Dalo: el baldosero ecuatoriano por excelencia

En la última votación que organizamos vía encuestas de Twitter, preguntamos a nuestros seguidores cuál era el jugador que representaba el concepto de “baldosero” y el gran ganador es el ahora político y ex Asambleísta mejor conocido como Dalo Bucaram. Antes de seguir con este post, habrá que explicar por si acaso, el concepto de “baldosero”.

El concepto fue desarrollado por el sitio web argentino “En Una Baldosa”, que dentro de un genial universo en el que vía páginas de Internet y redes sociales, se comenta con fino humor las incidencias del fútbol del Río de la Plata y algo más, del internacional. Con todo un diccionario para entrar en este mundo, la definición de “baldosear” es la siguiente, según la “Wikia” del sitio “La Redó”:

“Baldosear se llama al acto de fracasar en la carrera futbolística. Generalmente, un baldosero es aquel que luego de tener un momento de fama, se dedica a jugar en varios equipos de dudoso prestigio, fracasando en todos ellos. A mas bizarros sean los destinos futbolisticos, mas baldosero se es (?)”

Aclarado este punto, podemos empezar a hablar del “homenajeado”. Abdalá Bucaram Pulley se formó en la cantera de Emelec, militando en el cuadro eléctrico desde su adolescencia. El interés por el deporte vendría de familia, recordemos que su padre, el excéntrico político Abdalá Bucaram Ortiz, fue velocista, al igual que su tío Jacobo Bucaram. Así mismo, siempre vale la pena recordar que Bucaram Ortiz “el loco”, asumió la presidencia del Barcelona S.C. mientras fue Presidente de la República del Ecuador. Cuando fue derrocado, tuvo también que dejar su cargo en el club amarillo.

Dalo en el 2001 formó parte del al selección ecuatoriana Sub 20 que disputaba el sudamericano de la categoría como local. El DT era José María Andrade, estratega de buenas relaciones con su padre, Bucaram Ortiz. El primer juego de dicha selección fue un triste empate con Venezuela que precipitó la salida de Andrade. Su reemplazo en el torneo fue Fabián Vicente Burbano, quien tomó muy poco en cuenta a Dalo y clasificó a la selección al mundial que se disputaría en Argentina.

Para afrontar dicha competencia, se contrató al DT Colombiano Hugo Gallego, durante la preparación de dicha selección, no se convocó a Dalo Bucaram, lo que provocó los incidentes en los que Gallego y posteriormente, el DT de mayores, Hernán Darío Gómez fueron agredidos, lo que derivó en la renuncia de ambos, aunque Gómez fue convencido de quedarse a dirigir el muy exitoso proceso que estaba manejando. Dalito tuvo que ver por TV como de la mano de Fabián Vicente Burbano, Ecuador participó en el mundial argentino llegando a octavos de final.

En ese 2001 y para que Dalo esté en competencia, firmó para el Santa Rita de Vinces, que en ese entonces jugaba en la Serie B del fútbol ecuatoriano. El cuadro que se armó para el equipo vinceño hubiera sido sensacional si se lo formaba 10 años antes, con figuras de los 90 como: Carlos Morales, Wagner Rivera, Luis Capurro, Jimmy Bladndón, Raúl Avilés, más los contemporáneos a Dalo: Giancarlo Ramos, Luis Moreira, Xavier Intriago, entre otros. De todas maneras era interesante ver a este cuadro en una B particularmente novedosa con clubes importantes como Liga de Quito o Deportivo Cuenca, más el sorprendente Deportivo Saquisilí. La presencia de Bucaram desataba ciertas pasiones entre apoyo y desprecio aunque más era lo segundo, pues quedaba fresco el recuerdo que el incidente que casi renunciar al “querido Bolillo” venía por su no convocatoria al Sub 20, además de la resistencia que en algunos sectores del país tenía el Partido Roldosista Ecuatoriano, cuyo indiscutible líder era su padre, cuya caída del poder estaba fresca por aquellos años y su credibilidad en su peor momento.

Santa Rita estuvo lejos de llegar a Primera División y Dalo fue a parar a Barcelona S.C., donde fue tomado muy poco en cuenta y cuyas escasas apariciones en cancha eran motivo incluso de burla de los programas cómicos de televisión ecuatorianos. Vaya a saber cómo, fue a probarse a Chacarita Juniors de Argentina, donde jamás pudo debutar y su paso en tierra albiceleste hasta ahora es recordado como: “y acá vino el hijo del Presidente de Ecuador…”. Todo eso, en el 2002.

El 2003 parecía el año de la suerte para Dalo Bucaram. Regresó a Emelec y fue titular en la primera fecha del torneo de Primera División, anotando 2 goles al Manta y siendo por una fecha, el goleador del torneo. No pasó mucho para que dejara de ser mayormente tomado en cuenta en el club millonario y Dalo luego anduvo probando suerte en clubes de Uruguay (Alianza Montevideo) y Chile (Santiago Morning), sin mayor suerte. Para el 2005, poco se sabía de la carrera futbolística de Dalo y un par de años después, lo veríamos en política buscando tomar las riendas del partido político de su padre, Abdalá Bucaram Ortiz, que quedó desafiliado del Consejo Electoral y recientemente fue refundado.

Dalo tuvo una muy corta carrera de futbolista profesional, fuertemente patrocinada por su espaldarazo político y jamás llegó realmente a destacar. Es tal vez uno de las historias más exóticas para contar en el fútbol ecuatoriano y no por nada, nuestros seguidores lo erigieron como el baldosero ecuatoriano por excelencia. Veamos si como político le va mejor que como futbolista. Por lo pronto, parecería que sí (?)

En el mismísimo «En Una Baldosa» hay un homenaje a Dalo. Se lo leé acá.

El amor eterno dura aproximadamente 3 meses

Así decía en el inicio de un tema de la agrupación ecuatoriana “Dama Solitaria” y se lo encontraba graffiteado en varias paredes de la ciudad de Quito. Con esto quisiera que nos introduzcamos al mundo de los futbolistas y sus idas y venidas a los distintos clubes profesionales mientras se encuentran en actividad.

La mañana de este domingo, el país se sacudió (?) con la noticia de la incorporación del volante uruguayo Brahian Alemán a las filas de Liga Deportiva Universitaria, más aún si se esperaba que dicho futbolista regrese al club en el que jugó la temporada pasada: Barcelona S.C., al que, a través de sus cuentas de redes sociales le juró amor eterno y una pronta reincorporación luego de las festividades navideñas. A fin de cuentas, parece que termina enrolándose en uno de los principales rivales del cuadro amarillo.

En torno a este sonado traspase, las declaraciones no se han hecho esperar. Alfaro Moreno, Vicepresidente de Barcelona, se mostró sorprendido e incluso, consideramos desacertada la declaración en donde considera “cambiar de opinión sobre la liga profesional”. Tras esto, se aduce que el jugador no estaba “libre” y en estos días veremos una linda novela que incluye a los antiguos clubes del jugador: Defensor de Uruguay y Unión de Santa Fe – Argentina. Pero si esto le pasó a una persona equilibrada y experimentada como Alfaro, ¿qué podremos pensar de lo que pasó en la cabeza de un hincha promedio?

Los cambios de camiseta en el fútbol son cosa que data casi desde el invento del fútbol mismo. Si alguien viene con la perorata de que: “antes había amor por la camiseta”, pues es algo no del todo cierto. Antes lo que había era reglas distintas, casi inhumanas en las que un jugador estaba atado a su club en condiciones reñidas a cualquier código laboral de una nación decente. Cuando esa condición económica o más que nada laboral mejora, el jugador se irá nomás.

Casos escandalosos ha habido siempre, como pasó con Figo del Barcelona catalán al Real Madrid, Maurice Johnston del Celtic al Rangers. En Ecuador, fueron sonadas las llegadas de Carlos Luis Morales a Emelec, siendo referente de Barcelona o Ney Raúl Avilés haciendo algo similar pero a la inversa. El dinero manda, el hincha se molesta porque al parecer, al jugador no le importa esa camiseta tanto como al fanático. El 99% de los casos es así e incluso, si son sinceramente hinchas de un club, cuando tienen una mejor oportunidad laboral en otro, simplemente se cambian. No debería haber problemas con eso, el futbolista ante todo es un profesional que ve por sus intereses o los de su familia. Si a usted le ofrecen un mejor contrato que el que tiene en su actual empresa donde labor, sale corriendo, es lo normal, es lo humano.

Este fenómeno es particularmente simpático desde la aparición de redes sociales. Este domingo hubo manifestaciones de malestar a montones por parte de los parciales amarillos en una gama que va de la desilusión al enfado. Por otro lado, la hinchada de Liga se pudo regodear por quitarle un jugador valioso a un rival. Consideremos eso: Brahian Alemán fue de lo mejor que tuvo la errática campaña 2015 del Ídolo del Astillero y se contaba con él para hacer un mejor 2016. Por el lado albo, ese medio campo empieza a tomar una forma interesante.

Hablando de redes sociales, este fue el canal por el que otro jugador engatusó a una hinchada. Claudio Bieler siempre habló del amor por Liga de Quito, de su gran deseo de volver y a fin de cuentas, terminó firmando con Belgrano de Córdoba, club que dudamos, ofrezca una gran ventaja laboral con respecto a la U, pero hasta mientras, el muchacho argentino con ingeniosos tuits, azuzaba a la parcialidad más pasional, convencida con cada lapidario comentario sobre los rivales ecuatorianos, que eso conservaba la forma física y técnica que le llevó a ser uno de los delanteros más temidos en Sudamérica entre 2008 y 2009. Con este tema, el hincha debe tener demasiado contacto, ya que así maneja una relación demasiado directa, con mayor acceso de información y con ello, mayor posibilidad de desencanto.

Volviendo a lo de Alemán. Grande fue la desazón para el barcelonista. Un jugador que “encarnaba el barcelonismo”: talento más garra, que en medios de comunicación declaraba que en el país solo jugaría en el cuadro canario y que había abrazado el amor a la camiseta amarilla, ha terminado firmando un contrato para un rival. Ojalá al hincha eso le sirva de lección para dejar de creer esos “amores eternos” que los jugadores suelen mencionar. Ellos lo que aman el billete y no está mal, usted también lo ama, sino ¿cómo se vive? El que dice que el dinero no es prioritario en este momento histórico de la humanidad, no se le cree o tal vez es un ente superior o simplemente está loco.

El hincha le debe su amor a su club y más nada. Personalmente no soy de alentar el tema de las barras organizadas, pero si hay un trapo que me gusta, es uno de Emelec que dice: “amor por los colores, no por los jugadores”. Así debe ser, los jugadores son trabajadores que vienen y van, a los que contribuyeron al nombre y grandeza de la institución, se los considerará y respetará, pero no idolatrará. La visión a estos personajes como “Mesías” o redentores, siempre llevará a desengaños, pues ellos tan solo son humanos… Bueno, hay algunos legendarios que no lo parecieran, tal vez con ellos se entraría en otra consideración, pero son pocos. La gran lección es no creer en la palabrería de nadie e hinchar por los colores con quien los vista, mas nada.

Nuestra Propuesta de Torneo Ecuatoriano

A lo mejor sonemos arrogantes y quizás seamos los menos versados al respecto. De todas formas, acá iría nuestra propuesta para los próximos campeonatos ecuatorianos de fútbol. Obvio, sería 2017 o 2018 la implementación de lo mismo. Si les parecen buenas ideas, nos pueden hacer saber y si las creen descabelladas, lo propio. Considerando que sería inminente la creación de la tan mencionada y famosa “Liga de Fútbol Profesional”, ahí va:

 

Una “Primera División” de 10 equipos que se juegue a dos etapas de ida y vuelta con final entre ganadores de dichas etapas. 36 fechas que junto a la probable final, serían 38. Se mantendría el reglamento por el cual, el campeón de las 2 etapas es directo campeón nacional sin jugar final. Desciende el último ubicado en tabla acumulada y el noveno va a la promoción con el segundo de la “Segunda División”.

Una “Segunda Divsión” con 10 equipos todos contra todos a cuatro ruedas. 36 fechas. El campeón asciende, el segundo va a la promoción. Los dos últimos descienden a la “Tercera División”. La “promoción” se jugaría con partidos ida y vuelta entre el noveno de la acumulada de “Primera División” y el segundo de “Segunda División”, con ventaja deportiva para el equipo de Primera División en caso de empate en ambos encuentros.

Una “Tercera División” con dos zonas: norte y sur de 12 equipos cada una. El campeón de cada zona asciende a la B, descienden los dos últimos de cada zona a las Ligas Provinciales. Se jugaría en una etapa de ida y vuelta con 22 fechas.

Zona Norte: Sucumbíos, Carchi, Imbabura, Orellana, Santo Domingo, Pichincha, Orellana, Napo, Pastaza, Cotopaxi, Tungurahua.

Zona Sur: Loja, El Oro, Azuay, Guayas, Cañar, Morona Santiago, Santa Elena, Bolívar, Manabí, Los Ríos, Chimborazo.

Ligas Provinciales: algo similar a lo que hoy es la Segunda Categoría.

 

Copa Ecuador: participan los 44 equipos de la Primera, Segunda y Tercera División.

Primera Ronda: solo juegan los 24 equipos de la Tercera División en 12 llaves que serán diseñadas de acuerdo a sus zonas y se jugarán en partido único. Sede única para todos esos juegos establecida previamente por sorteo, una sede para los de la zona norte y otra para los de la sur. Se puede hacer entre semana en tripletas por cada sede.

Segunda Ronda: con 10 equipos de Primera División, 10 equipos de Segunda División y los 12 ganadores de la primera ronda. Suman 32 equipos para 16 llaves.

La conformación de estas llaves sería de acuerdo a la clasificación del año anterior, es decir, campeón de Primera División contra el último ubicado de Tercera División que esté clasificado a esta fase, segundo de Primera División contra en último de la Tercera y así sucesivamente. Los juegos de segunda ronda y octavos de final se harán a sede única y el anfitrión será el equipo ubicado en categoría inferior. En caso de enfrentarse equipos de la misma categoría, el anfitrión será el peor clasificado en el año anterior.

Cuartos de final y semifinales serán a partidos de ida y vuelta entre los clasificados. La gran final se disputará a partido único con sede alternada en cada año entre Costa y Sierra y ya debe ser asignada a inicios de competición.

Premios

Campeón de cada etapa de Primera División disputará la Copa Libertadores del siguiente año en fase de grupos. En caso de que un equipo gane las 2 etapas, irá a fase de grupos el mejor clasificado por tabla acumulada.

El ganador de la Copa Ecuador jugará la Copa Libertadores en la Primera Fase previa a la fase de grupos.

Los tres mejores equipos ubicados en tabla acumulada y que no disputen Copa Libertadores, más el campeón de la temporada, disputarán la Copa Sudamericana.


Además, los siguientes puntos:

  • Eliminación del reglamento de juvenil en cancha.
  • Sugerencia para evitar jugar en horarios de mediodía en TODO el país. Aparte de lo perjudicial a la salud de los jugadores, ese es normalmente un horario familiar que en la mayoría de juegos, impide mejores asistencias.
  • Prohibición de inscripción de equipos que no hayan cumplido con los sueldos de futbolistas y administrativos del año anterior (aplicación dentro de 2 años).
  • Sueldos puntuales, abolición de la “espera de 3 meses”. En caso de incumplimiento, sanciones con pérdida de puntos.
  • Pagos al S.R.I. y aportaciones al IESS al día. Pérdida de puntos en caso de incumplimiento. La LFP debería ser la encargada de auditar estos temas.
  • Las sanciones con pérdidas de puntos en caso de incurrir a estas faltas serían: 1 punto a la primera vez, 5 puntos por reincidencia y pérdida de categoría a la segunda reincidencia.
  • Prohibición de inscripción de equipos cuyos gastos superen a ingresos de acuerdo a un presupuesto global que debe ser obligatoriamente presentado a la Liga de Fútbol Profesional a inicios de año.
  • Se exigirá que los equipos cuenten con un equipo financiero y sistema contable con plan de cuentas para que se genere informes financieros. Estos se reportarán mensualmente a FEF y LFP para prevención de posibles problemas.
  • Presupuestos públicos y de fácil acceso a FEF, LFP y socios de los clubes.

Colaboraron con la redacción e la propuesta:

@Claudio_seb
@edd_stargazer
@GerardoGarnica
@kross2380
@RonaldSHV

El Anti Equipo 2015

Cuando está a punto de cerrar un año, lo normal es que se elijan los 11 ideales de cada torneo, de cada país, continente, del planeta entero. Como deben estar algo cansados de eso y cada diario, sitio web, programa de radio y televisión ya debe haber escogido el suyo. Nosotros no inclinamos por hacer el “anti equipo”. Un recuento de los futbolistas con más desafortunado andar en el torneo ecuatoriano de primera división 2015. Nos tocó hacer un 3-4-3

Adrián Bone

El portero de El Nacional tuvo por lejos, la peor temporada no sólo desde que ataja para los criollos, sino de su carrera profesional, siendo responsable directo de varias derrotas de su equipo cometiendo errores de novatos que costaron varios goles. El otrora tercer portero de la selección ecuatoriana, quien incluso integró una nómina mundialista está en muy baja forma y su inclusión en el “anti equipo” esperamos sirva para alentarlo a volver a su mejor nivel.

Eduardo Morante

Contratado para la zaga de Nacional con el afán de paliar un déficit defensivo que el equipo militar que se venía venir desde el año pasado. Quien era la promesa en la zaga central del balompié nacional y que fue traspasado en millones de dólares a la U de Chile ahora es una sombra. Sin duda las lesiones fueron acabando con su habilidad para la marca y en los actuales momentos, su total falta de “timing” y precisión lo hace una constante bomba de tiempo para sus compañeros. Una pena como se fue deteriorando la carrera de este jugador.

Andrés Lamas

En el primer semestre del año, el zaguero central uruguayo defendió la divisa de Barcelona S.C. Con el antecedente de haber jugado en Independiente del Valle con mediano suceso la temporada pasada, llegó a filas canarias para reforzar la zaga para los torneos nacionales e internacionales que afrontó el Ídolo con poca fortuna. Repartió faltas y patadas que costaron puntos vitales, una pobre campaña en Libertadores y quedar lejos de la disputa por la primera etapa del torneo local. Duró 6 meses nomás

Juan Carlos Espinosa

“El artista antes conocido como Max Barrios” te hace cuestionar algunas cosas. La primera es el asombro que causa que este muchacho haya podido integrar la selección de otro país. Bajo su seudónimo, “Max” llegó a defender a Perú en categorías menores y después de comprobarse el escándalo de su identidad fue a parar a su club “primigenio”, Liga de Loja, en el cual vimos a un zaguero sumamente rudimentario que entre otras “flores”, causó una grave herida en el rostro a un jugador juvenil. El otro motivo de asombro es cómo en el fútbol ecuatoriano se pudo inscribir a alguien que se le comprobó un fraude con su identidad, pero bueno, esto es Ecuador y ese tipo de cosas mas bien no nos debería asombrar.

Alejandro Frezotti

El volante argentino había jugado previamente en el Deportivo Cuenca y con fama de recio y aguerrido, fue a parar a Barcelona, donde generalmente hay gusto por esas características y con su pinta de Jesucristo, el combo era completo para una afición canaria que suele ser devota de los argentinos melenudos. Se había evidenciado en sus tiempos por tierras morlacas, que no era un dechado de virtudes técnicas, pero sus continuas fallas a la hora de salir con el balón dieron muchos problemas a sus compañeros ubicados en el bloque posterior y con ello, los goles y resultados negativos para la escuadra amarilla, donde no vieron de otra que deshacerse de él a mitad de temporada, para el alivio de su parcialidad que terminó aborreciendo a este futbolista.

Dennis Quiñónez

Uno de la camada de los “Vizuete Boys”. Polifuncional, puede ser usado como back centro o volante de marca y en este lamentable año para Deportivo Quito, justamente jugó en ambos puestos, sin dar buenos resultados en ninguno. Lamentablemente, este futbolista que a inicios de la década se lo contaba como una promesa para el fútbol ecuatoriano, en estos días deambula de equipo en equipo sin poder consolidarse y ya siendo muchas veces, un estorbo en las plantillas de donde termina. Finalmente pudo jugar los últimos partidos del equipo chulla por que literalmente, era lo que había.

Carlos Feraud

Ya van quedando lejos los años en que el, junto al “pipiolo” Uchuari (quien no entró por un pelo en esta lista) causaban sensación en Liga de Loja. Actualmente, Feraud es otro jugador que deambula de equipo en equipo sin poder brillar en ninguno. En el 2015 tuvo una temporada muy irregular, siendo poco aporte para un Deportivo Cuenca que hizo morir de hambre a sus atacantes y no precisamente estamos hablando de su situación económica, sino que en verdad hubo poca generación de juego y lo poco que se llegaba al arco era infamemente desperdiciado. Otra joven promesa que se fue desinflando dramáticamente.

Anderson Naula

Al pequeño Naulita lo ponemos como la sobrevaloración del año. En un inicio asombró como este chico bajo de estatura y poco entrado en carnes, se plantó con desparpajo en una cancha profesional, defendiendo a Liga de Loja. Fue convocado a la selección Sub 17 y llegó a disputar el mundial de la categoría, siendo evidentemente uno de los que sí aparentaba esa edad o bastante menos. Su aporte en la cita mundialista fue mínimo y de hecho, en el segundo semestre del año prácticamente fue desapareciendo. Su frágil físico y la pequeña fama que cobró gracias a los medios que se asombraron con su par de jugadas notables, hicieron a sus marcadores tomar recaudos y dejarlo casi sin ningún protagonismo.

Pablo Palacios

Una muy mala temporada para el cabezón, jugador al que le han cambiado de posición unas 400 millones de veces desde que se enroló en El Nacional y ahora, en el regreso a sus funciones ofensivas, se lo vio bastante mal. Palacios estuvo errático e impreciso la mayor parte del año, lo que derivó en una escasez de generación de jugadas de peligro para el equipo militar. Habría que ponderar por lo menos, que el goleador del 2008 al menos, nunca bajó los brazos y jamás se lo vio displicente.

Cristian Ledesma

El atacante paraguayo llegó en el tumultuoso segundo semestre de Deportivo Quito a reforzar el ataque y alguna esperanza de goles dio en sus primeros partidos, para pasar a estar desapercibido en una plantilla que de por sí era limitada, pero él no podía hacer la diferencia. No lo podemos culpar, lo líos económicos pueden desmotivar a cualquiera, pero estuvo lejos de demostrar que estaba a la altura de la primera división de nuestro país. Estuvo muy negado frente al arco.

Leonel Núñez

De hecho, al “gordo” lo hemos designado como capitán. Paró en el Mushuc Runa de Ambato cargado de su fama y su prominente abdomen, mas no de buen fútbol. Lo poco que se vio del atacante argentino en tierras ecuatorianas fueron los vestigios de lo que alguna vez fue un futbolista importante. Su escandalosa falta de forma lo hace merecedor a ser una de las mayores vergüenzas del año en nuestro fútbol. El gordo debe estar agradecido que económica y dirigencialmente, lo que pasó en nuestro fútbol fue escandaloso y así, su falta de respeto hacia la primera división de un país quedó opacada.

D.T.: Carlos Sevilla

El prestigioso técnico ecuatoriano tuvo la penosa tarea de conducir un cádavaer futbolístico a la segunda división de nuestro país, no sin antes protagonizar uno que otro exabrupto con la prensa, producto sin duda, de todo el stress que debe haber sido, dirigir a este Deportivo Quito que fue cayéndose a pedazos.

Dirigente: por montones. Lo dejamos a su buen criterio, distinguido lector.

¡2015: un año que Barcelona quiere quemar!

¡Nefasto 2015! Tu archirrival es tricampeón, clasificas apenas a Copa Sudamericana, toda la temporada pasaste estacionado en media tabla y ¡para colmo pierdes vergonzosamente puntos en la mesa por inoperancia dirigencial! Hinchada y jugadores amarillos seguro tienen muy claro qué van a quemar este 31 y será la temporada 2015 entera pues fue terrible de inicio a fin.

En el ámbito local, Barcelona terminó quinto en la tabla acumulada la cuál nunca lideró, de hecho, en la única fecha que conoció lo que es ser primero del tablero de ubicaciones fue la novena pero de tabla de la segunda etapa. Una vez más no puso goleador, ni consiguió la valla menos batida, menos puso el mejor extranjero o mejor defensa. En fin, B.S.C. no fue el mejor en nada y este año fue tan parecido a los que ha tenido en la mayoría del siglo XXI.

En el terreno internacional, de igual manera, el 2015 fue vergonzoso. Perdió sus tres juegos disputados como local en Copa Libertadores y terminó ÚLTIMO en el grupo 7 que compartió con Estudiantes De La Plata, Atlético Nacional y Libertad. Sin duda entre las peores incursiones de su historia en este torneo.

El año dirigencial y administrativo se puede decir que fue aún más desdichado que el año deportivo. Una vez más la inestabilidad fue cosa de todos los días. Juicios y deudas, jugadores y equipo administrativo impagos, fueron las causas por las que Barcelona recibía la atención de los medios y fueron los motivos por los que conoció lo que es perder puntos en la mesa por moroso, esa que es quizá la mayor vergüenza de su historia como institución y la sufrió en este tenebroso 2015. Barcelona no presentó a tiempo los roles de pago de sus colaboradores en dos ocasiones y por ello perdió dos puntos, luego dilapidó 6 puntos más por no honrar la deuda que sostiene con el ex DT Floro. Un total de 8 puntos perdidos por inoperancia y falta de previsión, una vergüenza histórica de la cual los responsables inmediatos son los hermanos Antonio y Luis Noboa Ycaza como cabeza del directorio.

A principio de temporada la dirigencia saliente ratificó al DT uruguayo Rubén Israel, pero al mismo momento en que se lo renovaba se le indicaba la puerta de salida del Club cuando se desarmó el equipo con el que sorpresivamente peleó por el título del 2014. Jugadores claves para el estilo de contra-ataque que aplicaba el uruguayo se fueron, Penilla, Chivo Suárez, MJ Quiñónez, Luis Caicedo y Álex Bolaños pasaron a otros equipos, desarmando así el medio campo y el ataque, sobre todo la salida de “chivo” y Penilla fueron insufribles, pues a falta de estos grandes habilitadores, Ismael Blanco bajó notablemente su rendimiento goleador en el 2015. Una vez más los directivos amarillos cayeron en el vicio de vender o ceder jugadores por valores que terminan siendo inferiores a la cantidad de dólares que se emplea para tratar de cubrir su ausencia. Tal es así que el contingente de nuevos jugadores extranjeros sumados a los nacionales, no fueron suficientes para conseguir darle poder goleador al cuadro ídolo y nuevamente para tratar de parchar la plantilla se firmaron contratos a jugadores caros y sobre valorados. Sueldos de mucho más de veinte y treinta mil dólares se pagaron en un cuadro que por rendimiento no merece ni la mitad. Es que además del millonario déficit que mantiene Barcelona, parece desproporcionado pagarle en este país más de 20 mil mensuales a un jugador; salvo que sea una verdadera estrella o crack.

Con el equipo desarmado, lógicamente vinieron los malos resultados, fue imposible que lo aguanten a Israel y nuevamente, como casi todos los años, se debió romper un “proceso”, el DT de turno no acabaría el año y se echó mano de Guillermo Almada. Un DT que muestra ser capaz y muy estudioso, pero que no encontró la base física y el talento humano necesario para aplicar su idea táctica, la cual dio buenos triunfos en el comienzo de la segunda etapa, pero que acarreó múltiples lesiones a la plantilla y debió ser descontinuada. Almada por la fuerza de las circunstancias y tal vez por convicción alineó mucho jugador joven. Esa fue una luz entre tanta tiniebla: ver jugadores voluntariosos y entregados a su profesión dio una bocanada de aire a la golpeada hinchada amarilla.

El 2015 fue una vez más un año de equivocaciones dirigenciales al contratar refuerzos extranjeros. Andrés Lamas, Alejandro Frezzotti, Hamilton Pereira y Gabriel Marques fueron una nueva muestra de que ante el nivel del jugador nacional muchas veces el extrajero no marca diferencias, Brahian Alemán e Isamel Blanco fueron la otra cara de la moneda y por eso la afición espera su pronta renovación para el 2016; entre ambos anotaron 28 goles con la divisa amarilla y fueron los máximos anotadores del equipo canario, además, Alemán fue uno de los mejores habilitadores a gol en Ecuador y con sus potentes tiros de media distancia y actitud luchadora se metió la hinchada en el bolsillo.

Para dejar de lado lo administrativo, finalizar por rememorar como la directiva encabezada por lo hermanos Noboa terminó por correr y salir de sus funciones antes de lo previsto, pues cuando supieron que Cevallos ganaba las accidentadas elecciones de septiembre, donde hubo desmanes, impugnaciones y protestas por el inflado padrón de electores, no quisieron seguir guiando el Club con el que dijeron sentirse tan identificados.

Entre lo poco positivo que deja el año de Barcelona están los jóvenes valores que se espera sean el sostén de la plantilla en 2016: Ayrton Morales, Gerson Cedeño, William Erreyes, Washington Vera, Aldair Vásquez, Herlin Lino, entre otros, son elementos que dieron una lección a los directivos amarillos y les demostraron que se hubieran ahorrado muchos dólares si preferían echar mano de sus canteranos en vez de aventurarse a contratar elementos de mucha más edad y con sueldos exagerados. Aparte de estas nuevas caras en el cuadro ídolo, otro factor positivo a nombrar es su hinchada, su afición. Pues aunque el 2015 fue terrible, nefasto, vergonzoso por decirlo menos, los fieles amarillos terminaron en la segunda ubicación en asistencias como local. Tan solo superados con cuatro mil hinchas por Liga; claro está que Liga ganó la primera etapa, es subcampeón y fue primero o segundo durante más de la mitad de las fechas disputadas.

asistencias2015

Cuadro tomado Wikipedia, elaborado con estadísticas de la FEF

Para finalizar, mencionar que el cambio de administración también se percibe como algo de lo poco positivo que deja este 2015. Ya que hay un grupo dirigencial que se comprometió a dar chance a los juveniles, a no pagar sueldos muy superiores a la capacidad económica del club, de momento, así lo han hecho y se han cuidado bastante, evitando contratar jugadores desesperadamente. Además ofrecieron ser transparentes con las cuentas del Club y no repetir episodios como los del Kitu Diaz, porque hasta hoy no se sabe en qué valor se lo vendió y menos qué se hizo con el dinero producto de su venta. La dirigencia encabezada por Cevallos muestra ser lo suficientemente valiente como para apostar a continuar un proceso, renuevan a Almada y le dan jugadores de calidad para que arme la plantilla 2016. También se han comprometido a honrar la millonaria deuda del Club, la cual se había dicho aminoró, aunque parece ser que en vez de disminuir aumentó y cambió de manos nada más, de hecho, parecería ser que un tenedor de parte de la nueva deuda amarilla es un ex-dirigente como lo indica este portal web Hincha Amarillo.

2015, un año para el olvido, en el que Barcelona cumplió 90 años y en el que el triunfo más sonado fue sobre el Espanyol en un amistoso. Poco muy poco lo que tuvo para celebrar la hinchada más numerosa del país.

Un año horrible entre los años horribles

Desconozco cómo se habrá vivido la campaña de El Nacional que condujo al descenso de 1979, pero sin duda esta debe haber sido la más triste y desalentadora para la parcialidad criolla, y eso que quedó mejor ubicado que en el 2012 por ejemplo, pero al menos, la categoría fue salvada épicamente. Lo de este 2015 de Nacional se puede describir con una palabra: deprimente.

El inicio del 2015 llegaba para Nacional con cierta ilusión. Tras la consolidación de la directiva civil que había implicado el no pasar por sustos económicos, un mediocre séptimo puesto pero con espectaculares asistencias, todo hacía suponer que ahora se daría otro paso más adelante. Las contrataciones de Edison Méndez y Cristian Lara, a pesar de la veteranía de ambos, hacían pensar que habría buena pelota jugada y al menos, se convertirían en los imanes de taquilla. Con Eduardo Morante, Anderson Ordóñez y Luis Luna parecía que se podía paliar la problemática defensa y el “francés” Álvarez era la gran incógnita en el ataque, pero su tamaño y la promesa de traer algunos secretos del fútbol europeo, por lo menos permitía ser optimista.

Se ratificó en la dirección técnica a Octavio Zambrano, apuntando a que un posible conocimiento de la institución y continuidad que se vería poco fructífera. Como viene siendo costumbre, Nacional arrancó la temporada con una seguidilla de derrotas y Zambrano se aferraba a su cargo con un par de victorias épicas frente a Barcelona y Aucas en los instantes finales de dichos partidos. Nacional era superado en todos sus juegos, pero al menos, contaba con suerte.

Cuando eran evidentes los pobres resultados de Zambrano, su permanencia en la dirección técnica de Nacional no resistió más. Tras un breve paso de Orlando Narváez por la banca, la directiva resolvió que se necesitaba un DT con prestigio y renombre, contratando al argentino Rubén Darío Insúa, un hombre que sabe lo que es salir campeón en el país e internacionalmente. Absolutamente todos dieron el visto bueno a la llegada del poeta: hinchas, periodistas, perio – hinchas. Parecía que ahora sí llegaban los buenos tiempos para la divisa criolla.

“Milagrosamente” el equipo enderezó, partidos con mucho orden y tal vez marcadores apretados que lo tuvieron a Nacional peleando por Copa Sudamericana y con el mismo puntaje que el líder de la segunda etapa aunque con menor diferencia de goles. Hasta golpe de fecha 7 u 8 de la segunda etapa, se mantenía cierta ilusión y vino la debacle luego del 30 de agosto cuando había vencido a River Ecuador.

Nacional no volvió a triunfar hasta el 29 de noviembre y durante ese trayecto, lo que parecía un club convaleciente pero en vías de recuperación, dejó de ser tal. Derrota tras derrota, algunas de ellas humillantes, como el 5-1 de local frente a un rival tradicional como Liga de Quito, un inédito 5-0 frente al novato River Ecuador… En cada traspié, se hablaba de malestar a la interna, el cual salió a la luz por declaraciones de Insúa, cuando se conoció que no había puntualidad con los pagos del plantel de jugadores. Por ahí se podía explicar esas pobres actuaciones.

El tema político afectó notablemente al rendimiento del club. El Presidente saliente, Dr. Jorge Yunda, se encontraba en pleno proceso de reelección y la lista adversaria estaba presidida por el antiguo Presidente, Gral. Tito Manjarrez. Para inscribir candidaturas, hacía falta que tengan el respaldo en firmas de un mínimo de socios que en primera instancia no fue alcanzado por ninguna de las candidaturas, lo que derivó una ampliación del plazo para la presentación de dichas firmas, requerimiento que únicamente cumplió la lista de Manjarrez.

Del lado de Yunda, una vez que se conoció que no calificaba su lista para elecciones, presentó su renuncia argumentando que prefería facilitarle la sucesión a Manjarrez. Sin embargo, preferentemente a través de redes sociales, Yunda supo manifestar que sintió que no era bienvenida su presencia en el club (demás está recordar que fue el primer Presidente civil en un club que siempre fue dirigido por militares). La decisión fue duramente criticada por ciertos sectores de la prensa e hinchada, puesto a que en el momento en que pasaba toda esta inestabilidad electoral, la crisis financiera y de resultados se iba ahondando.

Volviendo a lo futbolístico, Insúa salió del club luego del catastrófico juego con River Ecuador, su reemplazo, que se suponía, era hasta el final del torneo, fue el desconocido DT local Quenry Valencia, con muy malos resultados, con lo que para las últimas fechas se lo trajo al uruguayo Eduardo Favaro, quien consiguió 2 triunfos y 3 derrotas. ¡El Nacional tuvo 5 directores técnicos en la temporada! Algo que normalmente pasa en equipos que descienden o pasaba en los años más caóticos de Barcelona S.C. por ejemplo.

De regreso a la novela dirigencial. Yunda había renunciado un 29 de octubre, pero las elecciones no se celebraron sino hasta el 28 de noviembre, asumiendo la presidencia del club recién el 18 de diciembre. Aparente acefalia en el club, que había quedado en manos del Vicepresidente de Yunda, Gustavo Cabrera. En todo ese tiempo, sumado a cada amargura que daba el cuadro criollo a su hinchada y a los problemas económicos, estuvo la pugna entre Yunda y Manjarrez. El uno le decía que mejor asuma de una vez la presidencia, el otro, que por qué salió del cargo antes de tiempo y que asumirá cuando inicie legalmente su periodo.

Mientras Yunda y Manjarrez se pasaban la pelotita, El Nacional acababa su campaña con la resta de un punto por la no presentación de roles de pago de los jugadores. Volvió a saberse este tipo de problemas que se daban antes de 2013 y que parecía, se habían solucionado, volvieron a aparecer, sumado a que desde este año, hay un reglamento que penaliza eso. Una vergüenza más a la campaña 2015.

Yunda manifiesta que varias deudas claves del club (IESS; SRI) fueron saneadas durante su gestión, además de varias deudas de antes de su mandato, que incluían a sus mismos empleados y antiguo plantel de jugadores y tuvieron al cuadro criollo en una situación sumamente crítica previo a su periodo. El tema de la deuda al actual plantel se argumentó que fue causado porque no se pudo hacer uso del dinero que se descuenta a los socios militares.

El panorama es desolador. De este 2015 prácticamente no hay como rescatar nada a nivel futbolístico. Las contrataciones fueron decepcionantes. La defensa encajó 58 goles, con rendimientos paupérrimos de Caicedo, Morante, Luna, Ordóñez más el peor año del portero Adrián Bone desde que está en la institución militar. Un valor como Franklin Guerra pasó mucho tiempo ausente por lesión o suspensión. Edison Méndez enfrentado al DT Zambrano y también su condición física conspiró para que su aporte sea a cuenta gotas, Daniel Samaniego recién alineó cerca del final del torneo. El ataque criollo fue uno de los peores del torneo con sólo 45 goles conseguidos. Ni Miguel Álvarez ni Edison Preciado ni Marquez (y del resto es difícil acordarse siquiera) fueron una solución real para el rojo. Eso más, muchos de los jugadores de este año terminan sus contratos y uno a uno han empezado a irse, mientras la actual dirigencia no anuncia contrataciones y todos los equipos con los que luchará por la categoría, van sumando gente.

El Nacional sigue en problemas económicos, lo que Manjarrez no deja de “recordar” en medios de comunicación, y con las escasas relaciones con grupos económicamente poderosos de la actual directiva, se ve difícil que pueda arreglarse dicho problema en el corto plazo. Se dice que se echará mano de las formativas para salvar al club, pero actualmente evidencias resultados poco alentadores, además si vemos el ejemplo de Deportivo Quito, cuando empezó a ubicar mucho producto de su cantera, comenzó el desastre. Para ganar partidos hará falta un jugador que marque la diferencia y está lejos de que se pueda contratar alguno. Cuadros como Fuerza Amarilla o Mushuc Runa hoy por hoy le ganan fácilmente la pulseada a los criollos a la hora de llamar a alguien a sus filas.

El Nacional tiene un número importante de hinchas, bastante menor al de los otros 3 grandes, pero significativo. Sin embargo, al apático hincha criollo hay que estimularlo continuamente y en eso la labor del Dr. Yunda fue espectacular al promocionar al club a través de los medios del Grupo Canela del que él es la cabeza. Manjarrez estará muy lejos de contar con ese respaldo y las taquillas sufrirán sensiblemente. Además de que si quiere pautar, le tocará sacar del calamitoso erario criollo.

La situación financiera aún es incierta con un informe económico aún no aprobado. La situación se supone que es mala, pero es bastante menos mala que lo que pasaba en 2013 según la versión y gestión de Yunda. Lo cierto es que para corregir los males urgentes del equipo de fútbol, los recursos monetarios son cortos y lo que puede esperar el hincha de El Nacional en el 2016 es otro año mediocre en el que máximo se salve la categoría. Llegar por ejemplo a una Copa Sudamericana, sería prácticamente un milagro. La evaluación financiera de la gestión Yunda aún queda en veremos, pero la futbolística, que es más fácil de analizar, es decididamente mala. Sumado a sus reacciones dignas del hincha más termocéfalo (de cabeza caliente, para quienes no están familiarizados con el término rioplatense) que derivaban en actuaciones y declaraciones lamentables que solo propiciaban inestabilidad en el plantel e incertidumbre en la hinchada.

El Nacional, como nunca, es candidato de peso para descender. Mientras el hincha criollo ve con frustración cómo los ostentosos números de su otrora glorioso club son superados: ya Emelec logró un tricampeonato y ha participado más veces en Copa Libertadores que Nacional. Tiene 2 clubes con poca historia pero con solvencia económica que lo sobrepasan en mano a mano histórico, aunque cierto es que son clubes jóvenes: River Ecuador e Independiente. Este año lo más probable es que Liga de Quito lo supere en dicho mano histórico y en puntos conseguidos en Copa. Emelec podría hacer un tetra y superarlo en estrellas.

Con 23 derrotas, prácticamente Nacional le debe la categoría al señor “Palmira” Salazar y su demanda que ocasionó la pérdida de 6 puntos a Deportivo Quito, así como a los errores dirigenciales del señor Villavicencio en Loja. ¿Podría ser que esta vez no haya quién lo salve? Si desciende, ¿Qué tan rápido se recuperará? ¿o esa grandeza era solo una ilusión? Hasta la paranoia invade a la fanaticada criolla, que seguramente este año engordó mucho las billeteras de terapeutas y psiquiatras. Este fue un año horrible entre los horribles y como viene el panorama, pareciera que no fuera el peor. Espero con todo el corazón equivocarme.

El Descenso de una Ciudad y una Provincia

En el artículo de hoy les hablaré de uno de los equipos descendidos, y por tanto, no hay manera de dejar la crisis del fútbol ecuatoriano fuera del mismo, así que aquí vamos.

Liga de Loja inició el año 2015, como se le venía haciendo costumbre, sabiendo que tenía en el segundo semestre del año que enfrentar dos torneos por su clasificación a la Copa Sudamericana, y con esto llegaron nuevos nombres a reemplazar a quienes partieron a fines del 2014. A priori, era un equipo bien armado, para estar tranquilos y no preocuparse mucho por el descenso y poder enfocarse en conseguir una participación más en un torneo internacional. Julio César Toresani empezaba la temporada con un empate contra Barcelona y una derrota contra el campeón como locales, además de dos triunfos en Quito frente a El Nacional y Aucas. Todo indicaba que pese a que figuras como Uchuari y el golero Fernández salieron del club, el equipo era sólido y estaba para pelear copas internacionales de la mano de Juan Pablo Caffa (Uno de los jugadores con mejor pie que ha venido estos últimos años al país) y el joven Anderson Naula, promesa que dio mucho que hablar la primera mitad del torneo.

Pero la sensación de seguridad y estabilidad en el equipo de la centinela del sur duró poco. A inicios de marzo, la nueva administración municipal empezó un proceso para cobrar una deuda que tenía el equipo con el ayuntamiento, desconociendo un acuerdo publicitario que tenían de la alcaldía previa. En el mes de abril ya empezaban a sonar las alarmas en Loja debido a falta de pagos a los jugadores y de ahí todo iría de mal en peor, terminando la primera etapa con tan solo 19 puntos.

La Copa América no hizo más que acentuar los problemas económicos del equipo al tener que cancelar sueldos sin percibir ingresos y con esto vino la renuncia del DT Toresani con la subida del ex defensor Giovanny Cumbicus a la cabeza del equipo de primera división, pero esto no cambió las cosas. El 4 de julio y debido a que no se les cancelaban los sueldos, los jugadores del conjunto de la “garra del oso” no se presentaron a su partido contra El Nacional y el presidente Jaime Villavicencio anunciaba su renuncia.

Julio fue un mes de no terminar, ya que en la FEF se le restaron 3 puntos (de los muy pocos con los que contaba) al equipo por hacer jugar a un futbolista inhabilitado frente a Barcelona. A todo esto, el presidente del equipo, Jimmy Villavicencio, hacía la “racional” propuesta de que no hayan descensos hasta el 2017 “para mitigar la crisis” en el fútbol ecuatoriano.

Luego empezó la Copa Sudamericana y Liga de Loja cumplió un papel digno frente a Independiente Santa Fe, que a la postre terminaría coronándose campeón del torneo. Luego de esto, el equipo retomó su rumbo y empezó a conseguir puntos que le animen a seguir en la pelea, pero pese al esfuerzo de los jugadores, cada inicio de mes parecía que le bajarían más puntos al equipo por la no presentación de roles de pago.

Como sabrán, todo esto no terminó bien, y el equipo pese a mostrar buen fútbol en ataque de la mano de Caffa y Jonathan Borja, no pudo salvar la categoría debido al lastre que les cargaron fuera de la cancha, el incumplimiento a la plantilla en sueldos como la reducción de puntos en la mesa, los pocos puntos cosechados en la primera etapa y la no presentación en el partido frente a El Nacional.

Además, hay que resaltar la “cuestionable” decisión de jugar partidos de local en Machala frente a Barcelona y en Portoviejo frente a Emelec “vendiendo” las localías para desilusión de la hinchada lojana, que si bien no es la más numerosa, acompaña más que a otros equipos del país.

Liga de Loja deberá jugar el 2016 en la serie B y se espera un cambio de mando, ya que pese a los resultados obtenidos en años anteriores en la administración de Jimmy Villavicencio, este año llevó en picada al equipo, sin un plan ni una idea por donde guiarlo y cometiendo errores infantiles que le costaron puntos al equipo en la mesa, puntos que le pudieron regalar la salvación al final de la temporada.

No es un año para el olvido

Al contrario de lo que muchos pueden pensar y con las cosas aún calientes, este año que ha sufrido el Deportivo Quito no debería ser un año para el olvido, más bien debe ser un año para tomar todo lo que se hizo mal en este y los años anteriores y tratar (si es que el equipo no desaparece) de enmendarlo, fortalecer a la Institución y planificar a corto, mediano y largo plazo.

 ¿Por dónde empezar? Difícil con tantos frentes abiertos, cada uno más caótico que otro y sin una luz de esperanza para que las cosas mejoren. En declaraciones a varios medios de comunicación, los actuales dirigentes han asegurado que regresarán en el 2017 para ser campeones, esto no se compadece con la situación del equipo y no se tiene la mesura del caso, ojalá y me equivoque.

 En lo deportivo muy poco para rescatar, salvo el trabajo efectuado por parte de Tabaré Silva y su cuerpo técnico durante el primer semestre, el cual, a pesar de los pronósticos negativos con los que iniciaba Deportivo Quito, fue una grata revelación teniendo en cuenta lo limitado del equipo en todas sus líneas y que pese a esto y los problemas económicos, lo tuvo peleando. Los jugadores que destacaron como Richard Calderón y Juan Diego Rojas lo más seguro es que no continúen, otra vez se cierne la incertidumbre sobre el futuro de Luis Saritama, siendo la principal novedad para este 2016 la promoción de todo el equipo de reserva. Habrá que esperar para ver que refuerzos o que nombres se siguen sumando y restando para poder un panorama más claro en la complicada y larga serie B.

 

Con todo, lo único que espera la mayoría de los hinchas es que el equipo se recupere y regrese pronto de la serie B para dar pelea en los campeonatos, sin embargo es interesante analizar algunas cosas que se hicieron mal y se deben enmendar:

  1. Falta de transparencia Dirigencial

 Hasta el día de hoy, ningún dirigente dio el nombre de los principales responsables de la crisis con cifras y datos. El último presidente, Joselito Cobo, a través de los medios de comunicación declaraba que pronto se sabrán los nombres de los dirigentes que condujeron a la debacle del equipo, algo que algunos ya imaginábamos no iba a ocurrir ya que él fue parte de muchos de los directorios del Club y si nos ponemos a revisar, los mismos que se lanzan ahora lodo con ventilador han sido parte de las mismas directivas, todo esto se convirtió en un círculo vicioso de dirigentes que solo han rotado de nombramientos pero se han mantenido y sobre los cuales no se tiene claro que gestión efectuaron.

  1. La Inestabilidad Dirigencial: la falta de un plan real para recuperar el Club

 Complementando lo anterior y a pesar de que prácticamente quienes han estado en el club han sido los mismos, haber tenido tanta rotación, lo único que generó fue Inestabilidad e Incertidumbre en los jugadores, auspiciantes e hinchada. Así un breve resumen de las dirigencias:

 

Fernando Mantilla

Diciembre del 2009 – octubre del 2013

Junio – septiembre del 2013

Eugenio Romero

Octubre del 2013 – julio del 2014

Esteban Pacheco

Julio del 2014

AFNA

Agosto y septiembre del 2014

Santiago Rivadeneira

Septiembre Octubre de 2014

Joselito Cobo

Octubre del 2014 hasta noviembre 2015

 

Ninguna de las directivas entre los período 2008 y 2015, salvo las presididas brevemente por Esteban Pacheco y Santiago Ribadeneira, los cuales encontraron a sus peores enemigos dentro del mismo club y en la FEF, presentaron un plan que permita reorganizar a Deportivo Quito . De acuerdo a lo mencionado por éstos dirigentes, sus planes se vieron truncados y no fueron acogidos por no subordinar su voto a la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Los que estuvieron al frente por períodos más largos, lo que hicieron fue el típico mecenazgo, poner y poner plata pero ¿a cambio de qué?, es otra de las situaciones que quedan en el aire. Ahora todos reclaman que les devuelvan su dinero. Joselito dijo que no endeudó más al club, lo que me parece perfecto, pero ¿qué hizo para poder generar ingresos?

  1. No tener un adecuado control financiero y presupuestario

En otras palabras no poner los pies sobre la tierra. Todavía tengo en la cabeza la voz de Fernando Mantilla respondiendo cada vez que los periodistas le preguntaban sobre el déficit que se venía incrementado, su respuesta: “Existen los recursos”, “el valor del déficit es manejable” o el más famoso de todos: “Un título no tiene precio”. Ahora todos sabemos dónde está este señor y el daño en reputación que dejó al club, que también es grave porque se vuelve difícil conseguir por ejemplo, auspiciantes que generen recursos para el equipo.

 Esto se viene arrastrando desde el año 2008, durante la presidencia de Fernando Herrera y Ricardo Acosta quienes cometieron uno de los peores errores que ahora pasaron una factura bien grande: dejar de pagar los impuestos al Servicio de Rentas Internas, aunque esto al señor Acosta lo trate de minimizar cada vez que se topa él tema. Luego viene el tema SEK y la Administración de Mantilla quienes distorsionan el mercado salarial del futbol ecuatoriano en general, con salarios demasiado elevados, con eso se comienza a inflar más la burbuja financiera que este año terminaría de explotar.

 Una Inversión se entiende como un valor que uno coloca en el mercado o en un instrumento financiero y que se espera genere a mediano o largo plazo una ganancia. Leer a Santiago Ribadeneira hablar de una “inversión” de USD 45,3 millones (cifra tomada de diario El Comercio) entre el año 2008 y 2014, es un despropósito monumental y por el contrario, nuevamente surgen la pregunta: ¿En que se invirtió ese dinero?

Sería bueno aclarar que pagar sueldos y premios de jugadores no es inversión, eso se llama Gasto. De acuerdo a cifras dadas por Ribadeneira, USD 36,6 millones fueron para el pago de salarios y primas a futbolistas y entrenadores entre el 2008 y el 2014. Se entendería como una inversión si ese dinero se utilizó para comprar los pases de los jugadores y luego venderlos en el mercado a un precio mayor. Sabemos que eso no pasó, que se crearon los famosos Fideicomisos a donde iban los pases de los jugadores y a la final nada quedo para el club y hasta la fecha nadie sabe que pasó con el dinero generado por la venta de los pocos jugadores y a cuánto ascendieron esos valores. Ribadeneira reconoce que apenas se generaron ingresos por USD 25.7 millones, generando una cifra negativa de 19.5 millones. En pocas palabras, los gastos superaron los ingresos del club.

 No se ha generado una visión de negocio ganar – ganar, como si lo tienen muchos clubes a nivel mundial y unos pocos a nivel local, de tal manera que gana el empresario y gana el club. Ese es otro de los pecados capitales que tuvo el quipo azul grana.

 

  1. La metida de pata de la FEF:

 A veces escucho al periodista Luis Baldeón, decir que Deportivo Quito le debe la vida a Luis Chiriboga, con lo cual discrepo, porque si fuera así a lo mejor el equipo no hubiera llegado a caer en el hueco financiero y deportivo que está ahora. ¿A qué se debe esta afirmación? Entre otras cosas, al poco control que ha ejercido la FEF en el manejo de los equipos. Al contrario, parece sacado de un cuento siniestro que el ente rector del fútbol ecuatoriano permita a los equipos pagar a sus jugadores hasta con tres meses de retraso. La FEF por ejemplo dio el espaldarazo a la gestión de Mantilla, sin realizar una investigación exhaustiva de cómo iba a financiar al equipo y como iba a pagar las deudas.

 Así mismo, de acuerdo a declaraciones de Esteban Pacheco y Santiago Ribadeneira, estos afirmaron que su continuidad al frente de Deportivo Quito y su apoyo a los planes de salvataje quedaron a merced de subordinar su voto y apoyo irrestricto a todas las decisiones de la FEF. Recordemos que cuando Ribadeneira y su Directorio renuncia, Patricio Salazar, en ese momento ex dirigente y como el afirma: un buen amigo de Chiriboga, anunciaba que un grupo de ex dirigentes (entre los que estaba el famoso Tiburón Acosta, uno de los iniciadores de la crisis) disponían del dinero para levantar la sanción al Quito siempre y cuando Ribadeniera renuncie.

 Tras la renuncia apareció ese dinero y del pago total que hicieron, USD 144 mil salieron de la FEF como adelanto de derechos de TV. Mediante un cheque emitido por la FEF a nombre de un hincha más del equipo de la ciudad, el mismo que cuando ya fue dirigente realizó uno de los actos más patéticos en la manchada historia del club, cuando, de acuerdo a declaraciones de jugadores como Michael Castro y con videos colgados en internet se mandó a la “barra” a apretar a los jugadores que no querían llegar al milésimo(?) acuerdo de pago, mientras Joselito les rendía a los violentos cuentas de su gestión frente al club, mismos que llegaron hacer guardia en el complejo de Carcelén y agredir a varios periodistas. Y así podrían seguir los ejemplos pero sería alargarnos demasiado.

 

  1. Echar la culpa a terceros y justificarse

Uno de los males de los ecuatorianos es que nos cuesta aceptar los errores, asumirlos y enmendarlos, al contrario, más fácil es echarle la culpa al que no está.

Seguramente existirá un grupo de dirigentes, periodistas e hinchas que afirmen que nos descendieron en la mesa, eso es lo que a lo mejor con el tiempo se contará a las nuevas generaciones que no vivieron o estaban muy jóvenes para entender la precaria situación de Deportivo Quito. Los verdaderos hinchas deberán contarles la verdad: Así es, les descendieron en la mesa; pero en la mesa en la que los dirigentes del Deportivo Quito cometieron las peores atrocidades administrativas y financieras que generaron una tormenta de la cual aún no se conocen las consecuencias reales. Otro caso patético fue buscar un chivo expiatorio para lo que se venía venir, como hizo Joselito Cobo tratando de buscar un culpable en Saritama, a quien incluso por prestarse como garante del Club ante varias deudas, vio cómo su vivienda fue embargada.

Una reflexión final

Dirigentes del equipo serviles a la Federación Ecuatoriana de Futbol, incumplimientos ante organismos de control (SRI, IESS); dirigentes con un ego tan grande que no admitían críticas y que armaron presupuestos inflados e irreales que fueron justificados bajo la premisa de 40 años sin títulos y (aunque duela al hincha de “La Academia”) porque tenían que superar lo que hizo ese “archirrival” inventado por cierta prensa y periodistas: Liga de Quito. Ese mismo presupuesto que nunca fue revisado y más aún cuestionado por la misma FEF, que sabemos solo interviene en lo que se ve afectado.

Todo se hizo mal, demasiado mal. Manosearon el nombre e historia de un equipo de fútbol y ahora que al parecer es demasiado tarde, se está tratando de poner en orden la casa. Crearon la tormenta perfecta que una vez que termine, dejará tanta destrucción que a este paso no va a quedar ni el nombre del equipo. Lo del Quito se tiene que entender que no es un hecho aislado, al contrario puede ser el comienzo de un gran remezón en el fútbol ecuatoriano.

Si con todo lo que pasó, quienes pasen a administrar las riendas del equipo de fútbol no hacen un repaso de todo lo que se hizo mal, no aprenden y enmiendan, de tal manera que la institucionalidad y la estabilidad regrese al club, no servirá de nada. Por eso es necesario que este año no sea para el olvido sino para aprender. Mientras tanto Deportivo Quito se fue la B porque todo se hizo mal, así que por el momento BME.

El año de Liga

Es difícil no ser injusto con la campaña de un equipo que se quedó a un gol del campeonato, porque Liga estuvo a eso, a un gol, de ser campeón; un gol a Mushuc Runa en la fecha 15 de la segunda etapa, o un par de goles más que en la final; cuando un proyecto como el de Zubeldía se queda tan cerca del objetivo no queda otra que reconocérselo de entrada, solo uno es campeón, pero no todos fracasan.

Liga arrancaba la temporada con la confianza puesta en la continuidad del plantel, en comparación al equipo del 2014, pese a la lamentable la baja de Gerardo Alcoba, se encontró un salto de calidad en algunas posiciones, con la llegada de jugadores como Luis Romero, Narciso Mina o Michael Jackson Quiñónez, un plantel que si bien no tenía las figuras rutilantes de la década pasada, parecía estar bien preparado para afrontar el torneo nacional, puesto que no se había clasificado a Libertadores.

Desde el inicio, Liga se mostró como un equipo principalmente sólido, que se sostenía en el descomunal nivel de su arquero, la experiencia de su capitán, el muy buen estado de forma de Romero, Hidalgo, y la participación cada vez más interesante del joven Intriago; el equipo sabía que tenía gran parte del cero en su valla asegurado, y desde esa confianza acumuló varios triunfos que le permitieron ganar la primera etapa del torneo, aprovechándose también que el campeón defensor acusó el desgaste de la doble competencia.

Si defensivamente el equipo evidenciaba solidez, en ofensiva el tema era mucho más inestable, se mezclaron partidos en que se jugó muy bien, mostrando una interesante circulación de pelota y con gran volumen de llegadas, especialmente de local, con partidos en los que no aparecieron las ideas, y se terminó ganando muchos de ellos “jugando feo” esa afirmación tan vacía, puesto que si se ganaba o no se perdía, era justamente porque el equipo respaldaba esa carencia de ideas ofensivas y mostraba carácter, mucho.

Con la segunda etapa llegaron Jonathan Alvez, un buen delantero uruguayo y Juan Cavallaro, un interesante prospecto argentino, con el fin de mejorar la carencia de la primera etapa, tener un equipo con más recursos ofensivos, lo cual se consiguió, con lo que llegaron los mejores partidos de la era Zubeldía en Liga. El equipo encontró varios momentos de lucidez futbolística que coincidieron con altos rendimientos de Cachete Morales y José Francisco Cevallos, nuestros dos jugadores distintos, que permitieron hilvanar hasta cuatro triunfos seguidos, lo que por primera vez llevaba a pensar que era posible ser campeón sin jugar una final.

Por aquellos días Liga afrontaba la Copa Sudamericana sorteando sin mayor dificultad sus dos primeras fases, encontrándose en octavos de final con el campeón reinante: River Plate, momento de inflexión en la temporada; luego de un partido de ida en el que Liga se vio ampliamente superado por su rival, lo recibió una noche en Casa Blanca y se quedó a un penal desviado de Alvez de poner seriamente en aprietos al ahora subcampeón mundial, en un partido que nos dejó a todos con la idea de que con algo más de suerte se pudo ganar esa eliminatoria; quedaba por rematar la segunda etapa del campeonato, que con el rendimiento de esa noche, a esa altura parecía iba a ser un trámite.

Pero Liga nunca volvió a jugar como esa noche, por una u otra circunstancia se empezó a hacer más difícil ganar, Zubeldía intentó ser más ofensivo en un par de partidos sacando a Intriago para poner más gente adelante y aprovechar los buenos momentos de cada uno, sin tener el mejor de los resultados, llegaron lesiones muy inoportunas como la de cachete Morales, e inclusive el equipo perdió solvencia defensiva; en parte Romero no sostuvo el excelente nivel de la primera etapa, y en parte porque los equipos se empezaron a dar cuenta que la falencia defensiva de Liga estaba en los laterales.

Liga empezó realmente a perder el campeonato la mañana del viernes 9 de octubre, cuando recibió en partido diferido a Liga de Loja con nefastas consecuencias, pese a lo cual, y aprovechando que Católica y Emelec, los más cercanos perseguidores también tropezaban seguido, Liga mantuvo la punta de la segunda etapa durante gran parte de la misma, pero los resultados y, principalmente, el rendimiento, provocaron que la caída sea indisimulable; luego de la inapelable derrota de local en el clásico ante Aucas, el equipo al cerrar la etapa se encontró sin ventaja alguna, en evidente declive futbolístico, y con la perspectiva de cerrar el torneo enfrentándose a sus dos rivales directos, en ambos casos de visitante.

Justamente previo a ese partido a Emelec, el Club y Zubeldía anunciaban que no continuarían con su vínculo la siguiente temporada, primero de manera poco elegante, lo cual fue corregido de inmediato, la conmoción era evidente; el timing del anuncio poco feliz; muy pocos eran optimistas por la visita al bicampeón en Manta.

Y esa tarde de domingo Liga se encontró con el que fue probablemente su mejor partido de la temporada, se derrotó a domicilio a Emelec y se le pudo hacer cuatro goles tranquilamente; otro punto de inflexión en la temporada; un partido que, como veremos más adelante, condicionó mucho a las recientes dos finales.

Liga continuó perdiendo el campeonato en la fecha 21 en la visita a Universidad Católica; en un partido muy incómodo, condicionado por un error de novato de su jugador juvenil, Liga se vio justamente superado por el gran equipo que es la Católica de Célico, en un partido que Liga nunca pudo ganar pero en el que volvió a aparecer el carácter de gran parte del plantel, y la buena estrella de goleador de goles importantes de Pancho Cevallos.

Luego de jugada la última fecha, pese a que Liga hizo sus deberes en un partidazo en Ambato ante Independiente del Valle, Emelec no decayó el paso y forzó al desempate, tercer encuentro definitivo que nos enfrentaba, Liga no pudo cerrar la segunda etapa pese a tener varias oportunidades para hacerlo y debía definir su suerte a dos partidos ante el bicampeón nacional.

A Liga durante toda la temporada se le hizo cómodo jugar contra Emelec, los resultados casi siempre nos favorecieron y justamente en el partido de la segunda etapa en Manta se materializó aquella superioridad; Liga sabía exactamente como hacer daño a su rival, tirando pelotazos a las espaldas de sus laterales, que fueron muy bien aprovechados por Quinteros, Matamoros y Alvez, y con la pelota parada, a Emelec en cambio se le hacía muy difícil hacer daño a Liga.

De Felipe tomó nota de lo anterior, cambió el esquema en las finales, mostró la riqueza de plantel que tiene Emelec, y anuló en mayor parte los recursos que había mostrado Liga en su contra, a nosotros se nos cayeron dos jugadores titulares, y siendo el plantel de Liga corto como es, se acusó demasiado esta carencia en Portoviejo, el rival casi liquidó la serie de no mediar por el enésimo milagro de Domínguez en el año y por la, nuevamente, oportuna aparición de Pancho Cevallos.

La segunda final fue predecible, Zubeldía sabía que era tan importante anotar como mantener el cero, y paró un equipo responsable, Emelec sabía que era muy difícil para Liga crear situaciones cuando está obligado a hacerlo y lo esperó, sufrió poco, fue superior nítidamente a 180 minutos, Liga no pudo aprovechar el gran número de oportunidades que pudo generar a través de la pelota parada por el poco acierto de sus ejecutantes; quedaba la individual pero ni Cachete ni Cevallos aparecieron en la dimensión necesaria para desnivelar la final.

Quienes estuvimos en Ponciano el domingo 20 de diciembre sabemos cómo se sintieron esos últimos cinco minutos; un calvario, de los más tristes que nos han tocado vivir en Casa Blanca, el fútbol es así, te regala alegrías inmensas como aquella tarde de 2010 cuando dábamos la vuelta en el Capwell, y te devuelve con la misma fuerza el golpe cinco años después; el fútbol como la vida siempre da revancha, y a veces hay que sufrirla.

Liga termina un muy buen año de fútbol que lo tuvo nuevamente peleando el torneo, jugando los partidos importantes, como queremos que sean todos los años, porque no se puede ganar siempre pero si intentarlo, y para quien escribe quedó claro que el equipo toda la temporada lo intentó, quedan puntos altos como Domínguez, la figura excluyente del equipo, el Beto Araujo que ojalá pueda tener la revancha de levantar una copa con Liga como capitán, nadie se lo merece más, la pena por Fernando Hidalgo que no pudo culminar uno de los mejores años de su carrera con el título, la expectativa por conocer como continuarán las carreras de Cevallos, Intriago, Estupiñán y Quinteros.

Se marcha Luis Zubeldía y no podemos negar que dejó su huella, un tipo que armó un equipo que peleó el campeonato hasta el final, que lo pudo ganar y que, principalmente, es joven; resaltar siempre el carácter para defender a la institución siempre que lo debió hacer, a veces de manera exagerada, arduo trabajador que entendió las fortalezas y debilidades de su equipo e intentó maximizar en lo posible los recursos con los que contó.

Se le puede reprochar el cambio de esquema post partido versus River, su insistencia con algún jugador, detalles en realidad, si bien alguien podrá decir que son esos detalles los que definen campeonatos, y no le faltará razón.

El nuevo entrenador hereda un equipo subcampeón, que seguramente tendrá bajas, la de Domínguez parece probable puesto que por su nivel es insostenible retenerlo para siempre, pero en general la base es más que interesante para trabajar, pensando en que además el próximo año volvemos a jugar la Copa Libertadores, el torneo que más nos gusta a todos.

Se va el 2015 de Liga, el año de los penales, de la vez que cayó el invicto en finales de local, el año que se recordará principalmente por la tristeza de ayer, pero también es el año en que volvimos a pelear el campeonato y consolidamos un plantel interesante, estuvimos a un gol de la gloria, ni más ni menos, así de cruel puede llegar a ser esto.

La rivalidad con Emelec es linda porque se han dado varios partidos históricos, victorias de ambos lados ahora inclusive en finales, nos devolvieron el golpe de 2010, la hinchada aceptó con resignación y entereza la derrota, porque todos sabemos que Liga siempre vuelve; volveremos.