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Paper Gods 1

“Paper Gods”: ¡para sacar viruta al piso!

La banda británica “Duran Duran”, publicó en este mes su más reciente material discográfico. El álbum llamado “Paper Gods” fue esperado a lo largo de este año con una publicidad de expectativa en la cual, los oriundos de Birmingham supieron hacer uso de las redes sociales y de armas más tradicionales como los recitales en los que ya incluyeron temas del citado disco.

“Paper Gods” privilegia el sonido del bajo, los loops, samplers y sintetizadores. Obviamente, la partida de Andy Taylor es una sensible baja a la que la banda decidió no buscarle un reemplazo permanente y sí quien les apoye en giras o quien grabe secciones de guitarra que pocas veces han sido protagonistas desde hace más de 10 años.

El nuevo disco puso al aire un anticipo, el tema “Pressure Off”, siendo una excelente decisión para primer sencillo. Ahí Duran Duran suena bastante funky, onda de los tiempos del “Notorious”, claro, con sintetizadores más fuertes y varios elementos de música de discoteca contemporáneas. Una fusión entre lo clásico y lo moderno que inevitablemente hace mover la cabeza cuando no, echar un par de pasos. La intervención vocal de Janelle Monáe y Nile Rodgers ayudan a darle un aire contemporáneo, es Duran Duran buscando ganar nuevos adeptos.

Paper Gods tiene varios colaboradores para las voces: Mr Hudson (quien ha sido el encargado de la producción mayormente), Kiesza, Jonas Bjerre y los citados en “Pressure Off”. Ideales para imprimir ese toque de noche y fiesta a las súper bailables “Last Night in The City” (Kiesza) y “Change The Skyline” (Jonas Bjerre). Este disco casi siempre es juerga aunque claro, de esas de camisa y pantalón de marca costosa.

El inicio con el tema homónimo del disco, parece ser un despertar, ¿un amanecer chuchaqui? (con resaca, para quienes nos leen de fuera de Ecuador), la canción tarda en “ponerse en pie” y avanza lentamente, con momentos de agitación moderada y otros más taciturnos. Un buen tema que va jugando con emociones y tal vez, traslada hacia lugares más cálidos. Tal vez es el amanecer de una farra playera.

Predomina el espíritu de baile y tal vez, se pueda identificar diversas épocas, recordando también pues, que los Duran Duran están por sus 50 años de edad. “Danceophobia” es un tema que cualquier grupo Pop actual pudo haber producido, lo mismo con “Only in Dreams”, mientras que “Sunset Garage” hubiera estado bueno para discos como “Big Thing”. El tema “Butterfly Girl” en cambio, suena a banda pop de inicios de los 2000, bastante disfrutable.

No hay mucha variación en la guitarra, siempre en este disco destinada a dar un ritmo “funk”. Temas como “Only in Dreams” o “Pressure Off”. Una vez más, quien se encargó de la grabación fue “Dom Brown”. También hay colaboradores como el ex Red Hot Chili Pppers, Jhon Frusciante. Acá podemos identificar su característico sonido “cinemático” en el tema “The Universe Alone”. Muy roadie, muy para reflexión. Personalmente, mi favorito.

Podría decir que este es un disco de Nick Rhodes, pues los sintetizadores y programaciones son bastante notorios y sofisticados. Cada vez se perfecciona más detrás de su barricada de teclados, secuenciadores y computadoras portátiles. El bajo de John Taylor tiene menor protagonismo que en trabajos pasados de Duran Duran, pero sigue siendo vital para sostener la característica bailable del grupo británico.

Temas “taciturnos” hay pocos, “You Kill Me With Silence” y “The Universe Alone” podrían ser. La edición de lujo cuenta con tres temas “bonus”: “Planet Roaring” contemporánea y bailable, “Valentine Stones” un poco más oscura aunque también funk y “Northern Lights”, que también tiene un espíritu de carretera, de nuevo, se nota la mano de Frusciante.

“Paper Gods” es un disco muy animado, busca férreamente posicionarse en nuevas generaciones, sin resentirse en inspiración. Se podría decir con este trabajo que hay Duran Duran para rato, pues se los escucha rejuvenecidos, vitales, divertidos como hace 20 o 30 años. La voz del gran Simon LeBon ha sufrido poco con los años.

