Entradas

tennis rio

El Emocionante Tenis en Río 2016

Como en todos Juegos Olímpicos, Río 2016 va dejando historias para recordar. Una que se siguió con atención, tal vez por lo mediático de la disciplina es la del tenis olímpico.

Los últimos tiempos no han sido los mejores para Juan Martín Del Potro. El argentino ha vivido un viacrucis de lesiones que le han impedido incorporarse y ser protagonista del circuito de tenis, como lo era en el esplendor de su carrera. Sin ser su salud totalmente óptima, decidió participar en los Juegos Olímpicos. El sorteo no podía ser más desalentador, pues en la primera fase tenía que vérselas con el actual número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic. En un espectacular partido que sólo se definió en ambos sets por la vía del tie break, “la torre de Tandil” sorpresivamente eliminó al máximo favorito, en un final con lágrimas para vencedores y vencidos.

 Los siguientes en camino del argentino tal vez pintaron más accesibles: Joao Sousa y Taro Daniel. Mientras tanto, por su lado del cuadro avanzaba otro que también ha tenido más de un problema de lesiones: Rafael Nadal. El gran crédito español tuvo que bajarse de los dobles mixtos y no sin antes saborear el Oro Olímpico en dobles masculino, avanzó hasta cuartos de final superando al consentido del público local: Thomaz Bellucci. Quien venía haciendo un buen papel y ganó 6-2 el primer set a “Rafa”, dando paso a la remontada del rey de la arcilla con 6-4 y 6-2. Así se conformó un interesante duelo semifinal con Del Potro.

En el otro lado del cuadro, el británico Andy Murray pasaba pocos sustos con Fognini y Johnson hasta establecerse en semifinales frente al japonés Kei Nishikori. El triunfo del escocés fue un contundente 6-1 y 6-4 que ya le aseguraban la plata, pero él iba por más: aquella inédita medalla dorada consecutiva. Acordándonos que ganó la presea dorada en los juegos de Londres 2012.

del potro

El juego entre Del Potro y Nadal fue una lucha de técnica y voluntades. Con sus habituales “devoluciones imposibles”, el español se llevó el primer  set por 7-5. La respuesta de “Delpo” no se hizo esperar y con su sólido y potente juego igualó el juego con resultado de 6-4 en el segundo set. Lo que se vivió en el tercer set fue para el infarto: quiebres de saques, errores, cansancio visible y negativa de dar el brazo a torcer. En el tie break pudo Del Potro llevarse el partido (7-5) y con ello, a los tiempos volver a emocionar a su nación.

A la final arribaban un favorito y descansado Murray contra un agotado pero envalentonado Del Potro. La calidad y certeza del británico lo llevó a imponrse por 7-5, la inmensa voluntad del argentino lo favoreció en el segundo set 6-4 y parecía quebrarse, pues Murray fácilmente conquisto 6-2 el tercer set. La titánica batalla por el cuarto se configuró cuando se iban continuamente rompiendo el saque, tal vez a Del Potro le faltó fortuna, pero Murray jugó como un cirujano en los momentos decisivos y se llevó el oro olímpico, se segundo consecutivo. Aunque los aplausos de Argentina y tal vez, muchos de América Latina fueron para Del Potro. Nishikori se quedó con el bronce.

monica puig

No menos meritoria fue la Medalla de Oro de la puertorriqueña Mónica Puig, quien derrotando a jugadoras mucho mejor rankeadas que ella como: Pavlyuchenkova, Muguruza, Kvitova y en la gran final a la segunda favorita Angelique Kerber, dio la gran alegría a su país que por primera vez asoma en el medallero con una orgullosa dorada.

El tenis olímpico no da dinero ni puntos en el ranking ATP o WTA. Pero en Juegos Olímpicos esto queda aparte y la sensación de superación personal y de portar la alegría a un grupo de gente se impone.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
jefferson perz

A 20 años de la Medalla de Oro

Los años 90 creo, construyeron un cambio en la autoestima del ecuatoriano desde el punto de vista del deporte, tal vez porque a esas alturas ya había un despliegue mediático superior. Habían pasado años desde los campeonatos de tenis de Pancho Segura, las medallas de natación de Jorge Delgado, el título mundial de Taekwondo de José Cedeño y el final del Siglo XX traería nuevos aires.

En 1990, el Roland Garros obtenido por Andrés Gómez y Barcelona SC finalista de América (a su tiempo, realmente notable) eran señales de tiempos nuevos. El fútbol con una generación de nuevos talentos eran más motivos de alegrías que de vergüenzas a nivel selección, pero hacía falta sacarse ese par de espinas que desinflaban el ego nacional: la clasificación al mundial de fútbol y la medalla olímpica.

En el Verano de 1996, la expectativa era la de siempre en territorio nacional: ojalá alguien gane una medalla, pero lo más probable es que no. Los adictos a las transmisiones deportivas seguían a las proezas de Donovan Bailey, Michael Johnson y los últimos destellos de gloria de Carl Lewis. Fascinados con la medalla dorada de la costarricense Claudia Poll en natación, con las bellas integrantes de los equipos del en ese entonces recientemente olímpico vóley de playa femenino y con la magia de un joven Ronaldo Nazario de Lima con la selección de fútbol de Brasil. De los 19 representantes ecuatorianos se esperaba poco y nada, tal vez, Rolando Vera.

De cuando los himnos de los eventos deportivos eran bonitos

Había un antecedente, en los Panamericanos de Mar del Plata en 1995, la única medalla de oro la obtuvo “un tal” Jefferson Pérez para los ecuatorianos en los 20 kilómetros de caminata. Nada que mucha gente realmente haya puesto atención ni que ahora se lo recuerde. Así, casi en el anonimato, el cuencano emprendía muy temprano por la mañana de un 26 de julio de 1996, la caminata que marcaría su vida.

El ecuatoriano mayor de 40 años se enteró del suceso buscando iniciar sus jornadas productivas, el que es menor de esa edad y vivía en la Sierra, estaba de vacaciones y lo vivió en pijamas si acaso se había despertado. Los que alcanzaron a verlo en vivo, vieron menos de la mitad de una carrera que fue transmitida intermitentemente hasta que era obvio que el negocio era seguirle al competidor del país, pues se mantenía en un pelotón puntero que se iba reduciendo: a 15, 10 y luego 5 integrantes.

Acá un buen resumen de lo que fue la competencia de Atlanta 1996

Jefferson Pérez de pronto sobrevivía a la extenuante prueba en aquel deporte rarísimo que los pocos que estaban siguiendo en vivo la competencia se iban “desayunando” de lo que trataba. Lo importante es que ya estaba entre los 3 primeros y la soñada medalla empezaba a asegurarse. El sprint final en el que se desprende de todos para ganar el primer lugar es casi mágico aunque igual, el momento más importante del deporte ecuatoriano no fue tan seguido por la hora en que se desarrolló, el poco conocimiento sobre la caminata o marcha y lo escasamente mediático de Pérez en aquel entonces.

De ahí, vino el exceso. La marcha y su técnica era moda en el país, aunque más para hacer parodia, pues su correcta ejecución es sumamente difícil y va más allá de mover las caderas. Dicho sea de paso, hasta el famoso merengue “la dueña del swing” se puso muy de moda.

Jefferson Pérez era invitado a todos los espectáculos y shows de T.V. e incluso, a la transmisión de mando presidencial, motivó spots publicitarios, desde los más emotivos y patrióticos hasta otros mucho más relajados. De pronto, todo ecuatoriano se convirtió en “experto en marcha”… ¡Bah! Sabíamos que básicamente había que siempre poner un pie en el piso y que si te cuentan 3 faltas, estabas fuera de la carrera.

Las expectativas para los siguientes Juegos Olímpicos fueron distintas. Pérez cargaba con la presión de todo un país. Las carreras de 20 km caminata en Sídney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008 fueron transmitidas en cadena nacional y cual llegada del Papa. La experiencia para el ecuatoriano fue agridulce, pues en 2000 y 2004 se ubicó cuarto, mientras que en 2008 obtuvo una importante medalla de plata.

Los Juegos Olímpicos nunca volvieron a ser experiencias del todo gratas para los ecuatorianos (¿y cuándo lo han sido?), pero Jefferson Pérez no paró de labrar una carrera espectacular en su especialidad, ganando 3 veces el primer lugar en los mundiales de atletismo e imponiendo en 2003 una marca mundial. Bien puede ser Pérez ubicado como uno de los mejores de todos los tiempos en esta especialidad, una especie de Cruyff de la marcha, no sé, tal vez exagero.

Ecuador tuvo la oportunidad de hacerse notar mediante una de las competencias deportivas con menos seguimiento y expectativa del mundo, un logro que como sea, sí hizo sonreír. Después vinieron los éxitos futbolísticos en el Siglo XXI y una nación que ya se siente no tan incógnita. De Jefferson Pérez queda la imagen de un joven desvaneciéndose mientras alcanzaba la preciada medalla dorada y posterior a eso, un discurso enfocado a la motivación personal, que a unos inspira y a otros fastidia. Pero esa autoridad para impartirlo se la tiene bien merecida, al fin y al cabo, es el protagonista del mayor acontecimiento deportivo de la historia de la nación. Esperemos que en Río de Janeiro alguien más alcance aunque sea un podio, sería lo mejor para el Ecuador que las medallas olímpicas no sean patrimonio exclusivo del gran Jeff.  Ahora la delegación ecuatoriana duplicará (38) a la de Atlanta.

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol