Siempre hay una Primera Vez

Y no solo se trató de esto por ser el Primer Mundial que se juega en Qatar, sino por la consagración de un grande al que le faltaba este título.

El Mundial de Clubes 2019 arrancó en la cancha del Jassim bin Hamad de Doha. Ahí el ultra novato Hienghène de Nueva Caledonia le dio algo de pelea al anfitrión Al Sadd al que lo llevó a disputar el tiempo extra del primer partido, pero el mayor oficio de los qataríes supuso su triunfo final por 3-1 y acceso a los cuartos de final.

La siguiente parada para los de Xavi Hernández era enfrentarse al Monterrey para encontrarse con otra realidad, pues los mexicanos en un tiempo anotaron un cómodo 2-0. La reacción de Al Sadd no llegó a tiempo, y a pesar del segundo tanto de Abdelkarim Hassan, no fue suficiente y el conjunto regiomontano con marcador de 3-2 accedió a semifinales. Por el otro lado Al Hilal y Esperance tuvieron un reñido juego que acabó en ventaja para los árabes pro 1-0 y solitario tanto de Bafetimbi Gomis. Serían los últimos juegos en el Jassim bin Hamad. Por el quinto lugar y ya en el Khalifa International Stadium, el Espérance de Túnez se paseó ante Al Sadd con pizarra de 6-2 que incluyó triplete del atacante libio Hamdou Elhouni.

En semifinales, los grandes pasaron algunos aprietos mas salieron airosos. En la primera, Al Hillal sorprendía con tempranera anotación de Salem Al Dawsari y se fue al descanso atesorando la ventaja frente a Flamengo. Los brasileños acertaron en el complemento y Giorgian de Arrascaeta les devolvió el empate y la confianza. Un elenco carioca más tranquilo supo adueñarse del partido y así llegaron los tantos de Bruno Henrique y un autogol final que dejó el tablero 3-1 favorable al mengão y su clasificación a la gran final.

Al día siguiente Liverpool parecía no hacerse mayor problema cuando Naby Keita abría tempranamente el marcador. Sin embargo, Rogelio Funes Mori les quitó la tranquilidad rápidamente y su empate antes del primer cuarto de hora desencadenó un espiral de angustia, pues pasaba el tiempo y los poderosos europeos no parecían resolver el esquema mexicano y no en menos de una ocasión estuvieron a punto de llevarse una amarga sorpresa. Cuando la esperanzas por un alargue e incluso una histórica clasificación estaban del lado de los regiomontanos, una fulgurante aparición de Roberto Firmino dio el 2-1 final para los reds y su paso al último juego.

El juego por el tercer puesto fue un entretenido 2-2 entre Monterrey y Al Hilal que desencadenó penales en los que el héroe fue el portero mexicano Luis Cárdenas al atajar 2 y convertir uno. El 4-3 de la tanda determinó el podio a los “rayados”. Ya en el partido final, Flamengo hizo un gran esfuerzo en el primer tiempo para sorprender y tener a raya al Liverpool. El 0-0 del medio tiempo daba cierto sabor a injusticia para el elenco carioca, mas en el segundo tiempo el equipo inglés hizo relucir algo de su jerarquía y sometió a su rival. De todas maneras el tiempo reglamentario se cumplió y el marcador seguía 0-0. Hizo falta tiempos extras y una extraordinaria maniobra de Roberto Firmino para que los reds con 1-0 obtengan el primer título del mundo de su historia.

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