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Cuando Radiohead le Apostó al Futuro

Tras el éxito de su trabajo predecesor, el melancólico “The Bends”, Radiohead se aprestaba a realizar un trabajo más sofisticado donde difícilmente iban a dejar su sello introspectivo, pero el ensamblaje de los temas tendría una riqueza de elementos e influencias que lograrían la aclamación de la crítica y la conquista de voluntades a ambos lados del charco. Concebido entre 1996 y 1997 en las zonas rurales de Oxfordshire, venía a dar la alerta sobre el nuevo mundo tecnológico post moderno, advirtiendo más sus trampas que beneficios.

OK Computer tuvo varios lanzamientos, el japonés el 21 de mayo, el británico el 16 de junio y el norteamericano el 1 de julio de 1997. Se dio a conocer al mundo a través de su fenomenal primer sencillo “Paranoid Android”, tema que se podría considerar la obra cumbre del rock de los noventas, dispuesta en secciones cual pieza de música académica. La introducción con guitarra y la programación llevan a un mundo taciturno que se va volviendo más agreste a medida que el tema avanza llevando a unos picos violentos con la guitarra distorsionada. La alternancia entre el sosiego y la locura, tan asociada a Pixies o Nirvana, enfrenta al oyente a una serie de sensaciones y emociones que pueden haberlo agobiado a la primera vez y al mismo tiempo, dejarlo con la sensación que ese turbulento viaje valió la pena.

Paranoid Android se publicitó a través de los medios con su confuso videoclip hecho en animación tan descarnada como precaria, tal como se puso en boga en la última década del siglo pasado, relatando una historia atrapante y disparatada.

El siguiente sencillo fue “Karma Police” con su solemne y omnipresente piano. Sería difícil concebir que se trata de la broma interna de la banda con la cual se manejaba el stress de las giras y ser cada vez más reconocidos, ese entonces cuando la broma toma ribetes de seriedad ante la incomodidad e insatisfacción que puede producir el aparentemente gratificante reconocimiento. También consta de momentos claramente definidos que en este caso son dos cuando hacia el final se pone más dinámica. This is what you’ll get when you mess with us…

 “Lucky” tal vez no carga la sofisticación de buena parte de este álbum, aunque si se advierte también aquella dinámica de calma versus tensión casi al cerrar el álbum y fue presentada como el tercer sencillo del LP. “No Surprises” fue el último tema promocional con su muy característico piano cercano a un dulce arrullo acompañado por la guitarra acústica que no le deja perder protagonismo. En dichos temas, Thom Yorke conduce magníficamente con su voz el ambiente aletargado y le da un descanso a los grandes esfuerzos que implicaron “Paranoid Android” o “Karma Police”. Aquella ruptura también la llevan temas como “Exit Music (For A Film)”, “Let Down”, o “Climbing up The Walls”. Estas últimas con una manera más armónica y progresiva de pisar el acelerador.

Por supuesto, OK Computer no es solo sus canciones más famosas. El viaje arranca con “Airbag” y una áurea cargada por las guitarras y programaciones, sin embargo, el bajo de Colin Greenwood con suma precisión marca los tiempos cual artilugio digital, similar trabajo en “Subterranean Homesick Alien”, solo que con mayor presencia de la batería y siempre destacando la carga de efectos en las guitarras para la atmósfera etérea. Con “Electioneering” tenemos el tema digamos, más “normal” de este disco, donde no se privilegia tanto al despliegue tecnológico o a las posibilidades de estudio. “The Tourist” marca un abatido regreso de un viaje que puede ser conceptualmente interior, así como de una búsqueda de posibilidades dentro de un abrumador mundo post moderno. Un retorno a casa repleto de agotamiento.

OK Computer se adelanta a las desazones del mundo tecnológico, se ve tan comprometido con el mismo que “Filter Happier” se canta con el Software de voz de una hoy por hoy arcaica Macintosh, de la cual viene el mismo concepto del álbum cuyo título actúa como comando del mismo. Cuenta entre sus galardones con haber sido el disco número uno del chart británico entre el 28 de junio y el 12 de julio de 1997, certificó triple platino en Europa y doble platino en los Estados Unidos, habiendo sobrepasado las 5 millones de copias vendidas antes del primer año de su publicación.

radiohead 1997

A OK Computer se le puede considerar como la obra maestra de Radiohead, es un álbum en el que no hay mayores individualidades, sino un trabajo en conjunto genial, en el que ninguna canción podría ser concebida como tal sin todos sus elementos. Jonny Greenwood, mago de los artilugios tecnológicos configura esa atmósfera enrarecida, pero nada sería igual sin la imaginación de todos, sin su hermano Colin, sin la batería de Phil Selway, sin Ed O’Brien, sin el liderazgo de Yorke. Al fin y al cabo, siempre firman todos en la composición y eso es evidente en el conjunto de elementos que hacen a esta banda británica tan especial.

OK Computer – EMI – 1997

ok computer

Airbag
Paranoid Android
Subterranean Homesick Alien
Exit Music (For a Film)
Let Down
Karma Police
Filter Happier
Electioneering
Climbing up The Walls
No Suprises
Lucky
The Tourist

Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol
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El Contraataque de Blur

A mediados de los noventa la batalla de la cima del Britpop parecía ganada por Oasis, quienes con su Morning Glory parecían haber conquistado el mundo, superando en influencia a “Parklife” y arrasado en ventas a “The Great Escape”, placas de sus declarados archirrivales, los londinenses Blur. Esta desventaja lo tenía pasando por malos tiempos a Damon Albarn y de ese via crusis emocional al que debe añadirse la relación de Albarn con su entonces novia Justine Frischmann (Elastica), surgiría el material que pondría a su banda de nuevo en pelea y según cierto sector de la crítica, les daría la victoria definitiva.

Blur buscaba una evolución a su sonido tan británico, comenzó en 1996 a grabar en Reikiavik, Islandia. Aquella urgencia tal vez se ve reflejada en esa agitada portada de álbum en la cual se ve borrosamente a una persona siendo trasladada en un hospital, probablemente a emergencias. Así es como el álbum homónimo “Blur” se presentó en sociedad.

El álbum arranca con “Beetlebum”, tema que también fue el primer sencillo de la banda. Un ritmo dulce y somnífero en el cual el riff de guitarra se une a la voz para dirigir el arrullo, mientras el bajo se une segundos después al concierto letárgico. El tema tiene varias interpretaciones entre las que se encuentran las experiencias de Albarn con las drogas duras o tal vez una analogía con el sexo, pero de seguro con polémica hasta en lo audiovisual, pues en el videoclip se censura al cigarrillo que fuma Alex James, probablemente de marihuana. El hecho que la guitarra sea tan protagonista dará una pauta para lo que venía más adelante.

Sigue “Song 2”, que bien podría ser el tema más exitoso comercialmente hablando de la banda en toda su trayectoria. El intento de Blur por llegar al público estadounidense fue un total éxito con estos enérgicos dos minutos en que fuertes guitarras y bajo distorsionados, una poderosa batería y el icónico “woo-hoo” de Albarn dieron forma a una de las canciones insignia de los años 90. Tal fue el suceso de este tema que fue parte de la banda sonora del muy difundido juego de video “Fifa’98 – Road To World Cup”, que constituyó un gran avance en cuanto a este tipo de entretenimiento y base para los juegos electrónicos de fútbol que conocemos hoy en día. Tranquilamente este tema es conocido mayormente por eso.

“Country Sad Ballad Man” nuevamente disminuye la trepidante marcha del disco y le vuelve a dar el protagonismo a Graham Coxon, además de varios arreglos exuberantes que abren la puerta al Blur del futuro y a lo que se iba a venir también con “Gorillaz”. “M.O.R.” es otro tema muy rockero y guitarrero en que la habilidad de Coxon se desata más la dinámica de James. Vale la pena mencionar que en esta canción metieron mano enormes figuras del rock como David Bowie y Brian Eno. Se devuelve el álbum a la fiesta y advertimos esa dinámica calma – desenfreno.

Llegamos a “On Your Own”, tema bastante experimental en el que los secuenciadores, samplers, loops y demás efectos juegan un papel fundamental para crear su lúdica atmósfera, bien pudiendo ser otro anticipo a lo que sería Gorillaz. Nuevamente la guitarra es relevante con riff juguetones y se intercala con la atmósfera de festividad controlada animada por los coros.

“Theme from Retro” es un tema sumamente experimental, de atmósfera etérea y sobrecarga de efectos de delay para recrear ese momento cuasi lisérgico. “You’re So Great” y su guitarra acústica es un momento totalmente diferente, tal vez de guitarreada de amigos junto a una fogata, tema con mucho sentimiento y una confusa interpretación si es inspirada por un amor o por el alcoholismo que en ese tiempo enfrentaba Graham Coxon (sad drunk and poorly sleep in really late).

“Death of a Party” se une al club experimental del disco, donde misteriosos teclados se dejan acompañar por el bajo de James y un tratamiento más escondido y en palm muting de la guitarra. Como el álbum está diseñado en ese esquema letargia – fiesta, llega “Chinese Bombs” para apalear la batería de Dave Rowntree y poner en máximo el volumen y las distorsiones de bajo y guitarra dentro de un minuto y medio de furiosa descarga.

“I’m Just a Killer for Your Love” debe ser el tema más parecido a lo que más tarde sería Gorillaz con la sobrecarga de efectos, ese deje funk y casi coqueteando con el hip hop. Uno tranquilamente puede imaginar a los simpáticos muñequitos caminando. “Look Inside America” tiene un ritmo muy britpop, con el bajo más bien imitando a los álbumes predecesores de la banda, algo paradójico o más bien de búsqueda de encajar en el otro lado del charco desde su muy europea visión.

“Strange News from Another Star” tiene una notable participación con los redoblantes de Rowntree y el perfomance místico de los efectos y opciones de estudio. “Movin’ On” de nuevo es la guitarra la que toma el mando e incluso por ahí suena un poco a lo que hacía “Elastica” y demás bandas del movimiento Britpop a principios de la década, y un buen cierre con “Essex Dogs”, susurros, sobrecarga de efectos y el bajo frenando la marcha a esa sobredosis tecnológica.

En cuanto a reconocimientos, fue número uno indiscutible en las listas británica e irlandesa, si bien en ese rubro no le fue tan bien en Estados Unidos, de todas formas les valió para certificar disco de oro y sobretodo, darse a conocer a dicha audiencia con la legendaria “Song 2”.

Blur con su álbum homónimo demostró una increíble versatilidad, pues a la hora de rockear lo hicieron, a la hora de lanzarse a las aventuras experimentales que la tecnología disponible les generaba también lo hicieron y todo con absoluta brillantez. Damon Albarn demostró ser un magnífico compositor más allá que un notable frontman y Graham Coxon se consagró como un brillante guitarrista. La alternancia del ritmo de James y Rowntree entre lo británico tradicional y las nuevas opciones del álbum fueron un aporte valioso. Siempre será elogiable que Albarn y compañía jamás se han quedado estáticos en una fórmula ganadora.

Blur – EMI – 1997

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  1. Beetlebum
  2. Song 2
  3. Country Sad Ballad Man
  4. O.R.
  5. On Your Own
  6. Theme from Retro
  7. You’re So Great
  8. Death of a Party
  9. Chinese Bombs
  10. I’m Just a Killer for Your Love
  11. Look Inside America
  12. Strange News from Another Star
  13. Movin’ On
  14. Essex Dogs
Edison Guapaz Zambrano
Guitarras y gol