El debate más grande: ¿El fair play es una escala de grises?
Dentro de la tan noble y hermosa historia del fútbol, nos encontramos también con hechos bochornosos y que muchas veces ponen en tela de duda la honorabilidad de este magno deporte. Existen muchas razones por las cuales un partido de fútbol se puede ver afectado, ya sea por decisiones arbitrales equivocadas, acciones “ilícitas” o poco dignas de cualquiera de los dos equipos o de alguno de sus integrantes, o incluso por temas ajenos a los participantes directos y que pueden involucrar incluso a entes reguladores. En esta ocasión, a raíz de lo acontecido en el partido de fútbol de México contra Panamá por la Copa de Oro, me gustaría desglosar un poco este tema del fair play dado que muchas personas lo ven como un tema completamente subjetivo a lo que está en juego, mientras que otras personas creen firmemente que esta regla tácita, por decirlo así, es lo que mantiene viva la magia e inocencia que nos brinda este deporte. Para tocar este tema, estuve recabando información en la web acerca de casos sonados en el fútbol y que para ustedes pueden ser muy familiares, donde el “fair play” jugó el papel central.
Dentro del primer caso y que muchos recordarán, está la tan famosa mano de Thierry Henry en el partido disputado versus Irlanda por la clasificación a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Se jugaban tiempos suplementarios del partido de vuelta en Francia (recordemos que el partido de ida lo ganó Francia, con un solitario gol de Nicolas Anelka), en el cual Irlanda necesitaba de una victoria para mantenerse con vida y forzar los alargues. Un gol del gran Robbie Keane al minuto 33 del partido llenaba de fe a una nación que estaba luchando por un cupo al sueño mundialista, frente a una Francia que no pasaba por su mejor momento, con un cambio generacional que se pedía a gritos por parte de la afición. El partido llegó a los alargues, y cuando todo parecía que se definiría por penales, al minuto 13 del PT extra aparece Henry por la banda izquierda recibiendo un centro por parte de Malouda, y controlando el balón con su mano izquierda de manera grosera, sí, grosera, para centrar in extremis a William Gallas, quien a posteriori decretaría el tanto de la igualdad para Les Blues. Nadie por parte de Francia en cancha aceptó que la jugada de gol incluyó una mano de Tití, fueron cómplices de la eliminación injusta a una selección que merecía ir al mundial, mucho más que una Francia sin ideas ni destellos de lo que alguna vez fue. Al acabar el partido, Henry en declaraciones aceptó que jugó el balón con la mano, y que Irlanda merecía ir al mundial, pidiendo perdón a jugadores, directivos, y a toda la afición. Esto no hizo ninguna diferencia respecto al resultado, pero dio cabida para que la regla del árbitro detrás del arco fuera reintegrada al reglamento luego de 80 años, para ser aplicada en competiciones europeas. Recordemos también que hace un par de meses, Irlanda aceptó haber recibido un “pago a la asociación sin proceder legal” (en castellano, soborno) luego de comprobarse que la jugada de Henry fue ilícita. Creo que este caso ocupa el podio de lo más bochornoso que se ha visto respecto a la violación del “fair play” en la historia del fútbol.
El segundo caso donde el “fair play” juega un papel principal, curiosamente fue protagonizado también por Francia. Se jugaban los cuartos de final del Mundial de 1998, Francia versus Italia. El reloj marcaba tiempo suplementario y se mantenía el 0-0, al momento que se genera un contragolpe de Francia en donde quedan en ventaja cuatro atacantes contra dos defensores italianos y el arquero. Emmanuel Petit llevaba el balón en una posición muy favorable para Francia de liquidar el encuentro. Petit nota que Dino Baggio, quien no participaba en esta jugada, se encontraba caído sobre el césped y decide tirar el balón al saque de banda para que su colega sea atendido, desperdiciando completamente la ventaja que en ese momento mantenía Francia de marcar el primer tanto del encuentro. Digamos que, un acto como este puede pasar desapercibido porque nadie puede saber qué hubiese pasado en esa jugada, y si terminaría en gol. Lo curioso de todo esto y lo que a mi parecer le da mucho peso a este acto de “fair play”, es que la regla de “Golden goal” aún se encontraba vigente en competiciones FIFA. Esto significa que, de seguir la jugada y marcar el gol, hubiese significado una clasificación inmediata de Francia sin tener que recurrir a penales, siendo Petit parte de esta jugada histórica. Claro, Francia ganó la tanda de penales y terminó siendo campeón del mundo, pero es imperativo reconocer que el acto de Emmanuel Petit en honor al juego limpio, fue importante para dar realce al campeonato obtenido de manera completamente merecida por parte de una generación francesa de oro.
Para culminar los ejemplos de este tan debatido principio en el futbol, vamos a analizar brevemente el caso más reciente entre México y Panamá, por las semifinales de la Copa de Oro, que fue lo que realmente me motivó a redactar este artículo. Existe una discusión fuerte sobre si Guardado debió o no marcar el gol luego del nefasto penal inexistente otorgado a México, dado que se tratan de instancias decisivas en una Copa que si bien no es la más importante, suma de manera importante al palmarés de cualquier selección de la CONCACAF. Si este hecho se hubiera suscitado en primera ronda, ¿Guardado hubiese lanzado el penal fuera? Eso nadie lo puede saber con certeza. Lo que sí podemos saber concretamente es que se tomó la decisión de ganar, sin importar los medios, o lo que exista de por medio para esa victoria. Muchos recordarán esta Copa de Oro por el penal inventado a favor de México (así como ellos no olvidan el penal inventado por parte de Robben en Brasil), porque seamos sinceros, una jugada sucia con tal claridad, donde el árbitro central no tiene excusa alguna para no haberla detectado con ayuda de los jueces de línea, marca rotundamente cualquier victoria en la historia del fútbol. Por otro lado, es fácil decir que Andrés Guardado no debió marcar el gol en el penal, ¿pero cuantos de nosotros tomarían la decisión de botar el balón fuera de cancha, con un país de aproximadamente 120 millones de habitantes sobre nuestros hombros? Siguiendo el “fair play”, digamos que México obtuvo “justicia” de alguna manera por el robo del cual fueron víctima hace poco más de un año, de una manera poco digna pero en fin, esto es fútbol.
Podríamos hablar sobre muchos casos pro y contra “fair play” que se ven todos los fines de semana en las diferentes ligas del mundo. Lesiones fingidas, gas pimienta a los jugadores contrarios, goles con la mano, jugadores suspendidos que juegan partidos, sub 17 que realmente son sub 25, en fin, hay muchísima tela que cortar con este tema ya que como todos sabemos, cada persona tiene una diferente perspectiva de lo que significa la “justicia” y el “juego limpio”. Cada uno de nosotros debe pensar un poco más en la esencia del futbol, el compañerismo, la camaradería, y la inocencia con la cual millones de niños juegan este deporte en las calles de todas partes del mundo. Sin importar la instancia o lo que se encuentre en juego, que los principales baluartes del futbol no se pierdan frente a actos que ensucian la nobleza del rey de los deportes, y de los cuales ciertamente, jamás estaremos del todo librados.
“El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue”
Eduardo Galeano
Es lo que decíamos la otra vez sobre el penal sancionado a Miroslav Klose y que el admitió que no fue falta, eso en un juego regular de la liga italiana. ¿Será que Klose enfundado la pilcha de la «mannschaft» en alguna de las 3 semifinales del mundo que dipsutó, en esas circunstancias, hacía lo mismo?
Me acuerdo un penal en la Premier que le hicieron al bueno de Robbie Fowler, el pana dijo que no era, pero al árbitro le valió e igual sancionó el penal. Fowler igual cobró, igual hizo el gol. Claro, lo celebró con discreción.
En efecto. Otro caso curioso es el de Werder Bremen vs Nurnberg, cuando Hunt rechaza el penal que le pitaron a favor porque fue un piscinazo, y ambos equipos peleaban por mantener la categoría.
¡Aun hay esperanza de juego limpio!