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El 2016 de Emelec: ¿Bueno?, ¿Malo? Complicado

Se terminó el 2016 para Emelec y creo que es momento de analizar los diversos acontecimiento y situaciones que vivimos durante este año, que nos deja el mal sabor de no haber cumplido con el objetivo inicial, el que todos queríamos y soñábamos que era el Tetracampeonato.

Iniciamos el año apuntando a 2 frentes (Torneo Local y Copa Libertadores) como lo hemos hecho desde que Nassib Neme es presidente de este club y como debemos hacerlo siempre, como equipo grande. En torneo local tuvimos un buen arranque y algunos partidos postergados que nos permitieron de alguna forma manejar la situación y poder darle prioridad al Torneo Internacional. Nos tocó un grupo difícil (Pumas de México, Olimpia de Paraguay y Deportivo Táchira de Venezuela) donde claramente no estuvimos a la altura. El equipo ganó 1 solo partido, recibió muchos goles, perdió todo de visita. En fin, una campaña para el olvido.

La eliminación fue dura, principalmente porque teníamos la ilusión de mejorar o al menos igualar lo hecho la edición anterior donde llegamos a Cuartos de Final (2015) pero al mismo tiempo sabíamos que nos quedaba el otro objetivo y no podíamos decaer, éramos grandes favoritos para ganar la primera etapa y asegurar la final. A eso apostamos hasta que sucedió el que tal vez fue el golpe más duro que recibió Emelec en este año: se fue De Felippe.

El DT Omar De Felippe dejó el club por problemas personales y algo cambió, algo se rompió. Empezamos a perder (o regalar) puntos, jugábamos mal, perdíamos partidos imposibles y parecía que el nuevo DT Arias no era el indicado para llegar a Emelec. Esa transición nos costó la etapa, una etapa en la que estuvimos primeros a 4 puntos del segundo y con 1 partido menos. Otro golpe duro para nosotros.

En el segundo semestre del año empezamos siendo un equipo muy irregular. Nos costó encontrar la forma de juego. Volver al Estadio Capwell nos ayudó mucho en lo anímico y le dio un impulso al equipo. Justo en el momento que parecía que encontrábamos el rumbo llegó el otro golpe: Deportivo La Guaira de Venezuela nos eliminaba de la Copa Sudamericana en segunda fase. Una serie increíble donde erramos mucho, el rival aprovechó sus chances y como se dice normalmente cuando juegas un torneo internacional: “si te equivocas te vas a tu casa”. Nosotros en esa llave cometimos todos los errores posibles.

El equipo se levantó, como se ha levantado siempre, porque tenemos grandes jugadores con la jerarquía suficiente para reponerse ante las adversidades  y concentró todas sus energías en pelear la segunda etapa para forzar la final. Logramos una gran racha de triunfos consecutivos que nos daban la ilusión de ganar la etapa. Hasta que llegó el Clásico en el Capwell, otro golpe duro para todos. Perdimos el partido que no teníamos que perder. Y todo se complicó más aún.

El sueño de todos se nos escapó, la oportunidad de un tetracampeonato único e histórico desapareció porque hubo un rival que fue mejor que nosotros y esa es la realidad.

En lo numérico este equipo tuvo un destacable rendimiento. Obtuvo 88 puntos en la tabla acumulada, la misma cantidad de puntos que tuvo en 2013, 2014 y 2015 que le alcanzaron para obtener el tricampeonato. Se hizo fuerte de local con un porcentaje alto de rendimiento (74.24%) y de visitante un 59.09%. Anotó 81 goles en 44 fechas que da un promedio muy bueno de 1.84 goles por partido. Ganó 27 partidos, empató 7 y perdió 10.

 Si hablamos de rendimientos individuales destacan: Esteban Dreer, el mejor portero del país y titular fijo en la selección. Cristian Guanca goleador del equipo (23 goles en todas las competencias). Ángel Mena, el dueño del equipo que se puso el equipo al hombro cuando más se lo necesitaba. Mención especial para Carlos Moreno que gracias a su buen nivel supo ganarse el puesto de titular en el equipo.

Un escalón más abajo, en el grupo de jugadores que tuvieron rendimientos aceptables podemos ubicar a Achilier, Baguí, Giménez, Pedro Quiñonez, Gaibor, Jaime, Lastra y Byron Mina. Creo que estos futbolistas mantuvieron una regularidad que ya conocemos, con partidos más buenos que malos.

Luego tenemos el grupo de los jóvenes, esos que aparecieron, dejaron buenas impresiones y que pueden rendir mucho más con continuidad y la experiencia que vayan obteniendo con el pasar de los partidos. Estos son Bryan Angulo, Segundo Portocarrero y Abel Araujo. El futuro del club.

Ahora los que quedan debiendo. Acá se vienen a la mente 4 nombres. Primero: Robert Burbano. Un jugador que tiene un techo muy alto pero por diversas situaciones no ha podido ganarse el puesto en el equipo. Este debía ser su año y jugó muy poco. Es un jugador joven y se espera que en 2017 vuelva a ser ese jugador que vimos en 2014. Segundo: Denis Stracqualursi. Muchos esperábamos al salvador que vino en 2013 y que con sus goles nos hizo ganar un campeonato luego de 11 años pero estuvo lejos de ese nivel. Tercero: Fernando Pinillo. Jugó muy poco, habló más de lo que jugó. Pienso que es un gran jugador con mucho futuro pero debe aprender muchas cosas aún, ojalá mejore. Cuarto: Hólger Matamoros. Llegó siendo titular de un equipo que fue finalista, tuvo chispazos de buen futbol pero se esperaba más de él.

Fue un año complicado. Bueno para algunos, malo para otros pero en el que competimos de buena manera y donde no hay mucho que reprochar. No hay equipo en el mundo que salga campeón todos los años y lo que pasó este 2016 debe darnos fuerza para afrontar el año que viene de mejor manera.

Me quedo con las cosas positivas, el 3-0 a Liga de Quito en el Nuevo Capwell, el triunfo ante El Nacional en el Atahualpa, el clásico 2-1 en el Modelo,  los 2 triunfos ante Independiente del Valle en Sangolquí, el triunfazo en el último clásico del año en el Monumental donde le arruinamos la fiesta al rival. Los goles de Mena, las atajadas de Dreer, los inicios de jóvenes como Portocarrero, Araujo y Angulo y alguna que otra cosa más que seguramente luego me acordaré.

Terminó el 2016, se viene el 2017. A prepararnos para este nuevo campeonato, se viene otra participación en Libertadores. Llegarán nuevos jugadores, se irán otros. Los objetivos son muchos y hay que ir por todos. Las ganas no pueden faltar nunca y el aliento tampoco. Gracias por este 2016 Emelec. Vamos a seguir peleando en 2017, de eso que no queden dudas.

Foto principal tomada de: www.azulyplomo.com

Club Sport Emelec, a Julio de 2016

Todos hemos sido “mandarinas”, y esto ha afectado nuestro trabajo y nuestras relaciones con los amigos y la familia, sin embargo, pocas veces un mandarina había afectado tanto el funcionamiento de un equipo y el sentimiento de una hinchada como Omar de Felippe. El ex DT millonario, dicen fue apremiado por su señora para que vuelva a Argentina, y él al ser un caballero a carta cabal no pudo negarse ante la dueña de su destino, dejando al equipo puntero del campeonato eso sí pero en manos de un nuevo timonel que al momento, no ha podido poner al equipo en fase para la consecución de objetivos.

El primer semestre millonario tenía dos objetivos claros, el primero era avanzar lo más posible en la Copa Libertadores y ganar la primera etapa del campeonato ecuatoriano de fútbol. Ser eliminados en primera fase del torneo internacional y quedar segundos en el local (con el picante adicional que le otorga que el Independiente del Valle haya sido finalista en la Copa y el eterno rival azul sea quien se haya llevado la etapa), nos dejan muy en rojo el saldo de este primer semestre 2016 para los eléctricos.

La Copa Libertadores es un pendiente del CS Emelec, y año tras año se ha venido diciendo que el equipo está madurando, que hay jugadores que llegan en grandes momentos, y este año no era la excepción: Se tenía a un Dreer consolidado en el arco, una defensa madura con Achillier, Guagua y Bagui (siendo la banda derecha donde Narváez dejó un hueco que no se ha podido llenar el problema), con un medio campo liderado por Pedro Quiñónez y con un Gaibor que había al fin superado sus lesiones que prometían generar mucho fútbol, con un Burbano que había dejado de ser una promesa juvenil a una realidad, un Giménez que siempre cumple en la banda izquierda, un refuerzo como Straqualursi que ofrecía muchos goles y claro, la figura de Ángel Mena, el goleador del equipo, el jugador diferente; en fin, era un equipo que invitaba a soñar una buena participación en el máximo torneo continental.

La realidad fue distinta al sueño: pese a los 10 goles marcados en los seis partidos, los 12 goles recibidos marcaron la eliminación en primera ronda, en partidos en los que Emelec fue ampliamente superado por los Pumas perdiendo los dos compromisos, arrancando apenas el punto de local contra Olimpia de Paraguay de local y perdiendo de visita, y ganando al Deportivo Táchira de Venezuela de local sin poder doblegarlos en su casa, todo esto provocando la temprana eliminación eléctrica. Es más, en el primer minuto de juego de la Copa Libertadores para los azules se vio venir la catástrofe, encajando un gol en la primera jugada del partido, y esa sería la tónica de todos los encuentros: desconcentraciones defensivas que De Felippe no puedo corregir.

Los problemas iniciaban para Emelec con lesiones de varios jugadores, teniendo que jugar y acoplarse el refuerzo extranjero Cristian Guanca (posiblemente de lo mejor del semestre cuando se enchufó) y el nacional Matamoros que se  ha ido diluyendo de manera estrepitosa partido a partido. Las lesiones de Achillier y de Guagua que obligaban a alternar con José Luis Quiñónez y Fernando Pinillo en defensa, jugadores que no estaban para ligas mayores en ese momento, Henry León que en el medio centro no ha podido lucir y la presencia de Emmanuel Herrera que hace rato, viene sin jugar partidos destacables.

En el campeonato nacional el panorama no pintaba mal, Emelec peleaba siempre arriba, tenía los partidos diferidos de Copa y llegó a estar puntero, con tres partidos menos, hasta que ocurrió lo impensable: Clásico del Astillero en el Estadio Banco Pichincha, en el cual Barcelona propinó una severa goleada a los eléctricos, con un cinco a cero que fue decisorio para ambas escuadras, pues los de Almada a raíz de ese momento se perfilaron como los ganadores de la etapa, y los eléctricos de tumbo en tumbo, no lograron capitalizar los partidos diferidos, recibiendo la estocada al conocerse la salida de Omar de Felippe, quien fue reemplazado por Alfredo Arias.

Arias venía con las credenciales de un técnico trabajador, muy querido por la hinchada del Wanderers de Montevideo y su homónimo de Valparaíso, había realizado sendas campañas con poco material humano. Sin embargo, hasta el momento Arias no ha encontrado el juego millonario, aquel toque y toque de Quinteros o el orden que imprimió de Felippe, y sin un equipo completo pues tras asumir antes del receso de la Copa América, ha tenido siempre bajas que han limitado el estilo de juego que quiere imponer.

Emelec fiel a su costumbre de reforzar poco o nada a mediados de temporada, anunció que no contraría jugadores para el semestre que resta este 2016, habrá que esperar qué pasa con Ángel Mena y si la base del equipo logra mantener el físico, considerando que otra vez será necesario pelear en ambos frentes.

¿Priorizar la Copa Sudamericana o el torneo vernáculo? Esas decisiones las tomarán los jugadores y el técnico.

Emelec a Marzo de 2016

Con un campeonato todavía muy verde pero con la mitad de los partidos de la fase de grupos de la Copa Libertadores disputados, me atrevo a lanzar un acercamiento del equipo, tratando de abarcar la mayor cantidad de elementos que puedan influir en el juego azul en estos primeros partidos de la temporada (no será considerada la baja del precio del petróleo en el análisis, por si acaso). No es menester de este artículo profundizar demasiado, sino dar un vistazo a vuelo de pájaro de lo que sucede en el equipo desde mi punto de vista, el cual puede ser compartido con muchos y seguramente, repudiado por más.

Espero que en la sección de comentarios, puedan ayudar a complementar los criterios emitidos y poder alcanzar un debate con gente que ve fútbol, sin importar de que equipo sean, y que no se quede en una discusión azul fuera de los grupos de whatsapp.

  1. BAJAS IMPORTANTES

Sin duda la ausencia de Bolaños (por cierto, FUERZA MILLER), ha sido un factor decisivo, pero de eso poco se puede argumentar en este punto. Emelec necesitaba un refuerzo de jerarquía, y el esfuerzo hecho por la dirigencia para traer al bien recordado Stracqualursi al momento no ha dado los frutos esperados, por la simple razón que “el Traca” no es Miller, de hecho, no hay jugadores como Bolaños, y eso es algo que debe aprender el equipo y la hinchada. Es necesario empezar a jugar diferente, cosa que al parecer le ha costado un poco a Omar de Felippe (ODF).

