El Milagro de Madison
Suena a título de producción hollywoodense, pero bien puede ser el título de Madison Keys la primera gran historia del año en el mundo del tenis, porque no es únicamente un título de Grand Slam, en este caso, también contaron las formas.
La tenista estadounidense está próxima a cumplir 30 años y entre afición y especializados se podía decir que sus mejores años habían pasado, pues en 2016 alcanzó el puesto 7 en el ranking WTA, jugó su único WTA Finals, se quedó a nada de lograr una medalla olímpica y en 2017 había perdido la final del US Open frente a Sloane Stephens, compatriota que ha perdido mucho protagonismo.
La década de los 2020s no estaban siendo precisamente los mejores años de Keys, quien hasta salió de las mejores 50 del ranking y en los últimos tiempos se encontró luchando para mantenerse en el top 20. Llegó al Australian Open en siembra 19 y no era noticia que supere en las 2 primeras fases a tenistas sin siembra, mas su prueba de fuego en la tercera era ante su compatriota Danielle Collins, la polémica jugadora que se había ganado la animadversión del público local cuando eliminó a Destanee Aiava y se despidió con actitud provocadora, mas eso es otra historia.
En un duelo de estilos similares con fuerte pegada y sólidas contestaciones, Keys eliminó con doble 6-4 a Collins, quien recordemos, estaba en el número 10 del ranking, así se ganó al pública anfitrión y su siguiente obstáculo era la kazaja Elena Rybakina, ganadora de Grand Slam y número 6 del mundo. Madison ganó el primer set por 6-3, luego el 6-1 de su rival hacía presagiar el fin de su participación, más un juego consistente le permitió vencer 6-3, eliminar a su segunda top ten y alcanzar la segunda semana de competición.
En los cuartos de final derrotó a Elina Svitolina tras perder el primer set por 6-3 y luego remontar 6-3 y 6-4. La ucraniana es otra tenista con prestigio, pero luego llegaron los retos finales: en semifinales se enfrentaba a Iga Swiatek. La polaca entre otras cosas logró 3 sets de 6-0, arrasó con rivales fuertes como Raducanu o Navarro, ciertamente arrastraba la polémica de un doping positivo con solo un mes de sanción, además de la jugada de “doble bote” que se le dio como punto ante Navarro. Pero en general su campaña aparecía como incontestable.
Grande fue la sorpresa cuando si bien, cayó 7-5 en el primer set ante la número 2 del mundo, le quebró el servicio en 3 ocasiones. Después jugó un brillante segundo set en el que venció 6-1 incluyendo 4 rupturas de servicio. En el set final nadie parecía ceder su espacio y en el duelo psicológico Madison apareció apenas más fuerte y en un espectacular tie break superó a Swiatek 10-8 para clasificar a la segunda final de Grand Slam de su carrera.
Lógicamente para ser campeona debía derrotar a la mejor: Aryna Sabalenka también había hecho una campaña sólida aunque en cuartos de final cedió un set ante Pavlyuchenkova. En semifinales venció nítidamente 6-4 y 6-2 a su gran amiga Paula Badosa, quien lucía muy fuerte tras derrotar a Coco Gauff en sets corridos. Keys con mucha paciencia se hizo de primer set 6-3, luego el poderío de la bielorrusa se manifestó con un contundente 6-2 que llevó a un set final en el que una vez más venció su paciencia para contestar los ataques rivales e inquebrantables fortaleza física y mental. Con 7-5 se llevó el primer Grand Slam del año.
Madison Keys tras varias temporadas como profesional ha conseguido su primer título Grand Slam y lo hizo por todo lo alto, pues derrotó a 4 colegas Top 10 del Mundo y especialmente en semifinales y final no partía ni por lejos como favorita. En la emotiva premiación apareció su esposo y entrenador 2023, Bjorn Fratangelo visiblemente emocionado. Será un desenlace recordado.
Guitarras y gol