“Hay que verlo con paciencia”

Me encontraba viendo el juego de fútbol femenino entre Canadá y Ecuador, válido por los Juegos Panamericanos de Toronto. Una nueva goleada sufrieron las muchachas tricolores (5-2 favorable a las anfitrionas), haciendo fuerza porque les vaya bien, aplaudiendo su entrega y sus buenas jugadas, así como lamentándome el sinnúmero de fallas.

Mientras se desarrollaba el partido, el comentarista que transmitía el juego, por la cadena Directv Sports y me parece, de origen chileno, emitió este comentario: “es un fútbol diferente, hay que tener paciencia para verlo”. Dicho comentario creo yo, trato de mezclar una expresión que al periodista le salió “del fondo del alma”, moldeándolo con inteligencia para no despreciar el evento a transmitir y no caer en el hoy por abominable sacrilegio del machismo. De mi parte, la frase me marcó muchísimo.

¿Por qué “hay que verlo con paciencia”? Evidentemente, hay un abismo en cuanto a fundamentos y técnica entre el fútbol masculino y femenino, así como en la mayoría de deportes que cuentan con competencias separadas entre géneros. En el caso del fútbol es lógico, pues muchas naciones, como la nuestra, la práctica profesional de fútbol recién va formándose y en otros lados, es inexistente.

Mucho desorden táctico, pifias terribles al contacto con el balón y dificultades para controlarlo, además de los horrores en fundamentos en el arco que producen varios goles para mandarlos al conteo de los “bloopers” del noticiero, aunque en otras, vemos anotaciones de poema. Por otro lado es elogiable el espíritu del fútbol de chicas en el que hay más ganas de correr tras el balón y casi nada de “sobreactuaciones” que en el fútbol masculino de alta competencia solemos deplorar.

Puede, como varón heterosexual, que te falte paciencia para ver fútbol femenino, pero la misma te llega a caudales cuando ves esto

Alex Morgan

Ciertamente la belleza de algunas futbolistas nos llama la atención. En la final del mundial femenino, disputada la semana pasada, muchos preferimos ver el espectáculo de ver correr a Alex Morgan, la recia defensa de Julie Johnston o las enormes atajadas de Hope Solo, a tratar de disfrutar el lucido toque de balón de la selección japonesa, de quienes se dice, son una especie de “Barça femenino” (y perdonen si para alguien blasfemo). Las chicas asiáticas ganaron el mundial 2011 y en este disputado en Canadá, las americanas lograron su “venganza” al golear 5-2. Cuatro goles de Estados Unidos se concretaron en un cuarto de hora inicial avasallador.

Si hablamos de éxito comercial, el mundial canadiense estuvo muy lejos del fenómeno paralizante que significan los mundiales masculinos de fútbol. Normalmente se vio gradas a menos de la mitad y por lo menos, la final tuvo un estadio prácticamente lleno, recordando también, que Vancouver, donde se escenificó el juego final, queda muy cerca de Estados Unidos. Alguna vez, Sepp Blatter mencionó algo así como que el fútbol femenino necesita de “uniformes más atractivos” con mucha torpeza. En el fondo de nuestros seres, bien que lo quisiéramos, pero el chiste es que mejore el espectáculo primigenio, o sea, el juego.

Finalmente, hay que mencionar los abismos existentes entre distintas federaciones. En este mundial, una víctima de dichas diferencias fue Ecuador, cayendo inmisericordemente goleado por Camerún y Suiza. Ese tipo de resultados abultados, de seis goles o más no son extraños en estas competencias. De nuevo la escasa profesionalización de la actividad juega su rol. La organización y sobretodo, la mediatización y comercialización de los mismos, forzarán a mejoras en varios países, esperemos que uno de ellos sea el nuestro, impulsado porque al menos, la clasificación de la tri femenina al mundial de fútbol fue épica e histórica.

Mientras tanto. Seguiremos intentando “ponerle paciencia” viendo los partidos de los Panamericanos por ejemplo, a mí al menos me resulta refrescante, distinto, a pesar de las desprolijidades.

Liga se llevó la etapa con con triunfo dramático

Liga Deportiva Universitaria derrotó 1-0 a El Nacional en juego disputado por la última fecha de la primera etapa del torneo ecuatoriano de primera división.

Liga sorprendió con la inclusión de dos puntas: Castillo y Mina. Tal como jugaba al inicio de la temporada, mientras los criollos prefirieron tomar precauciones poniendo dos volantes de corte como Mosquera y Guerra. Estadio lleno y con algo de supremacía alba en las grads, el escenario ideal para una definición dramática.

La “U” arrancó el juego presionando, pero encontró a la zaga militar concentrada y sus ataques no inquietaban a Bone. Durante los primeros 10 minutos partido fue haciéndose fue parejo, pero la insistencia de Cevallos y Morales comenzó a dejar espacios en área rival. El único gol llegó con cobro penal de Diego Morales (19 min.) tras falta de Morante sobre Quinteros.

Luego del tanto, el trámite del encuentro fue bastante más tranquilo para el cuadro albo, pues el manejo de balón de Nacional era poco contundente y cada contra universitaria reportaba algo de peligro. Para la media hora, el juego varió de un brioso inicio a una aletargado desarrollo con pocas emociones. Era bueno lo de los carrileros criollos Almache y Chalá, sin embargo sus centros eran normalmente cortados.

En Nacional, Méndez salió tempranamente lesionado y la entrada de Lara de hecho, dio más dinamismo al ataque de los rojos, quienes también probaban de media distancia, demostrando el buen oficio de Domínguez, quien se encuentra en un gran momento en el arco. El final fue brusco, Liga trataba mejor la pelota y los jugadores criollos cortaban las acciones con reiteradas faltas que costaron tarjetas amarillas.

El segundo tiempo inició con el local tomando la iniciativa y claramente se veía que el plan de Liga era esperar con orden el embate criollo. Al principio, sin pasar mayores apuros, pero promediando el minuto 60, los centros que llegaban de Pabón y Palacios por el costado derecho, empezaban a hacer daño en área universitaria.

Viendo la mayor posesión de balón, Insúa se jugó por la inclusión de un delantero más como Márquez, en lugar de un volante de marca. Este movimiento abrió el juego y si bien, Nacional le tuvo más “contra las cuerdas” a Liga, dejó espacios en su medio sector, permitiendo contragolpes más peligrosos en la “U”, brillando especialmente “cachete” Morales en la conducción de los mismos.

Los minutos finales fueron de mucho drama y en ambas áreas había poco arresto físico, contra la angustia que vivían principalmente los hinchas albos que eran conscientes que un empate los dejaba fuera de la final y de la Copa. No fue tal y el cuadro universitario obtuvo el triunfo que le parmitió ganar el primer semestre de la temporada.

Es así como Liga Deportiva Universitaria al ganar la etapa consigue: disputar la final del torneo ecuatoriano 2015 de primera división, así como jugar la Copa Libertadores 2016 desde la fase de grupos.

NAC: Adrián Bone; Luis Luna (TA 45’), Eduardo Morante, Anderson Ordóñez; Joel Almache (José Pabón 45’), Marco Mosquera (TA 67’) (Cristian Márquez 69’), Franklin Guerra (TA 38’), Edison Méndez (Cristian Lara 33′), Aníbal Chalá; Pablo Palacios, Miguel Álvarez
LDU: Alexander Domínguez (TA 48’); José Madrid, Norberto Araujo, Luis Romero, Pervis Estupiñán; Fernando Hidalgo, José Cevallos, José Quinteros (Néicer Reasco 89’), Diego Morales (Luis Cangá 92+’); Miller Castillo, Narciso Mina (TA 64’) (Luis Congo 67’)
goles: Morales 19′ (P)

Figura: Diego Morales

Calificaciones Nacional:
Bone 6
Luna 5
Morante 4
Ordóñez 6
Almache 6
Mosquera 5
Guerra 6
Méndez 6
Chalá 6
Palacios 5
Álvarez 3
Lara 6
Pabón 6
Márquez –

Calificaciones Liga:
Domínguez 7
Madrid 6
Araujo 7
Romero 7
Estupiñán 6
Hidalgo 6
Cevallos 6
Quinteros 7
Morales 7
Castillo 5
Mina 5
Congo 5
Reasco –
Cangá –

¡La tiene de nieta!

Una de las semifinales de la competencia femenina del torneo de tenis de Wimbledon de este 2015 enfrentó a Serena Williams con Maria Sharapova. Por los nombres, se podría decir que este es un enfrentamiento clásico del deporte blanco, pero más bien, yo me atrevería a decir que es “la clásica victoria de Serena sobre Masha”.

El resultado fue contundente. Victoria de la estadounidense Williams por 6-2 y 6-4, casi sin despeinarse, incluyó tres quiebres de servicio de Serena contra ninguno de Sharapova. De hecho, el primer juego del partido ya fue un quiebre de la Williams que con esto, impuso sus condiciones desde un inicio y la tenista rusa nunca dio mayores pistas de recuperación luego del mazazo inicial.

¿Por qué le digo “la clásica victoria”? Las estadísticas son contundentes, en 20 ocasiones que se han enfrentado ambas tenistas, 18 veces han sido triunfos de Serena Williams y tan solo 2 de Maria Sharapova, una de ellas, la célebre final de Wimbledon 2004, cuando Masha sorprendió al mundo derrotando a una Serena que ya era una muy reconocida tenista, mientras la rusa con 17 años y ese campanazo, daba un paso firme en la élite mundial.

Aquella gran sorpresa hacía suponer que se erigía una gran estrella, de hecho, en el WTA Tour Championship de ese mismo año, Sharapova vuelve a imponerse, pero la verdad es que Serena Williams desde aquel entonces, le ha tenido pisado el poncho, ganando casi siempre que se enfrentaron y varias veces por marcadores contundentes, como aquel aplastante 6-0 6-1 de los Olímpicos de Londres.

Es casi una cuestión psicológica, a Masha pareciera venírsele el mundo encima cada vez que tiene que enfrentar a Serena y la última semifinal de Wimbledon fue una prueba de ello, perdiendo el primer game con 2 dobles falta y con ello, prácticamente quedando derrotada en espíritu para el resto del partido. El aura de Williams parece perseguirla y evitar que finalmente, pueda quedarse con el número 1 del ranking.

Hay que decir una cosa, Serena Williams se ha convertido en una formidable tenista, quien supo amalgamar su virtud primigenia que era su fuerza física, con gran capacidad estratégica y psicológica y hoy por hoy, está muy cerca de quebrar records de las “todopoderosas” Martina Navratilova o Steffi Graf. No solo para Sharapova, sino para cualquiera es casi misión imposible vencerla en los actuales momentos.

De todas maneras, la querida Masha (especialmente por nosotros, el público masculino), ha sabido demostrar su grandeza como deportista, haberse recuperado de su problema en el hombro y volver a la élite tras unos opacos y casi sentenciantes años 2009 y 2010, habla muy bien de ella. De que no solamente es una cara bonita para vender boletos y derechos de TV.

Canciones de las gradas (parte 1)

Vamos a inaugurar esta sección con un tema que seguramente todos lo cantaron aunque sea en torneos intercolegiales. Tal vez su melodía es muy famosa a nivel mundial, pero no muchos deben acordarse de donde proviene. A menos que sea un enfermo melómano ochentero.

Si usted por ejemplo, es hincha del Deportivo Quito y frecuenta la preferencia del Atahualpa, debe haber cantado: “¡oh!, Quito corazón… corazón, corazón, Quito corazón…” y debe haber escuchado una entonación similar en barras de rivales o en el fútbol internacional. Entonces, va a reconocer al paso la canción de la que vamos a hablar en esta ocasión.

“Pop Goes The World” es un tema de la agrupación canadiense de pop de sintetizadores “Men Without Hats”, que formó parte del disco homónimo de la canción (o sea, también se llama “Pop Goes The World”) y se publicó en 1987, siendo éste, el primer corte con el que se promocionó dicho disco. Terminaría siendo el tema más popular de aquel álbum.

Efectivamente, la melodía de este tema es utilizado a nivel mundial por barras como la de River Plate de Argentina (oh, vamos River Plate…) Lo usan también Inter de Porto Alegre, Yokohama Marinos, media Europa, etc. Seguramente usted lo cantó, pero la idea de la canción original es remota, así que ahí le va el inserto de You Tube

El cantante tiene una onda muy «Rubén Insúa», ¿no? 😀

La onda, tanto del disco como de la canción, es bastante infantil y lúdica, con mucho uso de samplers y sintetizadores que en los años 80 estaban tan de moda. La temática de las letras es la historia ficticia de “Jenny” y “Johnny” y su ascenso a la fama con una banda musical de pop. Tal vez sería el último hit mundial de este grupo (alcanzó el número 1 en las listas de Austria), mientras que la popularidad de los “Men Without Hats” se fue cayendo a finales de los 80. Su tema más famoso es el bastante difundido “Safety Dance”.

Tal vez los “hombres sin sombrero” como diría el chiste de Los Simpson ahora sean “hombres sin empleo”, pero casi sin querer, contribuyeron a la cultura futbolera y al menos, debe ser recordado este tema en su versión original por un mínimo acto de gratitud.

Liga sin invicto, Emelec aún con vida en el torneo ecuatoriano

Emelec derrotó 1-0 a Liga Deportiva Universitaria en juego postergado disputado por la fecha 18 del torneo ecuatoriano de primera división, en el George Capwell de Guayaquil.

Liga sorprendió con una línea de tres nada habitual en la temporada 2015 en cuanto a defensa. Los eléctricos en cambio, no contaron con varios de sus seleccionados nacionales, lo que viene experimentando desde el reinicio del torneo tras el receso de la Copa América. La idea en la “U” era clara: buscar ese punto que le permita quedarse con la etapa.

El arranque del partido entonces, fue cortado, pero dicha propuesta sorprendentemente, era de los eléctricos, hasta que trataron de buscar abrir el partido por el costado izquierdo con incursiones de Giménez especialmente, cuyas corridas y centros trataban de ser capturados por los atacantes azules. Cuando se buscaba el centro, generalmente triunfaban los defensas de Liga en el anticipo.

Tras la insistencia por el costado izquierdo del local, Quinteros tuvo que aplicarse en la marca, en consecuencia de su trabajo, fue amonestado tras una fuerte falta. Bajo esta condición, Emelec siguió insistiendo por ese costado y a veces, se animaba el juvenil Rodríguez por derecha, siendo más peligroso el bombillo en los momentos en los que tocaba a ras de piso, por arriba era muy difícil conectarse con sus delanteros.

Pasado el minuto 35, Liga comenzó a animarse cuando su medio sector robó constantemente balones al local para que Cevallos y Matamoros causen estragos en el borde del área, más el apoyo por los costados de Quinteros y Estupiñán que dejaban de lado sus labores defensivas. Para los minutos finales por lo menos, mantuvieron lejos de su arco al bombillo.

Para el segundo tiempo, el local ingresó a la cancha a Burbano y un par de minutos después a Ángel Mena, quien volvía a la actividad tras pasar lesionado más de un mes. El objetivo era darle más ideas al ataque millonario que lucía incipiente en los minutos finales del primer tiempo e inicios del segundo. Los cambios tardaron en surtir efecto.

Promediando el minuto 65, Emelec tenía encerrado a Liga en su área, siendo muy solvente la labor de los zagueros universitarios y también, algo ayudaba la fortuna con remates a los postes y desviados por parte de la gente de azul.

Pasaban los minutos y Liga llegaba a un juego cada vez más hermético y pocas veces se atrevía a contragolpear e incluso, fue preferible ingresar a un volante de primera línea como Intriago, en tanto que a Emelec se le acababa la paciencia y la figura de Domínguez en el arco crecía. Parecía que la “U” se llevaba el punto y la etapa, pero Fernando Pinillo (92+ min.) de cabeza, anotó el agónico gol tras centro por derecha de Burbano.

Emelec necesita vencer en sus dos juegos restantes y esperar que Liga pierda frente a Nacional para ganar la etapa. A la “U”, con un empate antes los criollos, le bastará para el mismo objetivo.

EME: Esteban Dreer; John Narváez (TA 46’), Jorge Guagua, Fernando Pinillo (TA 92+’), Oscar Bagüí; Pedro Quiñónez, Henry León (Mauro Fernández 72’), Raúl Rodríguez (Robert Burbano C. 45’), Fernando Giménez; Marco Mondaini (Ángel Mena 57’), Luis Escalada
Goles: Pinillo 92+’
LDU: Alexander Domínguez; Luis Cangá, Norberto Araujo, Luis Romero; José Quinteros (TA 23’), Fernando Hidalgo, José Cevallos (TA 88’), Pervis Estupiñán; Diego Morales (Jéfferson Intriago 82’) (TA 89’), Hólger Matamoros (TA 72’) (Miller Castillo 72’); Narciso Mina (Michael J. Quiñónez 65’)

¿Es éste el ocaso de Rafa?

Evidentemente, este no es un artículo político (?)

El pasado 2 de julio y apenas jugándose segunda ronda del torneo de Wimbledon, Rafael Nadal, quien es uno de los tenistas más prestigiosos del Siglo XXI y probablemente de la historia de este deporte, cayó frente al prácticamente desconocido Dustin Brown, tenista alemán que llegó al cuadro principal vía qualy.

El año no pinta nada bien para el español, en 2015, por primera vez en 10 años, salió del top 5 del ranking ATP, para verlo en un extraño décimo puesto, al menos extraño para mí, que cuando supe de su existencia, ya ganó el Roland Garros, allá por ese mismo 2005, para volver a ganarlo nueve veces más, en un hecho sin precedentes.

¿A qué se debe esta tremenda caída en el ranking? Nadal ha tenido una pésima temporada, al menos para sus estándares. En su superficie favorita, la tierra batida, apenas ha ganado un torneo en el 2015, el ATP de Buenos Aires, quedando en el camino en torneos que defendía título como Madrid, una final como Roma y eventos en los que ha sido vencedor múltiples ocasiones como Montecarlo o Barcelona. La derrota más dura tal vez sería los cuartos de final del Roland Garros ante Stanislas Wawrinka, quien posteriormente se haría del título del Grand Slam francés. Está caída significó el descenso al décimo puesto ATP para el oriundo de Mallorca.

¿Qué pasa entonces con Nadal?, ¿un natural ocaso producto del trajín de la carrera profesional y su edad? No podría ser tan así, pues con 29 años, todavía no se lo podría considerar un veterano. A finales de 2014, Nadal estuvo ausente buena parte de la temporada de superficie dura y fin de año debido a la lesión en su muñeca y para tratarse una apendicitis. Recordemos que en estos últimos 10 años, el español no estuvo entre los dos primeros básicamente cuando algún impedimento físico no le permitió defender torneos y puntos.

¿Qué habrá en cuanto a motivación? En una entrevista concedida al diario ABC de España, el abarca el mal momento que implicaba apenas, el inicio de este 2015, normalmente enfatizando la pasión que siente por el deporte y por cada juego que disputa. Pero el título de la nota destaca un “debo estar tranquilo, mi carrera ya está hecha”, que tal vez, podría ser alarmista e intentar decir que ya Rafa perdió “el ojo de tigre”, mas al releer la entrevista, es difícil que él insinúe eso.

Es un mal momento, como lo pueden tener todos, tal vez está pagando piso por el esfuerzo sobre humano al que lo hemos visto someterse en cada torneo al que llega a cada “bola imposible”, para contestar con su característica y descomunal fuerza. Recordemos que hace un apr de años ya lo dimos a Roger Federer por jubilado y se recuperó y volvió a dar pelea. Habrá que ver si Rafael Nadal recompone y nos da otro par de años excelentes hasta que llegue la hora de colgar la raqueta.

Liga sigue puntero e invicto a falta de una fecha

Liga Deportiva Universitaria derrotó 1-0 a Aucas en juego disputado en Ponciano por la fecha 21 de la Copa Pílsener.

Los primeros minutos tuvieron más activo al cuadro oriental en cuanto al ataque. Las insinuaciones de Padilla, buscando a Marcarié y Villacrés, eran la tónica del inicio de juego, mientras a los albos les costaba salir del asedio.

Hacia el minuto 20, Liga buscaba responder al inicial asedio de Aucas y en los pies de Cevallos se gestaban las jugadas que pocas veces pasaban cerca del arco o llegaban siquiera, a los pies del delantero Mina. En el otra área, el cuadro “indio” era más peligroso por el costado derecho y generalmente, con el control de balón.

Pasado el minuto 30 y a pesar que gente como Morales no tenía un buen juego, era Liga quien ponía más peligro en el arco rival, aunque con contragolpes y apelando a intentos individuales de Cevallos o Matamoros. Mina aparecía esporádicamente y Aucas tenía a Salaberry muy atento. Aucas había aflojado su presión y casi al final del primer tiempo, José Quinteros (44 min.) inauguró el marcador para los albos, empujando el balón tras dos rebotes del portero Blázquez.

El volver a la cancha con ventaja planteó un panorama cómodo al equipo universitario. El gol “soltó” al choclo Quintero y la “U”, llegaba bien por los costados ya que por izquierda Matamoros causaba estragos, aunque cuando se querían culminar las jugadas en el centro del área, estaban listos los zagueros orientales.

Liga trató de refrescar líneas en su sector ofensivo buscando aumetnar el marcador, pero poco pudieron hacer Uchuari y Congo, frente a un cuadro «indio» que siguió presionando desde medio sector para llegar como un bloque sólido al arco de Viteri y buscar el tanto del empate. Lastimosamente para sus intereses, este juego se diluía al pisar el área. A Padilla y compañía, se les acabó el combustible.

El final del juego fue poco atractivo y conveniente para la «U», pues con un rival cuyas ideas se acabaron, manejaron a placer el ritmo del aprtido hasta esperar el pitazo final que indicó que siguen punteros e invictos.

LDU: Daniel Viteri; José Madrid (TA 10’), Norberto Araujo, Luis Romero, Pervis Estupiñán; Fernando Hidalgo, José Cevallos E.; José Quintero, Diego Morales (Jéfferson Intriago 88′), Hólger Matamoros (TA 1′) (Jonny Uchuari 70’); Narciso Mina (Luis Congo 76’)
Goles: Quinteros 44’
AUC: Sebastián Blázquez; Darwin Suárez (Angel Ledesma 79′), Santiago Mallitasig (TA 18’), Horacio Salaberry, Miguel Ibarra (TA 76’); Nelson Lara (TA 33’) (Omar Pilataxi 63′) (TA 69′), Cristian Hurtado, Jairo Padilla, Omar Andrade (Nea Padilla 72’); Juan Marcarié, Juan C. Villacrés

¡Chile Campeón de América!

Chile consiguió su primera Copa América en esta edición disputada en su país. La final terminó en tiempo reglamentario más alargues 0-0 en el juego contra Argentina disputado en el Nacional de Santiago. La igualdad llevó al encuentro a definirse en penales, en los que la selección de camiseta roja venció 4-1

Un comienzo tenso, sin claro dominador tuvo el juego que inició con la impresionante carga emocional de la ceremonia de himnos. Cerca del minuto 10, el local imponía su presencia subiendo en bloque, tanto los laterales Isla y Beausejour, como Aránguiz y Díaz, buscando conexión con los delanteros y dando algo de trabajo al portero argentino Romero.

La presión chilena del primer cuarto de hora hacía difícil que el mediocampo albiceleste se ordene. Era buena la labor de Demichelis y Otamendi para evitar que Sánchez y Vargas queden frente al arco. Promediando el minuto 20, Messi pudo tener más tiempo el balón para juntarse con Agüero y liberar la presión inicial de la roja.

