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Nuestro 11 Ideal de Rusia 2018

Aún quedan reminiscencias del mundial ruso y los buenos recuerdos de una fiesta maravillosa. A continuación, presentamos nuestro once ideal de la última Copa del Mundo que proclamó a la selección francesa como ganadora.

Thibaut Courtois

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El portero de Bélgica demostró porqué es uno de los más cotizados del mundo otorgando seguridad durante prácticamente todo el mundial y siendo especialmente fundamental en la victoria de su selección en cuartos de final ante Brasil, deteniendo envíos imposibles a su arco y brindando uno de los resultados más impactantes de la copa. En lo que fue un mundial de grandes arqueros, tal vez fue el que destacó un poquito más.

Thomas Meunier

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Dentro del novedoso esquema que presentó Bélgica fue fundamental su aporte desde el costado derecho en el que no precisamente se presentaba como defensa, pero su labor tanto defendiendo como atacando fue abrumadora, tanto así que su ausencia en las semifinales contra Francia fue muy sentida. De impresionante despliegue en el juego contra Brasil e importantísimo para la heroica remontada ante Japón.

Raphaël Varane

Varane

La consagración de el aún joven zaguero francés llegó con este mundial, aunque igual ha tenido una temporada increíble a nivel de clubes. Una impresionante solidez y concentración cuando su selección lo requirió anulando a temibles ataques como los de Uruguay o Bélgica y así mismo recibiendo apenas un gol en fase de grupos. Se lo apreció llegando a una madurez en su puesto que le garantiza varios años en la élite.

Diego Godín

Godín

El único sudamericano de nuestra lista. El zaguero uruguayo fue bastión para que la celeste termine la fase de grupos con cero goles en conta y pueda superar a Portugal en octavos de final. Siempre dando el toque de seguridad y garra característico del futbolista de su país, emanando liderazgo con su veteranía y su concepción de los tiempos en la marca y momentos del partido. El clásico zaguero que su sola presencia irradia confianza.

Luka Modric

Modric

Muchos consideran al croata como el mejor jugador del mundial. En este torneo este volante exhibió toda su calidad siendo el conductor por excelencia de su selección, manejando los tiempos y ritmos del partido, quitando pelotas y repartiéndolas con precisión, sacando adelante difíciles partidos como contra Dinamarca o ante el anfitrión Rusia, así como luciendo en la dramática semifinal ante Inglaterra. Como muchos de sus compañeros, pareció jugar incluso más allá de sus posibilidades. Para el futbolero fue un deleite observarlo.

N’golo Kanté

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Un maravilloso mundial del volante francés. Dueño absoluto del mediocampo de su selección, se dio el tiempo y lujo de anular las ideas ofensivas de selecciones como: Argentina, Uruguay o Bélgica, además de animar a gestar el ataque galo sumando una impresionante cantidad de gente cuando era necesario. Un individuo que prácticamente estaba en todas partes, indescifrable por su inteligencia y capacidad física.

Ivan Rakitic

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Haciendo en Croacia una dupla conmovedora con su compatriota Modric, encarnó la lucha y el corazón en este mundial. Infatigable, presente en todo sector posible y en los momentos más apremiantes como cuando se vio su selección con marcador en contra ante Dinamarca o Rusia y sin dar su brazo a torcer en la final que su selección terminó perdiendo. Marcó la tendencia de un volante de primera línea con buen traslado de pelota.

Eden Hazard

Hazard

El ofensivo belga en cambio encarnó la magia en este mundial. Dueño de una talento natural impresionante, en el torneo añadió a su característica gambeta endiablada y pique indescifrable, una dosis de voluntad y compromiso con su equipo elogiables, lo que hizo a los “diablos rojos” un equipo temible y capaz de superar obstáculos complicados como el 0-2 en contra ante Japón o el juego ante Brasil.

Kylian Mbappé

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La más reciente novedad del fútbol francés, el representó la esperanza y futuro de este deporte. Siendo uno de los más jóvenes del certamen brilló con su exuberancia y desparpajo a la hora de jugar. Dueño de una impresionante velocidad, destrozó a las defensas argentinas, uruguayas y croatas, además anotando goles fundamentales para terminar de llamar la atención del mundo entero y dando a entender que tendremos muchos años viéndolo brillar.

Antoine Griezmann

Griezmann

El líder de la selección francesa se demoró en brillar en el mundial. Sin embargo en los últimos juegos, que son obviamente los más decisivos, supo conducir a su selección a la victoria, siendo no precisamente un delantero incisivo, sino más bien el organizador del ataque y con su presencia colaboró para que sus compañeros tengan la ruta del gol más clara. Su presencia se resumió en importante cuando más se requirió.

Romelu Lukaku

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El delantero de Bélgica describió el manual del buen delantero de nuestros tiempos. No sólo fue un potente número 9, oportuno y preciso para anotar, sino que supo moverse por el campo de juego cuando fue requerido, por ejemplo en el partido ante Brasil ocupó el sector derecho, siendo un recurso estratégico genial. Tal vez se quedó sin gol en los últimos juegos, pero no por ello dejó de ser importantísimo para la espectacular campaña de su selección.

DT: Didier Deschamps

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El DT galo siempre tomó decisiones acertadas al conducir a su selección a la obtención de la Copa del Mundo. El adecuado repliegue ante Australia y Perú, el conservar energías ante Dinamarca, la demoledora ofensiva ante Argentina, la regulación de tiempos y golpes precisos ante Uruguay y Bélgica y de nuevo demolición ante Croacia. El equipo francés siempre tuvo una respuesta adecuada para cada momento de su mundial y eso siempre viene de una buena cabeza. Didier así llegó a ser la tercera persona en levantar la Copa del Mundo como jugador y como DT.

 

Selección B:

 Danijel Subasic; Samuel Umtiti, Andreas Granqvist, Ludwig Augustinsson; Denis Cheryshev, Paul Pogba, Jesse Lingard, Ivan Perisic; Mario Mandzukic, Harry Kane, Edinson Cavani

 DT: Roberto Martínez

FyA
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¡Una Nueva Final Para Les Bleus!

Francia derrotó 1-0 a Bélgica en juego disputado en San Petersbrugo por una de las semfinales de Rusia 2018.

La primera semifinal se configuraba con 2 equipos que fueron creciendo en confianza y con varias estrellas jóvenes. La precisión de la media francesa, la elegancia de Griezmann y la exuberancia de Mbappe contra el picante belga con Hazard, Lukaku y De Bruyne. Era un juego sumamente atractivo para el futbolero promedio.

Los diablos rojos tardaron unos minutos para hacerse del control del balón, con fuertes marcas a los costados evitaban ser superados por velocidad, mientras De Bruyne y Hazard se encargaban de poner peligro en área francesa. Los galos preferían jugar por el medio más alargado explotando la velocidad de Mbappé y la no completa seguridad del rival en su área.

Bélgica tenía ciertos errores en la marca por su costado derecho, lo que era aprovechado poro Matuidi y Hernández para causar zozobra en el área belga los que también les costaba marcar a Giroud. Gran partido de los medios Witsel y Fellaini quienes ayudaban en ambas áreas y era fuente de descarga para sus hábiles compañeros ofensivos. La marca contra Hazard era muy celosa, aunque el 10 se las ingeniaba para manejar la pelota.

Pasada la primera media hora el dominio pasó a ser francés cuando Giroud bajó unos metros y Griezmann participó más en la elaboración del juego, mientras iban aislando a los ofensivos del rival, evitando el contacto con el balón. Empezó a sobresalir Courtois con atajadas importantes mientras los carrileros se iban animando a llegar al arco y disparar. El duelo táctico al final del primer tiempo era sumamente cerrado y el partido emocionante.

Bélgica había vuelto a insistir en el inicio del segundo tiempo, pero Francia golpeó con un cabezazo de Samuel Umtiti (50 min.) tras córner ejecutado por Griezmann. El tanto abrió el juego y las líneas de Bélgica estuvieron más dispersas buscando el empate, lo que fue bien aprovechado por los galos que coparon todos los sectores de cancha rival y asediaron constantemente para buscar el segundo tanto. Era su mejor momento.

Para buscar la igualdad, Bélgica incluyó en el juego a Mertens y así apostar a jugar por los costados y buscar remates de cabeza. De nuevo la posesión de balón fue para los diablos rojos a medida que la primera línea de volantes y la zaga francesas se compactaban y anulaban cualquier idea de los creativos belgas. El conjunto galo prefería la contra y así era más peligroso que todo lo que podía hacer su rival.

Los minutos finales fueron de desesperación para Bélgica que veía todos sus intentos de hacer daño estrellados en la seguridad de Varane y Umtiti, mientras que Mbappé conducía los contragolpes con absoluto desparpajo. Los cambios de los de casaca roja buscaban el empate a como de lugar, de “les bleus” querían refrescar líneas. Al final, con una notable aplicación, la escuadra gala se clasificó a la final del mundial ruso no sin antes poner a prueba a Courtois que estuvo atento a los remates franceses siempre.

FRA: Hugo Lloris; Benjamin Pavard, Raphael Varane, Samuel Umtiti, Lucas Hernandez; Paul Pogba, N’golo Kante (TA 87’); Kylian Mbappé (TA 92+’), Antoine Griezmann, Blaise Matuidi (Corentin Tolisso 85’); Olivier Giroud (Steven Nzonzi 84’)
Goles: Umtiti 50’
BEL: Thibaut Courtois; Toby Alderweireld (TA70’), Vincent Kompany, Jan Vertonghen (TA 94+’); Nacer Chadli (Michy Batshuayi 91+’), Axel Witsel, Marouane Fellaini (Yannick Carrasco 80’), Moussa Dembelé (Dries Mertens 60’); Kevin De Bruyne, Romelu Lukaku, Eden Hazard (TA 63’)

Calificaciones Francia:
Lloris 7
Pavard 7
Varane 8
Umtiti 8
Hernández 7
Kanté 6
Pogba 7
Mbappé 7
Griezmann 5
Matuidi 8
Giroud 6
Nzonzi –
Tolisso –

Calificaciones Bélgica
Courtois 7
Alderweireld 5
Kompany 6
Vertonghen 6
Chadli 5
Witsel 7
Fellaini 5
Dembelé 4
De Bruyne 5
Lukaku 4
Hazard 6
Mertens 6
Carrasco –
Batshuayi –

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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Les Bleus: Fútbol, Historia y Política

La selección francesa en los últimos 20 años pasó por tremendos contrastes en rendimiento y emociones, lo que influyó no sólo en la pasión del aficionado y no tan aficionado galo al fútbol, sino que pudo poner en un plano más notorio a discusiones políticas y sociales que permanecían relegadas aunque insertadas tal vez en campos más profundos del inconsciente.

Tras unos gloriosos años ochenta, la selección francesa enfrentó serios reveses a su tradición al no haber podido participar en los mundiales de 1990 y 1994. Para enmendar esta situación, la generación que se preparaba para enfundarse la camiseta azul era bastante heterogénea. Los Thuram, Desailly, Karembeu, Zidane, Djorkaeff y demás, procedían de orígenes muy dispersos alrededor del mundo. Brevemente recordemos que Francia colonizó varios territorios por el planeta y de aquellos lugares recibió ciudadanos que se fueron insertando en el diario vivir francés o que en sus tierras algo de la cultura, aunque sea el idioma había quedado.

Esta Francia “multinacional” despertó esperanza e incertidumbre a la vez. Si bien, Francia desde siempre ha tenido figuras “extranjeras como Just Fontaine o Marius Tresor, lo que se gestó en los 90 no se podía concebir tan fácilmente en un mundo menos comunicado del Siglo XX. El emblema de esta selección era un joven de padres argelinos pero muy marsellés todo él: Zinedine Zidane, al que lejos de reconocerle un torneo exitoso, se le cargó con la culpa de la eliminación en semifinales de la Eurocopa 1996 ante la República Checa.

Justamente Zidane se convertiría de villano a héroe al anotar en la final de la Copa del Mundo de 1998 ante Brasil en la que se proclamaron campeones siendo anfitriones. La generación “black – blanc – beur” (negro – blanco – árabe) unió a Francia dentro de ese orgullo nacional tan vano y tan genuino a la vez que solo el fútbol puede dar. Una nueva generación que confluyó en tierra gala bajo sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad fue el avance de la Europa futura y que tal vez en estos momentos y por otros factores es discutida.

La selección francesa de estos últimos años ha tenido momentos gloriosos como: El título mundial de 1998, la Eurocopa de 2000, ser finalista mundial en 2006 y europeo 2016. Así también pasó por momentos desastrosos como la eliminación en primera ronda y sin victorias de los mundiales 2002 y 2010. En la apoteosis aquella generación fue alabada y vitoreada, en los momentos bajos les recordaron su origen, tratados como “gentuza” y la tensión étnica se puso de manifiesto. Resaltaban objeciones absurdas como si los seleccionados cantaban o no la marsellesa.

¿Qué vemos actualmente no sólo en la selección francesa sino en varias selecciones europeas? Algo así como lo que vimos en la Francia noventera: un crisol de razas y no precisamente por un pasado colonizador. Selecciones como Alemania, Bélgica o Suiza no podrían disponer del plantel que tienen por ello y más bien los ideales de bienestar de aquellas naciones atrajeron una migración que hoy es componente fuerte de sus sociedades con hijos plenamente ciudadanos de aquellas naciones europeas que como cualquier otro pueden enfundarse una camiseta de fútbol por ser los mejores de una tierra que los vio nacer. Sin embargo, no todo es tan ideal.

Detrás de ese colorido de la selección francesa también está una historia de marginación. En el documental “Les Bleus” se habla del origen de sus jugadores. En los 90, jugadores como Lilian Thuram o Marcel Desailly provinieron de “ultramar”, mas la actual generación es plenamente nacida en Francia pero con padres o tal vez abuelos africanos, árabes, antillanos o de Oceanía. Aquella generación se crió en suburbios, guetos que no estaban completamente integrados a la sociedad francesa, lo que ha generado sentimientos de exclusión que pueden desembocar incluso en temas tan tristes y peligrosos como el terrorismo. Bueno, pues de esos mismos guetos ha surgido también el orgullo nacional.

Las derrotas de estas generaciones fueron caldo de cultivo para las expresiones segregacionistas de la ultra derecha, que también alentados por el miedo al terrorismo han reivindicado un nacionalismo primigenio que les permitió cierto avance en la búsqueda del poder, el cual ha sido todavía contenido. La multi culturalidad genera este tipo de problemas y en el caso de Francia, incluso llegó a forzar a una escueta pero decisiva pronunciación política del mismísimo Zidane, conocido por mantenerse aparte de estas situaciones. “Les Bleus” trata mucho de estas tensiones entre la Francia primigenia y blanca con la nueva Francia africana y árabe que está inserta pero no del todo en la sociedad europea contemporánea. La fluctuación entre convivencia y tensión al vaivén de los resultados de una selección de fútbol. Además, la velocidad de las comunicaciones permitió a la opinión pública estar cada vez más al tanto de situaciones de la vida personal de jugadores como Nasri, Ribery o Benzema que los pusieron en ojo de la crítica más que por sus actuaciones en el campo de juego.

La exaltación o menosprecio de un grupo social y étnico por culpa del deporte puede estar inserta en cualquier nación. Un ecuatoriano que vea “Les Bleus” no se va a sentir ajeno a ello, pues ha vivido en carne propia como el país pasa de “negros lindos” cuando la selección gana a “negros brutos o vagos” cuando pierde. Así mismo, aquellos muchachos que representan en un deporte a una nación, tienen un origen muy humilde, lejos de los centros culturales y de poder de nuestra nación y aunque sus costumbres no varían tanto como puede pasar en Francia, parecieran ser de mundos ajenos, pero bien que con su talento pueden aportar a 90 minutos de felicidad. Vale la pena ver “Les Bleus” para el futbolero, pero también para el que ve algo más allá de los goles y gambetas.

Actualmente la selección francesa se perfila como candidata al próximo mundial de Rusia con valores de todos los orígenes como: Samuel Umtiti, N’golo Kanté, Kevin Gameiro, Antoine Griezmann, Olivier Giroud, Layvin Kurzawa o Kylian Mbappé.

“Les Bleus, Un Autre Histoire De France” está disponible en Netflix.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol