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Emelec: 2010 – 2019 y lo Que se Viene

Recae sobre mi escribir unas líneas sobre la década 2010 – 2019 del Club Sport Emelec, previo a una nueva temporada que empieza con pretemporada en Europa, renovación de jugadores importantes y contratación de figuras que en el papel ilusionan a la fanaticada azul. Puedo decir que estos diez años pasados, consolidaron al CS Emelec como el equipo más relevante a nivel nacional del campeonato ecuatoriano de fútbol, demostrando una regularidad pocas veces vista en este torneo. El equipo le fue entregado por completo al Sr. Nassib Neme en el año 2011 como presidente de la institución, siendo sin duda el dirigente más ganador de la historia del club.

En estos años, Emelec consigue quedarse con la corona en 4 de los 10 torneos disputados, y vicecampeón en otras 5 ocasiones, cayendo en la temporada 2019 al octavo lugar, sitial muy diferente a lo que tenía acostumbrado a su hinchada y hasta a sus rivales lo cual que marcó sin duda el final de su mejor década, y también la necesidad de reinventarse para afrontar lo venidero.

Emelec inicia el 2010 habiendo obtenido el tercer lugar en el campeonato pasado, afronta el campeonato contratando a varios jugadores, entre ellos llevándose al repatriado Pedro Quiñónez, sin embargo un pobre inicio en la Libertadores lo deja afuera en segunda fase. Asegura su pase a la final en junio de ese año ganando la etapa, y obteniendo los cupos a Libertadores y Copa Sudamericana del año siguiente, y logra un reconocimiento de la IFFHS, la cual designa al equipo azul como el mejor del mundo en ese mes de la mano de Jorge Sampaoli, quien posteriormente dirigiría a la selección albiceleste. En el segundo semestre busca competir en Copa Sudamericana y descuida para tal efecto el torneo local, siendo eliminado en octavos de final en la Copa y perdiendo la final del torneo frente a Liga de Quito en una final en la cual Miller Bolaños, quien en ese momento vestía la camiseta azucena, anota en dos ocasiones en la ida en Quito, siendo incapaz el cuadro millonario de revertir este resultado de local.

GUAYAQUIL 23 DE NOVIEMBRE DEL 2011. EL CLUB SPORT EMELEC RECIBIO AL NACIONAL.  CAMILO PAREJA/API

GUAYAQUIL 23 DE NOVIEMBRE DEL 2011. EL CLUB SPORT EMELEC RECIBIO AL NACIONAL.
CAMILO PAREJA/API

El año 2011, tras la partida de Elizaga se encomienda el arco a Wilmer Zumba, arquero más bien regular en sus actuaciones, y aunque es reforzado con jugadores de la talla de Edison Méndez y Agustín Delgado, es eliminado en fase de grupos de la Copa Libertadores, llegando a la final del torneo ecuatoriano, la cual pierde de manera categórica ante el Deportivo Quito (hoy casi desaparecido) con un Elizaga en el arco contrario.

Para el 2012 Emelec empieza a cosechar lo que había sembrado en las temporadas pasadas, con la incorporación de Esteban Dreer, Marcos Mondaini y un recordado Luciano Figueroa, pero principalmente la llegada a mediados de temporada del estratega argentino Gustavo Quinteros. Tras clasificar de la fase de grupos de la Copa Libertadores en un partido que se mantiene grabadas en las retinas de los hinchas de Emelec, Flamengo y Olimpia, es eliminado en octavos de final. Posteriormente, sufre una de las derrotas más dolorosas, perdiendo cinco a cero contra su rival de barrio (quien a la postre se llevaría el campeonato), por lo que de todas partes se pedía a Neme la cabeza del recién contratado Quinteros, sin embargo, el tiempo le daría la razón. Emelec termina ese año como vicecampeón, esta vez sin jugar una final.

En el año 2013, Emelec empieza el año con una telenovela: Pablo Zeballos, jugador paraguayo que llegó con muchas expectativas pero que al final no sumó nada en lo futbolístico, siendo su mayor aporte el manejo de su cuenta de twitter. Vuelve a ser eliminado en octavos de final de la Copa Libertadores, pero con la cuota goleadora de Dennis Straqualursi y Enner Valencia, logra llevarse el primer título en muchos años, sin ser necesario disputar una final, y empieza de esta forma el que sería el clímax futbolístico del equipo.

Sobra decir que la Libertadores le fue esquiva a Emelec en el 2014, con apenas dos victorias y 4 derrotas no pudo superar la fase de grupos siquiera, sin embargo logra ganar la primera etapa del torneo, lo cual lo pone en la final de diciembre, misma que disfrutaría contra su máximo rival, empatando en la ida y vapuleando en la vuelta con un categórico 3 a 0, en el clásico más importante disputado.

Para el 2015 Emelec aprovecha el envión del año anterior en la Copa Libertadores manteniendo en gran parte a su equipo, sin embargo, el éxito de Gustavo Quinteros al mando de los azules lo hizo merecedor a ser designado como técnico de la selección, llegando en su reemplazo Omar de Felippe no le es suficiente y cae ante Tigres en cuartos de Final de Copa Libertadores en una reñida serie que se define en los últimos 10 minutos, sin embargo, logra imponerse como campeón del futbol ecuatoriano frente a LDU, en una final apretada, y dando la vuelta en Casa Blanca.

En el 2016, Emelec se convierte en el primer equipo ecuatoriano auspiciado por Adidas, sin embargo, en la parte futbolística el no contar con el estadio Capwell para disputar sus partidos pesó para ser eliminado en la primera fase de la Copa Libertadores, y no poder llegar al tetracampeonato. A mediados de ese año ODF deja el banco azul para darle paso a la llegada de Alfredo Arias, quien comandaría al equipo hasta el año 2018.

El 2017 bajo la batuta de Arias deja a un Emelec campeón en una final a doble partido contra el Delfín de Manta, aunque había transferido a varias de sus figuras, entre ellos Ángel Mena y Gabriel Achillier. En Copa Libertadores logra clasificar a Octavos de Final, siendo eliminado por San Lorenzo de Almagro en penales. Se reinagura el Estadio Capwell ese año con Andrea Pirlo y David Villa como figuras invitadas, con lo cual este recinto deportivo se convierte en uno de los más modernos del país.

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En el 2018 se ratifica a Nassib Neme como Presidente del club, así como a Alfredo Arias como entrenador, sin embargo a mediados de ese año la situación de Arias se vuelve insostenible al ser uno de los peores equipos de la Copa Libertadores de ese año consiguiendo apenas un punto en la fase de grupos, por lo que da el paso al costado y se materializa la llegada de Mariano Soso, entrenador joven que logró clasificar de manera agónica al club a una nueva final, misma que perdió contra Liga de Quito. Un año para el olvido.

Y el ciclo y la década se cierran en el 2019, año en que el Club Sport Emelec contrata a Ismael Rescalvo a mitad de la temporada, quien logra que el equipo recupere un poco el norte en la parte futbolística, clasificando a Octavos de Final de la Copa Libertadores y cayendo en penales contra el Flamengo (equipo que a la postre sería campeón del certamen), y clasificando al play off en la recién inaugurada Liga Pro. Sin embargo, al clasificar en octavo lugar tuvo que enfrentarse contra el primero del año, Macará de Ambato, equipo fuerte y aguerrido que eliminó al bombillo, dejándolo en la octavo posición del torneo, lo cual a su vez impide que el Club Sport Emelec clasifique a Copa Libertadores, sino solo a Copa Sudamericana, torneo que había disputado previamente de los años 2010 a 2016, en los cuales cayó sin pena ni gloria ante equipos como la Guaira (2016 en segunda fase), Santa Fe (2015 en octavos de final), Sao Paulo de Kaká (2014 en cuartos de final siendo su mejor participación), Universidad Católica de Chile (2013 en segunda fase) , Universidad de Chile (2012 en octavos de final), y previamente en octavos de final del 2010 y 2011 contra el Avaí de Brasil y Olimpia respectivamente.

Una alineación de la década sería sin lugar a dudas con Esteban Dreer en el arco (quien dejó el equipo el año 2019); John Narvaez, Gabriel Achillier, Leandro Vega y Oscar Bagui en defensa; un mediocampo conformado por Osbaldo Lastra, Pedro Quiñónez, Fernando Gaibor y Fernando Giménez; y en la delantera Miller Bolaños y Ángel Mena.

Mención especial merecen sin lugar a duda jugadores que aportaron mucho en el club como el Tano Nasuti, Luciano Figueroa, Enner Valencia, Eduardo Morante (quien llegó a un gran nivel en Emelec), entre otros.

Aun tras haber sido el equipo mas competitivo en la década pasada y haber conseguido una gran cantidad de títulos locales, la remodelación del estadio, auspicios importantes y en un momento un juego colectivo admirado por propios y extraños, queda el desazón para la fanaticada azul de nunca haber llegado a instancias decisivas a nivel continental, ni siquiera cuando el equipo alcanzó el tope de rendimiento con una base consolidada de jugadores. Esa es la asignatura pendiente para la década futbolística que inicia.

La ampliación del Estadio Geroge Capwell llevó al escenario del cuadro millonario a la altura de su historia

La ampliación del Estadio Geroge Capwell llevó al escenario del cuadro millonario a la altura de su historia

Y la década inicia con un Ismael Rescalvo confiado de sus dirigidos, con una pretemporada en España y jugadores como José Francisco Cevallos Jr., Alexis Zapata, Sebastián Rodríguez y Facundo Barceló como nuevas incorporaciones en ofensiva, la seguridad que han brindado en defensa Leandro Vega y Aníbal Leguizamón, la consolidación de un Joao Rojas que se espera sea una de las figuras del equipo y lo que puedan aportar jugadores jóvenes como Bryan Carabalí que terminó jugando el 2019 o un Robert Burbano que regresa al equipo y trae consigo al nuevo cancerbero Pedro Ortiz y al delantero Roberto “La Tuka”, campeones con el Delfín de Manta el año pasado que refuerzan al equipo azul para este 2020.

El ballet azul disputará tres torneos: La liga Pro, Copa Ecuador y Copa Sudamericana, las expectativas son altas en los tres torneos, sin embargo, solo el tiempo dirá si estas logran cristalizarse en logros.

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Emelec: El Fracaso de un Equipo en Formación

El Editor de esta noble página me requirió que haga un artículo respecto al primer semestre del Club Sport Emelec. Mi primera reacción fue decir “Lo hago, pero voy a defender a Arias y eso no le va a gustar al lector”, y pues su respuesta es que aquí estoy, presentándoles mi punto de vista en este artículo de opinión, sobre lo que yo pienso de este primer semestre azul.

Voy a dividir este comentario en dos partes, en la parte no táctica y que considero muy importante, y la parte táctica, la cual se desprende mucho de la primera:

Empiezo diciendo que lo que está pasando en Emelec no es culpa enteramente de Arias: existe una responsabilidad en el hincha, en el dirigente, en el jugador, en el cuerpo técnico y en los rivales. Tan convencido estoy de esto que voy a analizar uno por uno estos factores del “fracaso” de Emelec en este primer semestre del 2017.

Cuerpo Técnico:

 Sin lugar a dudas hay una importante responsabilidad del cuerpo técnico en la imposibilidad de ganar la etapa por parte del club. No se ha encontrado el once definitivo, probar con línea de tres un partido, línea de cuatro al siguiente, con tres delanteros un día, dos en otro partido, relegar al lateral a Romario Caicedo que hace daño arriba y deja muchas dudas abajo, insistir con un jugador como Piriz que no es solución a nada de lo que ha demostrado, cambios que al poco conocedor del fútbol lo dejan desconcertado (con un partido empatado sacar a Mondaini para poner a Piriz, o convocar a un juvenil en lugar del seleccionado peruano refuerzo estrella de este año para el partido más difícil en Copa Libertadores) y un etcétera que podría extenderse.

Ojo, si bien el cuerpo técnico ha tenido algunas fallas, no todo puede recaer en los hombros de Arias, pues…

Jugadores:

Nadie puede rendir al 100% todo el tiempo, no es posible. El nivel de Dreer ha caído en picada. Él, siendo el mejor arquero con los pies en el país, no puede dar un pase decente, se ha comido goles que hace unas temporadas hubiese sacado con los ojos cerrados. Y desde atrás es que nacen todos los problemas azules.

La defensa no se ha consolidado. No contamos con un lateral derecho de oficio y calidad (Mina y Moreno no ofrecen la seguridad que en su momento brindó Narváez), los centrales si bien han venido jugando partidos interesantes y son grandes promesas para el futuro (Jaime, Pinillo y Mejía) junto a  Ramos que es titular de selección a nivel latinoamericano, no han servido para ser esa última línea ordenada e infranqueable que se requiere y Bagüí por izquierda sin duda dejó atrás sus mejores años, no se le puede pedir mucho más.

El medio campo es un tiro al aire: los tres volantes de contención no están en su mejor momento y han tenido actuaciones muy irregulares (Pedro Quiñónez, Lastra y Piriz), sin que ninguno logre destacar por sobre el otro. El volante mixto, la eterna promesa azul Fernando Gaibor, es una serie de destellos de calidad pero con mucha oscuridad, no ha podido ponerse el equipo al hombro como se requeriría ya con su experiencia y probada técnica. En las bandas se ha perdido a Romario Caicedo para relegarlo al lateral derecho (Romario sirve arriba pues abajo es una avenida, no siente ese puesto) y por izquierda lo mejor del año ha sido la aparición de Ayrton Preciado, jugador que se ha consolidado como figura del equipo, lastimosamente, menos efectivo con el pasar de las fechas, pues el equipo recarga el juego por esa banda y se pierde la sorpresa, la cual es la principal aliada del explosivo morocho.

Para el norte de la formación, las noticias tampoco son muy alentadoras. Se ha intentado con jugadores como Joao Rojas, Abel Araujo, Segundo Portocarrero y Robert Burbano, jóvenes que no han logrado afianzarse (Rojas incluso se lesionó en los últimos partidos, cuando estaba recibiendo minutos al fin). La llegada de Fernando Luna ofrece algo de respiro y se espera que se adapte a lo que pide el técnico. Los segundos delanteros que son Mondaini, Vides y Matamoros (por darle un puesto en la cancha a este sujeto) han tenido la pólvora mojada. En punta De Jesús y Angulo tienen una de cal y una de arena, han sido víctimas de lesiones que han dejado en punta a Vides, a quien no se le aparece la virgen todavía.

Y aquí, es necesario hacer una puntualización sobre la base de jugadores para así refrescar la memoria de quienes piden un cambio de jugadores porque no funcionan. YA SE HIZO EL CAMBIO, ESTE AÑO. Esto nos lleva al siguiente punto de la opinión:

La Hinchada:

El hincha azul se acostumbró a ganar, a ser protagonista, a ser un equipo que siempre pelea arriba y hasta la última fecha pelea por un cupo en la final del torneo local. Y digo se acostumbró porque durante los últimos siete u ocho años, conforme pueden confirmar en este artículo de esta, su mejor página web de fútbol y más del país (haga clic aquí), Emelec estuvo ahí.

No voy a entrar en detalle pues quien ha visto fútbol sabe que el trabajo de Neme trayendo a grandes técnicos como Sampaoli, Quinteros, Omar de Felippe dio sus resultados en el tricampeonato (el cual incluye ganar sin final, baile al rival directo en casa y dar la primera vuelta olímpica ajena en uno de los estadios más difíciles de América), manteniendo una plantilla casi inalterada y cara, con pretemporadas fuera del país, ha sido inigualable. Pero se ha olvidado que no siempre se puede ganar y que el arquero ha bajado el nivel, que de la defensa que dio la vuelta en casa blanca solo se mantiene a Bagüi y en franca decadencia, que ya se fue Giménez que cumplía siempre, que Pedro y Gaibor no han podido ser el ancla del equipo y que los delanteros titulares están jugando fuera como lo merecían. Mondaini, suplente de Miller y Mena, es ahora el capitán y referente del Emelec 2017. Ese es el nivel de la delantera azul para este año.

Ya no existe la base de jugadores con la que sí pudieron trabajar Quinteros y ODF para obtener los títulos nacionales con juego bonito, a los que el hincha se acostumbró y es ese hincha de memoria a corto plazo que pedía la cabeza de ODF quien ahora lo extraña, quien pedía la cabeza de Quinteros, quien ahora quiere que le vaya mal en la selección para que vuelva al equipo. Ese mismo hincha, que ahora culpa a Neme del “fracaso” de este equipo.

La Dirigencia:

Neme es un fracasado. Tener a un equipo sin mayores deudas, quien mantuvo una base de jugadores y una estabilidad que permitió pelear arriba para finalmente tener un tricampeonato, renovar un estadio (no una sino dos veces) para llevarlo a estándares en muchas cosas para ser un escenario de primer mundo, quien en cada declaración que da demuestra lo mucho que sabe y como su planificación usualmente ha dado resultado, es un fracasado.

Y es un fracasado porque Emelec no ha quedado campeón de América, no ha traído a jugadores de nivel que pongan al equipo a pelear el mayor torneo sudamericano y por no despedir a jugadores como Herrera a los seis meses cuando se vio que no rendían.

Sí, es necesario que Emelec de un salto de calidad y que se arriesgue a contratar a una  figura de cartel que sea desequilibrante (los amigos de LDU siempre nos recuerdan al Piojo Manso en este apartado), pero con un estadio nuevo y una responsabilidad para con el club, no se puede exigir eso como condición sine qua non para confiar en el dirigente más ganador de la historia del club.

El Rival:

El fútbol no son once frente a  un arco. Son once contra once.

Este semestre Emelec supo manejar un importante invicto en varias fechas, que lo mantuvo peleando arriba hasta casi el final de la etapa cuando un bajón de rendimiento (que yo francamente no sé a qué atribuir)  relegó al equipo a una posición secundaria, de la cual ya nos habíamos olvidado.

Delfín fue un justo ganador de la etapa, con una campaña exquisita, seguido del Barcelona de este país, equipo que  siguiendo las buenas prácticas de su vecino de barrio, supo mantener una base de jugadores y un estilo de juego, lo cual sin duda está dando frutos, y luego el fracasado equipo eléctrico.

Ya en el otro lado, en el futbolístico, no soy entrenador pero me gusta verlo y aprendo mucho de quienes sí tienen formación en este sentido. Considero que lo que más le ha costado a Arias es tener un estilo de juego, pues con los jugadores con los que dispone y su formación, no ha logrado consolidar una formación y una manera de jugar. Emelec ya no juega al “tiki-taka” de Gustavo Quinteros que también le sirvió a ODF quien era un poco más vertical.

El bombillo no tiene laterales que se desprendan bien en ataque, sus centrales marcan muchas veces a destiempo lo cual desordena el medio campo, con un equipo que al no tener variantes por derecha recarga el juego por izquierda con Preciado, quien intenta el desborde cortando hacia el centro pero no puede hacer lo mismo todo el partido y todos los partidos. La falta de un referente ofensivo con fuerza (Angulo y De Jesús no son todo lo que se necesita) limita el accionar del equipo, pues cuando falta uno de los dos forwards  se ve imposibilitado de centrar con resultados o de tirar una pelota larga para el pivoteo. No se utiliza el recurso de la media distancia, lo cual hace que el equipo deba llevar la pelota hasta casi dentro del área rival sin poder definir y dejar espacios atrás que son aprovechados por los delanteros contrarios quienes gozan con una defensa inexperta en muchas ocasiones y que repito, suele marcar mucho a destiempo.

Un tercer lugar en la primera fase del torneo nacional considerando a los otros equipos y la clasificación a octavos de final de Copa Libertadores no son fracasos (aun cuando los más fieles deseaban ganar la etapa sin despeinarse y abrochar de manera categórica a San Lorenzo en su visita  al Capwell), sino un proceso de un equipo que prácticamente renace este año, con jugadores y estadio nuevo.

No existe una panacea para este Club Sport Emelec. Hay que hacer cambios, y tomará su tiempo antes que el equipo vuelva a ganar en todas las canchas del país y mientras tanto, es necesario disfrutar lo bueno que puede brindar el equipo, dejar trabajar a Nassib Neme que se ha encargado de cerrar bocas una y otra vez y finalmente, brindar el apoyo a los jugadores y cuerpo técnico, un cuerpo técnico que ha sacado lo mejor de un equipo relativamente nuevo y que se sigue conociendo, que sigue tratando de encontrarse.

Foto principal tomada de: Diario El Universo.