Año de Reposicionamiento Internacional y Frustración Interna

No es habitual cuando se hace un resumen de una temporada encontrar sensaciones tan disímiles como el 2017 de Barcelona Sporting Club. El fabuloso andar por la Copa Libertadores de América, en el que el club llegó hasta semifinales por primera vez en 19 años, no puede ocultar el sinsabor de un exiguo quinto lugar en el campeonato nacional que le impedirá volver a estar presente el próximo año en el máximo torneo continental.

Luego de un título 2016 inolvidable y lleno de récords, el proyecto continuó en manos de Guillermo Almada y con, básicamente, el mismo plantel que logró el campeonato del torneo anterior. Se sumaron como refuerzos principales a Ariel Nahuelpán, quien retornó al club luego de cuatro años, y a Jefferson Mena para reemplazar la vacante dejada por Anderson Ordóñez. El reto del 2017 era claro con la doble competencia: llegar lo más lejos posible en la Libertadores, tal como era una de las promesas de campaña de José Francisco Cevallos (“volver a ser un coloso de América”), y revalidar el título nacional con un bicampeonato que no se obtiene desde 1981.

Desde el sorteo de la Copa Libertadores quedó claro que el andar internacional no iba a ser un camino sencillo: la fase de grupos dejó al Ídolo en una llave complicada junto al campeón vigente Atlético Nacional, al argentino Estudiantes de La Plata y al brasileño Botafogo. Sin embargo desde el debut se vio claramente que Barcelona iba a ser un protagonista importante de esta edición del torneo continental: una brillante victoria sobre Atlético Nacional y dos triunfos  de visitante en La Plata y Río de Janeiro le dieron la clasificación a octavos de final con dos partidos de anticipación y practicando un juego muy intenso, veloz y con la identidad que lo marcó el año anterior.

En la siguiente fase el cuadro torero se encontró con otro obstáculo complicado: el campeón brasileño Palmeiras. Una vez más Barcelona volvió a brillar con dos muy buenos partidos en una llave que se terminó decidiendo desde los tiros penales en donde emergió la figura de Máximo Banguera, uno de los valores individuales más destacados del plantel en el año. Los cuartos de final traerían un nuevo rival paulista: Santos. Tras un trabajoso empate rescatado por el oportunismo de Jonatan Alvez, la gran figura de la temporada, llegó el momento cumbre del curso: la victoria en Vila Belmiro, con una presentación nítida y sólida de la escuadra canaria que debió ganar con una mayor diferencia que la que dejó el solitario gol de Alvez. Las semifinales trajeron al tercer rival brasileño consecutivo, el Gremio de Porto Alegre, que se llevó un incontestable triunfo de visita en el Monumental y el fin de la ilusión copera barcelonista.

El paso del Ídolo en la Libertadores llenó de orgullo a toda su afición, que volvió a ver a su equipo como protagonista en un torneo en el que era una de las grandes referencias sudamericanas hasta finales del siglo pasado. Barcelona se convirtió en el primer equipo de la historia que consiguió 3 victorias como visitante en Brasil y su goleador Jonatan Alvez se convirtió en el segundo jugador del club que anotó 6 goles en una misma edición de la Copa, además que entró en la consideración para mejor jugador del torneo. Una participación indudablemente histórica y valiosa.

A nivel local el trajín de la Copa terminó afectando el rendimiento del equipo en el campeonato en donde partía como favorito para el título, sumado a otros factores externos que afectaron al club como: la suspensión del Monumental en el primer partido como local ante Macará por los disturbios ocasionados por la barra que dejaron al menos 45 heridos y la pérdida de 6 puntos dictaminada por la FIFA por una deuda mantenida con Boca Juniors que a la larga incidió para que Barcelona no clasificara a la Libertadores del próximo año. No obstante, la Primera Etapa del campeonato del Ídolo fue bastante buena, llegando a pelear la posibilidad de ganarla hasta que perdió con Delfín de local en el Monumental en un encuentro en el que el cuadro torero fue superior en gran parte del mismo pero no pudo conseguir el triunfo debido a su mayor falencia de este año: la falta de concreción de goles en comparación con la cantidad de oportunidades generadas. Esta falencia fue mucho más notoria en la Segunda Etapa en la que encadenó ocho partidos consecutivos sin ganar a pesar de merecer el triunfo en la mayoría de ellos y que fue clave para el séptimo lugar alcanzado en dicha fase.

Este último punto es importante resaltar porque, a diferencia del torneo pasado, hubo varios valores individuales que disminuyeron o fueron inconstantes en su nivel. Ely Esterilla, Marcos Caicedo, Washington Vera, Pedro Velasco, Mario Pineida y hasta el mismo Damián Díaz, no rindieron en diferentes momentos de la temporada al igual que el 2016, y eso se vio reflejado en las cifras goleadoras del equipo. Jonatan Alvez anotó el 35% de los goles del plantel, 20 en campeonato y 6 en Libertadores, cuando el año pasado representó solo el 21% de las anotaciones.

Es de resaltar la aparición y consolidación de jóvenes valores como la dupla de defensas centrales conformada por Darío Aimar y Xavier Arreaga que mantuvieron la titularidad a pesar de la llegada del colombiano Mena y de Luis Caicedo. El aporte de emergentes como Erick Castillo, José Ayoví y Tito Valencia (hasta su fea lesión de fractura de peroné), y la incansable labor del capitán Matías Oyola y de Gabriel Marques en la media cancha, como elementos destacados de la temporada aparte de los ya mencionados Alvez y Banguera. Gran mérito en esto es de Guillermo Almada, de quien se debe destacar que cumplió su segundo año completo al frente del plantel, algo que no ocurría en mucho tiempo en el club.

El 2018 queda marcado como un año en el que Barcelona deberá enrumbar su rendimiento en el torneo local, en el que seguramente una vez más partirá como uno de los favoritos para hacerse con el título a sabiendas de que el plantel se mantendrá en su gran mayoría de acuerdo a lo expresado por la dirigencia canaria y en el que se intentará volver a la Copa Libertadores luego de su gran participación en este año. A nivel internacional queda realizar una actuación similar en la Copa Sudamericana donde se enfrentará en primera fase al paraguayo General Díaz.

Foto principal tomada de Metro Ecuador

2 comentarios
  1. Edison Guapaz Zambrano
    Edison Guapaz Zambrano Dice:

    Cierto es que las sensaciones que dejó Barcelona 2017 fueron muy disímiles. Creo que la libertadores 2017 del ídolo fue sensacional, incluso más que cuando disputó las finales por la calidad de rivales doblegados. Veamos si en el 2018 se aplica más en el torneo local

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