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Barcelona Arrollador en el Clásico

Barcelona derrotó 5-0 a Emelec en juego disputado por la fecha 15 del torneo ecuatoriano en el Estadio Monumental de Guayaquil.

El Clásico tuvo enseguida su revancha en fin de semana. Para Emelec se jugaba la oportunidad de tomar buen recaudo en el liderato del torneo, además de la igualar la estadística en clásicos, lo que desde luego preocupaba al cuadro amarillo que no podía contar con R. Calderón y puso a su veterano jugador, Matías Oyola en su lugar y con él la esperanza de acortar distancias con el bombillo en la lucha por la etapa. Los azules sufrían la baja de P. Quiñónez como única novedad.

El juego tuvo un bravo inicio, primero con Emelec buscando la sorpresa desde el saque inicial, pero pronto fue el local el que se adueñó de las acciones, evidenciando su superioridad en el mediocampo, donde el bombillo comenzaba a sufrir la ausencia de P. Quiñónez, con Penilla y Esterilla encendidos y un preciso Díaz, se veía venir la anotación y esta llegó con un gol de cabeza de Pedro Velasco (10 min.) quien abrió el marcador de cabeza tras un tiro libre de Díaz. El golpe fue sensible, pues los eléctricos no atinaban a juntarse para contragolpear.

Pasaban los minutos y seguía el acoso de Barcelona. Díaz, como hace 4 años, era el notable conductor y volvía locos a sus marcadores cuando se juntaba con los veloces Esterilla y Penilla, quienes también estaban muy atentos. El segundo no tardó en llegar, pues Damián Díaz (25 min.) sacó un maravilloso remate angulado de fuera del área para batir a Dreer. Emelec prácticamente irreconocible, maniatado como si fuera un equipo de media tabla hacia abajo.

Persistían los problemas en marca para los azules, así como era difícil que sostengan el traslado, mientras Oyola se multiplicaba, Minda cerraba todo y Díaz se paseaba en la cancha del Monumental. Falta en el borde del área y Matías Oyola (35 min.) con tiro libre ya escribía la goleada. Algo bajó el ímpetu el equipo amarillo y Emelec esbozaba una reacción de los pies de Guanca, aunque enseguida, las réplicas del local causaban sobresaltos con Alvez bajando unos metros para apoyar la labor de traslado. Fue un primer tiempo sobresaliente para el Ídolo del Astillero.

Emelec lució más concentrado al inicio del segundo tiempo, haciéndose de la posesión del balón y tocando con criterio para llegar al área rival, aunque sus jugadas encontraban atentos a los zagueros centrales y al portero Banguera. Barcelona había bajado las revoluciones y prefería esperar por lo que haga su rival, para salir en la contra. Vera entró para refrescar líneas, pues Esterilla pagó tributo físico a su desgaste.

Pasado el minuto 60, el juego cayó bastante en cuanto emociones. Era el equipo millonario el que controlaba el partido, pero el esfuerzo de Mena y Burbano no se veía reflejado siquiera en jugadas de real peligro en portería rival, mientras Barcelona se encontraba cómodo esperando y contragolpeando, utilizando el entusiasmo de Vera principalmente, mientras Oyola regulaba en el medio campo la intensidad de juego, imponiéndose generalmente a los volantes rivales Lastra y Gaibor.

En los últimos minutos el partido era de una ida y vuelta jugado a mediana velocidad, Emelec sin claridad frente al arco amarillo y los canarios totalmente relajados, dando gusto a la tribuna y con panorama despejado ante la desesperación de los azules para descontar. En un buen contragolpe, Washington Vera (89 min.) definió tras combinaciones de Alvez y E. Castillo y poco después, Jonatan Alvez (92+ min.) de tiro penal cerró la impensada goleada por como llegaban ambos clubes del enfrentamiento del miércoles pasado. Nuevamente se lució en el Monumental el cuadro popular.

BAR: Máximo Banguera; Pedro Velasco, Darío Aimar (TA 39’), Gabriel Marques, Mario Pineida; Oswaldo Minda (Segundo Castillo 84’), Matías Oyola; Ely Esterilla (Washington Vera 60’) (TA 90’), Damián Díaz, Cristian Penilla (Erick Castillo 77’); Jonatan Alvez
Goles: Velasco 10’, Díaz 25’, M. Oyola 35’, Vera 89’, Alvez (p) 92+’
EME: Esteban Dreer; Carlos Moreno, Gabriel Achilier (TA 44’) (TR 92+’), Jorge Guagua, Fernando Giménez; Osbaldo Lastra (Marcos Mondaini 69’), Fernando Gaibor (TA 47’); Ángel Mena, Cristian Guanca (Bryan Angulo 45’), Robert Burbano C.; Denis Stracqualursi (TA 39’)

