Unas Finales Peleadas con las Redes
Se cerró la temporada de torneos continentales en Sudamérica con la consagración como campeones de 2 clubes que ya habían logrado estos títulos.
Flamengo y Palmeiras se enfrentaron en la final de la Copa Libertadores 2025 en el Estadio Monumental de Lima.
El encuentro arrancó con mucha intensidad y marca en el medio, sin regalar espacios: ambos equipos se cuidaban de no cometer errores y buscaban manejar el balón con paciencia. La primera mitad fue bastante equilibrada: hubo algunos intentos ofensivos, por ejemplo un remate de Giorgian de Arrascaeta (Flamengo) desde el centro del área — pero sin éxito. Por su parte, el equipo de Palmeiras también buscó generar juego, pero las defensas — y especialmente la de Flamengo — se mostraron firmes y evitaron remates peligrosos. Así, se fueron al descanso con un 0-0 que reflejaba lo pareja que era la disputa.
Tras el descanso, el ritmo siguió con muchos duelos, transiciones rápidas y presión, pero con pocas ocasiones claras en los primeros minutos. Fue hasta el minuto 67 cuando se produjo la jugada decisiva: un tiro de esquina que terminó con un cabezazo de Danilo (Flamengo), que conectó preciso y venció al arquero para marcar el 1-0. Ese gol, además de valer el título, fue el desenlace tras un segundo tiempo donde Flamengo logró controlar bien los momentos ofensivos de Palmeiras.
Palmeiras intentó reaccionar — tuvo alguna aproximación sobre el final — pero no logró vulnerar a la defensa de Flamengo ni generar remates peligrosos suficientes. Así terminó el partido, 1-0 a favor de Flamengo. Gracias a ese gol de Danilo, Flamengo conquistó su cuarta Copa Libertadores, convirtiéndose en el primer club brasileño con cuatro títulos en este torneo. El triunfo refuerza además la hegemonía de los clubes brasileños en el continente, y le da a Flamengo un nuevo trofeo que lo coloca como uno de los grandes dominadores del fútbol sudamericano actual.

Lanús y Atlético Mineiro chocaron por la final de la Copa Sudamericana en el Defensores del Chaco de Asunción.
El duelo arrancó con mucho respeto mutuo y se notó en el ritmo: defensas bien plantadas, mediocampos muy disputados y escasas ocasiones claras. El primer aviso riesgo vino de parte de Atlético Mineiro — un tiro libre de Bernard que pegó en el palo — lo que obligó al arquero rival. Lanús, por su parte, intentó salir con ataques esporádicos generados por Eduardo Salvio y Marcelino Moreno, pero sin éxito — ninguna de esas aproximaciones terminó en remate claro al arco. El primer tiempo terminó 0-0, reflejando lo parejo del encuentro.
En la segunda mitad, Atlético Mineiro buscó con remates desde afuera del área, tratando de romper el cerrojo defensivo de Lanús. Lanús respondió con algunas contra-ofensivas, aunque sin puntería: volvieron a aparecer Salvio y Moreno como generadores de peligro, aunque sin definición. Durante el tiempo extra la tónica no cambió: Mineiro empujaba con llegadas de sus hombres ofensivos (como Hulk), mientras Lanús apostaba al orden defensivo y mantener el empate. Ningún equipo logró convertir en los 120 minutos, por lo que todo se definió en penales.
La definición quedó en manos del portero de Lanús: Nahuel Losada fue la gran figura, atajando tres ejecuciones decisivas de los brasileños (incluyendo los penales de Hulk y de Vítor Hugo). Por el lado de Lanús, convirtieron sus penales Carlos Izquierdoz, Sasha Marcich, Dylan Aquino, Agustín Cardozo y Franco Watson. Atlético Mineiro falló mediante Hulk, además de otros 2 remates, lo que dejó la tanda 5-4 a favor de Lanús. Gracias a eso, Lanús se coronó campeón de la Sudamericana por segunda vez en su historia.
Guitarras y gol





















