo… Podemos argumentar que “el deporte es sano para la salud”, “no está mal que tengamos nuestros pasatiempos y que mejor si hago un poco de ejercicio o tomo un poco de sol”, “desde que soy niño, puedo ir al estadio y sacar todas mis frustraciones en la grada, tu sabes que no puedo ir puteando a todo el mundo como en el estadio”. Humo puro y duro, a veces hay que hacerlo.

Debo ser honesto y admitir que en mi caso particular, si bien mi novia no es amante del fútbol tampoco es opuesta a ver un partido, pero claro debe ser trascendente mediáticamente y es necesario aguantar los comentarios de “mira que cuerpazo/piernas/abdomen” de tal jugador y hay que hacerlo con gusto, porque uno también le dice que la rubia de su serie tiene unas piernotas/trasero/ojazos. Ella sabe la importancia de la Copa América, de un Mundial o de los partidos de mi equipo, y sabe, como yo, que uno no puede ganarlos todos, pero hay que ser cauto en victoria y noble en la derrota, pues siempre habrá un nuevo clásico a la vuelta de la esquina.

Final Fantasy VII

Remakes, remakes por todas partes

Lunes 15 de Junio 2015. Conferencia Playstation en el E3 2015, en pantalla Cloud y sus amigos, aparece la palabra REMAKE. 20 años después, nuevamente Final Fantasy VII. Uno de los momentos más esperados y por demás el más aplaudido de la feria. Pero, ¿un remake puede ser lo más destacado de la feria?

 Los remakes (según la RAE, anglicismo evitable que puede sustituirse por los equivalentes españoles : versión o adaptación), reboots, spin-offs, secuelas, etc. son muy habituales en el mundo de la música, cine, TV y videojuegos. Con estos, las compañías usan un producto ya probado y tratan de buscar réditos económicos con él sin arriesgarse a nuevos proyectos. Estos juegan con nuestros sentimientos y nostalgia para tratar de vender un producto que, en la mayoría de casos, no llega a la calidad del original. Nuevos personajes, muchos efectos especiales, adaptación a tiempos modernos que generalmente hacen añorar los versiones originales, y en muchos casos, hacen que vuelvas a verlas.mad max

Sin embargo, los remakes no son un tema actual, en el caso de cine incluso se llega a los orígenes de la industria. Uno de los remakes más antiguos data de 1921, con la película “Orphans of the Storm”, un remake de dos cortos de 1911 y 1915 (The Two Orphans). En lo que va de este año, se han presentado varias secuelas: “Mad Max: Fury Road”, “Jurassic World”, “Terminator: Genesis”. Algunos remakes como “Carrie” o “Poltergeist” ¿Realmente estamos en el 2015 o estamos de vuelta en los 90?

 En el campo de los videojuegos, los remakes están a la orden del día con versiones “High-Definition Remaster”, versiones de descarga de juegos de consolas de los 80 (NES, Sega Master System, etc). En el E3 2015 ha predomidano los anuncios de secuelas y remakes. De allí que tenemos para estos años “Halo 5”, “Fallout 4”, “Forza Motorsport 6”, “Metal Gear Solid 5”, juegazos realmente. Sin embargo, parece que se está jugando lo mismo de años pasados. Caso especial merece “Call of Duty”, con versiones anuales, con nada de cambios y a precio de nuevo (60 dólares en Estados Unidos).

 Con todo esto, solo tenemos que seguir disfrutando remakes, esperando ansiosos secuelas, mientras se aguarda alguno que otro proyecto nuevo que haga pensar que todavía hay creatividad en el mundo.

por:

Juan Marco Villagómez

@jmvillagomez

FyA
rey de la cantera

“Si me tiras una piedra, yo te tiro una cantera”

Días atrás falleció Pablo Aníbal Vela Córdova, uno de los pioneros en ese estilo de “cantar la plena” como le gusta al pueblo que come y respira fútbol, barcelonista confeso, tan barcelonista que llegó a ser tercer arquero de Barcelona. Claro, esto para poder entrar a un estadio al que le fue negada la entrada en algún momento.

¿Qué significa para un barcelonista esta partida?