Calificaciones Barcelona:
Banguera 7
Velasco 7
Aimar 6
Marques 7
Pineida 6
Minda 7
M Oyola 8
Díaz 9
Esterilla 7
Penilla 6
Alvez 6
Vera 6
E Castillo –
S Castillo –

Calificaciones Emelec:
Dreer 5
Moreno 4
Guagua 4
Achilier 3
Giménez 4
Lastra 3
Gaibor 5
Mena 5
Guanca 5
Burbano 4
Stracqualursi 5
Angulo 5
Mondaini 4

El Primer Clásico 2016 fue Azul

Emelec derrotó 2-1 a Barcelona en juego que se había postergado por el Torneo Ecuatoriano de Fútbol, disputado en el Estadio Modelo Alberto Spencer de Guayaquil.

El primer Clásico del Astillero del año se programó en fecha diferida por la participación de los azules en Copa Libertadores. La tensión se fijaba, aparte de la eterna rivalidad entre estos planteles, en que el resultado dirimía la punta, tomando en cuenta también, que volverán a enfrentarse el fin de semana. Con esquemas tácticos similares, el bombillo confiaba en el buen momento del argentino Guanca, mientras que los amarillos fijaban sus esperanzas en el voluntarioso Alvez.

Intenso inicio tuvo el Clásico con mucho juego en la mitad de cancha, pierna fuerte y pelota detenida, viniendo las infracciones mayoritariamente del lado amarillo. Emelec progresivamente producía mejor su trabajo en ataque y con su habitual toque en las inmediaciones del área, hacía pasar mal a los zagueros amarillos, perdiendo Stracqualursi y Guanca, oportunidades claras de anotar en los primeros minutos. Seguía la lucha del medio sector y el duelo entre Gaibor y Calderón era interesante.

El juego proseguía con una dinámica pareja. Ambos equipos buscaban portería rival, lo que hacía al juego entretenido, pero generalmente los ataques tanto de Barcelona con Emelec no prosperaban cuando se aproximbana a las áreas rivales. En Emelec, el fútbol ofensivo pasaba por los pies de Guanca, apoyándose en Gaibor y P. Quiñónez, no eran buenos minutos de Mena ni Burbano, mientras que Penilla por la izquierda intentaba sin mayor fortuna por los amarillos con Díaz bien custodiado y Esterilla impreciso.

El juego iba cayendo en un estado de monotonía, pues no se veían opciones de gol bajo las porterías, sin embargo, Pedro Quiñónez (36 min.) abrió el marcador con un remate de más de 30 metros que inesperadamente se escapó de las manos de Banguera, cuando no parecía ser una jugada tan comprometedora. El gol fue el envión que Emelec necesitaba para someter a su rival y los últimos minutos del primer tiempo fueron de asedio. Denis Stracqualursi (41 min.) cabeceó sin saltar tras un córner y aumentó cifras.

El envión del bombillo permaneció en el arranque de la etapa complementaria, con buen toque a velocidad, complicaba mucho al cuadro canario y parecía que el tercer tanto estaba cerca de caer. Mejoró mucho el rendimiento de Burbano y en sociedad con Gaibor hacían ver muy deslucida a la zaga central y primera línea de volantes amarillos. La entrada de Vera daba cierto aire a Barcelona, pero muchas veces aparecía solo contra un puñado de camisetas azules.

Los eléctricos empezaron a desacelerar y dejar que su rival controle el balón, siendo poco dañino para el interés de los azules por lo menos hasta el minuto 70, cuando de a poco apareció Díaz, impulsado por el ímpetu de Vera. Fue así como llegó el descuento con jugada del último, pase de Díaz y definición de Ely Esterilla (72 min.) De esta manera, volvió la emoción a un juego que parecía sentenciado y la inyección anímica para el Ídolo fue notable.

Barcelona insistía por el empate, lo mejor del equipo torero se vio en el último cuarto de hora del juego, mientras que Emelec buscaba cerrar el marcador con cambios orientados a preservar el marcador. El cuadro canario era voluntarioso pero se volvía más nervioso e impreciso a medida que se le acababa el tiempo, es así como el partido finalizó con cualquier iniciativa amarilla yendo a parar en los pies de los azules que tal vez no buscaban el gol, pero si estar lejos de su arco para llevarse el primer clásico del año.

EME: Esteban Dreer; Carlos Moreno (Byron Mina 68’), Jorge Guagua, Gabriel Achilier (TA 75’), Fernando Giménez (TA 73’); Pedro Quiñónez (TA 74’) (Hólger Matamoros 86’), Fernando Gaibor; Ángel Mena (TA 44’), Cristian Guanca (Osbaldo Lastra 78’), Robert Burbano C.; Denis Stracqualursi
Goles: P. Quiñónez 36’, Stracqualursi 41’
BAR: Máximo Banguera; Pedro Velasco, Darío Aimar, Gabriel Marques, Roosevelt Oyola (Ismael Blanco 87’); Segundo Castillo, Richard Calderón (Matías Oyola 53’); Ely Esterilla (TA 82’), Damián Díaz, Cristian Penilla (TA 5’) (Washington Vera 45’); Jonathan Alvez
Goles: Esterilla 72’

Calificaciones Emelec:
Dreer 6
Moreno 5
Guagua 6
Achilier 6
Giménez 6
Gaibor 7
P Quiñónez 6
Mena 5
Guanca 6
Burbano 6
Stracqualursi 6
Mina 5
Lastra –
Matamoros –

Calificaciones Barcelona:
Banguera 4
Velasco 6
Aimar 4
Marques 5
R Oyola 6
S Castillo 5
Calderón 6
Penilla 4
Díaz 5
Esterilla 5
Alvez 4
Vera 7
M Oyola 5
Blanco –

Emelec revive en la tabla

Emelec no podía encontrar un mejor partido para recuperar esperanzas. Le gana a su más enconado rival y de visitante. Un 0-1 que no solo va a dar pié a que azules carguen a amarillos toda la semana, si no que marca la estocada final para el rival y el revivir de los azules en la lucha por llegar a la final. Barcelona queda desafectado de la pelea en lo alto de la tabla y Emelec en cambio, espera que el puntero resbale.

En los primeros minutos Emelec sostenía el balón gracias a que su media era más dinámica. Luego cuando se ubicó mejor la volante amarilla ganó en la recuperación del esférico. Minda era un hombre comodín, pues pasaba de ser líbero a volante central, con ese movimiento ayudó a poblar mejor el medio sector. Pereira era un buen complemento que consolidó el dominio local en la zona de transición.

Sin mayor gestación ofensiva, Barcelona empezó a probar en la media distancia. Primero fue Alemán, luego Pereira y Valencia quienes de media distancia exigieron al meta; luego Blanco con un cabezazo hizo que Dreer se vea cara a cara con el peligro. Del lado azul hubo dos jugadas claras de gol en la primera mitad; una en los pies de Mena al 29 y otra, cuando de cabeza, De la Cruz conectaba desviado un centro muy largo al minuto 44.

Para la segunda etapa el parcial dominio del cuadro ídolo se desmoronó y sus constantes intentos de media distancia desaparecieron. Emelec empezó a encontrar juego ofensivo y tuvo buenas incursiones con centros por los costados, sobre todo por la banda donde se ubicó  a Vega (quien se vio constantemente superado por su falta de oficio para el puesto). Ante la poca aplicación de Vega, Baguí tuvo varias incursiones por esa banda, de hecho, el gol llegó por ese costado en los pies de Jorge Guagua. Un tiro de esquina levantado por Gaibor fue rechazado por Banguera en el vértice inferior de su meta. Este rechazo lo aprovechó Giménez que mediante un cambio de frente lo habilita a Guagua. El zaguero, luego de dar un par de pasos definió solo y con la mayor de las tranquilidades, el remate del defensa azul fue abajo y al costado del meta amarillo que poco pudo hacer.

Con este gol, que llegó en una de las pocas jugadas de fútbol bien articulado en el partido, se destruyó el ánimo y la voluntad de los locales que simplemente no tuvieron reacción. Parte de esa falta de recuperación en los amarillos también tuvo que ver con la ineficacia de los cambios realizados por el DT Almada. El ingreso de Montaño no se sintió, ni el de Esterilla; ambos mantuvieron el mismo nivel de desgano y falta de lucha que han mostrado en este 2015. Lo del ingreso del juvenil García fue muy cuestionado en redes sociales y fue tomado como un nuevo experimento fallido del DT uruguayo.

BAR: Máximo Banguera; Pedro Velasco, José L. Perlaza, Gabriel Marques, Edison Vega; Hamilton Pereira, Oswaldo Minda (José García 72′); Tito Valencia (Ely Esterilla 53′), Brahian Alemán (TA 86′), Hernán Lino; Ismael Blanco (Edson Montaño 67′) (TA 90′)
EME: Esteban Dreer; John Narváez (TA 77′), Jorge Guagua, Gabriel Achilier, Oscar Bagüí (TA 30′); Pedro Quiñónez (Henry León 87′), Osbaldo Lastra (Fernando Gaibor 72′); Robert Burbano C., Ángel Mena, Fernando Giménez; Esteban de La Cruz (Bryan Angulo 70′)
goles: Guagua 83′
Calificaciones Barcelona:
Banguera 6
Velasco 4
Perlaza 6
Marques 5
Vega 4
Pereira 5
Minda 5
Valencia 4
Alemán 4
Lino 3
Blanco 3
Esterilla 1
Montaño 1
García 1
Calificaciones Emelec:
Dreer 7
Narváez 5
Guagua 7
Achilier 6
Bagüí 5
P Quiñónez 6
Lastra 5
Burbano 5
Mena 5
Giménez 6
De La Cruz 4
Angulo 1
Gaibor 4
León 1

Copa Pílsener – Fecha 10 – Segunda Etapa – Resumen

El gran ganador de esta fecha es Liga de Quito, quien vuelve a la punta y aún le queda un partido por disputar. Sorprendió el triunfo lojano, aburrió el Clásico y Deportivo Quito tiene ahora sí, problemas graves con el descenso.

CD Cuenca 0 – LDU 1 (Cevallos 58’)

Este juego tuvo un primer tiempo poco atractivo, jugado en medio campo y casi sin opciones de gol. La “U” salió mucho más ofensiva a encarar el segundo tiempo y es así como obtuvo el único tanto del encuentro. Tras dicha anotación, el juego se abrió y volvió más interesante, con el Expreso Austral decidido a anotar el empate, pero la correcta zaga universitaria lo impidió y en la contra bien pudo ampliar cifras.

Independiente DV 1 (Núñez 92+’) – River EC 1 (Cazares 5’)

El cuadro guayasense se encontró muy temprano con un gol que lo tuvo en ventaja durante casi todo el partido, lo que benefició a su propuesta defensiva. El equipo del Valle buscó el empate muy desordenadamente en el primer tiempo, par volverse más peligroso aunque inefectivo frente al arco en el segundo. Tanto insistir por parte de los de Sangolquí dieron su fruto en la agónica igualdad que anotó Núñez. El empate fue un resultado algo más justo.

CD El Nacional 1 (Lara 6’) – LDU Loja 3 (Cheme 23’, Caffa 61’, Larrea 68’)

A pesar de que los criollos se pusieron tempranamente en ventaja, siempre se vio al cuadro lojano mejor planteado sobretodo en sector de ataque. Fruto de eso pudo llegar a la igualdad con tanto de Cheme y a pesar de los cambios, los militares estuvieron lejos de reaccionar, por el contrario, encajaron otros 2 goles de gran factura de un equipo sureño que no renuncia a la categoría.

Mushuc Runa SC 3 (Cellay 7’, Govea 65’ –p-, Ordóñez 82’) – Aucas 1 (J. Padilla 51’)

El ponchito supo sorprender con rapidez al cuadro oriental que tuvo un desorientado primer tiempo. En la parte complementaria, parecía reaccionar el ídolo de Quito anotando el empate y sometiendo a su rival, pero en la cúspide de su dominio, Salaberry cometió una mano penal y tras el segundo tanto, Mushuc Runa doblegó moralmente a los oro y grana y pudo sacar una ventaja más amplia.

U Católica 2 (Prado 11’, Vides 34’) – SD Quito 1 (Bonett 48’)

Partido en el que esporádicamente, los camarattas vulneraron a la caótica zaga chulla y con ello, en el primer tiempo pudieron hacerse con los goles del triunfo. Para el segundo tiempo, la entrada de Salas y Bonett dieron mayor peso ofensivo a los azul-grana, pudiendo descontar y poniendo en serio peligro la ventaja obtenida en forma temprana por la chatolei. Este juego terminó con un desenlace dramático que de todas formas fue derrota y ahora peligro de descenso para los de la Plaza del Teatro.

CS Emelec 0 –Barcelona SC 0

Como muchas veces ha ocurrido, el Clásico despertó más expectativa de lo que se ofreció en realidad. Un primer tiempo lleno de fricciones y faltas dio paso a una parte complementaria en que Barcelona parecía hacer mejor las cosas, pero ese dominio se fue diluyendo hasta convertir el partido un juego soporífero cuyo resultado finalmente es más importante para el Ídolo del Astillero.

Un Clásico con más patadas que fútbol

Emelec y Barcelona igualaron 0-0 en el tercer Clásico del Astillero disputado en este campeonato. El juego se trasladó al Estadio Jocay de Manta y fue válido por la décima fecha del torneo ecuatoriano de primera división.

Para este clásico, los azules presentaban 2 bajas: Narváez y Pedro Quiñónez, sin que ello altere aparentemente su esquema habitual que apunta a 4 hombres en la zaga, 2 volantes de primera línea incluyendo el retorno de Lastra, tres jugadores para el ataque arrancando metros atrás, esperanzados en la dupla Mena – Bolaños y un punta que en este caso fue Escalada.

Barcelona volvió a utilizar a Tito Valencia como lateral. En ataque, se buscaba con el bloque de volantes (Vega, Alemán, Lino) avanzar para juntarse con Blanco, aunque en el transcurso del juego se lo vio bajar bastante al ariete para buscar el balón. Para intentar cortar los avances azules, estaban Minda y Pereira.

El juego arrancó bastante friccionado y con repetidas interrupciones por faltas. Antes del minuto 10, el bombillo se condicionó tras la expulsión de Miller Bolaños, quien había agredido a Domínguez. De todas formas, el buen toque de los azules, comandado a partir del minuto 10 por Mena, hacía estragos cerca del área amarilla, aunque se diluía buscando el gol.

El buen juego estaba lejos del lado amarillo que seguía usando infracciones para contener los embates de su clásico rival y pronto, se quedó también con un hombre menos cuando Tito Valencia salió expulsado tras una patada a Bagüí. Al arribar a la media hora de juego, veíamos más golpes que fútbol en el duelo con mayor rivalidad del balompié ecuatoriano.

Emelec recargó su juego por zurda o sea, el lado derecho de Barcelona que reubicó a Domínguez para suplir al expulsado Valencia, mientras que las expulsiones y el calor de Manta bajaron el ímpetu de los futbolistas dentro del campo de juego. Emelec sentía la ausencia de Bolaños al quedarse sin fuerza ni peso para vulnerar la reacomodada zaga amarilla. Así finalizó un tenso primer tiempo.

Para la segunda etapa, Emelec puso a Rolón en lugar del juvenil, pero fue Barcelona quien lució mejor en los primeros minutos de la parte complementaria, empezando a rematar a arco contrario con Alemán y Blanco perdiendo algunas opciones de abrir el marcador. Esto hasta el minuto 60 aproximadamente, como lo mejor del juego en cuanto a espectáculo. Habría que destacar también, las buenas actuaciones de Dreer en este tramo del encuentro.

Nuevamente el juego fue algo monótono y de medio campo, empezándose a notar cansancio en los actores. Del lado eléctrico, se buscaba jugar por los costados con Mena y Rolón tratando de centra a Herrera, sin mayor efecto sobre la zaga amarilla, mientras lo de Blanco se iba apagando en el partido y tuvo que ser reemplazado por Montaño.

Emelec en el último cuarto de hora presionó hacia el área de su clásico rival que se manejó en general concentrado en las labores de marca, prefiriendo el contragolpe que generalmente fue muy poco productivo. Al final, una vez más, el Clásico del Astillero ofreció menos cosas a la vista de lo que se esperaba.

EME: Esteban Dreer; Byron Mina, Jorge Guagua, Gabriel Achilier (TA 43’), Oscar Bagüí (Marcos Mondaini 85’); Henry León, Osbaldo Lastra; Angel Mena, Miller Bolaños (TR 9’), Aaron Villamar (Leonardo Rolón 45’); Luis Escalada (TA 24’) (Emmanuel Herrera 62’)
BAR: Máximo Banguera; Tito Valencia (TR 22’), José L. Perlaza, Gabriel Marques, Jeison Domínguez; Oswaldo Minda, Hamilton Pereira (TA 35’); Edison Vega, Brahian Alemán, Hernán Lino (Henry Patta 84’); Ismael Blanco (Edson Montaño 74’)

Figura: Esteban Dreer

Calificaciones Emelec:

Dreer 8
Mina 7
Guagua 6
Achilier 6
Bagüí 5
León 6
Lastra 5
Mena 5
Bolaños 2
Villamar 5
Escalada 5
Rolón 5
Herrera 4
Mondaini –

Calificaciones Barcelona:

Banguera 7
Valencia 3
Perlaza 7
Marques 7
Domínguez 6
Minda 6
Pereira 5
Vega 6
Alemán 6
Lino 6
Blanco 4
Montaño 4
Patta –

El Clásico más lindo de la historia

Está próxima una nueva edición del Clásico del Astillero y para el aficionado amarillo hay un juego ante Emelec que es inolvidable. El motivo es que el mismo fue parte de la campaña internacional que consolidó la grandeza del club a nivel sudamericano y lo puso como el principal referente internacional del fútbol ecuatoriano por aquel entonces. En 1990 Barcelona consigue algo impensado para el modesto y sub-desarrollado fútbol ecuatoriano, juega su quinta semifinal en Libertadores y la supera para instalarse en la gran final. Era la primera vez que un cuadro ecuatoriano conseguía tal hazaña y aparte del furor por el logro había un detalle especial en el camino hacia la final que hizo de ese 1990 un año inolvidable para Barcelona.

 En su ascenso el cuadro ídolo encaró a dos de los más grandes clubes bolivianos: The Strongest y Oriente Petrolero, luego en semifinales tuvo que superar al mundialmente famoso River Plate, pero para adornar su camino a la final debió en fase de grupos y cuartos verse las caras con su rival más tradicional: el Club Sport Emelec.

 En fase de grupos B.S.C. salió golpeado pues no le pudo ganar a su hermano de barrio, debió conformarse con un modesto empate 0-0 como local y sufrir una abultada derrota por 3-1 al visitarlo. Luego de superar octavos de final, amarillos y azules se encontraron nuevamente en cuartos, lo sucedido en fase de grupos, a decir de muchos, inclinaba la balanza hacia los azules en este nuevo emparejamiento.

 La llave de cuartos de final se jugó con mucha cautela y de ahí el porqué el ganador lo hizo realmente con un margen mínimo. En la ida hubo empate 0-0 en el Modelo, en la vuelta, el marcador fue 1-0 a favor de Barcelona con gol de cabeza del matador Uquillas. Previo al tanto de Uquillas hay que recordar el penal que ataja Morales a Carlos Gerardo Russo y cómo Barcelona fue de menos a más, consiguiendo la victoria y la llave “a lo Barcelona”, con sufrimiento, renaciendo de la adversidad.

uquillas libertadores

 Esta eliminación al rival clásico es unos de los episodios más lindos para el hincha amarillo y aquel partido disputado en el Monumental es el más importante para la parcialidad amarilla por las instancias en las que se desarrolló y por las circunstancias adversas que Barcelona debió superar para ganarlo. Por años, para la parcialidad amarilla, el Barcelona-Emelec de 1990 en el Monumental ha sido, para algunos aún sigue siendo, el juego más importantes que hayan disputado estos clásicos rivales.

 Para el imaginario colectivo amarillo es el triunfo insigne y más importante; incluso más importante que el obtenido a su favor en el primer clásico de la historia (año de 1943). Si de nombrar al menos tres partidos insignes entre los dos clubes de mayor popularidad en el país se refiere, en el ranking pueden considerarse los siguientes:

  • El clásico jugado en el Estadio Capwell por la final del campeonato 2014 con resultado de 3-0 a favor de los azules. Es sin duda uno que tiene un condimento exclusivo por ser la única final directa, oficial y por torneo profesional nacional, que ha enfrentado a los hermanos del astillero. En aquella ocasión los azules tomaron una esperada revancha ante un Barcelona que por décadas ha sido y sigue siendo en números de clásicos ganados superior a Emelec. Es para los hinchas azules el más importante de la historia por obvios motivos.
  • Otro partido que es fundamental es el ya detallado clásico de 1990. El motivo para darle tal jerarquía es porque si hay un hecho que consolidó la grandeza de Barcelona y le permitió ser considerado Ídolo de este país, fue la campaña de Libertadores del 90. Es conocido por el aficionado barcelonista que desde las épocas del amateurismo el cuadro amarillo despertaba pasiones y movilizaba aficionados en todo Pero también el hincha está muy consiente que si de hablar de las mejores décadas de Barcelona en la época profesional se trata, hay que remontarse a los 80 y 90.

 Cierto es que los 60 fueron fundamentales para hacerse un nombre a nivel nacional, que en los 70 el cuadro ídolo se hizo incluso conocer fuera de los linderos patrios y enamoró a muchos hinchas, gracias a aguerridas presentaciones como la hecha en la Plata. Pero igual de cierto es, que en los 80 es donde Barcelona saca un colchón de títulos, logros y victorias que le permitieron amasar una cantidad de hinchas, fama e incluso infraestructura que le ha permitido soportar más de 16 años de crisis económica y deportiva. Cabría la pregunta ¿Si Barcelona no le ganaba en el 90 a Emelec y por ende no llegaba a la final de Copa hubiera podido escribir la gran historia deportiva a la que hoy intenta remontarse? Pienso que no.

  • El tercer clásico que puedo incluir en esta lista es el primero que se dio en la historia. Se jugó un domingo 22 de agosto 1943 y lo ganó Barcelona por 4-3. ¿Por qué ponerlo como uno de los más importantes si por aquellas épocas no existía la rivalidad ni el concepto de “clásico del astillero”? Creo que la respuesta tiene que ver con preguntarse uno mismo si hay diferencia en ser el primero en lo que sea, es decir, el primero en conseguir algo; para mí la respuesta es que el primero es el primero ¿no?

El Clásico Más importante de la Historia (#CMIDLH)

El editor de la página me preguntaba si, como emelecista confeso que soy, me interesaba escribir sobre cuál es el clásico del astillero más importante de la historia. Acepté gustoso la invitación y heme aquí, con un tema que pensé sería fácil y diría “la final de diciembre del 2014, listo, siguiente tema”, pero hay varios puntos que deben ser analizados para tomar esa importante decisión.

Debo recalcar que he tenido que hacer los deberes e investigar un poco de la historia del clásico del astillero, no me voy a detener en el origen del nombre del partido, o si es el encuentro que más interés concita a nivel nacional (hay que obviar por ahora lo obvio), o que es el partido clásico del Ecuador según la FIFA, sino me voy a enfocar un poco en la paternidad azul en la mayoría de enfrentamientos claves entre estas dos divisas.

El primer clásico del astillero se pintó de amarillo, y era el año de 1943 cuando Barcelona (está claro que hablamos del equipo de Guayaquil, no del Español) se impuso al C.S. Emelec por un gol de diferencia (4-3). Barcelona pegó primero, pero no pegó dos veces: el siguiente partido el cuadro eléctrico se impuso a los toreros por dos goles a uno, y a partir de ahí la rivalidad se ha incrementado con el paso de los años, años en los que Barcelona ha logrado mantener una mayor cantidad de triunfos que el Emelec, más nos encontramos aquí para hablar de calidad, no de cantidad.

Vamos a ir descartando las opciones que se me ocurrieron como el “Clásico más importante de la historia”, haciendo un TOP 5 de los partidos, para poder llegar al ganador al final:

  • MENCIÓN HONORÍFICA: El primer partido jugado entre los dos clubes: A mi gusto, no es el más importante. En ese momento no existía aún la rivalidad para considerarlo un clásico y menos el #CMIDLH, además fue en un partido de la Federación Deportiva del Guayas, no un clásico de torneo nacional, por tanto considero que han existido partidos más importantes.
  • 5to LUGAR: El primer partido de Libertadores entre los equipos: El primer partido por la Copa Libertadores jugado en el año de 1967 en el Estadio Modelo, fue favorable a los azules por el marcador de tres goles a cero. Partido importante, en el que los equipos se medían a nivel internacional por primera ocasión y los ojos del continente se posaban en Ecuador en esa oportunidad. No obstante lo anterior, creo que este ni siquiera entra al podio de partidos importantes, pues ninguno de los equipos ganó la Copa Libertadores de ese año (y bajo este mismo argumento, ninguno de los partidos del mencionado torneo puede ser el más importante de la historia, ya que los protagonistas del clásico no han podido levantarla, por más finales robadas que se arguyan o hazañas plateadas que no llevaron a mucho más, futbolísticamente hablando claro).
  • 4to LUGAR: La mayor goleada de un equipo sobre otro: Siempre será importante dentro de la historia, la victoria con mayor cantidad de goles de diferencia sobre el otro, más aún cuando el equipo rival no puede convertir. El C.S. Emelec se lleva el honor de tener a la fecha, la mayor goleada sobre los toreros, con un contundente marcador tenístico de 6 a 0 un 2 de septiembre de 1990 en el Estadio Modelo. Los amarillos arguyen que no estaban completos, que jugaron son suplentes y demás, sin embargo considero que no puedes jugar un clásico con suplentes, ya hace dos décadas el clásico era el partido inmortal, si no pusiste a todos los titulares y estrellas pues, lástima (amén que revisando las alineaciones, jugaron con una cantidad importante de titulares y lo del “equipo suplente” no es tal).
  • 3er LUGAR: El partido amistoso más importante: Imposible obviar el partido en el cual los azules dieron la primera vuelta olímpica en el flamante Estadio Monumental, tras derrotar al Peñarol, campeón de la Copa Libertadores de la época, para jugar la final con el local Barcelona, que venía de derrotar al Barcelona (¿Barcelonaception?) en un acalorado partido en el cual los catalanes reclamaron airadamente por sentirse perjudicados. Con gol de Rubén Beninca, el “Ballet Azul” fue capaz de proclamarse como campeón del torneo de inauguración del estadio con mayor capacidad del Ecuador, tan amplio que parecería nunca llenarse. No obstante lo dicho, se trató de un torneo amistoso y por tanto, imposible que sea catalogado como el #CMIDLH.
  • 2do LUGAR: La primera final: Contrario a la creencia popular, la final del 2014 no fue el primer partido en el que los equipos disputaban un título oficial, pues en el año 1964 los dos equipos prefirieron y le dieron importancia al torneo de Asoguayas. En aquel ida y vuelta, el primer partido fue ganado por Emelec por la mínima diferencia, y en la vuelta tras un empate sin goles, los millonarios se consagran campeones del torneo. El partido que Emelec marca el gol que le da la diferencia en la serie podría ser considerado, hasta hace unos meses, el más importante de la historia, sin embargo, considero le faltaron dos ingredientes claves: el primero es que no era un partido de un campeonato a nivel nacional, y segundo, que no fue el partido definitivo, es decir, no fue el último de la serie (esto más por un tema emotivo muy subjetivo).

Todos estos emblemáticos partidos se ven opacados por el que considero ha sido el #CMIDLH, por las razones que a continuación me permito detallar:

  • PRIMER LUGAR: EL PARTIDO DE VUELTA DE LA FINAL DEL TORNEO ECUATORIANO DE FÚTBOL, COPA PILSENER 2014:

bolaños 3-0

Este es el primer, último y único partido hasta la fecha en la que los dos equipos del astillero se disputaban un torneo nacional en 180 minutos, es decir, un partido de importancia inédita. La final dejaba al ganador con la gloria y al perdedor en el olvido, pues las estadísticas siempre recuerdan al campeón de la temporada, la historia la escriben los ganadores aun cuando haya ocasiones en que al llegar segundos, se borden estrellas de plata en la camiseta.

Llegaban los dos mejores equipos del año, cada uno ganador de una etapa con dos estilos de juegos diferentes: El C.S. Emelec de Quinteros con su posesión del balón, su dominio del juego, con un equipo maduro que llegaba a su éxtasis tras varias temporadas de formación, con un Miller Bolaños convertido en símbolo del buen juego quien junto a su compadre, Ángel Mena, hacían las delicias de la afición azul. Por otro lado, encontramos al Barcelona de Rubén Israel, quien era sensato con lo que le ofrecía el equipo, y había llevado a un elenco con varias estrellas pero poco fútbol a la final del torneo, en base a un juego ordenado y cerrado de media cancha para atrás pero con una pasmosa efectividad de tres cuartos de cancha hacia adelante, donde Ismael Blanco era el referente en ofensiva ayudado por la velocidad del Chivo Suárez.

En esa final, nadie se guardó nada. El partido de ida Emelec dominó el encuentro, anotó en la primera mitad por medio de Ángel Mena dejando enmudecido a un estadio Monumental vestido de amarillo, y Barcelona en base a contrataques pudo encontrar la paridad casi al finalizar el partido, con un cabezazo certero de Blanco.

El 21 de diciembre la historia pintaba para ser similar con un juego cerrado y por definirse con un estrecho marcador, sin embargo, dos factores inclinaron la balanza a favor de los azules: La tempranera expulsión de Alex Bolaños por fuertes faltas reiterativas a su hermano Miller, y la posterior lesión de Suárez que dejó a Blanco huérfano en ataque, y a los amarillos sin capacidad de reacción. Con esto, Barcelona no logró, nunca, ser un peligro para la portería de Esteban Dreer.

Este es otro de los matices que le dan a este partido el título de ECMIDLH: El dominio absoluto del C.S. Emelec sobre su rival, un equipo que abrumó los noventa minutos a los canarios, quienes se veían como un equipo de una categoría inferior a pesar de haber conquistado la segunda etapa del torneo, quien tuvo que soportar que desde las gradas les hayan gritado “Olé” 42 veces seguidas, un fenómeno que no esperas ver en un partido de la importancia de la final de un torneo y mucho menos, con el clásico rival.

Importante también para la vereda de los azules fue ese partido, que consagró como ídolos de la afición a Miller Burbano, Ángel Mena, Pedro Quiñónez, Fernando Giménez o Gabriel Achillier, jugadores que habían sido parte de un proceso y que llegaban a ganar sin complicaciones, con un fútbol divertido como en el barrio el partido más importante disputado en el torneo nacional, dejando a los amarillos en una crisis donde volaron varias cabezas a causa del resultado de este partido.

Y esa es otra de las razones, y quizás, la más importante: El clásico del Astillero es el partido más relevante del fútbol ecuatoriano (por más que ciertos personajes se resistan y digan que existen otros “clásicos nacionales” pero andaaaaaa), como hemos mencionado ya, es el partido más reconocido del Ecuador a nivel internacional.

LA FINAL DEL 2014: El partido más importante de un campeonato, que por primera vez en su historia se definía en un ida y vuelta con un clásico, el cotejo más importante y representativo de un país, donde el C.S. Emelec ganó, goleó y gustó. I rest my case.