En el minuto 28, Agüero cabeceando solo, perdió la oportunidad de marcar ante una brillante atajada de Bravo. Chile tenía el balón, pero la marcación en el borde de área argentino era muy eficiente. Chile se empezó a desordenar en medio campo y Mascherano con Messi, que bajaba unos metros, superaban en presencia a Aránguiz y Díaz, con lo que Argentina pudo avanzar más de cara al arco.

Los últimos minutos del primer tiempo fueron muy recios, bastante pierna fuerte, en especial del lado argentino y mucho nervios en un primer tiempo dominado por las ganas, el orden táctico y la tensión, aunque también por qué no decirlo, de buen fútbol.

Chile volvió a presionar a fondo en el inicio del segundo tiempo. Lucieron Valdivia y Aránguiz más solidarios con la marca y del lado argentino, era cada vez más improductiva la labor de Agüero mientras intentaban la contra, pues la escuadra araucana lo iba llevando más a su área. Otamendi mantuvo un gran nivel anticipando las jugadas de ataque del anfitrión.

Argentina tenía problemas en la media cancha, Isla superaba constantemente en la banda a Rojo y Biglia tenía una participación pobre. Del lado local, Vidal no tenía su mejor partido y el ataque se concentraba en los laterales buscando a Alexis que tenía que retroceder bastante, mientras Vargas entraba poco en acción.

Argentina trató de volver al control de medio sector con Banega y el juego se puso más cortado, siendo los minutos finales, lo mejor de Argentina incluyendo llegadas de Higuaín, quien entró en el ataque para sumar fuerza en el área y cerca del final del tiempo reglamentario, perdió una clara opción de gol casi frente al arco, tras pase de Lavezzi.

Argentina lució más sobrio en el primer suplementario, con posesión de balón especialmente. Ya se evidenciaban estragos físicos en buena parte del seleccionado chileno y en Lavezzi por parte de Argentina. Sánchez perdió solo cerca del final de este tramo, la posibilidad de anotar el tanto del triunfo.

En el segundo suplementario el rigor del juego pasó factura a Messi, Mascherano y Aránguiz. Se jugó un ida y vuelta comprensiblemente desprolijo por el desgaste físico, lo que eso sí, le daba más nervio al partido. Se fue entonces, el juego a la tanda de penales.

Alexis penal

Ya en la ronda de lanzamientos penales, Higuaín y Banega perdieron su oportunidad, mientras que todos las ejecuciones chilenas fueron acertadas, llevándose el título de América

CHI: Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel (TA 33’), Francisco Silva (TA 23’), Jean Beausejour; Charles Aránguiz (TA 86’), Marcelo Díaz (TA 43’), Arturo Vidal; Jorge Valdivia (Matías Fernández 74’); Alexis Sánchez, Eduardo Vargas (Angelo Henríquez 94´)
ARG: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Martín Demichelis, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo (TA 54’); Lucas Biglia, Javier Mascherano (TA 55’), Javier Pastore (Ever Banega 80’) (TA 91’); Lionel Messi, Sergio Agüero (Gonzalo Higuaín 74’), Ángel Di María (Ezequiel Lavezzi 28’)

Penales Chile.- Convirtieron: Fernández, Vidal, Aránguiz, Sánchez
Penales Argentina.- Convirtió: Messi. Desviado: Higuaín. Atajado: Banega

Calificaciones Chile:
Bravo 8
Isla 8
Medel 7
Silva 7
Beausejour 6
Aránguiz 7
Díaz 7
Vidal 5
Valdivia 6
Sánchez 6
Vargas 5
Fernández 6
Henríquez –

Calificaciones Argentina:

Romero 7
Zabaleta 7
Demichelis 7
Otamendi 8
Rojo 5
Biglia 5
Mascherano 7
Pastore 7
Messi 6
Agüero 5
Di María –
Lavezzi 6
Higuaín 5
Banega 6

Perú «alcanzó el bronce» en Copa América

Perú derrotó 2-0 a Paraguay en juego disputado en Concepción por el tercer puesto de la Copa América 2015.

Un partido que arrancó con poco ritmo, siempre con el cuadro peruano manejando mejor el balón e intentando con remates de media distancia, llegar al arco guaraní. De todas formas los primeros 20 minutos no tuvieron emociones mayormente relevantes.

Mientras tanto, Paraguay buscaba hacer daño con las subidas de Samudio por izquierda aunque en verdad, estuvo lejos de causar preocupación en el arco peruano. Yordi Reyna y Cueva buscaban juntarse con Carrillo y Guerrero, mas normalmente, se encontraron con una defensa rival bien ubicada. No fue un primer tiempo con mucho espectáculo

Apenas iniciado el segundo tiempo. Perú abrió el marcador con un remate rasante de André Carrillo (47 min.) quien aprovechó el desconcierto generado en área paraguaya por una serie de rebotes fruto de un córner. El gol asentó al cuadro de Gareca y puso mayor peligro en el área de la “albirroja”.

Ramón Díaz advirtió la arremetida peruana e hizo varios cambios en el mediocampo que surtieron efecto y pasado el minuto 65, el juego se volvió de ida y vuelta. De hecho, un par de minutos después, eran los guaraníes quienes arrinconaban a su rival en el área, procurando el empate. Las salidas de Perú eran escasas hasta el minuto 80.

Perú en los minutos finales se fue haciendo más peligroso y llegó el segundo tanto cuando Paolo Guerrero (88 min.) anotó luego de gran corrida y pase de Carrillo. La selección peruana consiguió el tercer puesto de la competición, al igual que la edición de 2011.

tomada de www.rpp.com.pe

tomada de www.rpp.com.pe

PAR: Justo Villar; Marcos Cáceres, Paulo Da Silva, Pablo Aguilar, Miguel Samudio (TA 37’); Víctor Cáceres (Lorenazo Aranda 58’), Osvaldo Martínez (Edgar Benítez 56’), Néstor Ortigoza (Richard Ortiz 63’), Raúl Bobadilla; Lucas Barrios, Oscar Romero
PER: Pedro Gallese; Luis Advíncula; Carlos Ascues, Cristian Ramos, Juan Vargas; Carlos Lobatón (Yoshimar Yotún 57’) (TA 84’), Josepmir Ballón, Cristian Cueva, Yordi Reyna (Joel Sánchez 83’) (TA 87’); Paolo Guerrero, André Carrillo (Paolo Hurtado 89’)
Goles: Carrillo 47’ Guerrero 88’

El orgullo de Filadelfia

Hablar del cine a través de la historia, muchas veces resulta ser tremendamente enriquecedor, no solo porque vemos plasmadas tramas que alguna vez soñamos de niños, y vemos los imposibles recreados por un grupo de personas que nos llenan de coraje y valentía para afrontar situaciones similares en la vida, siempre teniendo en cuenta que no se trata de nada más que de ficción. Películas basadas en historias reales, fantasías, caricaturas, han logrado aportar y enriquecer nuestra cultura a través de los años. Cuando hablamos de películas que marcaron épocas en su género, como la saga de “Star Wars” en el género de ciencia ficción o “El Padrino” en historias basadas en hechos reales, es imperante hablar de la saga de Rocky Balboa, como un ícono del orgullo americano desde su inclusión en la década de los 70s, hasta la actualidad. En esta ocasión, me gustaría tomarme un tiempo para analizar el desarrollo del personaje a través de la parte más importante de la saga, desde un inexperto boxeador a punto de retirarse hasta un campeón y héroe nacional.

En el inicio de la saga vemos a un boxeador de 31 años, demoledor, pero muy pobre en técnica, peleando por unas cuantas monedas y trabajando como “cobrador” para un prestamista local. Mickey Goldmill (propietario del gimnasio donde entrenaba) siempre le recriminó que poseía corazón para ser un gran boxeador, pero desperdiciaba su vida trabajando como matón. La suerte de Rocky cambia de la manera más inesperada, cuando Apollo Creed (Campeón mundial de los pesos pesados) planea en darle una oportunidad a un boxeador local de Filadelfia. Aleatoriamente se decidió por Rocky, considerando que su apodo “Italian Stallion” (Semental Italiano) representaba la oportunidad que brinda EEUU a los inmigrantes extranjeros de hacer sus sueños realidad. Mick decidió entrenar a Rocky para darle una pequeña oportunidad de resistir ante el campeón mundial al menos unos cuantos rounds, pero Rocky estaba convencido que si lograba aguantar quince rounds con Apollo, lograría ser alguien en su vida finalmente. Luego de una pelea colosal, Apollo lo vence por decisión de los jueces al decimoquinto round. Paralelamente a esto, se empieza a desarrollar una historia de amor entre Rocky y Adrian, la hermana de Paulie su mejor amigo; este detalle agrega drama a la primera cinta dando inicio a una larga saga con todo tipo de emociones.

En relación a la primera película, vemos un desarrollo importante del personaje en la segunda parte de la saga. Rocky decide retirarse al haber logrado salir del anonimato, pero fracasa realizando comerciales y la vida de celebridad resulta ser mucho para él. Apollo reta a Rocky nuevamente para demostrar al mundo que puede vencerlo convincentemente, a lo que Rocky inicialmente se niega. Luego de presionarlo a través de la prensa, familiares, y amigos, finalmente logra llevarlo al ring nuevamente. Observamos nuevamente una preparación importante a nivel físico, con más madurez, y esto es reflejado nuevamente en el ring cuando por KO, vence al campeón vigente en el decimoquinto round. La transición a la tercera parte de la saga es muy importante porque refleja realmente una madurez en el personaje principal. Rocky es una celebridad, sabe manejar su fama y fortuna. Disfruta estar en la cima de todo, pero perdió lo más importante para un luchador: el hambre de gloria. Aquí es cuando Mr. T con su personaje, Clubber Lang, juega uno de los papeles más básicos pero influyentes en toda la saga. Siendo un completo salvaje e intratable animal de la destrucción, reta a Balboa por el título. Rocky confiado, decide enfrentarlo pero no sin antes ser advertido por Mick, que esta vez no sería tan fácil, y que Lang lo noquearía sin mayor problema. Previo a la pelea, Mickey sufre un paro cardiaco. Rocky enfrenta a Lang sin poder dejar de pensar en el estado de su mentor. Balboa pierde la pelea por KO en el segundo round, al mismo tiempo que Mickey daba sus últimas exhalaciones. Durante un tiempo, Rocky vive una etapa de confusión muy profunda, donde no confía más en su capacidad de recuperar el título y el hambre de gloria que alguna vez tuvo. En medio de toda esta confusión, Creed decide ofrecer a Rocky una oportunidad de recuperar la gloria.

Creo que este momento marca un giro muy importante en el tercer capítulo de la saga, dado que el entrenamiento que Apollo ofrece a Rocky para poder vencer a Lang determina un punto de inflexión en lo que respecta a la madurez del personaje. Se unen dos estilos diferentes, dos boxeadores distintos, pero similares en su ambición por ganar. Con la ayuda de Apollo, Adrian y Paulie, Rocky logra recuperar la confianza en sí mismo y se somete a un entrenamiento exhaustivo, a fin de adaptar un estilo de boxeo más rápido que pueda contrarrestar a Lang. A diferencia de los entrenamientos con Mickey, Creed se enfocó mucho en que Rocky ganara flexibilidad y velocidad en sus movimientos, empleando ejercicios de natación, sombra, carreras, cuerda, entre otras rutinas atléticas. Rocky regresa al ring con otra motivación, veinte libras menos, y un ritmo endemoniado de lucha. Luego de propinar a Lang toda una lección de boxeo, finalmente logra noquearlo en el tercer round y recupera el título mundial de los pesos pesados.

rocky iii

La intención en la cuarta parte de la saga dista mucho de la trilogía inicial a mi parecer. Se vive un entorno muy politizado, repitiendo la muy usual inclusión de la Unión Soviética como el enemigo número uno de los Estados Unidos. Sin embargo, la película da un giro brutal al momento en que el retador ruso, Ivan Drago, acaba con la vida de Apollo en lo que supuestamente era una pelea de exhibición. Nuevamente vemos a Rocky envuelto en la muerte de un ser querido, y motivado por esto, decide viajar a Rusia con el objetivo de vengar la muerte de su amigo. A criterio de muchos, el entrenamiento infrahumano que realiza en la antigua Unión soviética es lo más épico de toda la saga, dado que es un entrenamiento sumamente rústico y sin el uso de tecnología, apoyado por Duke, el ex entrenador de Creed. A diferencia de Rocky, Drago se preparaba con todo tipo de máquinas e implementos nutricionales para mejorar su rendimiento, lo cual lo ponía muy por encima de cualquier ser humano promedio en lo que respecta a rendimiento físico. El día de la pelea, se puede ver que Rocky no se enfrentaba a una persona, sino a una máquina de 1.96 metros. A simple vista, ver una victoria de Rocky en esta pelea es sencillamente imposible. Nuevamente, desafiando la realidad, Rocky logra derrotar a Drago. Esta pelea marca el fin de Rocky como boxeador, dado que la cantidad y potencia de los golpes recibidos causan un daño cerebral irreversible en él, impidiéndole retomar su carrera profesional de boxeador a nivel élite.

Hay un dilema bastante interesante entre los fanáticos de esta saga. La gran mayoría sustenta que Rocky IV es la mejor película entre las seis. A mi parecer, Rocky III supera en emociones a cualquier otra parte de la saga. ¿Por qué? Sencillo. La muerte de su entrenador de toda la vida, su pérdida de confianza en sí mismo, y el hecho de someterse a un entrenamiento totalmente distinto al que estaba acostumbrado, cambiando su estilo por completo, son elementos cruciales que otorgan una sazón distinta a esta parte de la saga. Hay que considerar también que esta película representa la introducción del tan laureado tema de Survivor: “Eye of the Tiger”, como el lema principal del entrenamiento de Rocky. Sin tintes políticos ni entrenamientos supernaturales, Rocky III representa sin duda la esencia de Rocky Balboa en su totalidad.

 

“Every once in a while a person comes along who defies the odds,

Who defies logic, and fulfills an incredible dream”

Philadelphia Mayor (Rocky III)