Entradas

cobain

El Último Héroe del Rock

Un 20 de febrero de 1967 nació en el Estado de Washington Kurt Cobain. Estaría cumpliendo medio siglo en estos días, pero su vida se truncó tempranamente formando parte de aquel infame “club de los 27” integrado por varios de los más grandes exponentes del Rock.

¿Por qué se podría decir que Cobain es el último héroe del Rock? Pues porque junto a su banda, Nirvana, encabezó el último giro que dio la historia del género. El “Grunge” oriundo del Pacífico Noroeste Estadounidense sería el sonido que acompañaría a la juventud en la primera mitad de la década de los 90  y que tal vez, tras la muerte de Kurt haya perdido algo de fuerza comercial, pero se mantuvo en los corazones de sus seguidores y se transmitió a posteriores generaciones.

¿Qué hizo del Grunge el estandarte de la música popular juvenil de aquellos tiempos? Pues algo así como la vuelta a las raíces. Los 80 habían sido tiempos donde el comercialismo y las apariencias estuvieron a la orden del día y los músicos, cada vez más opulentos y distantes, se alejaban del sentir del público joven, a la vez que volvían a su actuación más sofisticada y glamorosa. En un momento similar a lo que fue el quiebre del Punk en los 70, el Grunge devolvía la voz a la juventud a través de un héroe atormentado como Kurt Cobain.

Nirvana tenía en su ADN mucho de la música alternativa de los 80 y le dio vitales dosis de furia. Cobain no exhibía pomposas filigranas en su guitarra, pero sí el grito que salía del alma, aquella inimitable sinceridad que puede fascinar a legiones de jóvenes que se han sentido desubicados social y espiritualmente, en aquellas edades cuando lo que más se requiere es alguien con quien compartir. Kurt lucía sincero, su ropa sencilla, su corte de cabello desprolijo, su barba descuidada indicaban cero poses. Una contundente respuesta a una sociedad de la imagen que sin embargo, le terminaría jugando en su contra.

“I was I was like you, easily amused”… Cobain no parecía disfrutar de su éxito y su espiral autodestructivo pudo algo ser mitigada por el amor de dos mujeres. Courtney Love, su esposa, y su hija Frances Bean. En el fondo Kurt era un hombre sencillo que como cualquiera, quería lo que no había tenido: una sencilla familia feliz. Mientras tanto, su sencillez se comercializó, su estilo desaliñado pasó a ser el último grito de la moda y no podía ser más incómodo.

Nirvana es de esas bandas especiales de la historia del Rock and Roll, con una vida muy corta de 7 años y realmente con algo más de 3 de éxito, su influencia fue inmensa. Sus discos como “Nevermind”, “In Utero” o el Unplugged en New York son esenciales para entender la música de los 90. Es un criterio unánime el considerar al tema “Smells Like Teen Spirit” como el himno de aquella década y de una generación. Nirvana comandó el movimiento que inundó radios y programas de televisión. Grupos como Pearl Jam, Alice In Chains o Soundgarden pudieron también mostrar sus trabajos con enorme éxito. Era la última revolución del rock.

Pero esa eterna búsqueda se vio truncada, el tormento de padecimientos físicos y espirituales, el abuso de la heroína y demás doblegaron al último héroe del rock. Su desaparición causó dolor y tal vez, el género nunca fue igual. Hacia el final del Siglo XX y el transcurso del Siglo XXI, el Rock ha sufrido mutaciones y casi ninguna con mayor trascendencia, tendiendo a ser desplazado en las preferencias  por nuevos géneros y quedándose para la nostalgia.

¿Qué hubiera sido si Cobain se quedaba a vivir su madurez en el mundo de los vivos? Se especula que su legado y el de Nirvana no hubiera tenido el impacto que tuvo. Tal vez así debían ser las cosas, tal vez hizo un enorme sacrificio. Solo se puede entender que se quedó para siempre acompañando a almas atormentadas y dándoles su respectivo confort.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
weiland

El cielo rocker tiene un nuevo vecino

Tarde en la noche del 3 de diciembre, al menos de este lado del charco, nos íbamos enterando de la lamentable noticia del fallecimiento de Scott Weiland, uno de los cantantes símbolo de lo que fue el sonido de los 90, aquello que se llamaba “rock alternativo” que de todas formas, en esos años terminó siendo el “mainstream”. Un talento inconfundible pero a la vez, un desenlace que se podía esperar para esta estrella.

Scott Richard Kline, su nombre original, nacido en California, saltó a la fama como vocalista de Stone Temple Pilots, quienes debutaron en la escena con el sensacional álbum “Core” de 1992. Weiland se caracterizó por una poderosa voz que imprimía su particular sello en temas como “Plush”, “Sex Type Thing” o “Crackerman”. Eran los tiempos del rock de los gruñidos que marcaban el dramático cambio en las preferencias de los jóvenes que hizo dar a la historia del género un dramático giro a inicios de los noventa. Aunque los STP supieron distinguirse y evolucionar en cuanto a su música para transitar una senda distinta de lo que se denominó “grunge”.

Weiland no solo era un magnífico cantante, sino un “frontman” incomparable. Como alguna vez dijo el periodista chileno, Alfredo Lewin, Scott era “el mejor bailarín del rock alternativo”. Con un ritmo sorprendentemente hipnótico, era un foco indudable de atención y un adicional a las presentaciones de las bandas que conformó. En el modesto video de “Big Bang Baby” del año 1996, su incesante baile opaca la escasa producción del mismo, tal vez la intención era esa.

 

Un “rock star” por excelencia y con una vida tumultuosa. Conocido por su abuso de drogas, aunque el mismo en una entrevista pocos meses antes de su muerte supo decir que no las consumía desde hace 13 años. Arrestos por posesión de drogas y por violencia doméstica hicieron de Weiland un cliente fijo de la justicia y el escándalo. Algo de sus problemas sin duda quedan expresados en el video de “Fall To Pieces”, la power ballad del primer disco de Velvet Revolver: Contraband

 

El trabajo de Scott ha sido principalmente reconocido con Stone Temple Pilots. Su banda primigenia con la que siempre tuvo idas y retornos, romances y conflictos. También la “super banda” Velvet Revolver, que lo juntó con estrellas como los ex Guns N’ Roses Slash, Duff McKagan y Matt Sorum, aunque dicho por el mismo, las razones fueron más comerciales que artísticas. Además hizo trabajos en solitario y se vinculó con actos como “The Magnificent Bastards”, “Art of Anarchy” y los “Wildabaouts” con los que se encontraba de gira hasta el momento de su deceso.

Escandaloso e imán de atención. Nos dejó un perfecto estereotipo del rock and roll, de esos a los que se les celebra cada metida de pata y se paga por ver sus shows en vivo. Quienes disfrutamos de la música de los noventa y de inicios de Siglo XXI nos quedamos con una colección de sensacionales temas para sentirlos, revivirlos, pasar buenos momentos y soportar los amargos.

 

Well I’m Half The Man I Used To Be …

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol