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De Youtube a la Pantalla Grande

Estuvo por varias semanas en las carteleras de los cines ecuatorianos, pero su aparición en la plataforma “Netflix” le ha dado nueva vigencia. “Dedicada a Mi Ex” es una película con ideas predominantemente ecuatorianas, aunque necesitó apoyo comercial y de infraestructura colombianas. Como quiera, se trata de una muy entretenida producción.

El largometraje fue concebido y dirigido por Jorge Ulloa, uno de los creadores del muy afamado “Enchufe TV”, canal ecuatoriano de YouTube dedicado a sketches cómicos con una ya considerable trayectoria, prestigio internacional y producción ciertamente impecable. Con el uso de sus característicos recursos narrativos hiperbólicos, se armó una especie de “Scott Pilgrim” criollo, con una película que se desarrolla a partir de un desengaño amoroso y gira alrededor de las aventuras de la formación y consolidación de una banda musical.

“Dedicada a mi ex” emociona primeramente porque a medida que transcurre la trama, se va dando la sensación de ser un “all stars” de artistas latinoamericanos. Empezando por los protagonistas, 2 de los más queridos actores de “Enchufe TV” como Raúl Santana, el popular “chichico”, y Nataly Valencia. Parte de la “banda” la componen Biassini Segura, actor colombiano, y Carlos Alcántara, conocido por encarnar a “Machín” en la entrañable comedia peruana “Pataclaun”. Entonces asistimos a un desfile de celebridades, como los mexicanos Eugenio Derbez, muy aclamado cómico de pantalla chica y grande o Mariana Treviño, conocida por sus papeles en series de plataforma digital como “Club de Cuervos” o “La Casa de las Flores”. Vimos a Jorge Enrique Abello y Lorna Cepeda, quienes encarnaron a Don Armando y Patricia Fernández en la totémica telenovela colombiana “Betty La Fea”, también reconocidos youtubers como: Yoss Hoffman, Luisito Comunica o Werevertumorro. Además de queridos actores ecuatorianos como Eduardo “mosquito” Mosquera o Martha Ormaza antes de su fallecimiento. Solo ahí la película brindaba permanentes emociones.

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Si podemos extraer un tema dentro de la vertiginosa sucesión de escenas cómicas es el camino hacia la madurez y lo difícil que en la práctica resulta el desapego. Esto no sólo por el disparador de la narración, que es la separación de Ariel (Raúl Santana) con su novia y su insistencia en recuperar la relación, sino también de los sentimientos que ese camino pueden suscitarse a un joven con una familia en apariencia sólida como la de Ortega (Biassini Segura) o de plano disfuncional con un toque de rebeldía, como es el caso de Felicia (Nataly Valencia). Qué decir de Néstor (Carlos Alcántara), aquel romántico y envejecido rockero que se niega a entregarse al sistema, a pesar de que ya hay una familia que necesita de su protección.

 En la actuación, Raúl Santana explota su clásico papel de “chichico”, personaje repleto de inseguridades, mientras Nataly Valencia tal vez se muestra más versátil y ciertamente, rodearse de actores de mucha experiencia ayudan mucho a esta “fantasía pop” latinoamericana. Justamente eso es lo más sobresaliente de la producción, dentro de un ámbito que ya tal vez está saturado de las producciones crudas y realistas. El guión preciso y los pulcros efectos de edición y tecnológicos, característicos de “Enchufe TV” llevan a la producción con una frescura y sello de distinción que fácilmente se separa de una experiencia latinoamericana audiovisual clásica. Bien puede ser el punto de partida hacia un cine latino menos solemne que varios estamos esperando. Y todo, partiendo desde YouTube.

Los cambios con sus tomas de decisiones, la amistad y el optimismo inocente, como valores de juventud se exponen en hora y media de risa, pero también de cuestiones de fondo. Una discreta crítica al mundo del espectáculo, además de la decisiva y creciente influencia de las redes sociales forman parte de una producción con mucho de comedia, pero ciertamente con mucho corazón.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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El Entrañable “Club de Cuervos” y las Razones de su Éxito

¿De qué otra cosa iba a hablar la primera serie de Netflix latinoamericana si no de fútbol?

Club de Cuervos ha venido apasionando a los usuarios de esta plataforma desde su estreno en 2015. Con 2 temporadas y 23 episodios en total se ha tomado la cultura popular latinoamericana y algunos de sus personajes podrían ya considerarse clásicos dentro de la misma. El porqué de este éxito intentaremos descifrarlo.

Mucha de la responsabilidad está en la experiencia y capacidad que hay en México en cuanto a narrativa audiovisual. Si bien Club de Cuervos se presenta como una serie cómica, cosa que los mexicanos saben hacer muy bien y ejemplos sobran, la realidad es que se la cuenta casi como una telenovela, algo para lo que ellos también son buenísimos. La historia vendría a ser como la del clásico culebrón azteca en el que una respetable familia se divide por una herencia. En este caso, la herencia es el club de fútbol “Cuervos de Nuevo Toledo” (tanto el equipo como la ciudad son ficticias) y la disputa surge al fallecer el patriarca del mismo: Don Salvador Iglesias. La pelea sobre el club y demás bienes del connotado caballero se da entre sus 2 hijos reconocidos (ambos de distintas parejas) y un tercero que estaba en camino antes de su muerte, como para completar un drama tan parecido a alguna de las “Marías” de los años 90.

Para soportar este tortuoso hilo narrativo están las actuaciones. Ahí es cuando Luis Gerardo Méndez y Mariana Treviño realmente se lucen con trabajos espectaculares. Salvador Iglesias Jr. “Chava”, interpretado por Méndez es un tipo sumamente entrañable y querible para el espectador, pese a ser un completo cretino en cuanto a códigos futbolísticos y no se diga de organización. “Chava”, con su irresponsabilidad y vicios, irradia tanto carisma que siempre quieres que sus disparates le salgan bien a pesar que a sujetos futboleros como quien escribe le pueda parecer sumamente ofensivo que irrespete el camerino, contradiga las órdenes del entrenador y peor aún, que haya hecho algún trato con el equipo rival. Como sabemos, el en un inicio fue electo presidente de Los Cuervos y es el alma indiscutible de la serie.

En la contraparte está Isabel Iglesias, interpretada por Mariana Treviño, una mujer muy armas tomar, muy responsable y conocedora en los campos de la administración cuya injerencia incluso a su tiempo hizo bien al equipo, pero su personalidad avasallante y exigente la hacen “la perra” (dicha por ella misma) de la serie, completamente detestable. Es una antagonista difícil de entender, pues no es precisamente mal intencionada, solo busca reivindicar lo que ella cree que merece y busca lo mejor para el club y para el imperio construido por su difunto padre.

Como vemos, a pesar que el eje central de la serie se supone es el fútbol, no se desarrolla por completo en cuanto a dicho eje temático y toma de manera algo sobredimensionada sus campos más oscuros y algo míticos como los sobornos, arreglos por debajo de la mesa, los intereses de los agentes de jugadores, planteles buscando hacer la casa o la cama a sus entrenadores, doping, infidelidades, prostitución, etc. Todo aquello con el fin de enganchar a un espectador ávido de polémica, la cual en “Club de Cuervos” siempre existe. El plantel de fútbol, pues es el típico de cualquier equipo latinoamericano: la base local llena de chicos humildes, muy ingenuos los más jóvenes, el clásico delantero argentino “pintero” imán de la fanaticada femenina, el brasileño que es todo fiesta y buen humor y el excéntrico refuerzo extranjero que por una millonaria cifra llega a los clubes de más alta inversión. También está la vieja gloria que se hace cargo de la dirección técnica en tiempos de crisis.

Mientras tanto, la fanaticada aguarda el estreno de la tercera temporada de la que se tiene las más grandes expectativas y esperando que esté a la altura de las 2 primeras temporadas.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol