Nacional 2017

Una Sinfonía Agridulce

Terminó el 2017 para el Club Deportivo El Nacional con un balance finalmente positivo en su juego. Sin embargo, ese pico de rendimiento alcanzado en las últimas fechas dejó cierta sensación de insatisfacción ya que el acceso a Copa Sudamericana pareciera saber a poco debido al juego desarrollado.

Habrá que recordar como fue el inicio de los rojos de la presente temporada. Tras la dolorosa eliminación en su breve retorno a Copa Libertadores, el equipo atravesó por un bache futbolístico explicable porque ya no contaba con varias figuras del año anterior, así como por un rendimiento inferior al esperado de quienes quedaron. Ante esto, los resultados eran poco halagadores y el equipo criollo llegaba a junio con tan solo un triunfo y comprometido seriamente con el descenso. Sin embargo, hacia el fin de la primera etapa pareció enmendarse.

Nacional supo encontrar un once ideal y un par de relevos que tal vez no eran los suficientes ya que el plantel en sí es corto. De todas maneras, su hinchada y la prensa especializada ya podía recitar prácticamente de memoria una alineación: Johan Padilla; Rinson López, Frankin Guerra, Luis Segovia, Edder Fuertes; Roberto Garcés, Jonathan Borja; Manuel Balda, Adolfo Muñoz, Alejandro Villava; Bryan De Jesús (Miguel Parrales). El Director Técnico, Eduardo Favaro, había empezado a acumular críticas, pero supo dar un golpe de timón para esbozar un equipo que dio seria pelea.

En el arco fue consolidándose Johan Padilla como un arquero en quien confiar con magníficos reflejos y excelente ubicación, tal vez aún costándole la salida en el juego aéreo como suele pasar con los porteros ecuatorianos. Además de atajar pelotas claves en momentos decisivos de varios partidos, se trata de una figura carismática que se ganó el cariño de la hinchada. Es sin duda importante que su renovación haya sido tratada a tiempo.

El gran problema de Nacional en este 2017 fue su defensa. En el año encajó 62 goles, lo que está bastante distante de lo conseguido por los clubes que ocuparon los primeros lugares del torneo. Franklin Guerra y Luis Segovia normalmente ocuparon los puestos del centro de la zaga y tuvieron problemas físicos como de suspensiones por a veces no saber controlar su temperamento, por lo que Javier Quiñónez fue el primer reemplazante. Hacia el final del año llegaron a la solidez necesaria para conseguir los puntos que permitieron soñar con una disputa del título. Rinson López por derecha y Edder Fuertes por izquierda fueron los carrileros que cumplieron una labor importante marcando y elaborando fútbol ofensivo.

Sin embargo, los elogios para la tropa de Favaro van de mediocampo hacia arriba. Con un osado planteamiento que llevaba un solo volante central, la responsabilidad cayó en Roberto Garcés para ese puesto. El “gato” reguló los hilos y tiempos del conjunto militar con el aplomo de un veterano. La creación de fútbol ofensivo estuvo a cargo de Manuel Balda, Jonathan Borja y Alejandro Villalva, quienes lograron desarrollar un juego coordinado, armónico y vistoso que condujo a Nacional no solo a ser un rival temible, sino que a la vez era elogiado por propios y extraños. El toque de primera, la precisión en velocidad que mostraron en los últimos meses del año fue de lo más destacado del mismo. Para el relevo estuvo la experiencia de Pedro Larrea, Daniel Samaniego y Cristian Cordero.

El Nacional fue el cuadro más goleador de la temporada regular con 73 goles a favor. Distinción que hace rato largo ya no la tenía y fue lograda gracias a toda la generación de fútbol ofensivo de la cual fue nexo Adolfo Muñoz, quien compartió tareas con el medio sector con talento y energía, apoyando al atacante en punta que fue Bryan De Jesús en algún momento y Miguel Parrales mientras estuvo en plenas condiciones físicas. Tanto De Jesús como Parrales fueron de menos a más, aprendiendo de su posición y convirtiéndose en eficaces goleadores.

Nacional terminó este 2017 con 64 puntos, de los cuales 41 fueron conseguidos en la segunda etapa, lo que habla claramente de las diferencias que hubo entre el primero y segundo semestre del rojo. 14 derrotas en el año suenan a mucho para un equipo que en algún momento aspiró a pelear el título, pero habrá que recordar que tan sólo 5 fueron en la segunda etapa. Los goleadores criollos fueron: Bryan De Jesús con 15 goles, Adolfo Muñoz con 11 y Miguel Parrales con 10 tantos. 12 de los 17 triunfos criollos del año alimentaron el sueño de poder llegar a la final, pero tal vez la caída como local ante Deportivo Cuenca y el empate ante Barcelona también en el Atahualpa fueron los puntos perdidos que al final pesaron para que dicho anhelo se desvanezca.

Se viene el 2018 para los puros criollos con una directiva reelecta en un proceso que fue por lo menos convulsionado y que aún mantiene a la gente interesada en el club con tensión dentro de un año en el que la disputa política colaboró poco con el equipo. Se ha llegado a un acuerdo para la permanencia de Eduardo Favaro en la dirección técnica el cual se supone incluye la capacidad de conservar a la mayor parte del plantel 2017 y en eso parecen estar encaminados. Siendo así, la perspectiva sería optimista para el próximo año en aras de al menos estar en la parte superior de la tabla de posiciones y con la mirada puesta en hacer un mejor papel en el torneo internacional a disputar, en este caso la Copa Sudamericana donde el primer rival será el San José de Oruro.

Foto principal: API

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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