Paper Gods – Duran Duran – Warner Bros. – 2015

Duran Duran PG 2

1. “Paper Gods” (featuring Mr Hudson)
2. “Last Night in the City” (featuring Kiesza)
3. “You Kill Me with Silence”
4. “Pressure Off” (featuring Janelle Monáe and Nile Rodgers)
5. “Face for Today”
6. “Danceophobia” (featuring Lindsay Lohan)
7. “What Are the Chances?”
8. “Sunset Garage”
9. “Change the Skyline” (featuring Jonas Bjerre)
10. “Butterfly Girl”
11. “Only in Dreams”
12. “The Universe Alone”

 

Deluxe version (bonus tracks)
13. “Planet Roaring”
14. “Valentine Stones”
15. “Northern Lights”
Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
maiden book of souls

El Libro de las Almas

Pocas cosas tienen la capacidad de mantenerse inalterables en nuestra vida como la música, esa emoción difícil de explicar de escuchar por primera vez un disco de nuestra banda favorita, hoy por ejemplo, escuché “The Book of Souls”, el nuevo disco de Iron Maiden, como lo he hecho desde mi adolescencia. Esta vez con una emoción especial puesto que realmente no teníamos la certeza de volver a tener un nuevo disco de una de las mejores bandas de rock de todos los tiempos.

 La banda británica hacía noticia hace unos días cuando lanzó su nuevo single, “Speed of Light”, incluyendo un brillante video musical, en el que se aprovechan de ser una de las agrupaciones con mayor, y mejor, mitología propia, como para hacer al mismo tiempo un recuento de su carrera musical enfocada en su querida mascota Eddie, como un recuento de la historia de los videojuegos, un muy bien logrado homenaje a la cultura popular; merece una mención especial la secuencia en que Eddie enfrenta a muerte a “la Bestia” en modo Mortal Kombat, teniendo de escenario la portada del single de 1982 “Run to the Hills”, un regalo para cualquier fan.

 Iron Maiden fue fundada por su bajista Steve Harris a mediados de la década de los 70 en Londres. Actualmente se constituye en un sexteto, en el que conviven tres guitarristas, los virtuosos Murray y Smith y el siempre importante Janick Gers. La batería es propiedad de Nicko Mc Brain desde 1983 y en las vocales aparece Bruce Dickinson, quien recientemente fue noticia por haber superado con éxito el tratamiento por un cáncer a la lengua.

“The Book of Souls” es su décimo sexto álbum de estudio, el primero desde hace cinco años, la mayor espera entre dos trabajos de la doncella, en razón justamente de la enfermedad de su cantante, quien vale aclarar, grabó el disco cuando se encontraba con su enfermedad latente sin que aún se la diagnostiquen, quizá eso explique que su voz no suena tan arrasadora como siempre, un detalle que no puede dejar de notarse al reproducir el álbum, lo cual para nada le quita brillo, al contrario, más bien exalta el trabajo del frontman, de quien jamás se podrá decir que algún día no lo dejó todo ante el micrófono.

 Esta nota no pretende examinar el álbum a manera de “review”, para eso están los críticos, a quienes de paso el disco parece gustarles bastante, esta es por su parte la opinión de un fan a quien la música de Iron Maiden le acompañó siempre en los momentos más importantes de su vida, como lo entenderán todos quienes sientan algún grado de pasión por la música, entenderán también la emoción de encontrarse con que pese a que el tiempo pasa para todos, siguen estando a la altura, sobrepasando nuestras expectativas.

 Si bien es cierto que el disco no está al nivel de los clásicos de los 80, ¿cómo estarlo? pues los trabajos de la banda en aquella época marcaron la historia del heavy metal para siempre, convirtiéndose en discos de culto que influenciaron a miles de bandas a nivel mundial, pero “The Book of Souls” marca un interesante paso adelante en la historia de la banda, con canciones que nos recuerdan varios de sus mejores trabajos y trayéndonos nuevo material que, confíen en quien escribe, mejora con cada reproducción, un disco, como se dijo, a la altura de su historia.

Como recomendación particular, sugiero escuchar la excelente “If Eternity Should Fail”, tema compuesto íntegramente por Dickinson que abre el álbum; “The Red and the Black” firmada por Harris, la cual, para quien escribe, es la gema del disco; o inclusive una canción dedicada al fallecido actor Robin Williams: “Tears of a Clown”; sobre gustos no está nada escrito, la extensa entrega de los británicos ofrece suficientes alternativas como para satisfacer a los viejos fans y al mismo tiempo seguir abriendo la puerta para que nuevas generaciones se acerquen a la doncella.

Nuevamente, al no ser esta una crítica sobre el álbum, encargo a cada fanático su opinión del disco y su valoración de los temas, me quedo con la emoción que seguramente compartimos todos de volver a escuchar a la banda de Steve y Bruce, verlos homenajear a su leyenda y al mismo tiempo, seguir agigantándola.

Nuestros ídolos se hacen mayores, nos preguntamos si les llega el retiro y nos quedaremos con sus viejas glorias, es un placer que en ese contexto Iron Maiden nos siga regalando música de primer nivel. Ojalá podamos volver a verlos en vivo en nuestro país, mientras tanto, nos entretendremos con su libro de las almas.

Up The Irons.