Los 30 También son los Nuevos 20 en Tenis
“Viejo es el viento y aún sopla”, el dicho cobró vigencia en un emotivo desarrollo del Australian Open 2017 cargado de nostalgia y juegos memorables. “Clásicos” treintañeros se disputaron el título en las finales femenina y masculina reeditando batallas de inicios de siglo que no parecen tan lejanas, pero comienzan a serlo. Hay que resaltar que por primera vez los 4 finalistas de un Grand Slam superan los 30 años.
En la rama femenina se enfrentaron en el último juego las hermanas Williams. Para Venus el camino fue relativamente sencillo sin perder un set hasta semifinales. Sin embargo, en su debut ante Kateryna Kozlova se esforzó algo más y venció con apretados 7-6 y 7-5. Pasaron Vogele, Duan, Barthel y Pavlyuchenkova y Venus se acomodó en semifinales para enfrentar a la estadounidense Coco Vandeweghe, la única tenista joven que llegó a esta instancia del lado femenino, quien se dio el gusto de dejar en el camino a Bouchard, Kerber y Muguruza, desplegando un juego de fuerza y contundencia.
Por otro lado, el paso de Serena fue señorial y sin apremios. No perdió un set ante Bencic, Safarova, Gibbs, Strycova y Konta, situándose en semifinales ante la croata Mirjana Lucic-Baroni, protagonista de una conmovedora historia que cuenta que problemas personales y familiares le habían impedido consolidar una prometedora carrera, pues ella había sido semifinalista de Wimbledon en 1999, para desaparecer de la élite del circuito profesional y volver a una instancia tan grande en este año. Cuando Lucic-Baroni derrotó a Pliskova se vio notablemente emocionada.
Venus perdió el primer set ante Vandeweghe, pero luego supo imponerse y triunfar con una pizarra de 6-7 6-2 6-3, mientras que Serena no tuvo problemas ante Lucic-Baroni y le propinó una paliza de 6-2 6-1. En la gran final bastó un quiebre por set para Serena quien se impuso a su hermana mayor con 6-4 y 6-4. Serena Williams conquistó su Grand Slam 23, superando a la legendaria Steffi Graf y poniéndose a la caza de Margaret Court, quien tiene 24.
En la rama masculina la primera sorpresa era la eliminación de Novak Djokovic en segunda ronda ante el uzbeco Istomin, quien avanzó hasta la cuarta donde cayó frente a Grigor Dimitrov. El búlgaro en fantástica forma derrotó en cuartos de final a Goffin para ser el único menor de 30 que del lado de los caballeros jugaría las semifinales del Grand Slam, enfrente tendría a Rafael Nadal.
Rafa, de irregular 2016 por sus problemas físicos, llegó a Australia en gran forma. Dejó en el camino a F. Mayer, Baghdatis, A. Zverev y Monfils, sufriendo un poco con los 2 últimos. En cuartos de final se midió a un crecido Milos Raonic al que lo despachó con jerarquía con 6-4 7-6 y 6-4. La semifinal del español frente a Dimitrov sería un fenomenal duelo de 5 horas en el que brillaron la calidad y el espíritu competitivo. 6-3 5-7 7-6 6-7 y 6-4 la pizarra y más de uno hubiera creído que este ajetreo habría dejado fundido a un ya treintañero Nadal.
En el otro lado del cuadro avanzaba el legendario Roger Federer, quien volvía a la actividad tras una larga ausencia de medio año por lesión. El cuadro parecía complicado, primero superó a Melzer y Rubin para situarse en tercera ronda ante Tomas Berdych quien lucía como favorito, sin embargo, “su majestad” lo apabulló con 6-2 6-4 6-4, avanzando a octavos donde encontraría al japonés Nishikori. Una épica batalla a cinco sets terminó con el recorrido del asiático quinto en el mundo. Roger no tuvo piedad con Mischa Zverev y en 3 sets 6-1 7-5 y 6-2 los superó para disputar otro descomunal juego frente a su compatriota Stanislas Wawrinka. Dos primeros sets para Roger 7-5 y 6-3, su juego caería notablemente y Wawrinka se llevó los siguientes por 6-1 y 6-4. Al final Federer desplegó todo su talento y triunfó en el quinto set 6-3. Al día siguiente se configuraría la final tan esperada entre los dos gladiadores de la raqueta de este siglo.
Federer y Nadal jugaron un respetuoso primer set donde la concentración de Roger valió un poco más para ganarlo por 6-4. El despliegue de fuerza y voluntad de Nadal se hizo evidente en el segundo set, el cual se llevó por 6-3, mientras que en el tercero Federer sostuvo un nivel fantástico y se impuso por un contundente 6-1. En cambio en el cuarto el suizo tuvo muchos errores que Rafa aprovechó y así venció por 6-3, el quinto parecía listo para el crédito español que arrancó quebrando el servicio, sin embargo, su férrea voluntad esta vez no fue suficiente para que en una nueva exhibición de calidad y genialidad, Federer quiebre dos servicios y finalmente remate el partido con un 6-3 que le dio el partido y su Grand Slam número 18, manteniendo su record.
Nostalgia y emociones. Mucha gente vibró y se olvidó de dormir para ver a estos ídolos de un deporte y una generación batallar tal vez por última vez, aunque eso podría descartarse por el inmenso nivel físico y técnico mostrados por Rafa y Roger. Los aficionados fueron bendecidos al verlos una vez más batallando por el control del Universo.
Guitarras y gol
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