Los conciertos buenos “se saltan” Ecuador
Tras el anuncio del arribo a Sudamérica de la enésima gira mundial de los Rolling Stones, la fanaticada rollinga ecuatoriana ya ha empezado a moverse para conseguir sus boletos ya sea a Lima o Bogotá de ésta, la tan amenazada última gira de sus majestades satánicas… Bah, apostemos que hacen unas tres más, pero la idea es esa.
Pero el punto neurálgico del artículo es aquella repetida queja del ecuatoriano de “gustos musicales finos” (?), aquella que señala que no vienen artistas de primer orden y calidad a ofrecer sus espectáculos en el país. Antes de seguir con este artículo, voy a cuestionar a quienes nos leen si estos grupos o artistas no le parecieron suficientemente grandes o por lo menos conocidos y exitosos:
- Metallica
- Megadeth
- Sepultura
- Iron Maiden
- Kiss
- Guns N’ Roses (bueno, Axl y panas)
- Ozzy Osbourne
- Korn
- Def Leppard
- Bon Jovi
- Aerosmith
- The Cranberries
- INXS
- Erasure
- Justin Bieber (admítanlo, vino en su auge)
- Jonas Brothers (ídem)
- Miley Cyrus (antes de que se le fría el mate)
- Papa Francisco (?)
Está bien, encontremos peros a todos y cada uno de estos artistas: que vinieron en épocas bajas de su carrera, cuando ya estaban viejitos, con alineaciones notablemente modificadas o sin la estrella con la que se hicieron famosos y los peros pueden seguir saltando, lo que no se puede dudar es que al país si han llegado espectáculos de calidad. Que no lo hacen a cada rato, eso puede ser cierto, pero usted, asalariado chiro de mi Patria, no podría con la gastadera de una oleada de recitales y conciertos.
Muy bien, la conclusión puede ser que no vienen tantos artistas y las pruebas son contundentes cuando reiteradamente vemos calendarios de giras saltándose nuestra nación. Del tipo: Panamá, Bogotá, Cali, Pasto, (arbustos rodantes), Aguas Verdes, Chiclayo, Lima, Santiago… Y la frustración te invade. ¿Qué tendrán esos países vecinos y hermanos que no tengamos nosotros? Ahí el ejercicio es más fácil:
Primero: tienen más dinero. Básico, el PIB de Colombia, Perú, Chile, etc. es superior al de Ecuador y con ello, capacidad para organizar eventos mucho mayor, por más recursos, más tecnología y el círculo virtuoso de la experiencia. A veces influyen situaciones políticas por ejemplo, solían mucho visitar Venezuela, ahora los artistas por allá no van ni locos. Pero sobretodo, ese mayor dinero ciertamente va de la mano con el siguiente punto.
Segundo: mayor población. Esos mayores recursos los genera la mayor cantidad de gente que vive en esos lados. Además, con cerca de 10 millones de cristianos viviendo en Bogotá o Lima, fácilmente encuentra 15 o 20 mil almas a las que les guste cualquier espectáculo a organizar, Quito y Guayaquil, con más o menos 2.5 millones de personas, tienen problemas con eso. Y no es que los bogotanos o limeños tengan “gustos más sofisticados”. Nuestros países son más o menos los mismos, con las mismas costumbres y mismos gustos, solo que por mayor densidad poblacional.
Tercero: la costumbre. Como decía el bueno de Robert Smith y que hizo enojar a media comunidad ecuatoriana twittera – bloggera y todas esas vainas en su declaración: “nobody plays in Ecuador”. Usualmente los tours latinoamericanos se saltan este pedacito de tierra y quienes no sepan mucho de geografía dirán: “por algo ha de ser” y lo omiten, prefiriendo paradas conocidas. Para atraerlos, el reto de nuestros empresarios de eventos es notable.
Ahora, ¿realmente hay esa voluntad en el empresario de atraer nuevos shows? Pues creo que no debe ser mucho y con toda la razón. La razón de ser de un empresario es hacer dinero y arriesgar a traer todos esos sofisticados show para no tener réditos es una locura. Hay que saber identificar mercados y al menos todo lo que sea pop y rock anglo es de gusto generalmente minoritario con excepciones. Por ejemplo, legiones y legiones de gente gustan de Metallica en Quito y Ecuador, por lo que traerlos fue un negocio redondo, de hecho, ahí sí creo que los promotores se “gilearon” en no traerlos antes, billete asegurado.
¿En qué otros casos el éxito en taquilla se asegura? Pues con los espectáculos para pre adolescentes y adolescentes. Ningún padre consciente iba a dejar que su tierna nena de 14 años se vaya solita al Atahualpa de noche a verlo al Bieber. Por lo tanto, una entrada significaba en realidad dos y es así como repletas el escenario con adolescentes en estado de shock más padres hinchados las bolas orejas. Gracias a la dolarización, acá hay mayor capacidad adquisitiva para estos espectáculos y tal vez sea nuestra única ventaja. Aunque eso esntre clase media hacia arriba. El pueblo no te va a pagar 100 dólares para verlo a AC/DC para nomás de saberse 2 canciones.
Hay que admitirlo, nuestro país es minúsculo en el mapa, además de ser política y culturalmente insignificante solo ante nuestros vecinos, ni hablar el continente y el mundo. Tal vez es algo más famoso gracias a la selección de fútbol o a Rafael Vicente, para bien o para mal. Como público, podríamos hacer que las experiencias en Ecuador sean maravillosas para los artistas, pero nuestro público es usualmente apático para este tipo de espectáculos. Así que más o menos hay que resignarse con lo que haya cada vez que venga alguien relativamente inesperado con su show o usted puede ahorrar un poquito e intentar cazar alrededor del planeta algún concierto de su artista favorito. Créame, esto último es una experiencia que sí que vale la pena.
Guitarras y gol