El Mundial de Clubes: Un (beep) Éxito

Hace poco vivimos la primera edición de un Mundial de Clubes en formato similar a los de selecciones. Ciertamente se tenía algún escepticismo por organizar un torneo tan grande en un espacio que ya normalmente se destina a las vacaciones de los futbolistas que principalmente juegan en Europa. También se temía por la respuesta de las hinchadas, lo que fue parcialmente superado. También preocupaba el inclemente verano estadounidense.

Jugadores al limite de su esfuerzo físico, temperaturas superiores a 30 grados y humedad cercana al 100 %. Esos eran ingredientes para esperar juegos soporíferos sumado a horarios que buscaban la audiencia europea y ponían a los futbolistas a jugar en la canícula. Si bien ciertamente hubo juegos con un ritmo más lento, pero son pocas las quejas de partidos o momentos poco entretenidos. A la par se reglamentó una pausa para hidratación entre los minutos 20 y 30 de cada tiempo en la mayoría de cotejos, la cual era auspiciada por una marca de bebida hidratante. Plazas como: Pasadena, Charlotte, Miami y Orlando fueron especialmente cálidas.

Se argumentaba que el poco interés del público norteamericano podría afectar a la organización del espectáculo. Si bien no se llenaron los estadios salvo contadas ocasiones, en los mismos siempre hubo fiesta. Los equipos sudamericanos como: Boca Juniors, Palmeiras o Flamengo pusieron mucha gente entre residentes y turistas que lograron reproducir el ruidoso ambiente del subcontinente. También destacaron las muy pasionales barras de Wydad o Urawa Red Diamonds. En el caso de los grandes clubes europeos si bien no llevaron mucha gente desde sus países de origen, tuvieron respaldo en las peñas que se fundan en su honor en todas partes del mundo y especialmente en América. Así equipos como: Real Madrid, Chelsea, Manchester City o Inter de Milán siempre contaron con aliento.

 

Un espectáculo estadounidense debe contar con elementos estadounidenses y es así que sorprendieron al resto con la presentación individual de cada uno de los titulares de los equipos que iban a competir, tal como sucedes en la NBA u otras grandes ligas del deporte norteamericano. Obviamente en la final debía haber espectáculo previo a la final con Laura Pausini y Robbie Williams así como el de medio tiempo con J Balvin, Doja Cat y Coldplay. Sin duda novedoso y del desagrado de pocos puristas.

Quizás la mayor queja en la organización de este torneo fueron los famosos “rain delay” que en la MLS o el Béisbol son comunes, pero el resto del mundo los tomó con sorpresa y desagrado. El rol crucial lo jugó el muy certero servicio meteorológico estadounidense el cual se activa apenas detecta una posibilidad de tormenta eléctrica y detiene las actividades al aire libre. Fue especialmente insólito los sucedido en el juego entre Chelsea y Benfica suspendido a falta de 5 minutos para su fin. Las sedes en Florida y lugares como Nashville que se encuentran en la zona de tornados fueron los especialmente afectados.

Y no nos vamos a olvidar de la final. En el Estadio MetLife de New Jersey chocar Paris Saint-Germain vs Chelsea apareciendo el club parisino como principal favorito en vista de las palizas infringidas a Atlético y Real Madrid en el transcurso del torneo, así como en la final de Champions al Inter. Grande fue la sorpresa cuando fueron absolutamente cerradas las virtudes ofensivas de los parisinos y no solo eso, sino que aquellas contras que los hicieron tan famosos fueron usadas en su contra para que antes de la media hora los de Londres ya lleven 2 goles al frente por anotaciones de Cole Palmer.

Cerca del final del primer tiempo el asedio de los “blues” terminó con un gol de João Pedro. El segundo fue prácticamente de trámite pues Chelsea manejó el ritmo de juego basados en su ventaja y en la alta temperatura a la cual se jugaba. Con el 3-0 final, el club inglés se consagró por segunda vez en su historia como campeón mundial de clubes y el primero bajo formato de 32 equipos.

El premio de mayor goleador se lo llevó Gonzalo García del Real Madrid por sus 4 goles más una asistencia. El de mejor arquero fue para Robert Sánchez de Chelsea. El trofeo Fair Play fue para Bayern y el mejor jugador joven es Desire Doué. El Balón de Oro de mejor jugador del torneo fue para Cole Palmer de Chelse, el de Plata para Vitinha y de Bronce para Moisés Caicedo.

El próximo Mundial de Clubes se jugaría en 2029 con sede aún por definir y la Copa Intercontinental que se celebrará a fines de todos los años cosnervará el viejo formato de la competición.

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