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Los Últimos Jedi: Complaciendo Generaciones

El fin del 2017 tuvo el estreno de una nueva película de la saga de la Guerra de las Galaxias, esperada por una legión de seguidores acumulada a lo largo de los años desde que debutó su primer film allá por los años 70 y con la promesa tanto por la trama como por los directivos de que tendrá para largo.

 Tal como pasó con “El Despertar de la Fuerza” y de acuerdo a una lógica en el complicado universo de la Guerra de las Galaxias, la combinación entre personajes clásicos con los nuevos mantiene la atención de generaciones de fanáticos. Tras la muerte de Han Solo, era tiempo de dar mayor protagonismo a la ahora General Leia Organa, con su toque emotivo aparte, pues sabemos que la actriz Carrie Fisher, quien se encargó de encarnar por décadas a este personaje, falleció hace poco más de un año. También era tiempo de ver cual era el nuevo protagonismo de Luke Skywalker, de quien quedaba la incógnita de su reacción tras el final del anterior film de la saga. Claro, la misma fue algo inesperada. El eterno Chewbacca se haría también presente en lo que mejor sabe hacer: conducir naves. En cambio los papeles de los robots clásicos, R2D2 y C3PO fueron más bien secundarios y la participación de BB8 como un droide más evolucionado es espectacular.

 Si hablamos de los giros interesantes, además y partiendo de lo acontecido cuando Luke recibe la espada láser de manos de Rey, hay un cuestionamiento hacia lo que constituye la orden Jedi y una voluntad de ruptura entre lo viejo y lo nuevo, más que nada, buscando desidealizar, algo que sin duda puede haber impactado a los devotos de la saga y puesto a pensar durante el transcurso de la película. Lo que permanece inamovible es y será siendo el concepto de “La Fuerza”, expresada más que nunca en su dualidad con la conexión entre Kylo Ren y Rey, distando de la concepción occidental de bien y mal.

 Otro guiño hacia la modernidad es el rol de la mujer en estas últimas entregas de la saga. En el caso de la resistencia lucen como autoridades ya que además de Leia, la vicealmirante de la misma es Amilyn Holdo. En este caso, la autoridad femenina encarna la sabiduría y prudencia, mientras que los integrantes masculinos de la misma más bien reflejan impulsividad y acción instantánea. En el desarrollo del largometraje se verán complementados ambas visiones. Del lado de la Primera Orden, la Capitana Phasma es la más relevante en un lado en el que lo masculino aún es predominante con el supremo líder Snoke, el Comandante Kylo Ren y el General Hux.

 Finalmente un desenlace esperanzador remata a la película. No solo porque insinúa que la resistencia se ha sembrado en el corazón de los más jóvenes, sino porque indudablemente para el espectador y aficionado es la señal de más películas de la añorable saga.

 

Se intentó no hacer spoiler.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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Rogue One dio al Público lo que Quería

De la franquicia Star Wars se puede decir que es una inagotable máquina de dinero. Pero eso se debe a que son inagotables también, las opciones narrativas para seguir explicando este imaginario pero emocionante universo cuya mitología es sumamente extensa y arraigada en la cultura popular contemporánea. La opción de “Rogue One” para seguidores y entusiastas de Star Wars se planteaba sumamente interesante.

Definida como una especie de “3.5”, la intriga principal de esta parte de la extensa saga era justamente ese enlace entre los clásicos que inician con “A New Hope” y las precuelas que cumplían un ciclo con “Revenge of the Sith”. Rogue One en el mismo título se anuncia como “Una Historia de Star Wars”, con lo que se ubica dentro de las producciones “antología” que continuarán siendo producidas, así como lo serán la trilogía secuelas que arrancó con “El Despertar de La Fuerza”.

Como suele suceder en el universo Star Wars, los escenarios múltiples e interplanetarios dominan la trama, con locaciones dominadas por el imperio y otras por rebeldes cuyo punto novedoso es ver que se encontraban dispersos entre los extremistas liderados por Saw Gerrera y aquellos que tenían mayor organización, cuyo chullita protagonista es Cassian Andor, interpretado por Diego Luna, lo que al menos para una audiencia latinoamericana generaba sus expectativas y se diría que cumplió.

Las intrigas dentro de la formación de la conspiración contra el Imperio construyen la emoción de la película, conspiración que inicia dentro de filas imperiales por sí mismas ya que la mente maestra tras la “estrella de la muerte”, la súper arma con la que el Imperio atemorizó a generaciones aficionadas a la saga, diseñó la falla con la cual fue atacada en la trilogía original. Intriga, inteligencia y contra inteligencia dentro de unos rebeldes no del todo unidos y la fuerza opresora van desenredando el nudo hacia el desenlace esperado por los fanáticos, en tanto que entretenía a “primerizos” dentro de aquel universo.

Un seguidor de Star Wars sabía que los planos de la Estrella de la Muerte tendrían que de alguna u otra forma llegar a la rebelión, quien no seguía atento las peripecias de Cassian y Jyn Erso. Con algo de recursos tecnológicos y narrativos, la tensión llegaba a su punto. Sin embargo, es muy probable que sea el “iniciado” quien disfrute la secuencia final, cuando aparecen los personajes clásicos como brevemente C3PO y R2D2 y sobretodo, la implacable persecución de Darth Vader. El vértigo de la rebelión trasladando los planos puso al fanático contra la silla y la recepción por parte de Leia Organa es sencillamente triunfal. Rogue One sin duda fue diseñada para “la hinchada”, aunque en el camino, no decepcionó a quien no tenía conocimiento de la enorme saga ideada por George Lucas. Interesante también haber visto que el final de Rogue One no fue del todo feliz.

Mientras Rogue One seguía en cartelera, se produjo el fallecimiento de Carrie Fisher, quien personificó a Leia Organa durante años. La nostalgia debe haber invadido a más de uno, quien tan solo días y hasta horas antes vio a su princesa recibir la información vital para dar una nueva esperanza al universo. Emociones intensas para un clásico que ciertamente, está siendo cuidadosamente explotado en estos años.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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STAR WARS: La Mentira

Soy de ese escaso porcentaje de personas que nunca ha visto una sola película de Star Wars, no por falta de tiempo, ni de ganas, hasta compré la película pirata alguna vez para verla en casa. Es para mí, una de las películas más sobrevaloradas del cine, casi tanto al nivel sobrevaloración de The Beatles (quiero hacer una pequeña reflexión en este punto: lo mejor que le dieron los Beatles a la música fue Ringo Starr, cuyo máximo logro fue protagonizar la película clásica del cine “El Cavernícola”, la cual rivaliza la miseria de sus efectos especiales con la Star Wars original) en la música: Pasables a duras penas, pero con una horda de fanáticos que no entienden razones.

Se necesita que empiece Star Wars, con las letras en fondo negro y esa canción ridícula para que yo comience a cabecear del sueño, cuando superas el sopor de ese inicio insufrible, salen en la pantalla un fondo hecho en Paint en el cual unas figuras de legos disparan rayos laser que son más falsos que las posaderas de una serrana aniñada, para que luego aparezca en pantalla un actor que representa a un robot afeminado con un disfraz que parece hecho de papel aluminio pintado con esmalte, y una lata de cerveza con esteroides que se comunica en base a pitidos… Si no se quedaron dormidos en esa parte, pueden soportar sin problemas cualquier tortura del mundo, incluida una tesis de Doctorado.

Me quedo corto un poco en mi análisis por el contenido de la película, pues como trato de decir desde hace dos párrafos ya, no he podido verla porque me gana el sueño. Entiendo que es una guerra innecesaria entre “los malos” y “los buenos”, entre los cuales brillan especialmente los que tienen “la fuerza”, que no es más que “un poder metafísico y vinculante, omnipresente” según la Wikia de Star Wars, es decir, la fuerza es diosito. Luego, entiendo que todo empieza a tener un tinte de novela mexicana, bien podía Thalía haber protagonizado la película próxima a estrenarse, les resumo un poco: Había un muchacho bueno que se vuelve malo, que tiene un hijo que queda huérfano y luego pelea contra su padre, mientras su hermana pasa por la vida con un peinado medio ridículo y en lugar de mandar un e-mail cifrado con los planos de una nave espacial, envía la información en un androide, mientras le destruyen su navecita intergaláctica a punta de laser que suena “piuuuu piuuuu”. Una V E R G Ü E N Z A. En algún punto de la película solo faltaba que entre Soraya Montenegro a gritarle “Maldito Lisiado” al muñequito verde ese que tiene la ropa de Splinter de las Tortugas Ninja.

Y eso que no consideramos las mascotas que parecen Pie Grande, las máscaras de lobo, esos Oompa Lumpas peludos y ese montón de muñecos con disfraz blanco que no hacen más que el ridículo con movimientos torpes, pues se esperaría que si tienes la tecnología para construir naves espaciales que viajen a muchos años luz, puedas construir robots que no den pena y lástima. Del mismo modo, sería más fácil matar a los rebeldes con armas biológicas, y destruir las naves con virus de computadora en lugar de jugar con armas láser que al parecer, no pueden perforar gran cosa.

Puede que la mayor inconsistencia de la película sea la presencia de los tales Jedi, que tras analizarla deja a Star Wars como una triste película de Disney: Cuando tuvieron que matar a todos los Jedi, lo hicieron sin mayor problema, pero cuando les quedan los últimos dos, al parecer se convierten en cucarachas, nunca mueren. ¿Alguna explicación? Aunque, pensándolo bien, puede que el mayor error sea que en el espacio no pueden existir explosiones porque no hay oxígeno, o que no puede haber sonido y los láser no pueden sonar “piuuuuu piuuuuu piuuuuuu”.

Claro, existen otros temas que merecen dos centavos de análisis, por ejemplo la relación casi incestuosa entre Leia y su hermano Luke en la cual se besan, cosa que no es muy aceptada socialmente. Por otro lado, la comunicación entre Chewbacca y el protagonista, el cual es el único que puede entender si ese perro erguido tiene hambre de croquetas o quiere venganza contra el lado oscuro. ¿Han Solo Dolittle? Finalmente, la incapacidad de provocar miedo de Darth Vader, un muchacho con “capacidades especiales”, quien en el tiempo que le quedó entre sacar el carnet del CONADIS y tener hijos que dejó botados, trataba de conquistar el universo como si fuese candidato de Alianza País para elecciones 2017.

Star Wars es la película que logró llevar el show más allá, es el “Crepúsculo” de nuestros padres, cuyos progenitores a su vez fueron quienes tuvieron que gastarse la quincena en comprar esos juguetes horrendos, convirtiendo así al cine en lo que es ahora: una gran tienda de productos de exhibición basados en personajes vacíos para gente que se deja impresionar con poco, en un cambio de Hollywood de las películas Western de la época, en una con una trama muy similar, pero con espacios, naves y rayos láser.