Bueno, se va un personaje de aquellos, de los que actualmente hacen falta, de los que son el mismo ante el micrófono y lejos de él, de los que no solo te responden el saludo en la calle sino que si había la chance, dialogabas con él sobre Barcelona, el Rey forma parte de la historia de la ciudad y de su hijo querido Barcelona, el Rey vió y transmitió a su equipo en capítulos como “la hazaña de La Plata” por mencionar uno nada más, querido por muchos. Por otros, no tanto.

Grato recuerdo (y colaboración a mi barcelonismo) llegar de la escuela y escuchar al Rey en “Radio El Mundo” con su particular voz ronca gritar “Soy el Rey de la Cantera, y los sapos para afuera!” definitivamente un tipo con una popularidad enorme, un capo, y como no serlo si todo lo sabía, todo se lo contaban, todo le chamullaban, todo le sapeaban, nada era oculto para El Rey.

¿A rey muerto rey puesto?

Normalmente los comentaristas deportivos tan parcializados como lo fue El Rey no suelen ser merecedores del afecto o respeto de los seguidores de los equipos rivales. En este caso parece que a pesar de ser tan frontal en cuanto a sus sentimientos por Barcelona, Pablo Aníbal Vela pudo agradar a coequiperos y rivales por su estilo que presumía de ser sin pelos en la legua, hablando “la naple” como le gusta la ciudadano de a pie.

Su lenguaje muy coloquial y su manera estrambótica de vestir fueron lugares comunes que lo acercaron a su audiencia, de la misma manera que lo acercó al imaginario colectivo del barcelonismo ese detalle de haber caído en su vida personal y haber vuelto a levanaterse tal como lo hace el Barcelona que remonta a los últimos minutos y con todo en contra. Es que El Rey le mostró la otra mejilla a la vida, como él en innumerables ocasiones lo mencionó perdió el rumbo y caía en picada hasta que de repente, en los últimos minutos y “a lo Barcelona”, le remontó a las adicciones y debilidades. Ese fue un rasgo que lo unió con la imagen de lo que representa B.S.C. y lo acercó más al público, que en vez de ver un pomposo y sabelotodo comunicador, veía a uno más de los suyos frente a un micrófono. De hecho, era un hincha con micrófono que a pesar de siempre jalar por sus colores no se recuerda, haya mancillado los ajenos.

Reemplazarlo no será fácil. En primer lugar, porque ese estilo de ser “hincha con micrófono” es una tendencia reñida con la profesionalización del oficio y va cada vez más en desuso. En segundo lugar, porque resulta difícil que los comentaristas de hoy en día se jacten de “cantar las plenas”, puesto que si no deben andarse con consideraciones hacia dirigentes, deben ser muy cautos con los auspiciantes, es decir, el lobbying y las relaciones comerciales terminan por silenciarlos parcialmente, tal como sucede con “hinchas amarillos con micrófono” de hoy en día, que prefieren hacer silencio ante la crisis económica que arrecia en el amado Barcelona Sporting Club del Rey, donde se han vendido jugadores al exterior en números importantes sin importar desarmar el equipo y en donde se han registrado buenas asistencias de público en las últimas campañas. Pero en donde no hay cuentas claras ni las tan aclamadas auditorías.

Por

Byron Cedeño

@barcebyron

Sebas Calero

@sebascalero

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POLÍTICA DESDE NUESTRA SALA

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En los últimos meses hemos sido testigos del gran éxito de series televisivas con alto contenido político, dueñas del rating y de los comentarios en las redes sociales, en las que podemos ver a esos líderes políticos como lo que son al fin del día, seres comunes y corrientes, que triunfan en mayor o menor medida en sus entornos dirigiendo los destinos de los suyos y adquiriendo poder, gracias a su carácter y forma de ser.

“¿Hace ruido el árbol en el bosque que cae cuando no hay nadie para escucharlo caer?” dice una antigua cuestión filosófica. El auge del internet le ha dado a la gente el recurso más valioso con el que se puede contar: la información. Somos una sociedad hiperconectada, que tiene al alcance de su mano la capacidad de conocer los sucesos que ocurren en los lugares más remotos, y parecería que donde cae un árbol, siempre hay alguien listo y dispuesto para tomar la foto, el video, el audio y una foto con el árbol caído y compartirlo con el mundo.

Esta capacidad de saber que sucede a todo momento, lleva al ser humano a pensar más allá, pasar del qué al porqué: a tratar de averiguar la razón por la cual cayó el árbol, el motivo de la creación de un impuesto o la causa de una guerra. La discusión de las razones ya no es únicamente para los filósofos de cantina y las sobremesas de almuerzos familiares, sino para cualquier internauta que disponga de un poco de tiempo. Y es ahí donde los productores de televisión han encontrado un nicho para explotar esa curiosidad, para darle al espectador la oportunidad de saber, de primera mano, las razones por las cuales se toman estas decisiones, sin miedo a mostrar el lado humano que muchas veces influye al momento de las actuaciones de estos líderes de televisión: El lado que no se ve del poder.

La política y el poder no han sido temáticas ajenas en nuestras pantallas de televisión. Series como “The West Wing” en el ámbito dramático o “Spin City” en la comedia estadounidense, tuvieron en su momento gran aceptación entre los televidentes. Ahora, “House Of Cards” y “Game of Thrones”, son dos series que de forma diferente, giran alrededor de la política (entendida como la ciencia que trata el gobierno y la organización de las sociedades humanas, o la actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad según la RAE) y el poder que la rodea. La primera tiene una temática netamente política y la segunda más bien, toca el tema sin que necesariamente sea este su ámbito principal.

Puede que existan más diferencias que semejanzas entre una y otra serie, pues la primera es el producto estrella de Netflix, el gigante de transmisiones de series y películas por internet, que ha creado una gran expectativa entre sus subscriptores al apostar fuerte en esta serie con actores de renombre como Kevin Spacey y Robin Wright como la pareja de moda de la Casa Blanca; y la otra tenga como carta de presentación el éxito que han tenido la serie de libros de George R.R. Martin, los cuales fueron llevados a la pantalla con gran fidelidad por HBO, uno de los más importantes canales de televisión por cable a nivel mundial, y que al ser televisión pagada, puede utilizar los recursos de desnudos y muertes sin miedo en su programación.

House of Cards desde un inicio nos atrapa de esa forma, pues Frank Underwood en su primera aparición en la serie mata a un perro moribundo, mientras le habla al espectador utilizando un recurso no muy común en series de dramas: “Hay dos tipos de dolor. El tipo de dolor que te hace fuerte. O el dolor inútil. No tengo paciencia para cosas inútiles. Momentos como este requieren que la gente actúe, que haga cosas que no son placenteras. Que haga lo necesario [mata al perro…]. Ya está, no más dolor.” El poder que tiene Underwood sobre lo que lo rodea, sea su esposa, sus compañeros congresistas en un principio y todo lo que viene después, pues no pienso spoilear la serie si aún no la ven, nos hace cómplices anónimos y silentes de sus actos inmorales o ilegales, los cuales explica con estas pequeñas conversaciones que tiene solo él con la audiencia.

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Game of Thrones en cambio, trata sobre esta misma sucia política, en un ambiente medieval, donde los asesinatos, las pasiones y las guerras por el poder están a la orden del día. Una gran cantidad de personajes con quienes de una forma u otra uno llega a sentirse involucrado, y puede entender la razón de su proceder, siendo la cereza del pastel la inexistente compasión de los escritores, a quienes tampoco les tiembla la mano al momento de cerrar una temporada con el asesinato del personaje más querido por la audiencia.

Y es así como por un lado mandamos un tuit en contra o a favor del presidente, salimos a las calles con el celular y la cacerola en mano para tomar la foto y subirla de inmediato a Instagram, y regresamos a casa para subir un status de Facebook con un resumen de la jornada: El árbol cayó y nosotros estuvimos ahí para escucharlo.

Y claro, después de todo, prendemos la TV y nos acomodamos para ver el nuevo capítulo de Game of Thrones o repetir tres capítulos de House of Cards, porque claro, ya los vimos todos, el día del estreno.