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El Derby del Ecuador

Sabemos que hinchas de otros equipos, principalmente Emelec o Liga nos podrían caer a palos y puede que con razón. Pero el enfrentamiento entre Barcelona SC y El Nacional tiene un especial sentido de ecuatorianidad. Son los clubes de Guayaquil y Quito que más títulos de liga ecuatoriana han conseguido (técnicamente Liga empató a El Nacional, pero vamos a usar un criterio de vicecampeonatos). Es un juego que a su momento definió la supremacía en el fútbol del Ecuador, específicamente en la década de 1980s. Es el partido que más veces se ha disputado por campeonatos ecuatorianos: 244.

Este antecedente lo recreamos para anticipar lo que se viene: un duelo por Copa Libertadores entre canarios y criollos por Segunda Fase. No será la primera vez, este histórico juego ya tuvo lugar en las ediciones de 1983, 1987 y 1993. Tras 32 años se volverán a ver las caras en el mayor certamen de clubes del continente.

 

En 1983 Barcelona y Nacional se emparejaron con los venezolanos Atlético San Cristóbal y Deportivo Táchira. En Quito la victoria fue criolla por 3-1 un 27 de marzo. En Guayaquil los canarios se desquitaron venciendo 2-0 un 24 de abril. Finalmente ninguno de los cuadros ecuatorianos continuó en el certamen.

En 1987 Nacional derrotó a Barcelona en Quito 2-0 un 22 de marzo, la revancha fue favorable para El Ídolo por 2-1 esto el 13 de mayo. El grupo había situado a los clubes ecuatorianos con los paraguayos Olimpia y Sol de América. Finalmente los guayaquileños lo ganaron y avanzaron a semifinales donde no pasaron bien ante América de Cali y Cobreloa.

En 1993 compartieron grupo con los uruguayos Nacional y Bella Vista. De nuevo se inició en Quito con triunfo criollo por 1-0 el 17 de febrero, mientras el 10 de marzo Barcelona obtuvo una contundente victoria 4-0, ese sería el último enfrentamiento copero entre estos clubes. Por el reglamento de ese año ambos equipos avanzaron a octavos de final donde los criollos cayeron ante Sporting Cristal y los canarios superaron a Universitario para luego quedarse ante Católica de Chile.

 

Nacional y Barcelona tienen historias épicas entre ellos. La casaca militar se puede jactar de haber vencido en los 2 años en los que definieron el título en una llave final. En el torneo de 1982 que en realidad finalizó en enero de 1983 El Nacional se coronó campeón cuando se requirió de hecho 3 juegos y en el último en Ambato se impuso 3-0. Que se puede decir del “Monumentalazo” cuando el cuadro quiteño se pudo coronar campeón en el Monumental de Guayaquil tras una ajustada definición y agónico empate 1-1 en 1992.

En el lado amarillo siempre hubo un mito: “para quedar campeón hay que ganar a Nacional en Quito”, como sucedió en la liguilla final de 1980, el cuadrangular de 1991 o aquel impresionante 3-2 de la liguilla de 1997 que en realidad se jugó en enero de1998 remontando un 2-0 en contra que parecía definitivo. Obviamente hay que decir que El Ídolo quedó campeón del Ecuador en esos años citados.

La última vez que Barcelona rivalizó ante un club ecuatoriano por Copa Libertadores fue en la anómala edición de 2020 perdiendo ambos partidos ante Independiente del Valle en fase de grupos. El Nacional tiene que remontarse hasta 1997 cuando cayó en Guayaquil pero venció en Quito a Emelec. Por eventos internacionales los criollos vencieron ambos partidos en Sudamericana 2007 a Olmedo. El 2-0 de Independiente ante Barcelona el 21 de octubre de 2020 es el último partido al momento disputado por Libertadores entre ecuatorianos.

Está llave tendrá grandes expectativas y quizás sea una de las más vistas de la segunda fase de Libertadores 2025 quizás solo por debajo de Alianza Lima vs Boca Juniors. El club criollo viene envalentonado tras una brutal llave que le tuvo siempre al borde de la eliminación con Blooming boliviano. La caída 3-2 en Santa Cruz tras una mala presentación con la fortuna del descuento le dio la ilusión. En Quito el pasado 13 de febrero también arrancó pésimo con gol en contra y viéndose permanentemente superado. Con golazos de Fidel Martínez y Jawer Guisamano alcanzó el 2-1 con el que forzó a los penales en los que salieron victoriosos 4-3. Barcelona arrancó la liga ecuatoriana triunfando como visitante 3-2 ante Manta en un juego que tuvo más sobresaltos de los esperados.

Ojo, el último mano a mano entre estos clubes se escenificó en Copa Ecuador 2022, lo ganó El Nacional 2-1 en llave a partido único en el Atahualpa de Quito.

Una Rivalidad a Muchos Niveles

Hablar de “El Clásico de Quito” puede ser muy intrincado. Hay varios argumentos y parámetros: antagonismos, antigüedad, popularidad, configuración socio económica, en fin. Pero si hablamos estrictamente de palmarés sin duda el juego más importante de la capital de Ecuador es el que se realiza entre El Nacional y Liga Deportiva Universitaria. A los criollos no les cayó nada bien que los universitarios los hayan igualado en suma de trofeos de liga local: 13 en total, lo que obvio, se desequilibra con los logros internacionales del club de la casona. Lo que sí, este choque es sinónimo de historia.

Podríamos decir que sumado a un factor político (estudiantes contra militares) esta rivalidad tiene su punto de inicio en la final del torneo ecuatoriano de 1974. En aquellos días un poderoso club criollo, precuela de la gloria venidera, enfrentó a una Liga que volvía de los avernos del ascenso. La final se estableció a 2 partidos y en el primero Liga venció 2-1 con tantos de los hermanos Jorge y Gustavo Tapia. En la revancha oficiada el 15 de diciembre de 1974 el marcador fue 0-0 y eso significó el segundo título universitario en la historia de los torneos ecuatorianos.

El fútbol quiteño fue dominante en los años 1970s y ciertamente los 80s y algo de los 90s no fueron los mejores años de la “U”. Lo que no evitó que tengan unos momentazos ante la en esos días “máquina gris”: aquel subcampeonato de 1981 que luego de disputar un triangular que terminó en un título para Barcelona SC, disputaron un desempate con resultados de 2-2 y 2-1 favorable a Liga que le valió jugar la Libertadores del siguiente año. En el emocionante cuadrangular de 1990 Liga en la penúltima fecha venció 1-0 a Nacional con agónico cabezazo de Mauricio Argüello, lo que allanó el camino a un título que le había sido esquivo por 15 años.

 

Para finales del siglo pasado, la estadística favorecía notablemente a los criollos, pero se insinuaba que en los partidos decisivos Liga se imponía. Por el formato merengues y criollos buscaban coronarse campeones en tiempos difíciles para la naciónen 1999. Por primera vez se iba a oficiar un juego de estas características en el hoy llamado Estadio Rodrigo Paz Delgado. Nacional se hinchaba el pecho de haber acabado con el invicto de esa locación en 1997 con tantos de Oswaldo De La Cruz y Diego Herrera, ambos ex Liga, pero Eduardo Hurtado hizo el único tanto del 1-0 que dejaba abierta la llave. En la revancha en el Atahualpa la “U” venció 3-1. 2 goles de “tanque” Hurtado y 1 de “lechuga” Maggiolo confirmaban ese dicho que sí, Liga se imponía cuando las papas quemaban.

El Siglo XXI fue marcado por la decadencia de los puros criollos y la consolidación de los albos como el club más importante del país, lo que se confirmaba en la cancha normalmente venciendo. Pudo darse vueltas olímpicas en las narices de los de rojo en 2003 y 2007 cuando las victorias ante los militares los habían confirmado como campeones con una fecha de anticipación. En 2005 El Nacional se pudo dar un gustazo derrotando a domicilio a Liga 3-1 faltando 2 fechas para el fin de la temporada haciendo de preludio de su título. Se sabía que el que ganaba aquel duelo coronaría, fue la noche de presentación como estrella de Christian Benítez.

La historia de Liga entonces ha sido título tras título, de Nacional problema tras problema. Paradójicamente, las siguientes definiciones favorecerían a los puros criollos. En 2011 se disputaron un lugar en Copa Libertadores en el que Nacional venció 2-1 en el Atahualpa e igualó 1-1 en Ponciano dejando sorpresivamente fuera a su tradicional rival. En 2024 por Copa Ecuador nuevamente Nacional no era favorito y pudo sostener un 0-0 que derivó en tanda de penales consiguiendo la clasificación tras vencer 3-1 con el portero David Cabezas de figura.

Quito 21 de Septiembre 2024. Liga recibe a El Nacional por una fecha más del campeonato ecuatoriano de fútbol LigaPro Ecuabet en el estadio Rodrigo Paz Delgado.
API / DANIEL MOLINEROS

 

Hay que mencionar que incluso este duelo tiene historia en competiciones continentales. En Libertadores se enfrentaron en 1975 y 1978 con 2 victorias albas, 1 empate y una criolla. También se han enfrentado por Copa Sudamericana en 2005 y 2006 en verdaderas batallas con un total de 2 triunfos rojos, 1 empate y una victoria blanca: aquel 4-3 en el Atahualpa que fue considerado como el mejor partido de 2005 por la cadena Fox Sports.

¿Todos estos antecedentes los contamos para qué? Para hablar de un nuevo torneo en que debían ajustar cuentas los gigantes de Quito. La Supercopa del Ecuador los enfrentó siendo Liga campeón vigente de la Liga Pro, mientras Nacional logró aquella heroica Copa Ecuador en 2024. El escenario fue el Estadio Gonzalo Pozo de Aucas, uno que en el 2000 vio una victoria de los militares por 2-1 que significó entrar en la fase final, mientras daba el primer golpe para un funesto año universitario.

Esta vez el juego quedó 0-0 y la revancha llegó rápido para los albos pues en los penales vencieron 5-4 y sumaron otro trofeo más a sus vitrinas. Del partido se puede decir que fue intenso, parejo, que quizás la expulsión de Rommel Cabezas condicionó a los de rojo, que quizás si Pastrán no se lesionaba el camino para los de blanco era menos tortuoso, que Alexander Domínguez atajando el penal a Vélez aprovechó el único momento de debilidad de los criollos. Lo que se puede decir es que en finales seguirán ganando los albos. Y que de todas maneras este choque no pierde vigencia… Por cierto, es la tercera Supercopa de Liga, por lo pronto absoluto dominador del trofeo.

El Milagro de Madison

Suena a título de producción hollywoodense, pero bien puede ser el título de Madison Keys la primera gran historia del año en el mundo del tenis, porque no es únicamente un título de Grand Slam, en este caso, también contaron las formas.

La tenista estadounidense está próxima a cumplir 30 años y entre afición y especializados se podía decir que sus mejores años habían pasado, pues en 2016 alcanzó el puesto 7 en el ranking WTA, jugó su único WTA Finals, se quedó a nada de lograr una medalla olímpica y en 2017 había perdido la final del US Open frente a Sloane Stephens, compatriota que ha perdido mucho protagonismo.

La década de los 2020s no estaban siendo precisamente los mejores años de Keys, quien hasta salió de las mejores 50 del ranking y en los últimos tiempos se encontró luchando para mantenerse en el top 20. Llegó al Australian Open en siembra 19 y no era noticia que supere en las 2 primeras fases a tenistas sin siembra, mas su prueba de fuego en la tercera era ante su compatriota Danielle Collins, la polémica jugadora que se había ganado la animadversión del público local cuando eliminó a Destanee Aiava y se despidió con actitud provocadora, mas eso es otra historia.

 

En un duelo de estilos similares con fuerte pegada y sólidas contestaciones, Keys eliminó con doble 6-4 a Collins, quien recordemos, estaba en el número 10 del ranking, así se ganó al pública anfitrión y su siguiente obstáculo era la kazaja Elena Rybakina, ganadora de Grand Slam y número 6 del mundo. Madison ganó el primer set por 6-3, luego el 6-1 de su rival hacía presagiar el fin de su participación, más un juego consistente le permitió vencer 6-3, eliminar a su segunda top ten y alcanzar la segunda semana de competición.

En los cuartos de final derrotó a Elina Svitolina tras perder el primer set por 6-3 y luego remontar 6-3 y 6-4. La ucraniana es otra tenista con prestigio, pero luego llegaron los retos finales: en semifinales se enfrentaba a Iga Swiatek. La polaca entre otras cosas logró 3 sets de 6-0, arrasó con rivales fuertes como Raducanu o Navarro, ciertamente arrastraba la polémica de un doping positivo con solo un mes de sanción, además de la jugada de “doble bote” que se le dio como punto ante Navarro. Pero en general su campaña aparecía como incontestable.

Grande fue la sorpresa cuando si bien, cayó 7-5 en el primer set ante la número 2 del mundo, le quebró el servicio en 3 ocasiones. Después jugó un brillante segundo set en el que venció 6-1 incluyendo 4 rupturas de servicio. En el set final nadie parecía ceder su espacio y en el duelo psicológico Madison apareció apenas más fuerte y en un espectacular tie break superó a Swiatek 10-8 para clasificar a la segunda final de Grand Slam de su carrera.

Lógicamente para ser campeona debía derrotar a la mejor: Aryna Sabalenka también había hecho una campaña sólida aunque en cuartos de final cedió un set ante Pavlyuchenkova. En semifinales venció nítidamente 6-4 y 6-2 a su gran amiga Paula Badosa, quien lucía muy fuerte tras derrotar a Coco Gauff en sets corridos. Keys con mucha paciencia se hizo de primer set 6-3, luego el poderío de la bielorrusa se manifestó con un contundente 6-2 que llevó a un set final en el que una vez más venció su paciencia para contestar los ataques rivales e inquebrantables fortaleza física y mental. Con 7-5 se llevó el primer Grand Slam del año.

Madison Keys tras varias temporadas como profesional ha conseguido su primer título Grand Slam y lo hizo por todo lo alto, pues derrotó a 4 colegas Top 10 del Mundo y especialmente en semifinales y final no partía ni por lejos como favorita. En la emotiva premiación apareció su esposo y entrenador 2023, Bjorn Fratangelo visiblemente emocionado. Será un desenlace recordado.