A criterio personal, si bien la baja de Miller ha influido, es la defensa la que ha dado más problemas. Sin Narváez ni Achillier, con un Bagui también lesionado y que ha venido también sintiendo la falta de fútbol y un Guagua que ya solo le queda “el nombre” de juvenil y cada día parece que se vuelve más lento, los alternantes Mina, Pinillo, Jaime y Nazareno han tenido actuaciones justitas cuando han pisado el campo de juego. Especial preocupación nos produce el costado derecho, en el cual Mina pese a su velocidad no ha sabido saltar la alta barra que dejó “Loco John”.

  1. NO SE ENCUENTRA EL JUEGO.

Un buen amigo que sabe mucho de fútbol me decía que Emelec tenía en Miller Bolaños un jugador diferente, que iniciaba la jugada, por poco el mismo se centraba y hacía gol: Miller era el mágico que te podía resolver partidos con una genialidad, jugador importantísimo en el esquema de juego (“pero es que Mena fue el que hizo los goles en la final y Miller pecheó”: hay que ver todo el movimiento y la marca que arrastra Miller y la generación de las jugadas que dejan libres a otros jugadores, en fin, favor de no arrocear). Mena está jugando el mejor fútbol de su vida, sin embargo muchas veces se encuentra solo, no tiene a su compadre. Ni Stracqualursi y mucho menos Herrera son Bolaños, algo se intenta con Matamoros y Guanca, pero aún falta esa conexión que solo los minutos en la cancha pueden dar.

Emelec a ratos luce roto, con laterales con un bajísimo nivel como Bagui y Mina (este amigo que sabe mucho afirma que lo recomendable hoy por hoy es, al menos de local, jugar con Giménez por izquierda y Burbano por derecha como carrileros para aportar en ofensiva), y que Guanca y Matamoros puedan jugar con Mena para el desarrollo del juego, pues el bombillo ha sido un equipo que ha aparecido cortado, sin traslado en la media cancha y ha terminado jugando al pelotazo.

  1. DESORDEN E INDISCIPLINA (?)

Guardiola le decía “a lo nuestro, al balón… hacer lo que sabéis, con paciencia” nada menos que al mejor equipo del mundo a quien el gol se le había negado en la Supercopa de Europa, y con orden se llegó a obtener el resultado favorable con un tanto casi al finalizar la prórroga. Emelec de pronto tiene al central Pinillo como centro delantero, Pedro Quiñónez como back centro ocupando ese espacio, y “todos al área”. Creo que los equipos de fútbol actuales no pueden darse esos lujos, menos uno con una identidad de “toque y corra” como es el Emelec.

Las desconcentraciones nos han costado caro, se han recibido goles en los primeros minutos de juego o de pelota parada de manera repetida, lo cual sin duda debe ser corregido por el entrenador pero principalmente, por los mismos jugadores, no se pueden regalar más puntos y goles pues de nada vale que adelante se hagan dos cuando atrás nos hacen cuatro.

Por otro lado, y en el ámbito de los rumores (que deben quedarse ahí, eh), la ausencia de Herrera en los últimos partidos por supuestos roces con otros jugadores, lo cual quedó en evidencia cuando en uno de los partidos intenta definir cuando Mena puede que haya tenido mejor perfil con el disgusto y reclamo consiguientes al respecto, que quedaron patentes en la transmisión, puede que influyan en el grupo. ¿Error de ODF? Parcialmente. Los únicos que pueden arreglar el tema son los jugadores, no nos compete a los demás tratar de buscar lo que no se ha perdido, y si bien es cierto no todos pueden ser amigos entre ellos, sí puede haber un ambiente de respeto y camaradería como parecía había antes.

  1. FALTA DE LOCALÍA

A ratos parece que el Emelec es un equipo gitano, jugando de local en Quevedo, Manta, Portoviejo, Milagro, en la cancha sintética del Chucho y ahora finalmente, en el Estadio Modelo de Guayaquil, lo cual sin duda desgasta por los traslados y la falta de conocimiento de cada centímetro del gramado, que sin duda influye. Yo hubiese recomendado jugar en la altura de Quito, por conveniencia geográfica y el pánico que se produce al extranjero subir a 2800 metros en Copa Libertadores (cuyos resultados se pueden preguntar a cierto equipo albo), sin embargo, se espera que el juego colectivo del equipo suba su nivel al tener una cancha fija en Guayaquil. Posiblemente no es un factor tan decisivo en la forma de jugar, pero es necesario recordarlo pues Emelec hizo del Capwell un reducto imbatible los primeros años del tricampeonato y es necesario recuperar esa confianza local.

CONCLUSIÓN

En el último partido jugado de local contra el Delfín de Manta, los azules obtuvieron una victoria en un partido complicado, gracias a un bombazo de larga distancia de Gaibor, sin embargo el funcionamiento colectivo sigue dejando que desear. El siguiente partido con Olimpia en Paraguay, sin los centrales Guagua y Pinillo y la ausencia de Pedro Quiñónez, representará un nuevo desafío para ODF, pues seguramente los paraguayos van a salir a buscar el encuentro.

Hay todavía muchos partidos por delante y la doble competencia seguramente también ha hecho mella (miremos los lugares en los que se encuentran LDU e Independiente que están jugando Copa y no lo están mirando por TV como dice aquel “lanza humo” Alemán). El engranaje que busca ODF con Matamoros, Mena, Guanca apoyados en Tracagol (o Herrera) con el soporte de Pedro y Gaibor, y dos balas por los laterales que por Dios ojalá levanten un centro racional en su vida, necesita tiempo.

Pedir cabezas técnicas o dirigenciales hoy es absurdo, decir que se tuvo suerte ante rivales bravos el año pasado como Liga de Quito en una final histórica y que lo que pasa ahora es la consecuencia lógica de un equipo sin juego, es por decir de menos ilógico (no puedo emitir más adjetivos por las leyes de comunicación vigentes). Hay que darle tiempo al equipo, y entender que el fútbol es un juego donde hay un rival, donde la presión juega un factor importante, donde los actores no siempre pueden desplegar su máximo nivel y sobre todo, el fútbol es un deporte donde no siempre se gana.

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¡Salud Tricampeón!

En las siguientes líneas me propongo analizar desde varios ángulos el rendimiento 2015 de la campaña del actual Tricampeón del Ecuador, el Club Sport Emelec. De antemano le pido disculpas al lector si a ratos me disperso un poco, sin embargo quiero abarcar algunos puntos que muchas veces son obviados en los análisis técnico-tácticos, de los fanáticos, económicos y demás, pues esto es Futbol y Asociados y acá se habla de pelota y todo lo demás.

Emelec llegaba pisando fuerte para este 2015, bicampeón de un torneo que por un amplio sector de los medios y por algunos hinchas, había sido mediocre (justo hasta octubre cuando Barcelona S.C. empezó a despuntar y de pronto pasó a ser el mejor torneo del mundo –desde el 2012 claro-). Los mismos medios apuntaban que este era el año en que por un lado Emelec debía apuntar al torneo internacional, pero por otro, había equipos que venían a ser grandes animadores del torneo local, como Liga de Quito, que apostaba con la continuidad de su técnico, un proceso con juveniles que se iban consolidando y la contratación de figuras de buen cartel. El Independiente del Valle (“Los campeones del futuro”) una vez más prendía las alarmas manteniendo el proceso, un Barcelona que venía de ser el vicecampeón y apuntaba a mantener a su cuerpo técnico y a su delantero estrella, repatriando a más de uno y contratando “al nuevo Kitu Díaz” (Brahian Alemán -?-), entre las principales novedades.

El C.S. Emelec empezó el año con la acostumbrada pretemporada en Argentina, la cual sin duda ha dado resultados, pues en los últimos años pese al alto ritmo de competencia y la cantidad de partidos disputados, los azules han llegado a las instancias finales aún con fuerzas. Sin embargo, un balde de agua fría cayó en las huestes azules en el primer mes del año: Gustavo Quinteros era anunciado como el nuevo Director Técnico de la Selección del Ecuador, dejando huérfanos a los eléctricos, quienes tuvieron que de inmediato buscar una sustituto y Omar de Felippe (ODF) llegó al club a buscar mantener la hegemonía que había sostenido en los últimos dos años. Vaya que lo consiguió.

