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40 años de Punk… ¡y más!

1976 constituyó un año clave para la música como la continuamos concibiendo. Dos bandas de la escena neoyorkina por fin pudieron plasmar su entusiasmo en álbumes larga duración, con nombres homónimos y como cimientos de un magnífico legado: “The Ramones” y “Blondie”. Se dice que 1976 fue el año del punk, aunque se lo puede rastrear desde un poco antes.

Indiscutiblemente es New York la ciudad donde se gesta el punk como fenómeno musical y sobretodo cultural, a pesar de que se lo asocia más con el boom inglés de años posteriores, pero básicamente esa ha sido la dinámica del rock and roll: América lo concibe, la Britania lo perfecciona. El punk básicamente buscó volver a hacer el rock and roll una cuestión de juventud, pues a mediados de los setenta, la pompa y excesiva sofisticación del rock progresivo estaba haciendo perder justamente ese contacto joven, furioso y rebelde.

A inicios de los 70, el tema era difícil para los jóvenes tener escenarios donde tocar, pues varios exigían requisitos como ser bandas con contrato discográfico vigente y los pocos clubes que albergaban a nuevas e independientes bandas iban cerrando o como el caso del “Mercer Art Centre”, el edificio donde se ubicaba, se derrumbó. De los pocos lugares que quedaban para los que no estaban plenamente integrados al “show business” era el CBGB de propiedad de Hilly Kristal.

Este lugar, ubicado prácticamente en “Lower East Side”, barriada con mala reputación en Manhattan, podía ser la oportunidad perfecta, pues los requisitos de Kristal era que las bandas ofrezcan más material propio que covers. Claro, la idea de Kristal era otra a la que finalmente se convirtió y esta era que el local sea un polo de desarrollo de la música tradicional estadounidense, es decir, country, blues, etc.

En 1974 debutó la banda “Television” en el CBGB ante una decena de personas. Cuando estos chicos desaliñados solicitaron tocar en su bar a Kristal, obviamente tuvieron que mentir acerca de su estilo de música. Look desgarbado, anti glamour que un par de años más tarde sería fundamental. Entre esos años, llegarían más bandas al circuito de CBGB en esos tiempos prácticamente hermanadas: The Ramones, Talking Heads, The Stilettoes que después pasaría a llamarse Blondie y más.

Si hablamos de influencias, para la movida de New York fueron fundamentales bandas como: The Stooges, Velvet Underground, MC5 o los New York Dolls. Mientras los punks norteamericanos reconocían a la raíz primigenia del rock sesentero como parte de su influencia, los británicos se tratarían de desmarcar de la misma. La idea musical principal era que cualquier podía dar rienda suelta a su expresión y no necesitaba de años de entrenamiento y estudio con su instrumento, así mismo con la imagen, derivando posteriormente en el “do it yourself”. Hazlo tú mismo, que resultaría una filosofía emblemática.

Volvemos a los años 1975 y 76, para ese entonces, el “boca en boca” había hecho que más gente vaya a ver a estas aún precarias bandas al CBGB y otros pequeños bares de la escena. Comenzaron a interesarse las discográficas y la que finalmente pactó para las grabaciones de The Ramones fue “Sire Records”, cuyo fundador, Seymour Stein, acuñó el término “New Wave” (nueva ola) para referirse a este estilo emergente, pues el término “punk” (mocoso, mozalbete) no podía ser tan del agrado del público en el comienzo.

sex pistols

Los punks norteamericanos de todas formas no alcanzaban un mayor reconocimiento en sus tierras, emprendieron giras europeas donde tienen una mucho mejor acogida y sobretodo, influyen decisivamente para el movimiento inglés, del que surgen icónicos como los “Sex Pistols” o “The Clash”. Los primeros, maquinados por el empresario Malcolm McLaren, quien buscó causar conmoción con la imagen anti establishment y provocadora de sus muchachos, interesado más en el escándalo y la publicidad que en la música. Los Clash tendrían una propuesta más política. El “no futuro” se cernía en la juventud obrera británica, eran tiempos de crisis económica en el primer mundo hacia finales de los años 70.

El punk, así como tuvo su gran ebullición en los años 1976, 77 y tal vez 78, estaba condenado a renovarse o perder su frescura. Si hablamos de la discografía de “The Ramones”, más o menos tuvimos lo de siempre: sus 3 poderosos acordes, sin realmente llegar a resentirse su propuesta en una carrera algo prolongada y con variantes en su alineación. Blondie llegó a ser bastante “mainstream” al publicar su exitoso “Parallel Lines” cuyo hit “Heart Of Glass” pasó de ser una ironía a la música disco a virtualmente parte de dicha tendencia, hay que reconocer también que la imagen de su cantante, Deborah Harry, contribuyó decisivamente a este éxito.

Debbie <3 <3

Debbie <3 <3

El fenómeno punk mutó en sus múltiples variantes. Cuando John Lydon (Johnny Rotten) dejó los Pistols atrás, formó Public Image Limited, que prácticamente puso los cimientos del “post-punk” y la música ochentera como en su mayoría la conocemos, dando protagonismo al bajo, con un sonido punzante y hasta crujiente de la guitarra, la búsqueda de nuevos horizontes con los ritmos afro antillanos, incorporación de sintetizadores, etc.

De ese protagonismo en el bajo, surgiría el “darkwave” con bandas como Bauhaus, Siouxsie and the Banshees, Joy Division y los comercialmente más exitosos The Cure. De la mezcla con los ritmos antillanos, el ska y demás, surgirían bandas como The Specials, Madness, los mismos The Clash incorporarían a sus producciones este sonido, pero quienes tuvieron mayor suceso mediático iniciados en esta fusión, serían The Police.

La movida californiana con The Weirdos dio origen al movimiento hardcore con sus siempre fieles seguidores aunque no precisamente muy masivo. Los sintetizadores, de los cuales los alemanes Kraftwerk eran los precursores, serían ese sonido diferente con el que Devo se abriría paso en un lado del charco y con el que grupos como Depeche Mode labrarían su camino hacia el éxito, así como muchas otras bandas llenarían las estaciones de radio y las pistas de baile. Una magnífica evolución de esto se dio de Joy Division hacia New Order.

Devo y su onda post modernista

Devo y su onda post modernista

El punk siguió marcando su influencia. En los noventa de vio el auge y caída del grunge, en los 2000 el rock “revival” de The Strokes o Franz Ferdinand y bueno, la lista de bandas entre muy comerciales y no tanto es enorme y con el sinfín de influencias, resultaron más difíciles de catalogar, pero al menos, debemos siempre celebrar, que esos jovencitos de mediados de los setenta buscaron su propia expresión, pues aquella música otrora joven, corría el riesgo de estancarse y perderse. El punk abarcó algo más allá de la música, mas bien un estilo de vida.

Bibliografía para el artículo:

Corral, Juan Manuel, New Wave & Post Punk 1978 – 1984

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol