gustavo cerati

¿Qué significó Cerati en mi vida?

Cuando escarbo esos primeros recuerdos de vida, que suelen ser retazos confusos e inconexos, creo que para la mayoría de seres humanos, encuentro uno en particular y es yo mirando la TV. Sentado en el suelo clavado a mis 4 o 5 años, mirando a un individuo churón (cabello rizado, para quienes nos leen de fuera de Ecuador) como yo, que cantaba y tocaba de pie la guitarra que la tenía colgada. Pocas cosas me habían parecido tan sensacionales como esa, y ojo que estamos hablando de una época en la que todos somos muy impresionables.

Aquel sujeto era Gustavo Cerati, comandando a un grupo, más bien dicho, dos palabras que acompañarían todo mi crecimiento físico: Soda Stereo. Soy muy de recuerdos sonoros y entre los que suenan más distantes y a la vez más decisivos, están los acordes de “Persiana Americana”, tema que en ese ya lejano 1987 sonaba a cada momento, junto a otros del conocido como “rock en español”.

Yo quería ser así de grande

Yo quería ser así de grande

Iba creciendo y en esos gloriosos inicios de los noventa, cuando niños y adolescentes coleccionaban en cintas de audio, temas que sonaban en la radio, era infaltable en la mía y de muchos otros, “De Música Ligera”. Canción que entre los años 1990 y 1991 resonaba obsesivamente en cada radio quiteña. Esos tiempos son los que lastimosamente, Soda Stereo pisarían por última vez territorio ecuatoriano hasta la gira “me verás volver” de muchos años después.

Era 1996, Soda no había tenido en el país la promoción que tuvo en los 80, pero de todas maneras era un referente. MTV tenía señal gratuita al aire para Quito y Guayaquil y llegaba el momento de votar por el “video de la gente”, segmento que los “Video Music Awards” designaba para las filiales de todo el mundo de la gran cadena video-musical norteamericana, antes de que cada una haga su ceremonia de premios. El ganador de aquel año fue “Ella Usó mi Cabeza Como un Revólver”, videoclip que con su mezcla onírica y sobria, realmente llamaba la atención e indudablemente voté por él. Valdría la pena comentar que ese fue mi primer contacto con el Internet.

¡Soda Stereo venía a Quito! La fecha de diciembre de 1996 se trasladó a marzo de 1997 y después a junio, para finalmente ser cancelado dicho recital, al mismo tiempo en el que se daba a conocer la separación del grupo. Desazón, dolor, tal vez la única separación de grupo que me ha impactado en la vida. Eran tiempos en los que seguía de moda el “Comfort y Música Para Volar”. Todos amaban la versión de “En La Ciudad de la Furia” con Andrea Echeverry, mientras yo defendía a capa y espada la versión original.

Por ahí tengo el especial de despedida con escenas del último concierto grabado en VHS. Mientras que al año siguiente se me ocurrió una genial idea: aprender a tocar la guitarra. La primera canción que me aprendí fue “Cuando Pase El Temblor”, la que también fue “mi debut en los escenarios”. Actualmente debo saber como 20 temas de Soda y Cerati en guitarra y siempre tocar alguno es terapia para mis peores momentos depresivos.

Siempre fue una fiesta la espera de los discos nuevos de Cerati: “Bocanada”, “Siempre Es Hoy”, “Ahí Vamos”. Recuerdo que el recital de 2002 en el Rumiñahui estrenó el Siempre Es Hoy con el inculto público quiteño sorprendido y algo inconforme. Yo la gozaba y me dolía la oreja cuando le pedían temas de Soda a Gustavo. Salí avergonzado (también porque esa noche fue la de los incidentes de Charly García). Además, un par de años antes, descubrí que cantar “Puente” era una de mis escasas armas de cortejo hacia las damas.

Cuando Soda Stereo anunció la gira “Me Verás Volver” sentí 800 veces más alegría que en cualquier iniciación de ritual romántico. Mis amigos darán fe que yo “profeticé” que el concierto en Ecuador sería en Guayaquil y me puse a armar el plan de viaje antes de que anuncien fecha y lugar del recital ecuatoriano. Acerté, y junto a mis panas de Facultad de la Universidad hicimos uno de los viajes más memorables de mi vida para ver tocar por última vez a los más grandes del continente. Hay muchas anécdotas para contar. Solo habrá que decir que: muchos de mis mejores amigos, más viaje, más sonido impecable y espectáculo brutal dieron como resultado uno de los mejores días de mi vida.

De los pocos recuerdos gráficos que tengo de aquel día. Todavía no estaba tan difundida la tecnología como ahora. El de pinta de "Maverick de Calceta", soy yo.

De los pocos recuerdos gráficos que tengo de aquel día. Todavía no estaba tan difundida la tecnología como ahora.
El de pinta de “Maverick de Calceta”, soy yo.

Tomé relativamente con calma el anuncio del ACV de Cerati. Pero cuando pasaron los días, semanas y meses, caí en cuenta que de esto era prácticamente imposible que se levante. Esperar el milagro mezclado con una omni presente angustia y debate filosófico moral. Llegó un punto en el que creí razonable que terminen los días del maestro con dignidad y de una vez por todas, preparándome para el día en que llegue la nefasta noticia.

Llegó aquel 4 de septiembre de 2014 y la preparación sirvió de poco. El anuncio de la noticia igual fue devastador y el pesar de todas aquella tarde difícilmente lo he sentido con otras muertes, creo que ninguna. No se fue un “famoso cualquiera”. Se fue un protagonista de mi vida, aunque él como es lógico, nunca lo llegó a saber.

Hoy se cumple un año del que muy personalmente considero, el artista más completo de habla hispana y ciertamente, la influencia más grande de mi vida, fuera de mis padres. Creo que este pequeño recuento autobiográfico lo explicó mejor. Sólo resta decir que no pararé en homenajear al maestro en cuanto me sea posible. Preparo uno muy especial, espero que se dé, a su momento lo sabrán.

Mójate los labios y sueña…

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
3 comentarios
  1. Byron Dice:

    Gustavo Cerati es lejos el más grande de todos acá en Sudamérica, y lo demostró en grupo y como solista, aquel día muy en el fondo…sentí tranquilidad con su fallecimiento, merecía descansar.
    Gran post pana, muy humano!

    Responder
  2. Gerardo Garnica Dice:

    Clap clap clap.. solo puedo aplaudir de pie el post Ed.

    Resumiste lo mucho que uno siente por Gustavo y cómo sus letras tocan las sensibles fibras del alma humana. Gracias por compartir tus sensaciones

    Responder
  3. Christian Mena Dice:

    Sigo esta página y, a pesar de eso, recién leo este post; es impresionante, tantas similitudes con mis propias vivencias, yo también amo Soda, Cerati también fue y es mi gurú, igual me decepcioné cuando no vinieron el 96, estuve con todos mis panas el 27 de octubre del 2007 en el Modelo, tal vez te puedo añadir que no logré, a pesar del berrinche, que mis papás me lleven en julio del 87 al concierto de la Chorrera. Tengo tantos posts dedicados a él y a ellos en mi blog, y me encantó este homenaje que le haces al maestro.

    Quizás te interese leer esto que escribí hace casi seis años, donde detallo cómo nació mi amor por Soda Stereo

    http://christianx76.blogspot.com/2010/03/cuando-paso-el-temblor.html

    Responder

Desahógate

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


5 × nueve =

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>