ODF venía con el cartel de ser un ex combatiente argentino, con ardua disciplina, que defendía bien y trabajaba mucho a pelota parada, estas dos últimas quizás eran las deudas que tenía Quinteros con el club, pues en los últimos años Emelec no se había caracterizado por ser peligroso en esa vía, y la forma de juego de Quinteros priorizaba la tenencia y la presión alta, mas cuando se veía atacado el equipo sufría mucho.

Para el hincha fue difícil esta transición: Emelec mostraba un juego asociado efectivo que ganaba y gustaba. Decir que ODF, como era obvio, no vino a romper ese estilo de juego, pero poco a poco fue incorporando sus ideas al equipo: no tenía tanto la pelota como antes y eso provocaba cierta ansiedad e imprecisión en los pases, lo cual tenía como claro resultado que al equipo se lo ataque más, sin embargo, no recibía muchos goles, pero los recibía en momentos claves, lo que costó la eliminación de las dos Copas Internacionales, deuda que todavía mantiene el club con la hinchada y consigo mismo.

Otro problema para la escuadra y el aficionado azul fue la localía del equipo. Emelec prácticamente no jugó nunca de local, pues el mítico Capwell está siendo sometido a una remodelación, razón por la cual el equipo tuvo que actuar de local en diversas canchas, siendo las principales: Milagro, Manta y Portoviejo, con trayectos largos y muchas veces por tierra, lo cual perjudicaba el trabajo y desgastaba a los jugadores.

Ahora, es necesario hablar de los verdaderos artífices del tri: Los jugadores pudieron sobreponerse a los viajes, lesiones y principalmente a la presión para alcanzar este nuevo título. Procedo a hacer un corto análisis de los jugadores, línea por línea.

En el arco Esteban Dreer fue sin duda un baluarte, su superlativo nivel incluso derivó en su convocatoria a la selección de mayores, debutando con un triunfo ante Venezuela. Su experiencia, seguridad y don de mando fueron claves para el triunfo de los azules.

En la defensa, Jorge Guagua demostró que es uno de los mejores defensas de la historia del país, asumiendo con responsabilidad los partidos, marcando goles claves de pelota quieta y en movimiento. Gabriel Achillier, quien tuvo una gran temporada con convocatorias a selección incluidas fue el acompañante ideal para Guagua, aunque el Gabo debe trabajar en su impulsividad que ha traído más de un problema al dejar al equipo con menos hombres en momentos decisivos. Por las bandas, John Narváez demostró que pese a las críticas es el dueño de la línea derecha, reconociendo que no son su fuerte los centros pero que en defensa, tiene la velocidad y la inteligencia necesaria para marcar a cualquier jugador, aun cuando en ocasiones ha tenido desconcentraciones importantes; y por el otro lado Oscar Bagüí, jugador cumplidor que se ha ganado el corazón de la fanaticada gracias a sus regulares actuaciones. Los suplentes usualmente fueron Byron Mina, José Luis Quiñónez y Pinillo, quienes con categoría estuvieron a la altura de las circunstancias cuando fueron requeridos por el entrenador.

En el medio campo fue donde más luchas se tuvo: Pedro Quiñónez, el capitán y símbolo de este equipo demostró todo el año que es un verdadero luchador, sin dar bola por perdida, lo cual de nuevo lo llevó a ser considerado para la selección del país. Junto a PQ jugaron varios, Osbaldo Lastra fue el más regular en el primer semestre del año, jugador con muchas limitaciones al momento de pasar, pero con más de un acierto al momento de marcar y ubicarse en la cancha hicieron que Quinteros lo convoque a la selección siendo un inamovible en su sistema. ODF también le dio minutos hasta que tuvo la lesión que lo ha marginado los últimos meses. Tras la lesión de Lastra, ese puesto era ocupado por Burbano, Giménez, Noboa, Corozo, sin embargo los últimos partidos el “10” del equipo, Fernando Gaibor, fue quien se encargó de mover al equipo, marcando incansablemente (aunque no siempre de la mejor manera, considerando que no es su puesto natural), y conquistando goles claves para las aspiraciones eléctricas. Por las bandas, el paraguayo Giménez sin duda fue el más regular, apoyando en la marca a Bagüí y en labores ofensivas a los delanteros. Por la otra banda Burbano con su velocidad se transforma en una figura clave apoyando a Narváez y siendo un escape para las salidas rápidas con los delanteros.

Finalmente, la delantera tiene dos rostros: La magia de las 3M y las malas participaciones de los extranjeros. Miller, Mena y Mondaini fueron quienes se pusieron el equipo al hombro en diversos instantes del campeonato, cuando alguno fallaba estaba otro para subsanar cualquier error y sacar adelante al equipo, sin duda Miller con sus 25 goles es el jugador del año, no obstante, Mena cuando más se lo necesitaba y Mondaini en menor medida, estuvieron siempre para asistir al Killer y llevar al equipo al campeonato. Fernández, Rolón, Escalada y Herrera fueron por otro lado, las decepciones del equipo: pifiados en muchas ocasiones, si bien convirtieron algunos goles los dos últimos y fueron muy útiles en el planteamiento, terminan el 2015 en números rojos, con un club que sin duda esperaba más de ellos y estoy casi seguro, y así lo dijo Herrera en las entrevistas después de la final, que hubiese querido tener más minutos y ser más regular.

La figura excluyente de este Emelec 2015 fue Miller Bolaños, quien ya ha anunciado que muy seguramente no seguirá en el equipo el próximo año, pues ha cumplido su ciclo y considero normal que busque nuevos aires y crecimiento profesional. Eso nos lleva a la pregunta ¿A qué aspira el C.S. Emelec en el año 2016? La respuesta de la dirigencia es a una copa internacional y ese es el anhelo de la hinchada, pero: ¿puede realmente el equipo azul levantar una copa internacional el próximo año?

El equipo llega maduro al 2016, sin embargo, esa madurez también se va a ver reflejada en algunos de sus jugadores que ya pasan los 30 años, la salida de Miller Bolaños que como dije, cumple su ciclo en el club y a priori no tiene reemplazo en el medio (los tres delanteros de la selección son Miller, Enner Valencia que juega en Inglaterra y Felipe Caicedo que no se cansa de hacer goles en España. No hay más) y lastimosamente Emelec no ha acertado con la contratación de delanteros extranjeros de nivel exorbitante desde hace ya varios años. Hoy por hoy, Emelec demostró que puede vencer a un gran demonio que era Liga de Quito, en la altura que no es poco, con un equipo que se ha acostumbrado a instancias importantes, sin embargo creo que para aspirar a un torneo internacional es necesario que llegue una nueva figura con la magia y frescura que le falta a este experimentado equipo.

A la institución como he dicho le falta la copa internacional, y considero que también debe trabajar en dos objetivos puntuales: Primero, la cantera para formar el recambio, pues los juveniles que actuaron todo el año no estuvieron a la altura, y la eliminación de la regla de poner un juvenil en cancha fue sin duda una ayuda para los intereses azules; el segundo punto es el manejo institucional respecto a los socios y entradas, pues un club de esta categoría no puede seguir maltratando a sus hinchas por una entrada y obligándolos a adquirir reventas o hacer colas de varias horas. Ojalá con la remodelación del estadio se haga un cambio en este particular.

Esta es la breve reseña del mejor Emelec de la historia, equipo que ha disputado desde hace más de cinco años los primeros lugares, con una dirigencia seria y responsable financieramente, con estabilidad, sin problemas de pagos a los jugadores que tantos puntos le costaron a otros equipos, gestionando auspicios importantes que incluyen el convenio con Adidas para el 2016, con una hinchada que no ha abandonado pese a los continuos traslados, con jugadores que son la base de una selección nacional invicta en las eliminatorias tras las dos primeras fechas, con un carácter formado que le permite jugar finales de manera inteligente sin amilanarse ante nada, con un equipo que fue campeón sin jugar final, bicampeón llevando a pasear a su compañero de patio, y tricampeón con el equipo que lo había superado ya en dos ocasiones en esta instancia. Inmejorable.

El 2015 es un año que deja muchos hitos históricos en el balompié nacional: Emelec tricampeón (logro que hasta el día 20 de diciembre solo lo ostentaba El Nacional, plantel en vías de extinción), el descenso del Deportivo Quito y la que seguramente será su extinción también, y la vuelta olímpica de un visitante en Casa Blanca, hasta la fecha inexpugnable reducto albo donde hay equipos que ni siquiera han podido ganar un partido, Emelec pudo cobrarse lo suscitado en el 2010 cuando los universitarios se tomaron el Capwell, y es lo hermoso del fútbol, que siempre te da revanchas. ¡Salud, Tricampeón!